The One (FanFic) Capitulo 14: EL MÁS GRANDE PROBLEMA

POV| Taeyeon

Llegó la mañana del lunes y yo hice sonar mi espalda una tercera vez. No había regresado a DaeJeon y sinceramente no estaba muy deseosa de hacerlo. Cuando la puerta principal se abrió, me preparé para el regaño.

–¿Taeyeon? ––El Sr. Park me localizó con la mirada curioso de mi presencia allí.

–Buen día. ––Bajé la cabeza.

–¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo entraste? ––Arrugó el entrecejo.

–Digamos que tuve una ‘recaída’ ––Hice comillas con los dedos. –Pero no se preocupe, pagaré todos los frascos rotos, además pasé toda la noche limpiando el desastre.

–¿Qué hiciste? ––Dio un paso hacia mi cuando le di la oportunidad de hablar.

–Pinté, pinté como nunca antes había pintado jamás.

–¿Estás bien? ¿Por qué dices que pagaras los frascos rotos?

–Ah. ––Me tomé la nuca. –Quebré quizás más de una docena de frascos contra la pared. ––Hice una mueca con los labios; Él como de costumbre me dedicó una sonrisa.

–Taeyeon. ––Cambió el tono y por alguna razón el peso sobre mis hombros murió. –No tienes que pagar por esos frascos, siempre y cuando me enseñes esa maravillosa obra de arte.

–No, señor. Déjeme pagarle, en serio.

–No sería justo de mi parte aceptar el pago por ello, no eres la única paciente que ha lanzado frascos a la pared. ––Se cruzó de brazos.

–No solo son los frascos, fue mi ‘abuso de confianza’ ––Hice comillas. –Si quiere llamarlo así. ––Él se aproximó a mí y me  tomó la nuca con la diestra.

–Solo enséñame la pintura. ––Juntos iniciamos un recorrido hasta el cuarto blanco y entonces miró los dos extremos del mismo. –Dios Mío. ––Unió sus manos. –Son como dos mundos completamente distintos. ––Agregó y me aclaré la garganta.
 –Lo sé.

–Pero, tú no pintaste ese. ––Señaló la obra que Tiffany y yo habíamos hecho y le lancé una mirada pasmada.

–¿Cómo dice?

–Que no lo pintaste, al menos no lo hiciste sola. ––Dio un par de pasos y se posó frente a la pared.

–¿Cómo es que puede usted saber esa clase de cosas? ––Caminé hasta alcanzarle. –Debo admitir que me asusta, y mucho.

–Oh por favor detente, no tienes por qué ser tan política conmigo, en serio. ––Hizo una mueca.

–Es que aún no entiendo una jodida cosa. ––Estiré los brazos a mi frente. –¿Cómo es que…? ¿Cómo usted…? Ni siquiera sé qué decir. ––Giré los ojos.

–Son los trazos, Taeyeon. ––Comentó en total calma. –¿Ves ese de allí? ––Señaló. –Hiciste algo parecido allá. ––Llevó la mirada a mi pintura en la otra pared.

–¿Lo hice? ––Me crucé de brazos.

–Sí, y aunque ambos trazos fueron hechos con la misma finalidad, no se parecen. ¿O sí?

–No, en realidad no se parecen en nada.

–Bien. ––Hubo un silencio. –Agradezco que hayas limpiado incluso cuando no tenias que hacerlo, pero me gustaría saber, quien pintó ésta obra justo en frente de la tuya. ––Agregó después y yo tragué saliva.

–Bueno, ella es… Es… Creo que ya no puedo llamarle amiga, siquiera.

–La trajiste hasta acá, debe ser alguien especial para ti.

–Bien, la llamaré Señorita especial. ––Hablé sin darle importancia.

–Okay. ¿Qué hay con ella?

–Pues, la odio… En serio, nunca había conocido a alguien que me llevara al borde de la paciencia tan rápido como lo hace ella, pero a su vez, me agrada… Me agrada compartir momentos juntas. Incluso cuando en menos de 10 minutos estamos discutiendo sobre cualquier tontería.

–Ya entiendo, te gusta ella.

Mis ojos se abrieron como platos y apenas pude tragar saliva, creí incluso que me atoraría con ella y se la escupiría en la cara al Doctor.

–¡¿Disculpe?!

–Que te gusta, ella. La chica de la que hablas, la Señorita especial.

–¡¿Qué?! ¡Claro que no! ¡Además…! Usted… Usted… Ahora si me ha espantado. ––Balbucee señalándole con el índice.

–Taeyeon, veo más en tus obras de lo que tu veras en ti misma durante toda tu vida. ––Comentó con su característica calma. La cual sin duda me ponía los pelos de punta.

–¡Es que no lo entiendo! a mis padres les tomó 21 años para que notaran mi ualidad, y a usted  solo le bastó dos segundos viendo un montón de garabatos en la pared para notarla. ¿Acaso me he vuelto loca?

El soltó una corta risa mientras se cruzaba de brazos sin dejar de verme.
 –Taeyeon, te dije que poco a poco te irías amoldando a esto, a ti misma. Créeme, no es tan difícil notar la ualidad de una persona, por aquí han pasado personas necrofilicas que ni siquiera saben que lo son, de esa manera me doy cuenta de lo mucho que habla el subconsciente cuando creas arte.

Arrugué la cara.
 –Dios santo, pero que asco. ––El se rió.

–Entonces, Te gusta esta chica. ¿No es así?

–No, no es así. ––Me crucé de brazos. –Quizás solo quiera follarm… Estar ualmente con ella.

–Claro. ––Sonó sarcástico y me sentí tonta.

–Soy así, Doc. No soy esa clase de chica que busca una relación seria o cree en el ‘amor’ y todas esas tonterías. Me gusta el o y estoy bien con eso.

–¿Ah sí?

–Sí.

–Estas bien con eso, entonces.

–No me mire de esa manera. ––Amenacé.  –En esa parte me conozco bien.

–Escucha, lo que yo creo. ––Se tocó el pecho. –Es que crees que con o podrás llenar el espacio de amor en tu vida. Y mientras más o tengas, menos amor crees necesitar.

–Eso es una completa tontería. ––Arrugué la frente.

–¿Lo es? ––Subió las cejas. –Míralo de esta manera, ¿Con cuantas chicas o chicos has estado ualmente activa?

–Oh mierda, no tengo idea. ––De repente un montón de momentos, rostros, encuentros e incluso lugares cayeron sobre mi espalda.

–Supongamos que estas con unas 10 personas durante un mes. ––Habló casi sin vacile en la voz y yo de repente cambié de color. –En un año habrás estado con unas 120 personas, más o menos. ¿A cuántas de ellas amaste en verdad?

Sentí mi cara tocar el suelo por un instante.
 –A ninguna.

–¡Exacto! ––Chasqueó los dedos.

–No entiendo.

–Has tenido 120 posibilidades de conocer el amor en un año pero no te has dado la oportunidad de hacerlo porque crees que solo necesitabas exprimir el ‘o’ de él. ––Guardé silencio.  –Quizás la persona 56 estaba perdidamente enamorada de ti, y no solo era buena en la cama, sino que también era divertida, le gustaban las mismas películas que te gustan a ti e incluso entendía tu sentido del humor, que es una de las cosas más difíciles de encontrar en una persona. Pero tú no notaste nada de eso porque pensaste que lo único que necesitabas de ella era o.

–¿Y no era eso?

–Por supuesto que no.

–¿Cómo lo sabe? ¿Cómo sabe que no necesitaba solo o de esa persona 56?

–Porque todos necesitan algo más. Incluso las personas como tú, las que se niegan a aceptarlo.

Mierda.

–Cuando te marchas de las camas ajenas, cuando te quedas sola en tu propia cama, hay algo que necesitas, en ese preciso momento hay una cosa que te falta y es La Paz. Una tranquilidad mental que te la puede dar un beso de buenas noches, e incluso un abrazo. Algo, que haga sentir que estas completa.

Yo solo me quedé mirándole todo el fragmento de tiempo en el que habló, y al callar bajé la mirada hasta mis pies.

El jodido medico, tenía razón. De nuevo.

–Usted, me asusta. ––Volvió a dedicarme una de esas sonrisas que solo él podía hacer.

–Te veré luego, Taeyeon. ––Asentí.

Cuando salí de la galería Walt sintiéndome nuevamente como alguien completamente diferente llegué hasta el callejón donde había dejado mi motocicleta y subí en ella rumbo a DaeJeon.

Lo poco que duró el camino de regreso fue suficiente para mi tortura mental.

Cuando llegué hasta la clase que me tocaba a primera hora me sentí bien porque llevaría mi atención a algo distinto que no fuera ‘Esa otra cosa que necesitaba’

–¡Extraña! ––Exclamó Heechul cuando me senté frente a él.

–Heechul.

–¿Quieres contarme porque sigues viva?  ––Habló detrás de mi oído.

–¿De qué hablas?

–Pensé que Tiffany te había asesinado una vez que te dejé ayer en sus manos.

–No lo hizo, al menos no lo hizo en ese momento. ––Recalqué.

–¿Quieres contarme que pasó?

–No. Quiero ver castellano. Gracias.
POV| Tiffany

Cuando terminó el segundo bloque abandoné la torre de ciencias para adentrarme a la cafetería a c