Capitulo 7

Sunny le había revelado algo muy interesante la noche anterior. Sabía que la morena tenía otras intenciones para la información que  le estaba otorgando, pero eso daba igual. Por fin tendrían una estrategia más efectiva.

Marco el número de Jaejoong. Estaba apagado. Miro la hora. Claro, estaría interrogando a Jung. Bueno, no pasaba nada, de todas formas Tiffany ya había terminado su turno así que podía esperar.

Pero el Jefe de los Dragones estaba equivocado. Tiffany aun no se había marchado, Jaeejoong no la había dejado partir.

El rubio seguía molesto por lo que le había dicho Sunny, pero ya no estaba enojado con ella, sino consigo mismo. Y la mejor manera de recuperar ese poder que perdió al tener una debilidad era luchar contra su propia debilidad, Tiffany.

Sunny tenía razón, Tiffany le daba demasiados cuidados a la rubia. Incluso hoy se la encontró con el pelo cortado y perfectamente peinado, como si hubiese salido de la peluquería, la chica era hermosa, no podía negar ello, pero era una enemiga que se atrevió a enfrentársele y humillarlo. Ahora Tiffany tenía que comprender que no era su niñera sino su guardiana, y tenía que entenderlo bien.

- ¿Puedo irme ya? Mi turno ha terminado y tengo que volver por la noche.

Vaya, ahora sí que sabía hablar, ¿no? Después de tanto tiempo otorgándole indiferencia y ahora era capaz de conjugar una frase sin problemas. Pues no, no iba a ceder.

- No. He hablado con Sunny para que venga mas tarde. A partir de ahora modificaremos los turnos.

Tiffany le miro extrañada.

- ¿Para qué?

- Para que me ayudes con los interrogatorios – pronuncio sus palabras con sequedad y dureza.

Se le helo la sangre. No se había dado cuenta hasta ese momento de que Jaejoong no había venido con los otros dos gánsteres de rigor que solían acompañarlo para este tipo de sesiones. Estaban ellos dos solos.

Tiffany actuó como si nada. No quería que él notase su miedo.

- ¿Quieres que vigile el interrogatorio para que no te excedas?

- No. Quiero que participes en el.

- Señor, los espías han pasado el informe de los últimos movimientos de Jaejoong.

El jefe de los 7 stars asintió para que su subordinado continuase.

- Por lo visto no ha vuelto al sitio que creíamos que era el cuartel general pero hoy es el segundo día que vuelve a un pequeño almacén que hay al sur de la ciudad. Ayer estuvo toda la mañana en él, y ahora mismo se encuentra allí.

- ¿Había mas personas?

- Le acompañaron dos hombres al entrar, y al poco de su entrada vimos salir a una chica joven y atractiva de allí. Antes de que saliesen entro otra chica, también parecía joven pero no era tan bonita como la anterior.

- ¿El procedimiento de hoy está siendo igual?

- Por lo visto no, señor. No hay rastro de ninguna de las dos chicas, pero más adelante nos lo confirmaran.

- ¿Y el cuartel general? ¿Está vigilado?

- N- no, señor – el consejero titubeo, ¿Cómo no pudieron pensar en ese detalle? – pero ahora mismo ordeno que sitúen a dos hombres más allí.

- El jefe miro inquisitivamente a su empleado. Pensó recriminarle este estúpido error, pero reprimió el impulso. No le convenía tensar las cosas tan pronto, iba a necesitar de su fidelidad para poder encargarse de Jessica cuando fuese necesario. Era un sacrificio necesario por el bien de la organización.

Llevaban casi media hora en aquella sala. Jessica está atada a la silla en la que tantas veces se había sentado en las últimas semanas. Pero esta vez era distinto. Tiffany estaba aquí. Había presenciado el interrogatorio desde que había empezado, pero no hacía nada. Ni siquiera era capaz de atender a las preguntas del rubio con ella presente,  solo podía mirarla lo más disimuladamente posible.

De vez en cuando le parecía ver pánico en sus ojos pero al segundo desaparecía. Su imaginación le jugaba malas pasadas, tenía que ser eso. Sus ganas de que Tiffany detuviese aquello le forzaban a ver como ella se preocupaba, pero no podía ser cierto. Si fuese así ella lo habría impedido. Se forzó a desviar su atención en otras cosas. Sin querer su mirada se topo con un recorte viejo del periódico que había en una mesita de la sala. Algo en el llamo su atención… la fotografía. No podía verla con mucha nitidez pero creyó reconocer al chico joven que salía en ella, ¿podría ser él?

-------------Flashback--------------

Estaba tan distraída aquella noche que había dejado el libro que estaba leyendo en la oficina. Podría esperar a recogerlo al día siguiente pero, Dios, estaba tan interesante. Kyung Sook si que sabia como contar una buena historia.

Abrió la puerta. Todo estaba oscuro. Normal, el último turno había terminado hace dos horas por lo menos, no había nadie allí. Era la primera vez que veía este sitio vacio.

Encontró su libro sin problemas, por suerte sus compañeros no eran muy dados a la lectura porque viendo la costumbre que tenían de no respetar la comida de los demás…

Cuando ya