The One  (Fanfic) Capitulo 46 : MALDITOS, SIBALS

POV | Taeyeon

Estiré mi mano hacia el costado de la cama con la intención de tocar el cuerpo de Tiffany pero cuando sentí la fría cama, mis ojos se abrieron de inmediato y me levanté de golpe.

¿Tiffany?

Subí mis cejas y detallé mis alrededores. Hice un viaje mental al pasado y respiré profundo.

Se fue, lo sabía.

¡Lo sabia!

Me dejara de hablar… Me odia.

Me levanté y cubrí la desnudez de mi cuerpo con la ropa que conseguí en el suelo. Salí de la habitación hacia el pasillo y de allí bajé las escaleras hasta el living.

–De prisa, Jessica. Nos vamos. ––Ordené hacia la sala sin mirar mientras un nudo subía por mi garganta.

Estúpida, Soy una estúpida.

–¿Taeyeon? ––Una voz me detuvo cuando tomé la perilla de la puerta y mis pies se congelaron.

Me giré lentamente y me encontré con los ojos de Yuri.

Oh… mierda.

–¿A dónde vas? ––Jessica habló después y respiré pesado.

–Será mejor que nos vayamos.

–¿Por qué?

–Tiffany no está.

–¿Eh? ––Hizo una mueca. –Pero si…

–No, Jessica. Sabía que esto pasaría. Se ha ido.

–Eh, ¿Taeyeon?

–¡No! Nos vamos.

–Wow, ¿Por qué tanto afán?. ––La voz de Tiffany se asomó por un costado y sentí que el color regresaba a mi cara. –¿Te quieres ir?

–Tiffany. ––Caminé hacia ella y la rodee con mis brazos cerrando los ojos. –¿Por qué no despertaste junto a mi? Sentí pánico cuando no te vi allí. ––Susurré cerca de su oído y me separé tomando su rostro entre mis manos.

Sonrió.

 –No quise despertarte. Bajé por algo de desayunar. ¿Por qué te pusiste así?

–Yo… Yo… No sé.

Mi estomago dio un vuelco. Me sentí idiota.

–Bueno, ya que hemos superado la parte tierna de esta mañana. Supongo que me iré. ––Yuri habló y mis ojos volaron hasta su cara.

–Yo me iré también. ––Se incluyó Jessica y me contraje.

–¿Te irás a donde?

–Solo, quiero irme.

–Vendrá conmigo. ––Yuri se aproximó a Jessica, casi vomité sobre el suelo de madera.

–¡¿Qué?!

–No coloques esa carita, Taeyeon. No la estoy obligando a nada.

–¿Esto es en serio? ¿Jessica? ––Pisotee hasta su cuerpo y ella solo bajó la mirada al suelo.

–No, espera. Ven acá. ––Tiré de su brazo y la llevé conmigo hasta el otro extremo del living.

–¿Te sientes bien? ¿Qué diablos pasa? ––Susurré.

–Taeyeon. ––Cerró los ojos. –Nunca he hecho una locura en toda mi vida.

–Estas embarazada. ¿Qué pasa con el beb…?

–Cállate. ––Me lanzó una mirada y me sentí congelar. –No quiero tener este bebé. ¿Por qué nadie me pregunta por lo que yo siento? Todos están felices… yo estoy aterrada, Taeyeon.Quiero morirme.

–Pero pensé que…

–¡No! Me iré con Yuri, quiero pensar en otras cosas. Estoy estresada, estoy confundida estoy…

–¿Te gusta Yuri? ––Mis ojos se abrieron como platos y hubo un corto silencio.

–¿Lista, niña linda? ––La voz de Yuri penetró nuestra conversación y Jessica le lanzó una mirada.

–Tengo que irme.

–No, Jessica. ––Intenté detenerla pero se soltó de mi agarre.

Mierda.

‘Clack’

La puerta principal se cerró y respiré profundo. Mi ropa aún estaba húmeda.

–Hola. ––El rostro de Tiffany se asomó detrás de una pared y por alguna razón estuve nerviosa.

–Hola. ––Acabé diciendo con una sonrisa en los labios.

–Hhm… ¿Quieres algo de café?

–S-Si, si. ––Asentí tonteando un poco y di un paso hacia ella.

–Ven aquí. ––Extendió su diestra y tomé su mano. –Te prestaré algo de ropa seca.

Me estremecí. Todo estaba igual que la noche anterior. De hecho, todo resultó estar mejor.

Idiota, ¿Cómo pudiste creer que se marcharía?

Tiffany me escoltó de regreso a la segunda planta y cuando ingresamos a la habitación tragué saliva. Estaba seca. Estaba congelada. Me sentía una niña de 12 otra vez.

–Quítate eso. ––Ordenó mientras abría el armario dándome la espalda.

Yo obedecí, me retiré la ropa casi pareciendo desesperada y me quedé en ropa interior.

Cuando ella giró el rostro se sorprendió de mi rapidez y acabó sonriéndome.

–Toma. ––Me extendió unas prendas blancas, una camisa holgada y una licra corta. –Te espero abajo. ––Caminó por mi costado hacia la puerta y juguetee con mi lengua un poco.

–Espera. ––Hablé bajando la mirada y ella llevó sus ojos hasta mi rostro. –¿Estás bien? ––

Hice un gesto hacia su punto bajo y volvió a sonreírme.

–Es extraño, se siente como una molestia pero esto bien. ––Asintió.

–No quise herirte. No debí hacerlo.

–¿No debiste?

–No… Yo… Ahm. Lo siento.

Arrugó la nariz.

 –Te espero abajo. ––Acabó diciendo y salió detrás de mí.

Joder… Acaso. ¿Está coqueteándome?

Esa nueva actitud. Me pone los pelos de punta.

Me vestí como el rayo y bajé con la adrenalina a millón. Me tope con sus ojos detrás del mesón de la cocina y me senté frente a ella en una de las sillas altas.

–Hola. ––Volví a saludarla.

¿Qué te pasa idiota?

Me sonrió y bajó la mirada.

Okay, oficialmente me siento como una niña de 12.

Tiffany tomó una bandeja llena de cosas a las cuales no le presté atención y me hizo un gesto caminando hacia el comedor.

Le seguí como una mascota, me sentía ridícula pero estaba con la emoción a mil por hora.

Nos sentamos la una frente a la otra en la mesa y yo bebí un poco de café sin hablar más.

Tiffany se dedicó a colocar mantequilla sobre unas tostadas que luego llevó a su boca y en ocasiones me lanzó miradas por el rabillo del ojo. Nos sonreíamos. Era tonto. Era la escena más tonta de toda mi vida.

Por mi espalda subió una corriente cuando sus descalzos y fríos pies tocaron los míos. Los posó sobre mi e incluso comenzó un jugueteo bajo la mesa. Curvé mi sonrisa negando con la cabeza y correspondí a tales jueguitos.

Dios, esta mujer me encanta.

Tenía las palabras en la punta de la lengua. Allí estaban. Iba a decírselo pero no pude hacerlo. De la nada su expresión cambió, se puso casi pálida y me retiró los pies del jueguito ‘secreto’ bajo la tabla.

–Juniel. ––Se reincorporó y yo giré el rostro casi 360 grados.

–¿Taeyeon? ––La menor arrugó la cara lanzando sus ojos a mí. –¿Qué haces acá?

–Ahm… Taeyeon tuvo que quedarse porque anoche se embriagó mucho. ––Tiffany se levantó de la mesa y acomodó un mechón de cabello tras su rostro. Su tono de voz cambio. Su expresión cambio. No era la misma chica de hace unos 10 segundos atrás.

–Okay. ¿Te sientes bien, Taeng? ––Juniel caminó hacia mí y yo todavía me sentía desubicada.

–Ella está bien. ––Tiffany respondió por mi y arrugué un poco la cara. –De hecho se irá pronto. ¿No es así, Taeyeon?

Eh… okay, ¿qué diablos pasó?

–S-Si… claro. ––Terminé asintiendo obligada.

–¿Por qué no vienes conmigo? Puedo esperar a que te cambies y te dejo de paso a DaeJeon.

–No, tú vas tarde. ––Tiffany chistó y mis ojos volaron a su cara.

–¿Por qué no me avisaste anoche que estaban acá? Pude haberle prestado un pijama más decente. ––Juniel habló irritada y yo sentí que regresaría el café. –Un momento. –– Arrugó la frente. –¿Por qué sus cabellos lucen así?

¿Eh? Oh mierda.

–¿Así como? ––Tiffany subió las cejas, despreocupada.

–Húmedos, desordenados. Pareciera que hubiesen terminado de tener o. ––Juniel soltó una carcajada y mi pecho se sacudió cuando noté la reacción de Tiffany.

–No seas asquerosa. Ahora vete que se te hace tarde. ––Señaló a la puerta.

Okay. En definitiva algo está mal acá.

–Ay si, como sea. Madre. ––Juniel giró los ojos y me estampó un beso en la mejilla. –¿Te escribo luego? ––Sonrió y asentí sin mucho afán.

‘Clack’

La puerta volvió a sonar y me levanté.

–Bueno… ¿Seguimos desayunando? ––Tiffany se volvió a tornar como un pan de azúcar.

Su voz regresó a lo que era y yo quise golpearme la cara para despertar de tal pesadilla.

–¿Qué fue eso?

–¿Qué cosa? ––Subió las cejas.

–Esa actuación. Todo eso. ¿No pudiste decirle que me quedé contigo?

Bajó la mirada y masticó lo poco que quedó dentro de su boca para luego tragarlo.

–Taeyeon, lo que pasó anoche fue algo de nosotras…

–Sí, lo sé. Algo que me dice que quieres estar conmigo. ¿Será un secreto ahora?

–No voy a estarlo gritando a todos. Mucho menos a Juniel.

Un balde de agua fría me bañó entera. Esto era lo que estaba esperándome.

–No me uses, si me quieres no hay razones para ocultar lo que pasó.

Respiró pesado y dio un paso hacia mí.

–Escucha, no me ave