capitulo 22

UN TOQUE DE GRECIA.

A medida que los trabajadores se iban uno por uno, taeyeon entró en la cocina y abrió el refrigerador. Quería cocinarle a Tiffany una agradable cena. Después de cuatro días de no hacer ningún intento de contacto con ella, se sentía como una adicta luchando contra los síntomas de la abstinencia. Esta noche, ella le haría una buena cena y prendería su encanto de nuevo. Nada pesado, se prometió a sí misma. Ella no intentaría nada demasiado radical, tal vez tocarle la mano, pero nada más, ni un beso. De lo contrario, podría echarse para atrás de nuevo.

—Greg, antes de irte, — oyó la voz de Tiffany llamando a uno de los trabajadores en el pasillo.

— ¿Sí, señorita Hwang?

—Oí el otro día que tu esposa está sin trabajo en este momento.

Taeyeon sintió la vacilación de Greg cuando respondió.

— ¿Sí?

—Me preguntaba si podrías decirle que viniera a verme mañana. Puede ser que tenga un trabajo para ella.

Taeyeon se paró en seco frente al refrigerador. ¿Un trabajo? ¿Qué tipo de trabajo? ¿La iba a reemplazar? Un susto atravesó su cuerpo.

— ¿Un trabajo?, — preguntó Greg, su voz llena de sorpresa.

—Sí, muy pronto será la apertura del Bed & Breakfast, y tendré que contratar a un ama de llaves y cocinera.

La calma se apoderó de taeyeon. Tiffany no quería que se fuera. Ella todavía tenía una oportunidad.

—La mandaré a primera hora de la mañana, — la voz de Greg se hizo eco a través de la casa.

—Buenas noches, — murmuró Tiffany.

Un momento después, la puerta se cerró y Tiffany apareció en la puerta de la cocina.

— ¿Tengo tiempo para una ducha antes de cenar?, — preguntó ella, mirando en su dirección.

¿Una ducha, para que oliera a flores y dulce cuando ella se sentara frente a ella en la cena? ¿Podría manejar eso? Probablemente no.

—Claro, voy a prepararnos la cena mientras tanto. ¿Algo en particular que desees?

Ella sacudió la cabeza.

—Sorpréndeme.

Taeyeon tragó saliva. Tenía muchas sorpresas. ¿Le sorprendería saber que con solo mirarla con sus pantalones cortos y camiseta, ya la tenía hambrienta? Sus ojos la siguieron mientras se contorneaba por el pasillo. ¿Se lo estaba imaginando, o estaba moviendo más provocativamente su dulce trasero hoy? ¿O estaba ella cada vez más desesperada?

Taeyeon negó con la cabeza y se volvió a la refrigeradora. Era mejor si se concentraba en la cena y no en el perfectamente redondeado y bien proporcionado trasero, o en sus elegantes piernas, que parecían no terminar nunca. ¿Por qué tenía que usar pantalones cortos en la casa? ¿Estaba burlándose de ella?

Taeyeon decidió preparar una ensalada grande. Había notado que Tiffany devoraba todo lo verde. Una vez que tomara su ducha, pondría algunos pescados y mariscos en la parrilla y ella estaría feliz.

En una de las alacenas se encontró con una botella de vino. ¿Vino rojo con mariscos? Bueno, no importaba. Quería que ella se relajara con una copa de vino, y no podía encontrar vino blanco en ningún lugar. Era hora de ir de compras otra vez. Mañana lo haría entonces.

Un sonido en la ventana la hizo girar su cabeza. Una rama baja que colgaba del árbol, había golpeado contra la casa. Con una mirada de preocupación, taeyeon se asomó afuera en la oscuridad. El viento se estaba levantando. Temprano en el día, había visto el oleaje elevarse. No era una buena señal. La tormenta no estaba lejos ahora. En dos o tres días llegaría a tierra y castigaría a la ciudad.

Taeyeon se estremeció ante la idea de la destrucción que esto traería a Charleston y a otros lugares por toda la costa. La pérdida de vidas humanas, la devastación. Y no había nada que pudiera hacer al respecto. Sin sus poderes, no podía hacer nada. No era una sensación con la cual estuviese familiarizada. Si no avanzaba pronto con Tiffany, gente inocente tendría que pagar por su error. Por primera vez en su vida, sintió verdadero remordimiento por lo que había hecho. Los mortales tendrían que morir, ¿y por qué?

Debido a que taeyeon no podía dejar pasar un culo caliente y tuvo que hacer enojar a Zeus.

De alguna manera tendría que confesar. ¿Y si le explicaba su situación a Tiffany? ¿Creería en su historia fantástica? ¿Se permitiría a sí misma tener sentimientos hacia ella si supiera lo que estaba en juego? ¿Le daría una oportunidad de luchar?

Un grito proveniente de arriba, la hizo botar la ensaladera en el suelo. Tiffany, estaba gritando a todo pulmón. El sonido atravesó su cuerpo entero. Taeyeon nunca se había movido tan rápido en tierra firme, que como lo hacía en ese momento mientras subía las escaleras, dando tres pasos a la vez. Irrumpió en el dormitorio y lo encontró vacío. Sus gritos venían del cuarto de baño.

Sin dudarlo, empujó la puerta de la manija hacia abajo, pero la puerta estaba cerrada con llave.

— ¿Tiffany?

— ¡taeyeon! ¡Ayúdame!— Su voz sonaba aterrada.

Se apartó de la puerta, y un momento después dio una patada contra el cerrojo. Dos patadas, y la débil puerta se abrieron. Se encontró con una pared de vapor caliente. Apenas podía ver a través del espeso vapor.

El ruido en la puerta de la ducha la alertó sobre el paradero de Tiffany.

—Estoy aquí.

Taeyeon se apresuró a la ducha e intentó abrir la puerta de vidrio. Al principio no se podía abrir, pero le dio otro fuerte tirón y se abrió de golpe. Ella ciegamente metió su mano en la ducha, y sintió de repente el agua caliente asaltándola.

El cuerpo desnudo de Tiffany estuvo a punto de caer contra ella, mientras la sacaba de la ducha. Instintivamente apretó su cuerpo húmedo contra el suyo y puso sus brazos alrededor de ella. Ella se estremeció entre sus brazos.

—Estoy aquí, agapi mou. Todo está bien.

—El agua, — sollozó, — se hizo más y más caliente.

Dejó que sus manos se arrastraran sobre su espalda con un movimiento suave y se sorprendió de que ella no hiciera ningún movimiento para salir de sus brazos.

—Debiste sólo haberla cerrado.

—Lo intenté. No funcionó. — Otro sollozo atravesó su cuerpo. —No podía cerrarla. Y luego la puerta se atascó. No podía salir. — Las palabras brotaban de ella, y sintió su miedo. —Estaba atrapada. — Su pánico era evidente.

La ropa de taeyeon estaba empapada por el agua que goteaba de sus deliciosas curvas, pero sin duda de un momento a otro se daría cuenta de que estaba en sus brazos, desnuda y vulnerable. Taeyeon alcanzó una toalla grande de baño y la cubrió sobre su espalda.

—Cerraré el agua y luego te limpiaré.

De mala gana, se alejó de ella y caminó hacia la ducha. Extendió la mano para sentir los grifos. Mientras les daba vuelta, se dio cuenta de lo aparentemente fuertes que eran. Alguien con las manos resbaladizas, tendría dificultad para cerrarlas.

Cuando el agua dejó de correr, finalmente, se volvió hacia Tiffany. Ella todavía estaba exactamente donde la había dejado, pero ahora estaba envuelta en la gran toalla. Dio dos pasos hacia ella y se dio cuenta que aún estaba temblando.

— ¿Estás herida? ¿Te quemaste?— Le echó un vistazo a las partes que estaban expuestas de su piel.

Ella sacudió la cabeza.

Sin darle una idea de lo que iba a pensar, la levantó en sus brazos y la llevó al dormitorio.

—No podía cerrarla, — insistió de nuevo.

—Lo sé. — Se sentó en la cama y la mantuvo en su regazo, acariciando su espalda todo el tiempo. —Pondré a alguien mañana para que le eche un vistazo a la ducha y vea qué es lo que pasa.

Su cabeza se movió hacia arriba y abajo asintiendo.

—No estoy histérica.

Taeyeon levantó su cabeza con una mano en la barbilla y la miró a los ojos manchados con lágrimas.

—Sé que no eres histérica.

Ella sollozó.

—Me asustaste por un momento.

Sus ojos de repente cambiaron, como si recién se diera cuenta que estaba sentada en su regazo con sólo una toalla alrededor de ella. Pero taeyeon no la podía dejar ir ahora. El temor de pensar que algo malo podría haberle pasado, todavía estaba latiendo a través de su cuerpo y tenía que calmarse.

Taeyeon bajó sus labios a los de ella y la besó. Suave, gentil, sin demanda. Tiffany se moldeó a los suyos. No puso ninguna resistencia, sólo se apretó más a ella. Taeyeon había extrañado eso. La había extrañado a ella. Cuando ella suspiró, presionó sus labios con su lengua y se zambulló en las cavernas tentadoras de su boca.

Un profundo gemido salió de su pecho. Maldita sea, ella sabía bien. Taeyeon se perdería de una cena cualquier día por un poco de ella. La cena, maldita sea. No importaba, la cena podía esperar, pero ella no podía.

Taeyeon saqueaba, engatusaba, conquistaba. Con cada toque de su lengua contra la de ella, con cada lamida, el beso se intensificaba. Cuando sintió que sus brazos llegaban hasta su cuello, la toalla se cayó de sus hombros. Sus manos de repente sintieron la piel desnuda debajo de ellas. Suave y cálida piel desnuda.

Con un gemido se zafó del beso y puso un dedo en sus labios.

—Tiffany, tenemos que parar ahora, o no voy a ser capaz de detenerme.

Ya en este momento, su palpitante vulva le dolía por presionarse contra su muslo.

—Lo siento. No quise forzarme a...

— ¿Forzarte? Tiffany, soy yo la que está aprovechándose de la situación, —la corrigió. Como si alguna vez pudiese forzarlo. ¡Tendría tanta suerte!

—Oh.

Ella se tiró un poco hacia atrás, dándole una vista perfecta de sus hermosos pechos. Su mirada cayó a ellos, y taeyeon fue incapaz de apartarse de la magnífica vista.

—Tiffany, yo, eh. — No podía pensar con claridad. Toda su sangre estaba corriendo de su cerebro a su núcleo sensible, privándola de su capacidad intelectual. Incapaz de contenerse, su mano buscó su pecho. Lo palmeó suavemente.

—Lo siento, pero no puedo detenerme. No sé lo que está pasando, pero...

Un suave gemido de Tiffany, le hizo levantar la mirada. Sus labios estaban entreabiertos y todavía húmedos por su beso, y tenía los ojos cerrados.

—Por favor, no te detengas, — ella susurró y abrió los ojos.

—No deberíamos. — taeyeon no podía hacer esto, no así. Antes de hacer el amor con ella, tenía que decirle quién era. Al menos tenía que hacerle saber, que ya se habían conocido antes.

—Tiffany, tú tienes que saber algo, — comenzó, —tengo que decirte...

— ¿No me quieres más?— La decepción coloreó su voz, y la tensión de su cuerpo le dijo que estaba a punto de huir.

Apretó su brazo alrededor de su cintura.

—Te deseo.

Fue todo lo que su cerebro pudo esbozar antes de que hundiera la boca de nuevo en sus labios y los quemara en un beso apasionado. A la mierda la nobleza, a la mierda el hecho de que ella se estaba aprovechando. La deseaba, y sus palabras le habían dicho que ella

La deseaba también. Se lo diría todo más tarde.

Taeyeon amasaba su pecho. Era la combinación perfecta de suavidad y firmeza. Su pezón se endureció bajo su caricia, y su gemido apreciativo confirmó que no estaba interpretándola mal. Ella era como un gatito suave en sus brazos, flexible y sensible.

Su lengua buscó más de ella, exigía una mayor intimidad, una penetración más profunda. Cada roce enviaba un rayo similar a uno de los rayos de Zeus, a través de sus entrañas.

Ella estallaría muy pronto si no se sumergía en su calor. Las exploraciones en la deliciosa caverna de su boca, se encontraron con el mismo entusiasmo de su parte. Su respuesta era más de lo que había esperado. Cómo una simple mortal podía encender todo su cuerpo con una lujuria y deseo desenfrenado simplemente por besarlo, era incomprensible para ella. Como pequeñas descargas eléctricas, cada contacto con su lengua y labios, la llevaban aún más cerca del punto de no retorno.

Era como si Tiffany estuviera empeñada en grabar el recuerdo de su beso con ella por la eternidad, echándola a perder para cualquier otra mujer, pues sabía de inmediato que nadie la había besado nunca con tanto abandono, tanto deseo, como esta mortal lo hizo.

Seguramente, ningún mortal sería capaz de resistirse a ella después de un beso así. Así que, ¿por qué nadie la había reclamado? ¿Acaso todos los hombres mortales eran estúpidos?

Taeyeon tomó lo que ella ofrecía. Y luego tomó más, sacó más pasión de su cuerpo, más deseo de su corazón. Ahora sus manos recorrían libremente su piel desnuda. Haciéndola olvidar todo, incluso la razón por la que estaba con ella. El mandato de Zeus no significaba nada en ese instante. Taeyeon no quería ganarse su amor sólo para poder regresar a casa, no, ella quería su amor para sí misma, por su propia necesidad egoísta.

Sí, egoísta, porque sabía que no era la persona que se quedaría con una mujer para toda la eternidad. Se conocía demasiado bien. Sin embargo, ganar su amor sería la cosa más dulce.

Taeyeon dio un profundo gemido cuando sintió sus dedos subir por su sensible piel hacia la nuca. Un escalofrío le recorrió la espalda y se instaló en su ingle. El toque de Tiffany era tan suave como podría serlo, pero el efecto era explosivo. Taeyeon nunca había sido tan sensible al tacto de una mujer. Estaba muy familiarizada con las manos de las mujeres en su piel, como para excitarse por un simple toque de sus dedos en el cuello. Pero los dedos de Tiffany, convertían a todo su cuerpo en una zona erógena.

Taeyeon se echó hacia atrás hasta que sintió el soporte del colchón, manteniendo a Tiffany en sus brazos, y luego rodó a su lado. La toalla se juntaba ahora al pie de la cama y su cuerpo gloriosamente desnudo no estaba cubierto por ni una sola puntada. Se sentía demasiada vestida para la situación.

—Desnúdame. — Quería que la desvistiera a su propio ritmo. La idea le entusiasmaba.

Fue bastante fácil para ella empujar su camiseta arriba del pecho y sobre su cabeza. Luego sus manos bailaron a lo largo de su piel, acariciando sus pechos desnudos, como si nunca hubiera sentido el cuerpo de una mujer antes. Como si ella estuviera tratando de verla. En el momento en que sus manos se movieron hacia abajo, se tragó una bocanada de aire. La tensión en contra de sus jeans cortos, taeyeon quería ser liberada.

Pero Tiffany había decidido claramente torturarla. En lugar de abrir el botón y deslizar el cierre hacia abajo, se limitó a acunar su entrepierna con la palma de su mano.

— ¡Por los dioses!— Su voz fue estrangulada. Si ella continuaba haciéndole eso, pasaría vergüenza terminando en sus pantalones.

Sus labios se curvaron contra su boca.

— ¿Estás siempre tan excitada?

¿Ella estaba haciendo bromas? ¿En la cama? ¿Estaba jugando con ella?

— ¿Qué vas a hacer al respecto?

Ella le dio un apretón.

—Además de torturarme, — añadió taeyeon con un gemido.

—Si piensas que es una tortura, tengo la sensación de que no sobrevivirás a esto. Apenas he comenzado.

No había pensado que ella fuera traviesa, pero al menos a taeyeon no le importaba alguna sorpresa o dos.

—Será mejor que empieces, agapi mou, o haré un completo idiota de mí misma dentro de un instante. — Debería estar avergonzada de admitir algo así, pero por alguna razón, había decidido ser honesta con ella.

Mientras se apoderaba de sus labios una vez más, sus manos trabajaban en abrir sus pantalones cortos y deslizarlos hacia abajo de las caderas. Taeyeon la ayudó a quitárselos por completo antes de que la acercara a su cuerpo, su núcleo de placer se presionó

Contra su estómago.

El olor de su excitación llegó a su nariz, y lo absorbió. Volteándola para que se acostara de espaldas, con la mano alcanzó su muslo y lo levantó, mientras deslizaba su propio muslo entre sus piernas abiertas.

Cuando se soltó de sus labios, ella parecía querer protestar, pero en el momento en que besó a lo largo de su cuello, ella suspiró. Taeyeon se aventuró a bajar, deseosa de probar sus exuberantes pechos y duros pezones. Su piel sabía a melocotón, su suavidad aumentada por la ducha reciente. Echó un vistazo a sus pechos perfectamente redondos. Eran del tamaño de pequeños pomelos y llenaban las palmas de sus manos codiciosas, perfectamente. Sintió el peso en su mano y lo apretó, provocando un suave gemido de Tiffany, Oh, cómo le gustaba una mujer sensible.

Su lengua salió como una flecha y la lamió sobre la punta pequeña erecta, que no podía endurecerse más de lo que ya estaba. Le gustaba pensar que sus besos la habían excitado así, que sólo le respondía a ella con tanta excitación. El pecho de Tiffany se levantaba con cada respiración que tomaba. Echó una mirada a su cara. Tenía los ojos cerrados, sus dientes mordían el labio inferior de su boca, como si quisiera evitar un grito.

Taeyeon sonrió y chupó el pezón en la boca. Un —Oh, — sin aliento, fue su respuesta. No importaba que estuviera ansiosa por su liberación, el motivo principal acababa de convertirse en mostrarle el mayor placer que ella jamás pudiera imaginar. Quería que se deshiciera en sus brazos. No sólo lo quería... lo necesitaba. Llámese ego o cualquier otra cosa, pero el satisfacer al bocado entre sus brazos, era más importante que cualquier otra cosa en este momento.

Con cada toque de su lengua contra sus pechos, su respiración se aceleraba y su cuerpo comenzaba a retorcerse bajo el suyo. Tomó el pezón en su boca, tirando de él ligeramente. Animado por sus gemidos, le dio un mordisco tentativo. Estuvo a punto de arquearse fuera de la cama, empujando su pecho aún más en su boca.

Por lo que repitió lo mismo en el otro pecho, antes de soltar sus redondos y hermosos senos y trasladarse hacia su vientre.

Su vientre no era completamente plano, pero tenía la suficiente carne para proporcionar un suave almohadón a una mujer o hombre... o a un dios. Taeyeon le plantó un beso en el ombligo y se dirigió hacia el premio final. El olor de su excitación la llamaba, y no podía negar la tentación por más tiempo. Si no la probaba ahora, moriría de hambre.

Con las manos sobre sus muslos, las empujó e hizo un espacio para sí misma entre ellos.

—Mírame, — le ordenó.

Los ojos de Tiffany se abrieron de golpe. Cómo le hubiera gustado que ella realmente la viera ahora, para que viera el deseo en sus ojos, pero la mirada de Tiffany no se conectó con la suya, a pesar de que ella miró hacia su dirección. Sin embargo, taeyeon quería que reconociera lo que estaba a punto de hacer.

—Tiffany, me voy a dar un festín contigo hasta que acabes en mi boca.

Un suspiro fue su única respuesta. Era todo lo que necesitaba. Taeyeon estaba plenamente consciente de la intimidad de sus acciones. Y quería esa intimidad con ella, quería aprenderse cada centímetro de su cuerpo, de manera que nunca olvidara como ella se sentía. Quería recordar su sabor por siempre. Taeyeon dejó caer su mirada hacia el triángulo de rizos rubios, acomodados en la cúspide de sus muslos. Justo debajo, su carne rosada brillaba con la humedad. Ella lloraba por Santana, anhelando su toque.

Poco a poco, saboreando cada segundo, dejó caer la cabeza en su concha y le dio un suave beso en sus rizos. Entonces se acercó llevando su boca hacia sus labios inferiores. Cuando dio su primera lamida y degustó su miel, su cuerpo se puso rígido. taeyeon no iba a durar mucho, no, ese exquisito sabor la enviaría al clímax en un instante.

Tiffany se retorcía contra ella, pidiendo más, y estaba muy dispuesta a darle más. Su lengua lamía sus pliegues húmedos con el entusiasmo de una joven que acababa de descubrir las artes carnales, sin embargo, taeyeon era una mujer con experiencia, simplemente el saborear su concha temblorosa, no debería mandarla a caer en picada como se encontraba ahora mismo. Su creciente deseo por ella, se apoderó de su cuerpo y su mente, robándole cualquier tipo de control que hubiese tenido en su presencia.

Lo que ella quisiera, se lo daría. Ninguna demanda sería demasiado grande o demasiado extravagante para cumplirla, si tan sólo eso significara que le permitiría seguir probando su cuerpo. Taeyeon renunciaría a la ambrosía, e incluso al vino para el resto de su vida inmortal, si sólo fuera capaz de beber de ella en su lugar.

Taeyeon trató de ignorar la placentera tortura que llegaba a través de su cuerpo y encendía su núcleo, pero fue en vano. Lo que ella le hacía era demasiado poderoso como para ignorarlo por un segundo. Su cuerpo estaba en llamas, y no habría baño en las frías profundidades del océano que pudiera apagar las llamas y enfriar el fuego.

Pasó su lengua hacia arriba, a la base de sus rizos, encontrando su clítoris hinchado. Sus labios se ubicaron alrededor de él y lo succionó en su boca. Tiffany jadeaba fuertemente y se retorcía bajo su dominio.

—No irás a ninguna parte, — le susurró contra su piel.

—Oh, Dios mío.

Sí, ella era su diosa esa noche, y la haría terminar. Taeyeon chupó el pequeño capullo y lamió con su lengua en un ritmo que el cuerpo de Tiffany estableció para ella. Taeyeon liberó uno de sus muslos y llevó su dedo hacia su húmeda concha. Sin soltar su clítoris, introdujo su dedo mayor en su apretada . Sus músculos convulsionaron en torno a él, al instante.

Su propio control se hizo añicos. Un segundo más tarde, la sintió temblar cuando llegó a su clímax. Taeyeon no soltó su clítoris. En cambio, mantuvo los labios firmemente asentados a su alrededor, y de vez en cuando rozaba con su lengua sobre ella, prolongando su o hasta que finalmente se calmó debajo de ella.

Se incorporó a ella y la envolvió en sus brazos. Se moldeó a ella al instante. Cuando su mano se movió a su coño, la tomó de la muñeca y la detuvo.

—Me temo que terminé en el momento en que tú lo hiciste.

Como una jovencita, había disparado sus fluidos en las sábanas. Ella debería sentirse avergonzada, sin embargo se sentía extrañamente contenta.

—Te lo dije, no ibas a sobrevivir.

Ella hizo una mueca. Taeyeon se echó a reír. ¿Cuándo fue la última vez que había reído en la cama? No podía recordarlo.

—Dame unos minutos y te cobraré esa.

Sin esperar respuesta, llegó hasta sus labios y la besó, dándole un adelanto de lo que tendría que esperar cuando por fin le hiciera el amor de verdad, cuando finalmente la penetrara con todas sus fuerzas y la hiciera rendirse a ella. Evidentemente, su estómago tenía otras ideas, ya que gruñó en voz alta, haciéndolo interrumpir su beso.

— ¿Hambre?

—Ajá.

—Está bien, entonces, iré a preparar algo de cenar.

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Comments

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JoyReneluv2
#1
Hola!!!
Esta es una de las mejores historias que he leído, aunque realmente la primera vez que la leí fue en wattpad, y esto me lleva a una pregunta.
¿Estas de alguna forma relacionado a la autora en wattpad? No lo tomes a mal, es que su contenido de la nada se borro y habían muchas historias que me gustan que estaban en curso.
Solo quiero saber si las publicara aquí, o abrirá nuevamente una cuenta allá, aun así, me encanta esta y varias de las historias que tienes aquí.
Gracias por publicar estas magnificas historias.
roguecr #2
Chapter 36: Gracias x la historia . Esta muy bonita
LlamaAmerica #3
Chapter 36: Gracias por esta historia estuvo muy genial y divertida jajajaja la verdad me gustó mucho!!! <3 <3
taeny39
#4
Chapter 36: cool
Skyth06
#5
Chapter 36: Valió la pena esperar yay!
LlamaAmerica #6
Chapter 30: Uhhhh regresaste *-* <3
TaeNy0204 #7
Chapter 29: Cuando actualizas? Por favor... necesito leer más
LlamaAmerica #8
Chapter 29: Que carajos con Zeus :@
Skyth06
#9
Chapter 29: Ese Zeus. !!
Skyth06
#10
Chapter 28: Joooooooder ;-;