The One (Fanfic) Capitulo 41: 3…2…1

 

                     

 

POV | Tiffany

 

 

Me senté en el último escalón de las gradas frente a la facultad de ciencias y lancé una mirada al cuerpo de Siwon que se aproximaba hacia mí.

 

 

–Hola. ––Me levanté estirándome la ropa y un nudo subió a mi garganta.

 

 

Estaba serio, nunca lo había visto de esa manera. Ni siquiera me había respondido el saludo, el solo había bajando la velocidad y me estaba desnudando el alma con la mirada.

 

 

–Entiendo que estés enojado.

 

 

–No estoy enojado.

 

 

–Per… ¿Qué? ––Arrugué la cara.

 

 

–No estoy enojado.

 

 

–¿No lo estás?

 

 

Respiró profundo y caminó hasta los escalones sentándose justo donde yo acababa de levantarme.

 

 

–Ven aquí. ––Hizo un gesto y agaché la cabeza aproximándome hasta él para luego sentarme a su lado.

 

 

Tragó saliva y yo le dediqué una desconcertada mirada.

 

 

–Me gustas. ¿Lo sabes cierto?

 

 

Asentí. Por alguna razón sentí dolor en su tono de voz.

 

 

–Me gustas mucho.

 

 

–Lo sé. ––Asentí de nuevo.

 

 

–Ahora dímelo a mí.

 

 

–¿Qué? ––Me contraje.

 

 

–¿Te gusto? ––Subió las cejas y quise tragar saliva pero mi garganta estaba seca.

 

 

–S-Si.

 

 

–¿Estás segura?

 

 

–Sí, me gustas.

 

 

Bajó la mirada y curvó una sonrisa muy mínima.

 

 

–¿No me crees?

 

 

–No es eso. ––Negó despacio. –Es solo que eres diferente.

 

 

–¿Por qué lo dices?

 

 

Respiró profundo y estiró su espalda.

 

 

–La última vez que le hice esta pregunta a la chica que me gustaba, no me respondió de

vuelta.

 

 

Tragué saliva.

 

 

–Lo siento.

 

 

–No tienes porqué. Al menos estas siendo sincera.

 

 

–Lo sincera, es solo que… ––Bajé la mirada al suelo y entonces sus ojos subieron hasta mi perfil.

 

 

–¿Qué?

 

 

–Es que, Taeyeon… Ella altera mis nervios y con tanto chisme me siento abrumada.

 

 

Chasqueó la lengua haciendo una mueca pequeña.

 

 

–Ya. Pero, a mi no me interesan los chismes. A mí solo me importa tu felicidad y tranquilidad. Si me dices que no ha pasado nada entre ustedes dos. Yo te creo.

 

 

Allí iba esa sensación subiendo por la boca de mi estómago.

 

 

No, ¡No!

 

 

¡Cállate!

 

 

–Te mentí. ––Dije cerrando los ojos unos segundos y me puse fría.

 

 

–¿Eh?

 

 

–Yo… Te mentí. ––Abrí mis ojos y detallé su mirada.

 

 

–¿No te gusto?

 

 

–No, no te mentí en eso. Yo… No te he contado todo sobre Taeyeon y Yo.

 

 

Se acomodó en su lugar y estuvo a punto de decir algo que no quería escuchar.

 

 

–No, no. ––Negué con las manos haciendo gestos desesperados. –Déjame explicarte, no me veas así. No pasó lo que todos dicen.

 

 

–Pero pasó algo…

 

 

–Nos besamos. ––Un color rojo se apoderó de mis mejillas y las cejas de Siwon volaron hacia arriba.

 

 

–Wow.

 

 

–Solo fue un par de veces y…

 

 

–¿Un par de veces? ––Se contrajo.

 

 

–Lo sé, suena extraño pero… ––Enmudecí por un instante. –Ash… ––Bajé la mirada. – Entiendo si quieres terminar conmigo.

 

 

–Tiffany. ––Subió su diestra hasta mi rostro y acarició con su pulgar mi mejilla. –No quiero saber cómo pasó, o por qué pasó… Solo quiero saber, que sientes.

 

 

–¿Eh? ––Mis ojos se abrieron como platos.

 

 

–Sí. Digo, si te dieron igual ambos besos. No tengo por qué preocuparme.

 

 

Tragué saliva nuevamente y me estremecí.

 

 

–¿Te gustaron?

 

 

Si.

 

 

¡No!

 

 

¡¿No?!

 

 

Si.

 

 

–Ehm. No. Por supuesto que no. ––Sacudí la cabeza pero mi voz, no sonó prolija.

 

 

–¿Estás segura de eso?

 

 

Mierda.

 

 

¿Por qué hace tantas preguntas?

 

 

¿Por qué no respondes?

 

 

¡Porque sigues hablándome y dándome ordenes!

 

 

¡Cállate, ya!

 

 

–¿Tiffany?

 

 

Me sacudí de nuevo.

 

 

 –Lo siento, es esta voz en mi cabeza. ––Me di un golpecito con la palma de la mano.

 

 

–¿Qué te dice? ––Subió las cejas.

 

 

Callé por unos segundos y vi pasar imágenes frente a mí en casi un instante. Supe que se trataba de lo correcto.

 

 

Pero no lo sientes así.

 

 

–Me dicen que eres mi novio. Y que estoy contigo.

 

 

Sonrió.

 

 

 –Me agrada esa voz en tu cabeza.

 

 

–Créeme, no te agradaría si la tuvieras todo el día.

 

 

Pasó su brazo detrás de mi cuerpo y me apretó contra el suyo.

 

Cerré los ojos, mi pecho estaba dando un vuelco y no era causa del abrazo. Era yo. Me sentía como la mierda.

 

POV | Taeyeon

 

Me perdí el resto del día. Salí de DaeJeon. Necesitaba respirar otro aire, por primera vez caminé libremente por un parque y me compré un helado.

 

Wow, incluso pareciera que no fuese una persona. ¿Ni un tiempo tuve para tomar un helado en tantos años?

 

Me senté en un banquete y respiré profundo.

 

Joder…

 

Todo era tan tranquilo afuera. Mi mente se despejó, pude pensar mejor por unos instantes. Aunque curiosamente en ese tiempo libre no pensé en nada concreto.

 

Esto es agradable.

 

Sonreí para mí misma y un toque en mi hombro derecho me puso los pies en la tierra de tirón.

 

–¿Juniel? ––Arrugué las cejas cuando le reconocí.

 

–¡Uy! Con esa cara, cualquiera diría que has visto a un fantasma. ––Rodeó el banquete y se sentó junto a mi cruzando sus piernas.

 

Negué.

 

 –Lo siento, es solo que no esperaba verte aquí.

 

–Yo tampoco. ¿Qué haces? ¿Sola comiendo un helado? ––Elevó una ceja. –No suena a algo que tú harías.

 

Me robó una sonrisa. Al poco tiempo le extendí el cono.

 

 –¿Quieres acabarlo por mi?

 

–¿Segura? ––Subió las cejas y asentí. Entonces lo tomó y le dio una lamida.––Me encanta la fresa en cono.

 

–Que bueno. ––Mantuve mi pequeña sonrisa y entonces nuestros ojos se encontraron.

 

–¿Cómo has estado? ––Pregunto cambiando el tono de su voz.

 

–¿Juniel? ––Una voz alterna se acercó a nosotros y envié mis ojos al ruidoso grupo que se aproximaba. –¿Vienes?

 

–No, me quedaré acá. ––Respondió ella y todos aquellos me detallaron alejándose progresivamente.

 

–¿Te has escapado de tus clases? ––Volví mis ojos a ella y sacudió la cabeza.

 

–No, más bien los docentes han escapado.

 

–Ya.

 

–¿Entonces? ––Sonó impaciente.

 

–¿Qué?

 

–¿Cómo has estado?

 

–Ah… Eso. ––Estiré mi espalda un poco y le hice sonar. –Mejor hablemos de ti.

 

–He estado bien, Ahora tú. ––Habló de prisa y volvió a robarme otra sonrisa.

 

–Eres una…

 

–¿Chica increíble? ¿Única? Lo sé. ––Se movió de un lado al otro en un acto adorable y negué con la cabeza, divertida. –Anda vamos, dime como has estado. Tenía tiempo sin verte. Ni siquiera volviste al club.

 

–No estoy para clubs ahora.

 

–¿Qué haces?

 

–Solo… No estoy para clubs.

 

–Uhm. ––Frunció los labios y hubo un silencio. –Luces diferente.

 

–Lo sé, me han pasado muchas cosas.

 

–Yo digo que una persona cambia por las cosas que le pasan. Sean buenas o malas, dejan algo en nosotros que nos recuerdan lo ‘M’ de la vida.

 

–¿M?

 

–