capitulo 10
AmbivalenciaPreviously .........
Sintió pánico al darse cuenta de que estaba sola en aquel colchón. Se levanto bruscamente, ¿Dónde estaba Jessica? En su mente se empezaron a formar imágenes precipitadas de una posible venganza por parte de la rubia
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Capitulo 10
Sintió pánico al darse cuenta de que estaba sola en aquel colchón. Se levanto bruscamente, ¿Dónde estaba Jessica? En su mente se empezaron a formar imágenes precipitadas de una posible venganza por parte de la rubia en la que le concedía una noche mágica para luego arrebatársela fugándose de allí y dejándola encerrada y humillada. Sus latidos se pausaron al darse cuenta de que Jessica estaba sentada en una esquina mirándola con una mueca burlona. Tenía el libro abierto en sus manos. Había estado leyendo. Suspiro aliviada.
- Buenos días – la rubia intento reprimir la risa al ver a Tiffany tan asustada. Se imagino el motivo de su pánico.
Tiffany le contesto con un gesto y se acerco a ella, cubriéndose con la sabana y sentándose a su lado, apoyando la cabeza en su hombro.
Jessica fingió leer pero lo cierto es que estaba oliendo el aroma que emitía el cabello de la chica. Se le ponía la piel de gallina solo de pensar en lo que había pasado la noche anterior. Había estado tan convencida de que no la perdonaría nunca pero… no pudo resistirse al ver su intento desesperado. Después de todas las semanas siendo su prisionera la conocía lo suficiente para saber que contestarle todas aquellas preguntas sin sentido aparente había supuesto un enorme esfuerzo para ella. Je, nunca digas nunca…
Salió de sus pensamientos al ver como su grácil mano le pasaba la página del libro. Claro, no podía fingir que leía si llevaba media hora en la misma página… Tiffany se había dado cuenta, normal.
- ¿La has leído ya?
Tiffany se separo ligeramente de Jessica, y le negó con la cabeza.
- ¿Y entonces por qué me lo diste? Debes estar igual de desesperada que yo por saber cómo continua.
Se encogió de hombros como respuesta.
Jessica la miro con curiosidad.
- No eres mujer de muchas palabras, ¿eh?
Tiffany sonrió. Bajo la mirada y se puso a dibujar círculos con el dedo en el suelo.
- Desde hace tiempo tengo problemas para entender las relaciones sociales.
Se sorprendió a sí misma con aquella revelación. Las palabras habían salido de su boca sin que se diese cuenta.
La rubia empezó a dibujar círculos en el suelo con ella, chocando y rozando su dedo índice con el de Tiffany. Acariciándolo levemente cada vez que estos se encontraban. Encuentros que se sucedían cada vez con más frecuencia hasta que finalmente atrapo en su mano el dedo de la castaña.
La chica emitió una suave risa. El tacto de Jessica le daba fuerzas para continuar.
- Irónicamente no parece que tenga problemas para fingir que las entiendo.
El rostro de Jessica cambio a una expresión graciosa. Parecía que la rubia estaba intentando encajar el significado de esas últimas palabras.
- ¿Eres espía?
Tiffany asintió.
- Y yo que pensaba que eras la niñera - sonrió al ver el rostro molesto de la chica - ¡es broma! No te ofendas. Aunque… No debes ser muy buena espía – y con dos movimientos atrapo a Tiffany contra la pared, con ternura, dejándola de espaldas a ella.
- ¿Y eso porque, oh increíble gánster que se dejo capturar?
Golpe bajo. Por lo visto la chica también sabia jugar. Eso le gustaba. Le susurro al oído la respuesta.
- Porque nunca debes revelar tu profesión – le mordisqueo el lóbulo – ni tu identidad – los mordiscos eran pequeños y pausados, arrastrando entre ellos sus labios para no separarse ni un solo momento – y por encima de todo… nunca, pero nunca, debes decírselo a una gánster del bando rival.
Con sus manos bajo suavemente la sabana que portaba y descubrió el cuerpo de Tiffany para recorrer con las yemas de sus dedos su abdomen, rozándolo simplemente, logrando que el cuerpo de su guardiana se estremeciera y comenzara a emitir respiraciones más fuertes, hasta bajar a su zona más intima, acompañando el movimiento de sus manos con besos cada vez mas acelerados el cuello de la chica de cabellos castaños.
Tiffany tenía la piel totalmente erizada. Estaba de espaldas a Jessica por lo que no podía ver el rostro de la causante del placer que experimentaba. Al notar como Jessica se introdujo en ella se agarro con fuerza al pelo de la rubia, pero eso no fue suficiente cuando ésta acelero el ritmo, precipitándola poco a poco a lo que sabía que estaba a punto de ocurrir. Para cuando llego al o Tiffany estaba arañando con fuerza la pared. Una vez más le había otorgado el control de su cuerpo a Jessica.
Al terminar se dejo caer exhausta en el cuerpo de la rubia, quien la rodeo con sus brazos y le dio un último beso en una de sus sonrojadas mejillas, dejándola reposar en su pecho.
- ¿Te apetece leer?
- Sí…
La voz de Tiffany aun tenía un dejo de los gemidos
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