Llevaba una hora escuchando sin parar aquella cinta. Era imposible no reconocer a la dueña de aquellas notas musicales, Tiffany estaba en toda esa melodía. ¿Significaba eso que había sido ella quien había depositado la cinta en el buzón? Pero entonces, ¿Por qué no había entrado y se había quedado con ellas?

¿Por qué no había vuelto por mí? Tal vez pensase que todavía estaba cabreada… Pero ¿Cómo podría seguir cabreada si cada nota de esa canción denotaba su arrepentimiento y su amor? No necesitaba que Tiffany le explicase nada más para entender por qué le había ocultado aquello. Se había equivocado pero lo había hecho por amor. Y le creía, le creía ciegamente porque con la música no se podía mentir. Pero lejos de aclarar sus dudas ahora surgían nuevas preguntas que le hacían replantearse sus próximos pasos, ¿Cómo la había encontrado? Y lo que es más importante, ¿Dónde estaba? Intentaba descifrarlo en su melodía, pero el mensaje que le llegaba era confuso. La había escuchado tantas veces que se había adentrado por completo en ella, pero le asustaba no ser capaz de encontrar una nota que emanase libertad.

- Tiffany, ¿Dónde estás? – apenas pronunció sus palabras en un susurro.

Se levanto con cuidado, y a la falta de piano cogió el ipad de Taeyeon e inicio la grabación de una respuesta musical. No sabía donde debía mandarla, pero tenía la esperanza de que si depositaba un cd en el buzón éste pudiese llegarle.

Aunque ella también tenía la intención de quedarse cerca de ese buzón por si la veía aparecer. No la dejaría sola nunca más.

Se esforzó lo máximo que pudo en que sus dedos lograsen hacer llegar el mensaje de que por favor la perdonase por haberse ido, y sobre todo, de que haría lo imposible por encontrarla.

Taeyeon escuchaba inquieta la música que componía la rubia. No le agradaba mucho la idea de que  les hubiesen localizado tan fácilmente, pero Jessica estaba convencida de que esa música solo podría haberla compuesto Tiffany. Eso último debía tranquilizarle, pues de ser así Tiffany sabía dónde estaban, pero no les había informado de su ubicación a sus supuestos compañeros.

No habían recibido ataque alguno, lo que tenía que confirmar su inocencia, ella no estaba aliada con aquel rubio. Se dejo llevar por la canción y se dirigió a la sala en la que se encontraba Jessica.

No se acerco más, tan solo observándola desde la puerta, viendo como en su concentración no era capaz de percatarse de su presencia. Desde el beso las cosas habían estado bastante raras entre ellas, apenas habían hablado. Su único contacto había sido cuando Taeyeon le entregó la cinta, pero más allá de eso se habían vuelto a distanciar. Ella quería disculparse pero tenía miedo de agobiar a la rubia. Y ahora encima estaban un poco perdidos, las cosas habían cambiado con esa cinta. Ya no sabían si ir al almacén o no, pues no estaban seguras de que Tiffany estuviese recluida en él… Pero como no eran capaces de quedarse el tiempo suficiente en un mismo cuarto para hablar no daban con una solución. El amanecer llegaba y ellas seguían aquí.

Habían ido con cuidado a los puntos a donde sus compañeros les habían indicado. No habían tenido problemas para localizar la furgoneta que estaba escondida entre los arbustos. Estuvieron observando durante más de una hora hasta que se aseguraron por completo de que únicamente había cuatro hombres en ella, y de que no había nadie más vigilando la zona. Probablemente a lo largo del día se repartían por zonas, pero dado el escaso movimiento que había en el almacén se habían relajado y por la noche se reunían en el vehículo. Mejor para ellos, iban a pagar cara su confianza.

Esperaron pacientemente a que alguno de ellos tuviese ganas de ir al baño y saliese distraídamente de la furgoneta. Tenían que ser rápido y ante todo silenciosos. No podían  cometer errores.

En cuanto el espía 7Stars se alejó lo suficiente del vehículo lo acecharon por detrás y lo degollaron.

Les hicieron señas a sus compañeros y dieron el siguiente ataque, no iban a poder esperar a que siguiesen saliendo uno a una, pero al menos ya solo quedaban tres en su interior y la puerta estaba abierta. Con cuidado se acercaron, y sigilosamente abrieron la puerta para ver que tan solo uno de ellos estaba despierto de espaldas a ellos, mirando el monitor. Dispararon con el silenciador puesto para no despertar a los otros, pero la bala atravesó su cabeza y acabó reventando el monitor, lo que alteró a los otros. Por suerte estaban en ventaja numérica y en una posición mucho más favorable para silenciarlos antes de que pudiesen siquiera comprender qué había pasado. Había sido cosa de niños. Ahora solo tenían que destrozar sus equipos, meter el cuerpo del primer hombre en la furgoneta y tirarla por el acantilado que había a unos 10 km de ellos.

- ¿Equipo Alpha? – el líder del grupo cogió su transmisor.

- Informe,  equipo Bravo.

- Ya hemos limpiado la zona, pueden proceder a la acomodación.

- Entendido, buen trabajo.

Corto la comunicación. Debían prepararse, los 7Stars no tardarían en echar en falta a sus compañeros. Era el momento de controlar la entrada de los Alpha para poder llenar la zona de trampas. El jefe se incorporaría más tarde por lo que tenían que dejar una zona de entrada vulnerable, pero los 7Stars no sabrían eso. Podían estar en desventaja en esta guerra, pero iban a luchar. 

- Maquíllate un poco, no querrás que te vean esos moretones, ¿verdad?

Jaejoong miraba con claro desprecio a la morena. Ésta ni siquiera había dormido con él la noche anterior, parecía dispuesta a seguir rebelándose pese a su pequeña advertencia. Y ahora no tenía tiempo que perder con ella, les habían despertado en mitad de la noche para informarles de que pronto el grueso de los efectivos del bando se situaría en el almacén y sus alrededores. Este iba a ser el campo de batalla. Para su desgracia ya no iba a poder disfrutar de tanta intimidad con Tiffany, y encima otros se apoderarían de los monitores de vigilancia, por lo que tampoco podría observarla sin más. Además parecía que iba a perder el poder que se había ganado a lo largo de estos años.

Desde que le había ocultado lo de Tiffany al jefe parecía muy molesto con él, y el hecho de no conseguir nada en el interrogatorio ni de haber empezado siquiera con la búsqueda de Jung no hacía más que incrementar el enojo que tenía con él. Todo se estaba yendo a la mierda nuevamente. Sus ciclos de felicidad cada vez eran menores… Tenía que actuar drásticamente para cambiar aquello. Tarde o temprano él tenía que ser el líder absoluto, tenía que estar en el lugar al que pertenecía, el poder máximo. Respiro pausadamente para relajarse. Podía con ello. Los mejores siempre tuvieron que superar grandes baches para demostrar su valía, y él lo demostraría.

Había depositado el cd en el buzón, y esperaba expectante vigilando desde la ventana de la cocina la llegada de la castaña, pero dudaba mucho que fuese a presentarse a tan temprana hora. A pesar de ello no quería alejarse de allí, ese buzón era lo que más le había acercado a ella en todos estos días.

Seguía sin hablar fluidamente con Taeyeon, pero al menos ya eran capaces de convivir en el mismo cuarto. En ese preciso momento se encontraba preparando el café que sin duda necesitarían ante tal vigilia. La muchacha ya se había disculpado unas cuantas veces por su atrevimiento, y le había explicado su confusión. Jessica no pudo menos que reírse y pegarle un buen manotazo por haberla ruborizado tanto. Las cosas volvían a la normalidad. Y de no ser porque la rubia estaba demasiado nerviosa por la posible aparición de Tiffany estaba convencida de que ya estarían hablando como si no hubiese ocurrido nada. Incluso en eso se compenetraba con Taeyeon, ella entendía que la rub