The One (FanFic) Capitulo 3: BOMBÓN.

POV | Taeyeon

De repente una extraña corriente estaba subiendo por mi espalda al verme a mí misma rompiendo la burbuja personal de Tiffany, y tras haberle hablado sin recibir otra respuesta más que un empujón para que me apartara, solo alcance con acomodar mi ropa y mirarle en total calma.

–Bueno, ahora lo has arruinado. ––Dije.

– ¿Disculpa? ––Ella elevó una ceja. – ¿Qué se supone que he ‘Arruinado’ según tu?

–El escondite. ––Expliqué. –Ahora está cerrado y esta cosa solo abre por fuera.

– ¿Qué? ––Se exaltó y comenzó a ejercer toda su fuerza en la manilla de la misma con cierta desesperación. Cosa que extrañamente me pareció adorable de su parte.

–Cálmate, No querrás romperla, ¿o sí? ––Le pregunté y detuvo sus acciones. Yo caminé a través de ella y pegué mi oído a la puerta. –Lo mejor será esperar. ––Dije.

– ¿Lo mejor? ––Ella dio un pequeño salto. –Lo mejor ¿Para quién? ––Levantó un poco la voz y me fui contra ella para cubrirle los labios.

–Shh. ––Soné.

– ¿Qué haces? ––Se quejó ella.

–Alguien viene.

Un silencio se generó entre ambas mientras varias pisadas sonaban afuera. No tenía mis papeles ni siquiera mi carnet de estudiante encima, no podía arriesgarme a que me encontraran encerrada en una taberna. En ese momento solo quería que los guardias se fueran para poder Hablar con Rain.

Luego de unos segundos que parecieron una eternidad afuera todo parecía haberse calmado, mas sin embargo yo quería cerciorarme. En eso mi móvil vibró dentro de mi chaqueta y me aparté de la peliroja.

–Ji woong –– Dije.

 ‘No, Sunny. ¿Dónde están?’ La policía rodeó el edificio, busca quien se esconde y nos ha revisado a todos.

–Genial. ––Comenté con sarcasmo. – ¿Dónde está Ji woong? Yo Estoy atrapada con Tiffany en el cuarto de servicio junto al bar. ¿Cuánto crees que se demoren?

‘Calma, Woong habla con la policía y no tengo idea Tae, pero no salgan. Evítense el dar explicaciones del porqué están allí.’

–Avísame cualquier cosa. ––Colgué.

– ¿Y? ––La peliroja me miró con los ojos brillantes.

–A esperar. ––Comenté deslizándome por la puerta hasta sentarme en el suelo.

–Debe ser una broma. ––Chilló.

–Relájate, ya saben dónde estamos. Cuando las cosa se calmen afuera, podremos salir. ––Dije mirándole.

–Ash. ––Volvió a quejarse y se sentó frente a mi junto a varios productos de limpieza.

–Y… ¿Qué estudias? ––Pregunté para romper el silencio.

–No quiero hablar contigo.

– ¿Qué hice? ––Elevé una ceja.

– ¿Qué hiciste? Por tu culpa estoy encerrada aquí.

Solté una risa.

 –Ahora es mi culpa.

–Siempre lo ha sido, igual que el accidente.

Fruncí el entrecejo.

 –Debes estar bromeando.

–No lo estoy, aparte de ser una completa maleducada, abusar de sustancias toxicas y atravesarte a los carros sin ningún cuidado. Huyes de la Ley.

–Wow. Al parecer me has escaneado bien en estas últimas horas en las que crees conocerme. ––Bufé.

–No creo conocerte, y tampoco quiero conocerte. Esa fue la impresión que me diste y es la que me sigues dando.

–Pff. ––Giré los ojos al unisonó y guardé silencio. No estaba para enfrentamientos, menos en esa situación y con tal chica, que tenía pinta de mimada y completa desconocedora de la vida y los problemas.

–Solo quería que habláramos de algo, no me gusta el silencio. ––Dije al paso de unos cortos minutos y ella me escaneó el rostro.

–No me interesa lo que no te gusta. A mí no me gusta estar aquí contigo y mírame. ––Bufó.

–Eres imposible. ––Giré los ojos y bajé la mirada a mi móvil.

– ¡Tú eres imposible! ––Exclamó  de regreso y la ignoré.

Así pasaron los minutos restantes, apenas nos veíamos a la cara y cuando lo hacíamos apartábamos los ojos de inmediato. Que niña tonta. No tenía tiempo para eso, ni siquiera supe porque la había jalado para retirarla del problema, por alguna extraña razón estaba perdiendo la cabeza con tanta cuestión mía. Aun así odiaba el silencio, así que solté un suspiro y me puse a juguetear con mi móvil.

–Apaga eso. ––Bufó ella. Yo la seguí ignorando mientras continuaba el juego en la pantalla del aparato.

– ¡Hey! ––Me lanzó algo que no pude ver y levanté mis ojos.

– ¿Te dejaron caer de pequeña? ––Pregunté.

–Apágalo, dije.

Levanté mis cejas.

 – ¿Cuál es tu problema? ¿Por qué estas tan enojada conmigo? ––Hubo un repentino silencio en lo que creí que estaba preparándose para discutirme de nuevo. Pero no fue así, en ese caso solo bajó la cabeza y la posó entre sus piernas.

–Estoy cansada, asustada.

Le miré y fruncí el entrecejo. Esta chica es un mar de problemas. Pensé.

– ¿Qué pasa? ––Pregunté.

–Es todo, todo lo que ha pasado de ayer para hoy, es un completo desastre. ––Su voz se quebró.

–Oh, No… No quiero que llores. ––Me apresuré a decir, pero ya era demasiado tarde.

–Es que… ¡Estoy cansada! ––Intentó decir pero sonó extraño puesto que las lagrimas bajaban por sus mejillas sin control alguno.

Que mierda.

– ¿Por qué no te calmas un poco? ––Respiré profundo. –Ya pronto los policías se irán y podrás salir a estar lejos de mí. Volver a tu realidad y alejarte de los problemas. ––Hubo otro silencio.

Joder odio el puto silencio.

Ella se calmó con mis palabras y levantó la mirada para verme. Todo el delineador estaba regado bajo sus ojos y aun así, lograba verse bien aún estando descuidada. Sonreí.

–Mapache.

Ella sin desearlo me sonrió de vuelta al darse cuenta porque lo decía y pasó sus dedos para limpiarse un poco el maquillaje.

–Gracias. ––Me dijo y quedé boquiabierta.

– ¿Estas enferma? ––Levanté ambas cejas y ella volvió a sonreírme.

 –No.

– ¿Por qué me agradeces ahora? Hace menos de un minuto estabas odiándome a morir. ––Sinceramente no comprendía nada.

–Por darme aventuras. Al menos esto es algo que podré recordar, fuera de lo común. Lejos de mi ‘realidad’  ––Dijo.

Entonces lo supe, ella era como yo, intentaba buscarle el lado positivo a toda la mierda que le pasaba, y me asusté un poco porque era la primera persona que yo conocía que fuese así.

–De nada, supongo. ––Respondí luego de un rato.

Mi teléfono vibró nuevamente y contesté sin retraso.

– ¿Qué pasa?

‘La policía se ha ido, pero Rain ha cerrado el bar y no nos dejará entrar hasta mañana, menos a Jiwoong, cree que inicio la pelea.’

–No juegues conmigo.

‘No juego’

– ¿Y? ¿Le dijiste? ¿Le dijiste que estamos encerradas?

‘No tuve la oportunidad, Cuando estaba por explicarle se subió a su camioneta y simplemente se fue, estaba cabreado.’

– ¡Mierda! –– Exclamé.

– ¿Qué pasa? ––Me miró Tiffany con los ojos bien abiertos. Yo solo levanté mi índice hacia ella.

‘¿Están bien?’

–Perfectamente. ––Hablé con ironía.

‘Solo serán algunas horas, tu puedes con eso, Por favor no se maten tu y Tiffany

–Me debes una. ––Colgué.

Tiffany posó sus brillantes ojos en mí con la esperanza de que dijera algo bonito pero su expresión cayó al detallar la mía.

 –No saldremos hoy ¿Cierto? ––Dijo desanimada.

–Al parecer Rain ha decidido irse a casa.

–No… No… ¡¡No!!  ––Se levantó y pasó casi sobre mí para darle golpes a la puerta de madera. – ¡Estamos aquí! ¡Ayuda!

Yo me moví a un lado y la dejé hacer su berrinche sin darle mucha importancia, a la vez me acaricié el estomago.

Mierda, tengo hambre.

– ¡Hey! ––Ella gritó hasta aburrirse y se deslizó hasta el suelo sentándose junto a mí. –Esto es una pesadilla. ¿No podemos romper la puerta?  ––Me miró.

–Al parecer estas acostumbrada a que tu madre resuelva todos tus problemas. ¿No?

Me lanzó una fulminante mirada.

– ¿Disculpa?

–Sabes que romper la puerta traerá problemas mañana, pero no te importa porque seguro llamaras a tu mami para que venga y le de dinero a Rain.

Sus ojos se abrieron como platos y con fuerza me empujó hacia la pared.

 – ¡Cállate y Aléjate!

–Wow, ¿Has vuelto a odiarme? ––Dije con un tono sorpresivo completamente falso.

–Nunca he dejado de hacerlo. ––Me dio la espalda.

Yo por alguna razón no me había divertido de tal manera en años, así que me aproximé hasta susurrarle detrás de la cabeza

  –Mapache. ––Y me alejé para esquivar cualquier golpe.

– ¡No te acerques a mí! ––Chilló y yo reí. – ¡Deja de reír!

–Das muchas órdenes. ––Me acomodé en mi esquina y recosté la cabeza de la pared deseosa de encontrar el sueño así fuese por unas pocas horas. Realmente estaba agotada.

POV | Tiffany

Luego de un rato dándole la espalda a la ordinaria junto a mí, todo se tornó silencioso. Demasiado. Así que giré mi rostro un poco para verla rendida contra la pared.

– ¿Cómo puede? ––Dije haciendo una mueca. En efecto, se había quedado dormida justo allí.

Yo aproveché para revisar mi pequeño bolso, buscando algo para comer sin encontrar más que una menta. La saboree y recosté mi cabeza de la puerta. Solo pensaba en lo que diría mi madre si me viera en tal situación. Pero como reflejos esos pensamientos se borraban para mostrarme algo más lindo. El chico del bar, con esos ojos y cabello negro.

Dios mío, Es tan dulce.

Deseosa de volverlo a ver, cerré mis ojos para intentar dormirme y que así las horas pasaran más rápido. Dormí poco menos de 1 hora porque un incesante goteo impedía mi relajación.

– ¿Qué coño suena? ––Dije con un ojo abierto y ladee el rostro para ver a mi rendida compañera.

Que envidia. Lucía tan relajada.

Yo intenté buscar el sonido movilizándome por el pequeño espacio de aquel cuartillo y entonces lo hallé. Una tubería rota detrás de unos baldes.

 – ¡Qué horror! ––Dije y moví la cabeza en busca de alguna tela para apaciguar el ruido. No había más que guantes de plástico, detergente y baldes, muchos baldes. Pero sobre la estantería parecía haber una caja así que me levanté y estiré para tomarle. Para mi sorpresa no fue eso lo que mis manos sintieron.

– ¡Rata! ––Grite y me pegué a la puerta.

–¡¡Rata!!

Taeyeon se levantó de un salto y me lanzó una mirada confundida.

 – ¿Qué mierda te pasa? ––Estaba enojada. Pero a mí no me importaba, había tocado un peludo animal con mis manos.