Capitulo 12

- Era… ¿Era su hijo? – la sorpresa provoco que volviese a tratarlo de usted.

- ES mi hijo -  el jefe hizo especial énfasis al corregirle el tiempo verbal – recuerda que sigue vivo.

- Sí, señor – Jaejoong quiso actuar como si comprendiese ahora el empeño de su jefe, pero mas allá de la sorpresa ese nuevo dato no le aportaba mayor relevancia para el asunto. Era un traidor, un traidor más  – pero… ¿Cómo es que nadie lo sabía?

El jefe suspiro, por mucho que estuviese dispuesto a contarle la verdad había cosas que prefería no tener que contar, pero conocía al rubio lo suficiente como para saber que no se iría sin toda la información.

- Porque, bueno, lo tuve en un relación… extramatrimonial.

¿Un hijo ilegitimo? Eso sí que no le sorprendía.

- Kris, ya te he dicho que tienes que seguir escondido, ¿es que no te das cuenta? Te están buscando – el jefe de 7 Stars hablaba por teléfono ante la atenta mirada de Taeyeon – no salgas, ¿de acuerdo? Es mi última palabra.

Colgó el auricular y resoplando se llevo las manos a la cabeza. Empezaba a estar exhausto con este caso hasta el punto de arrepentirse de haberlo iniciado años atrás.

Taeyeon noto el cansancio en el rostro de su jefe. Era normal. Ella era demasiado joven para haber presenciado el origen de esto pero conocía la historia completa. Probablemente era la única, junto con el jefe, en conocerla tan a fondo en el bando Stars. Nunca entendió las razones ilógicas que llevaron a su jefe a actuar de esa manera, pues por lo que tenía entendido antes de aquello era una persona bastante racional y que conocía bien los límites, pero aquello cambio todo. La venganza le cambio, y ella debía resguardarle… siempre y cuando no afectase a los miembros de su propio bando. En lo referido a Jessica sabía que tenía que hacer algo para ayudarla.

Al igual que ella, ella tampoco la había vivido, e incluso lo más probable es que ella no hubiese escuchado la parte superficial de esta historia nunca. Si su jefe no retomaba la razón ella tendría que desobedecerle.

- ¿Señor?

- Esto se nos va de las manos… no solo no aparece Jessica sino que encima desaparecen dos de nuestros espías, y para colmo Kris no aguanta más tiempo escondido.

- ¿No cree que debería contarle todo?

- Si lo hago me desobedecería y lo sabes. No solo peligraría su vida, se rompería la tregua.

- Pero señor, a lo mejor si intenta razonar con el… A fin de cuentas su padre también le oculto la verdad ¿no? El  tiene derecho a saber que jamás se olvidaran de él porque traiciono a su padre – Taeyeon se armo de valor, tenía que aprovechar ese momento de debilidad se du superior – Además, ¿cree que lo mataran? El jefe de los Dragones jamás lo permitiría… Podríamos liberar a Jessica y que no hubiese nadie herido, podríamos firmar un segundo pacto, y esta vez de verdad.

- No vivimos en un maldito arcoíris, Taeyeon – la debilidad se había desvanecido – por el bien de todos Kris no debe enterarse nunca y Jessica debe “desaparecer”.

Taeyeon dejo el tema. No iba a hacer que este hombre cambiase de opinión, llevaba demasiados años atormentado con el mismo tema, pues su propia ruindad debía carcomerle.

Quizás ese era el motivo para salvar a Kris por encima de Jessica sabiendo que con la muerte de la última solucionaba el problema para siempre, mientras que si se libraba del primero cortaría con el de raíz. Podía poner las excusas que quisiera, pero estaba convencido de que se arrepentía de haber roto la tregua solo por creerse más listo que nadie y de haberlo hecho encima con la intención de hacer daño, llevándose la única cosas que su rival apreciaba. Ninguno de ellos era mejor que el otro, realmente tantos años en el poder les había destrozado la vida a ambos… Taeyeon se dio cuenta de que ella misma debería replantearse su futuro antes de acabar tan carcomida como ellos.

Habían terminado el libro la noche anterior, y lo único que quedaba que pudiesen leer en aquel sitio eran periódicos viejos. Tiffany se había planteado alguna vez salir del almacén para traer algún otro libro o cu