The One (Fanfic) Capitulo 28: ¡AL DIABLO!

MUY BIEN QUERIDOS LECTORES, MUCHOS ME HAN ESTADO PIDIENDO MARATON. QUE LES PARECE SI HOY LES REGALO 2 CAPITULOS!! Y YA LA SEMANA QUE VIENE LES HAGO EL MARATON. ¿LES PARECE? 

UNA VEZ MAS GRACIAS POR LEER Y GRACIAS A LA AUTORA POR PERMITIR LA ADAPTACION. 

ENTONCES YA SABEN..... MARATON LA SEMANA QUE VIENE!!!!!! 

POV | Taeyeon

Una vez culminado el desayuno la pareja de tortolitos desapareció por la puerta. No sin antes dejarnos en claro que nos reuniríamos después para visitar la playa todos juntos. Yo mientras tanto acomodé mis maletas en uno de los cuartos de la segunda planta y realicé varias llamadas para estar al tanto de las cosas en Seoul. Jessica no contestó ninguna de mis llamadas y por ende supuse que estaría ocupada saltando sobre la cadera de su súper doctor. Sunny contestó el móvil de Ji woong y me dejó en claro que se encontraban bien pero que al parecer un insecto había picado el hombro de Woong y ahora parecía estar mutando. Luego llamé a mi madre y esperé su pelea diaria por haber tomado una decisión alterna a visitarla y finalmente me lancé contra el colchón descansando mi espalda.

Al cabo de varios minutos la puerta de mi habitación sonó y yo giré el rostro para encontrarme con la pequeña mirada de Juniel.

–Hola, tú. ––Se sentó al borde de la cama y yo acomodé el torso sentándome con las piernas cruzadas a su lado.

–Hola.

–Quería saber cómo estabas. ––Dijo ella y peinó su cabello con sus dedos.

–Estoy bien, con un poco de sueño aún.

–Uhm.

Bajó la mirada y supe que algo andaba mal.

–¿Estás bien?

–Sí, bueno… Algo así.

–Algo así. ––Me crucé de brazos y le robé una sonrisa muy mínima.

–Es que, quiero preguntarte algo y no sé si… Sea bueno.

–Pregunta.

–He estado observando y… quisiera saber si tu…

Mi móvil sonó interrumpiendo el momento y yo me levanté de golpe cuando leí el nombre en la pantalla.

Ryeowook.

–Lo siento, Juni. Debo atender esto. ––Hice un gesto hacia ella y caminé a lo largo de la habitación llegando hasta la ventana.

–Ryeowook.

‘Hola, Taeng.’

–¿Pasó algo?

‘Pues, no sé si pasó… Pero tengo algo que decirte, podría servirte.’

–¿De qué se trata?

‘Vale, estuve investigando en la red de DaeJeon sobre esta ‘sub-hermandad’ y ‘El Ojo’ ha existido desde hace ya mucho tiempo… Pero al principio solo se trataba de un grupo de Thauros que realizaban prácticas con animales y cosas así.’

–Okay.

‘Más tarde se les asignó una especie de misión dentro de la casa, eran los guardianes. Vigilaban no solo la hermandad sino otras cosas, hacían servicios múltiples solo vigilando personas’

–Como ¿detectives?

‘No tan profesional pero si, algo así como “mi novia me engaña, puedes vigilar si está con alguien más” y ellos cumplían.’

–¿Qué pedían a cambio?

‘Bueno, si eras hombre pedían tus servicios en la casa Thauros, y si eras mujer pues…’

–Ya. Déjalo así.

‘Ahora mismo ‘El Ojo’ ha cambiado sus objetivos porque el líder del ‘Ojo’ se ha obsesionado con un nuevo tema de “investigación” ‘

–Yo.

‘Al parecer’

–Pero ¿Qué diablos tengo que ver yo?

‘Eso nos lleva al dato en sí.’ ––Hubo una pausa tras la línea y yo arrugué la cara. ‘Se identifican con un tatuaje, llevan un tatuaje en cualquier parte del cuerpo, usualmente se lo hacen en el pecho, a un costado del cuerpo o cerca de la axila.’

–Lugares que no pueden verse a menos que no lleves ropa, entendido.

‘Exacto.’

–¿Y eso en que me involucra?

‘¿Recuerdas la noche de mi fiesta de cumpleaños?’

–Sí. ¿Qué con eso?

‘Tu hermano estuvo rodeado de varios Thauros, que al parecer son sus amigos.’

–Sí.

‘No recuerdo mucho de esa noche, estaba muy ebrio pero… Podría jurar que en uno de esos jueguitos se halaron las camisas y vi un tatuaje en el hombro izquierdo de Ji Woong’

–¿Estás seguro de eso? ––De repente me puse fría.

‘No, no lo estoy del todo, diría que solo un 70 de 100’

–¿Qué forma o dibujo tiene el tatuaje?

‘Es una cara de perro, como un bulldog’

–¿Podrías hacerme llegar alguna foto?

‘De hecho te la estoy enviando justo… ahora’

Mi móvil vibró.

–Gracias, Ryeowook.

‘Te mantendré informada.’ ––Colgué.

–¿Pasó algo? ––Giré sobre mis talones y me encontré con el desconcertado rostro de Juniel.

–No. ––Negué con mi cabeza y pegué mi mandíbula a mi pecho para chequear el archivo recibido. Se trataba de una cara de perro bulldog de perfil, con un collar de púas y un muy grande ojo. Era un tatuaje horrendo, incluso visualmente perturbador. –¿Qué era lo que querías preguntarme? ––Retiré el móvil de mi atención y volví mis ojos a ella.

–Ah. No era nada, solo quería saber si querías acompañarme a la piscina.

–Claro. ––Asentí tomando mi chaqueta y bajamos al jardín rodeando la casa hasta la piscina.

–Este lugar es casi mágico.

Sonreí.

 –Así parece.

–¿No entraras? ––Me cuestionó retirando de su cuerpo la bata que llevaba y yo no pude disimular mi rostro.

–Pues… Lo estoy considerando ahora. ––Ladee una sonrisa y ella guiñó su ojo derecho modelando con descaro su bikini hasta el borde de la piscina, del cual saltó segundos después salpicando un poco de agua contra mis pies.

Negué con el rostro cruzándome de brazos.

–¡Entra! ––Exigió lanzándome agua con sus manos y yo di varios pasos hacia atrás.

–Ahora no, déjame disfrutar de la vista. ––Sonreí y me senté en una de aquellas sillas blancas.

–Nunca imaginé que serías aburrida, Kim Taeyeon. ––Nadó hasta el borde y se mantuvo allí para verme.

–No lo soy, en verdad.

Guardó silencio muy de repente y nuestros ojos se encontraron.

–Okay, no puedo guardármelo más.

–¿Qué pasa?

–¿Qué sucede entre Tiffany y Tu?

–¿Eh? ––Hice una mueca.

–No me mires así, algo extraño pasa.

–¿Extraño?

–Anoche durante el juego, parecían estarse lanzando puntas, y no fui la única en notarlo.

–¿Cómo ‘puntas’?

–No te hagas la tonta, Taeyeon. ¿Qué diablos fue eso de “Yo nunca, nunca he quedado atrapada en un cuarto de servicio” ¿Están jodiendo?

–Ah, eso. ––Sonreí. –Fue una vez. La historia es interesante. ––Me observó con irritación. –¿Por qué? ¿Estás celosa?

–¡¿Qué?! ¡No!

–Pareces celosa.

–Dije que no, es solo que… ––Se mordió los labios y la sonrisa en mi rostro desapareció. –Tiffany es Hétero, ¿Lo sabes, no?

–Lo sé.

–Y, no quiero que te haga daño.

–Pequeña tonta. ––Negué. –Eso no pasará, no soy de esa clase de chica que se enamora de nadie, nunca me he enamorado.

–¿Ah no? ––Levantó una ceja. –¿Y cómo sabes que no lo estás ahora mismo?

Me congelé.

–¿Pero qué dices? ––Chisté.

–¿Cómo sabes que no estás enamorada? Dices que nunca lo has estado, no sabrías reconocerlo entonces.

–Pues, no estoy como en las películas. ¿O sí? ––Me crucé de brazos.

–El amor no es como lo pintan en las películas. ––Hubo un silencio más prolongado y yo entrecerré mis ojos tragando saliva.

–Como digas, no pasa nada con Tiffany. ––Dije intentando repetírmelo varias veces en la cabeza.

–¿Nada, nada? ––Ella subió las cejas.

–Nada. ––Sonreí y por alguna razón la sentí más tranquila. –Ahora apártate.

–¿Por qué? ––Arrugó la cara.

–Porque quiero entrar a la piscina. ––Me levanté la blusa y la dejé caer a un lado.

–Pero no llevas traje de baño. ––Abrió los ojos como platos.

–¿Y? ––Pregunté deslizándome el pantalón de cuero quedando enteramente en ropa interior.

–Nada. ––Sonrió ella y entonces se apartó cuando salté al agua.

POV | Tiffany

Me quedé desempacando en la habitación que había escogido en la segunda planta y unas risas que se filtraban por la ventana llamaron mi atención. Caminé a paso lento y me topé con una vista de Taeyeon y mi hermana que me revolvió el estomago.

–¿Qué hacen esas dos? ––Me crucé de brazos y cubrí mi cuerpo tras la cortina. Me sentía como en uno de esos cuentos de espías.

Ellas parecían estar divirtiéndose un montón, y yo por alguna razón me sentí enojada.

–¿Qué se creen? ¿Uh? ¡Como se atreven a meterse a la piscina! ¡Ni siquiera Amber está aquí! ––Pelee con el aire y lancé otra mirada a la ventana.

Taeyeon se estaba aproximando al cuerpo de Juniel y toda mi piel se tensó. Era más que obvio que la tenía tomada bajo el agua y supe que el ambiente aquel estaba saliéndose de control cuando el rostro de mi hermana se aproximó de más al de la bajita.

¡Qué diablos!

–¡Yah! ––Golpee con un puño el cristal de la ventana y aquellas dos levantaron la mirada hasta mi rostro separándose muy de golpe.

Giré sobre mis talones y zapatee hasta la piscina a una velocidad casi inhumana dejando pisadas de fuego en todo el recorrido y al toparme con el borde de la piscina solté un al