Capitulo 13
AmbivalenciaCapitulo 13
Habían pasado dos días desde que Taeyeon les había encomendado asentarse en los alrededores del almacén, y desde entonces no habían percibido movimientos por ningún lado, e incluso empezaban a convencerse de que allí dentro no se encontraba nadie. Era una pérdida de tiempo… Pero las órdenes eran órdenes, tenían que cumplir sin rechistar.
Estaba claro que ninguno de ellos se imaginaba que dentro de aquel edificio se encontraba la persona que tanto buscaban, y mucho menos que, en los últimos días, se encontraba allí por su propia voluntad.
Dentro del local estaban las dos chicas ideando el plan perfecto para escapar. Ninguna de ellas quería dejar ningún cabo suelto. Era vital para el propósito de ambas.
-¿Y si la morena desagradable se vuelve a presentar sin previo aviso?
A Tiffany le encantaba que Jessica se refiriese a la arpía de esa forma.
- No creo que Sunny vuelva a presentarse, no me soporta. La otra vez vino para advertirme pero ahora que ya ha “transmitido” el mensaje es probable que se limite al control telefónico.
- De acuerdo… Entonces, ¿Cuándo lo hacemos?
- Cuando quieras…
El tono seductor de Tiffany provoco que la rubia tartamudease.
- N-No me refer-ria a, bueeno, eh, a eso Fanny, yo…
- Ya lo sé, tontita, solo bromeaba – con un guiño coqueto volvió apuntarse otra victoria - ¿Qué te parece mañana? Cuanto antes mejor, y ya tenemos todo preparado para salir de aquí.
- Bien, ¿pero estas convencida de que tu casa es un sitio seguro?
- Totalmente, ellos solo conocen el piso en el que paso el tiempo. No tienen ni idea de la casa en la que vivo.
- ¿Y después?
- Conseguiremos un pasaporte para ti y nos iremos a cualquier parte del mundo.
- ¿Estocolmo?
- Ay, ¡no! – el quejido de Tiffany fue un gesto casi infantil
- Dijiste cualquier parte – era su turno de vengarse por todas las veces en las que la castaña le sacaba los colores.
- Sí, pero no una en la que haga tanto frio. Ahí no podría bañarme.
- Ooh, ¿la gran espía se asusta por un pelín de agua fría?
- Bueno, tú podrías calentarme…
Estaba claro que Jessica nunca iba a ganar este juego.
- Estas muy raro… Ya te dije que daba igual que hubieses roto el jarrón, no pasa nada. Además el que has comprado es muy bonito.
Sunny había intentado acercarse sin éxito alguno a Jaeejoong desde que volvió del almacén, pero este parecía más distante que nunca. Así mismo había que sumarle el hecho de que a pesar de no tener casi contacto desde entonces él no paraba de insistir en que no saliese del piso, quería que se quedase con él. Era todo tan raro…
- Lo sé, querida es solo que me da rabia. Debí tener más cuidado, a veces soy tan torpe…
Jaejoong no le había contado nada de lo sucedido, tanto en lo referido a la pelea como a lo ocurrido en el despacho del jefe. Sus prioridades habían cambiado, tenía que encontrar a Kris, y tenía que hacerlo él mismo.
- Si que debes sentirte culpable, ni siquiera me has preguntado por mi visita al almacén.
¡Maldita sea! Lo había olvidado por completo. Había estado tan absorto en Kris que no había recordado que el motivo de la ausencia de Sunny aquel día era que tenía que pasarse a controlar a Tiffany.
- ¡¿Por qué no me lo has dicho antes?! – se alteró.
- Porque… Bueno, estabas tan… distraído que no quise… no sé.
- Mierda, Sunny, era un puto jarrón, esto sí que es importante.
La morena no entendía nada.
- L-lo siento… Tampoco saque gran cosa, solo lo que ya temíamos…
- Al grano.
- Pues, eh, resulta que… - la mirada inquisidora de Jaejoong la precipito a decirle lo importante sin más preámbulos – pille a Tiffany desnuda, creo que se había acostado con Jessica pero le mintió al jefe, le dijo que todavía no había logrado acercarse a ella, por lo que el jefe…
- Le dijo que escapasen. ¡Mierda! – de un golpe rompió el jarrón que había comprado para remplazar el que en su día se cargo en la pelea – Ahora va ser mas difícil vigilarlas - con una mirada de odio pronuncio sus últimas palabras – tendrías que habérmelo dicho antes.
Y para evitar pasar a mayores se encerró en la habitación, cerrando la puerta de un portazo.
- Lo siento, el jefe no está disponible. Le pasare el mensaje si quieres dejarle un recado… Aja, si, vale, de acuerdo, yo se lo digo. Adiós.
La secretaria colgó después de asegurarse de haber tomado bien las notas del último mensaje. Empezaba a preocuparse, el jefe se encontraba solo en el despacho desde hacía más de dos horas, y sabía que no estaba realizando ninguna llamada puesto que en ese caso su propio teléfono tendría una lucecita verde advirtiéndole. Era raro verle en esa actitud. Le había pedido que no le pasaran ninguna llamada y que mucho menos dejase pasar a alguien, pero no esperaba que fuese a quedarse allí tanto tiempo aislado. Dejo de darle más vueltas y añadió la nota a otras tantas que debía pasarle cuando estuviese dispuesto a recibir noticias. Lo más seguro es que estaría preocupándose por nada, su jefe se estaría echando una cabezadita en el despacho. Si, tenía que ser eso.
Dentro del despacho se encontraba el jefe de los Dragones, pero no estaba durmiendo. Había perdido la noción del tiempo mirando la foto que ocultaba en el segundo cajón de su mesa, la foto de su hijo Kris. Odiaba profundamente al jefe de los Stars por
Comments