The One (FanFic) Capitulo 11: BRAVO TAEYEON, BRAVO

¡Hola amados lectores! ¡Quiero agradecer su apoyo a esta fantastica historia, que sin duda es una de mis favoritas! Al principio no sabía si funcionaria, ya que esta historia esta en el hermoso YulSic, pero gracias a sus comentarios sé que les está gustando la adaptacion. Aquí les regalo 2 capítulos, ya que no se si pueda subir en estos días, pero no se preocupen, no dejare de subirla. ¡Gracias por leer!!

POV| Tiffany

Cuando el partido terminó todos saltaron de sus asientos planeando una reunión en The Zone para celebrar la victoria. Yo no tenía idea de lo importante que se volvían esa clase de juegos en DaeJeon, al parecer era lo único que podía vacilar las miradas de todos de chismes o preocupaciones en clases. En parte me gustó saber que teníamos algo en común que podía llegar a ser único y hermoso.

Yo le dediqué una mirada a Taeyeon, quien estuvo bastante pensativa todo el rato.

–¿Estas en este planeta? ––Chasquee mis dedos frente a mis ojos y me lanzó una calmada mirada regresando a la realidad.     –¿Qué pasa? ––Pregunté y ella volvió a negarme con el rostro mientras se levantaba. Jessica se le colgó del brazo emocionada por contarle todos los detalles de su noche. Taeyeon asentía cuando le correspondía pero por alguna razón ella no estaba allí, su conciencia, su capacidad de responder cosas que no fuesen. ‘Si’ ‘Aha’ ‘Que bueno’ y entonces se me inquietó el pecho.

¿Qué tiene ahora? ¿Se molestó?

Cuando abandonamos las gradas la vi aislarse de manera inmediata.

–¿No vienes a The Zone? ––Levanté la voz y acaparé algunas miradas.

–No, tengo que hacer unos planos.

No tuve palabras para responder, ya me sentía lo suficientemente observada por todos ante mi repentina preocupación por Taeyeon.

–¿Estás bien? ––Seohyun tiró de mi brazo y sonreí.

–Perfecta.

Nos escaneamos los rostros pero en un parpadeo ella estaba colgada del cuello de su novio. Besándole todo el sudado rostro, sentí un poco de asco.

–¡Felicidades! ¡Felicidades! ––Exclamaba y el solo reía cerrando los ojos.

–¡Al The Zone! ––Gritaron al unísono y toda la multitud les siguió. Jessica se me pegó como un chicle al notar que Taeyeon no venía así que supe lo que la velada me esperaba.

POV| Taeyeon

Estaba sintiéndome mareada de repente, todos irían al The Zone pero yo no deseaba pasearme por allá, menos con Tiffany. Estaría contando su experiencia con un poco menos de emoción que Jessica y su ‘amor de clínica’ pero aun así me quemaba el estomago cada sonrisa que sacaba con las palabras.

En su lugar decidí vestirme de valor e ir a casa zeta.

¿Qué pasa contigo?

Había decidido dejar de lado el asunto de Tiffany y Siwon, pero aún así iba a seguir hablando de ella con las Zetas. Aunque era estar en la misma sintonía, me hacía sentir mejor ya que no tenía que verla, solo hablar de ella.

Entonces caminé hasta el portón de la zona ‘p’ y le lancé una mirada a quien parecía el portero de turno.

–Abracadabra. ––Dije sin expresiones.

El bajó la mirada a su libro y arrugó el entrecejo.

 –Incorrecto.

–¿Esta bromeando?

–Incorrecto. ––Repitió.

–¿Acaso esa era la contraseña anterior? ¿Es en serio? ––Negué con la cabeza en total impotencia. –Por favor, déjeme entrar.

–Usted tiene prohibido el acceso a esta área de DaeJeon, Srta. Kim. ––Habló sin vacile.

–¿Qué? ¡¿Por qué?!

–Ordenes de las casas.

–Ordenes de las casas. ––Repetí incrédula haciendo una mueca. –¿No será de la inmadura de la líder zeta? ––El se levantó de su asiento y di un paso hacia atrás.

–Aléjese del portón.

–Bien, bien. No nos pongamos físicos. ––Hice gestos con las manos dando pasos hacia atrás, no sin antes lanzarle un grito al grupo de zetas que corría alrededor de la pequeña fuente que estaba en medio de la zona ‘p’

–¡Yuri!

–¡Aléjese del portón! ––El hombre levantó la voz.

–¡Yuri! ––Yo volví a gritar y logré llamar la atención del grupo.

Una de ellas trotó hacia mi cuando estaba al borde de la calle y me miró.

–¿Qué haces acá? ¡Vete!

La reconocí de inmediato.

 –Nana, necesito hablar con ella. Por favor.

Me escaneó entera y lanzó una mirada al portero luego de pensarlo por varios segundos.

 –Espera aquí.

–Gracias. ––Respiré profundo.

*

Después de repetir la misma caminata unas 20 veces de un extremo al otro, la casa zeta abrió la puerta y yo me detuve, allí venia ella con una coleta en el cabello vestida de deporte lista para trotar con las suyas hasta el portón. Yo tragué saliva, siempre preparada para lo peor.

–¿Qué quieres? ––Me habló una que parecía ser su mano derecha.

–Solo quiero hablar con Yuri.

–¿Sobre qué? ––Volvió a preguntarme y yo arrugué la cara.

–¿Te ha comido la lengua el gato? ––Le pregunté mirándola a los ojos. Ella seguía en completo silencio solo mirándome con el rostro en alto, sin miedo, sin vergüenza y en completa calma.

–Hhm. ¿Sobre qué? ––Repitió la otra.

En ese momento no supe que mas decir.

 –Sobre nosotras. ––Escupí y de inmediato el color subió a su rostro.

Joder.

–¿Nosotras? ––Levantó una ceja, casi burlándose de mis palabras. –¿Cuál nosotras? ¡No hay un nosotras! ––Exclamó la alta.

–No hagamos esto acá, déjame pasar. ––Mantuve la calma.

–No, lárgate.

–Yuri.

–¿Qué te crees que eres? Venir aquí y exigirme el paso a ¡Mi! ¿Zona? ¿Vuelves a estar drogada? ––Me dio la espalda.

–¡Bien! ––La detuve levantando la voz. –¿Quieres hablar aquí? Hablemos aquí. Frente a todas tus zetas. ––Hice un gesto. Ella se giró muy lentamente lanzándome una filosa mirada.

–¿En que estas pensando, Yuri? ¿Te das cuenta de lo loca que te ves? ––Guardó silencio y yo seguí. –Enviarme una de tus zetas a sacarme información, engañar a novatas para que estén obligadas a asistir a tu fiesta de iniciación. Hacerme una ¡Escenita! Frente a todos y seguir dándole vueltas al asunto para arruinarme aún más. Me parece que la que está en drogas eres tú. ––Su rostro cayó contra el suelo, de inmediato detallé el brillo de sus ojos, ese que solo podía significar una cosa. Yo respiré acelerada por mis palabras pasadas y ella solo se quedó allí, callada mirándome el alma. Luego de unos segundos en total expectativa le hizo una seña al portero y este me dejó pasar. Yo me sentí un poco perdida pero estaba más tranquila, de una extraña forma.

Yuri caminó dándome la espalda seguida de sus silenciosas zetas y al vernos al pie de la casa las mandó a ejercer su trote sin ella, luego me hizo un gesto para que entrara a la casa y así fue.

Ingresé dando pisadas suaves y ella ingresó detrás completamente sola. Permanecí en silencio, cuando nuestros ojos se encontraron las lagrimas que retuvo se deslizaron por sus mejillas. Pude sentir su dolor en cada arruga de su cara. Sentí que se caería al suelo y tendría que ayudarla a levantar pero no fue así, ella solo se quedó mirándome mientras el llanto se apoderaba de su poco maquillaje.

–Yur… ––Levantó la mano evitando que terminara de hablar y por inercia ladee el rostro esperando otra abofeteada. Para mi sorpresa, no fue esa su intención. Acomodó aquella diestra detrás de mi nuca luego de dar unos cortos pasos hacia mí y se inclino para llegar a mi rostro. Me besó. Pero no fue como uno de esos besos que nos dábamos cuando estábamos excitadas, con deseo la una de la otra. Ese beso fue distinto, sentí que me estaba quemando los labios. Se estaba despidiendo de mí.

Intenté prolongarlo para llevarlo a algo más pero se alejó antes de que mis labios pudieran moverse contra los suyos.

–Vete. ––Dijo.

–Yul… ––Hablé por lo bajo y respiré profundo.

–He dicho que te vayas, Taeyeon. Vete.

–No. No sin que me digas que estas tramando.

–¿Acaso no te quedó claro? ––Arrugó la cara de una manera muy sutil, como si estuviese extrañada de mi. –Se llaman ‘celos’ sé que nunca los has sentido porque no tienes corazón. No tienes la capacidad de enamorarte de alguien, no sabes ni siquiera lo que eso es. ––Comenzó a escupirme palabras con un calmado tono de voz, el cual en ella me ponía los pelos de punta. –Estoy tan segura de lo que diré, que espero me odies por el resto de tu vida cuando mis palabras se reproduzcan en tu cabeza como un eco hasta el día de tu muerte. Si alguna vez, llegas a sentir amor… Pensaras que solo se trata de un malestar estomacal, pero no será así. Será amor, y ese amor te va a quebrar, Kim Taeyeon.