Capitulo 5
Ambivalencia
Capitulo 5
Tras un par de horas de limpieza su casa tenía un aspecto totalmente pulido. Podría chocar un poco con su personalidad ese hogar era tan cálido., pero era lo único importante que tenia. Quería conservarlo tal y como lo había soñado siempre, aunque ya nada fuese igual en sus sueños.
Hoy estaba nostálgica. Por alguna razón Jessica la humanizaba y hacia que despertase emociones ya enterradas en el pasado. Nunca había hablado de ello con nadie, ni había sentido la necesidad de hacerlo. Era solo suyo. Su pequeño tesoro, su pequeño secreto.
Nadie podía imaginarse que años atrás la castaña era una universitaria más que soñaba con vivir cada instante como si fuese el último de su vida, fantaseaba con tantas cosas. Quería ser una cantante, que su música removiese los sentidos de todos los que la escuchasen, y que gracias a ella pudiesen experimentar todo lo que guardaba en su interior. Quería sanar al mundo. Tal vez por eso se había metido a estudiar medicina, le parecía poético poder curar en todos los sentidos, pero todo cambio aquel día. Fue una estúpida por pensar que el mundo podía ser de color de rosa, precisamente como era su color preferido, nunca volvió a cometer ese error.
Flashback
- ¡¿Cómo te atreves a volver después de lo que nos has hecho? ¡¿Cómo tienes valor de mirar a tu hija a la cara, de mirarme?!! – la señora Hwang estaba furiosa.
Tiffany observaba la escena desde las escaleras. Nunca antes los había visto discutir, no así. Sus padres no se habían dado cuenta de que ella estaba allí.
- Lo siento Michelle – la voz de su padre intentaba ser tranquilizadora a pesar de no poder ocultar los nervios – Tienes que admitir que nunca nos ha ido bien, nuestra relación siempre ha sido superficial. Nunca nos hemos amado como para discutir siquiera, simplemente….convivíamos.
- ¡¿Estás diciendo que todo lo que tenemos es superficial? ¡¿Que nunca hemos tenido nada? – el señor Hwang se dio cuenta de lo equivocado de sus palabras demasiado tarde- ¡¿Y entonces para qué coño me pediste que me casara contigo? ¿Para qué quisiste que tuviéramos una hija? Si todo es superficial adelante, arrojemos todo esto a la basura! – fue entonces cuando cogió una pistola y se apunto a la cabeza.
Tiffany no aguanto más en su escondite y salió para intentar detener a su madre.
- ¡Stephany! – el señor Hwang no se esperaba que la pequeña estuviese ahí – Vete a tu cuarto, cariño – intento calmar el ambiente pero era irremediable.
Michel Hwang bajo el arma. Ahora apuntaba a Tiffany.
- ¿Ma…. Mamá?
La respuesta a aquello fue el sonido de un disparo. Su madre, su cariñosa madre que tantas veces había jurado amarla le había disparado.
Su padre había intentado protegerla pero no pudo remediarlo. Ahora se encontraba arrodillado con su pequeña apoyada en el. Ella siempre seria su pequeña.
- ¿Por qué lo has hecho?! – las lagrimas brotaron de sus ojos - ¡¿Por qué?!!
La mirada de Michel fue un puñal helado.
- Porque como tú dijiste, esto solo era algo superficial – y acto seguido se disparo en la cabeza.
Su madre murió al instante, pero ella sobrevivió. Al menos su cuerpo lo hizo.
Durante el tiempo que estuvo en el hospital se entero de la infidelidad de su padre. El había encontrado a una mujer mucho más joven que le juraba amor eterno y quería casarse con él.
Pensaba que había encontrado el amor con Michelle pero no era así, esta otra mujer había despertado cosas en el que jamás sintió antes. Se dio cuenta entonces que había estado años convencido de haber encontrado el amor, pero estaba equivocado.
Tiffany se vio obligada a asistir a un psicólogo por voluntad de su padre, pero ella no quería estar allí. ¿Cómo iba a poder ayudarla aquel desconocido? La felicidad de sus padres había sido una farsa. Su padre había traicionado a su madre y su madre la había traicionado a ella.
Su padre se desvivió por cuidar de ella. Nada era suficiente para poder ayudarla. Incluso la apoyo cuando le comunico que dejaba la carrera de medicina. Ni siquiera le pregunto por qué, solo quería cumplir sus deseos. No se imaginaba que le hubiese ayudado mucho mas siendo él quien hablase con ella en vez de mandarla a médicos y más médicos, si en vez de comprarle tantos regalos o tantas tonterías le hubiese preguntado como estaba. Le hubiese bastado con que le preguntase porque ya no quería salvar a tantas personas.
El se absorbió tanto en darle todo a su hija que descuido sus negocios, y de la noche a la mañana la empresa entro en quiebra. Estaban en bancarrota. Fue entonces cuando se termino el “amor eterno” con aquella mujer. Ella le puso una excusa barata y se marcho por donde había venido, sin el menor remordimiento por haber destrozado una familia. Su padre comprendió que había sido engañado, que había sido un mero juguete, y como una estocada en el corazón se dio cuenta
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