The One (FanFic) Capitulo 13: RECORDATORIO

POV| Tiffany

Corrí a través de la calle como una niña pequeña, tenia el corazón latiéndome en la garganta. Por un momento me llegué a odiar como nunca antes lo había hecho en toda mi vida.

¿Acaso has perdido la cabeza? ¿Qué estaba a punto de pasar?

Golpee mi frente con la palma de mi diestra repetidas veces hasta que reaccioné de lo paranoica que lucía a la vista de todos. Llegué hasta el parque Ppalgang y me senté en uno de los banquitos en silencio. Bajé la mirada hacia mis manos. Estaba temblando. Luego levanté la vista hacia mis alrededores sintiéndome como una completa idiota.

–Tiffany. ––La voz de Siwon me llevó de vuelta a la realidad.

–Wow, llegaste rápido. ––Toqué el pecho con una de mis manos intentando calmar mi manera de respirar.

–¿Estas bien? ––Subió las cejas sentándose a mi lado con una preocupada expresión en el rostro.

–Si, si. Estoy perfecta. ––Hice gestos con las manos.

–¿Segura? Si quieres podemos dejar esto para otro día.

–¡No! ––Me exalté de repente con los ojos bien abiertos y luego bajé el tono de mi voz. –Quiero decir, ¿Por qué dejar para mañana lo que podemos hacer hoy? ––Sonreí y esperé la sonrisa de vuelta.

–¿Estabas en una pelea de pintura? ––Dijo arrugando la cara.

–¿Qué? No, claro que no. ¿Por qué dices eso? No. ––Hablé rápido.

Mierda, soy terrible disimulando.

Siwon me detalló con una desconcertada expresión en el rostro para luego tomarme un mechón de cabello y examinarlo.
 –Lo digo porque tienes algo de pintura, o ¿estas probando un estilo nuevo? ––Apenas pudo contener su sonrisa y yo reí nerviosa.

–Ah eso. ––Le aparté el mechón de los dedos y lo acomodé detrás de mi oído. –No es nada, de hecho yo estaba, Ahm. Con Taeyeon. ––Admití.

El frunció el entrecejo y miró a sus alrededores.
 –¿A dónde ha ido ella? ––Preguntó extrañado.

–Ah no te preocupes por ella, estará bien. Digo, está, ella está bien. ––Balbucee un poco. –¿Tienes hambre? ––Cambié de tema repentinamente y el asintió sin apartar esa encantadora sonrisa de su rostro.

–De hecho. ––Hizo una pausa y se hurgó la chaqueta. –Tengo dos cupones de helado que no he usado.

Me robó una sonrisa.

¿Cómo podía ser tan lindo?

–Suena a una excelente invitación. ––Dije estirando los brazos. –Además, gratis. ¡Aún mejor!

–Oh, no creas que soy un tacaño. ––Guardó los cupones en el interior de su bolsillo, lució preocupado de repente.

–No lo digo por eso, sino porque me sentiría mal si llegas a pagar esta cita. ––No reaccioné a mis palabras hasta que él amplió su sonrisa.

–¿Cita? ––Subió las cejas.

–Uh, si quieres no tenemos que llamarla así. ––Vacilé.

–No, no. Es perfecto. De hecho, la llamé así en mi mente un par de veces mientras hablábamos por teléfono.

Sonreí.
 –Gracias por llamar.

–Te dije que lo haría.

–Lo sé pero, sé porque lo digo, me has salvado de mi misma.

–¿Por qué? ¿Qué estabas haciendo? ––Se acomodó en su lugar y pasó uno de sus brazos por detrás de mi cuerpo.

–Nada. ––Negué con el rostro. –Solo discutía un Taeyeon. ––Rodee los ojos intentando creerme las palabras.

–Claro. ––El se quedó mirándome con una seria expresión natural. –Su relación sigue siendo la misma. ¿Cierto?

Arrugué el entrecejo de repente.
 –¿A que te refieres?

–Ah, ya sabes. La ultima vez que hablamos sobre ella dijiste que ni siquiera podías considerarla tu ‘amiga’ en si. ––Hizo comillas con sus dedos y siguió detallándome el rostro.

–Bueno, si. No sé. ––Llevé mis ojos al frente.

–Te cuesta llamar a alguien ‘Amigo’ ¿Cierto? ––Sentí como profundizaba su mirada cambiando el tono de su voz y volví a mirarle.

–Mucho. ––Hubo un silencio en el que solo nuestros ojos se encontraron.

–Me gustaría conocerte mejor, Tiffany. ––Rompió el silencio.

–A mi igual me gustaría conocerte, Siwon.

–Sé que solo hemos salido un par de veces, y que quizás voy muy rápido contigo pero… Realmente me agradas, me agrada la persona que soy cuando estoy contigo.

Me sentí abrumada de repente.
 –Wow, eso es lo más lindo que me han dicho, nunca. ––Bajé la mirada.

–¿Por qué no continuamos esta conversación en medio de dos helados? ––Subió ambas cejas juguetonamente, yo volví a reír.

–Me encantaría.

Caminamos una corta distancia desde el parque hasta la heladería. Siwon me tomaba la muñeca como si estuviese protegiéndome, pero por alguna razón no me sentía a gusto tal agarre. 

–Ah, mi muñeca. ––Acabé diciendo cuando llegamos al local y le me dedicó una mirada.

–Lo sé, sigo yendo muy rápido.

–No, no es por eso… Solo no me siento cómoda con ello. ––Hice una mueca excusándome para luego acariciarme la muñeca al por fin tenerla libre de su agarre.

–Vale, después de ti. ––Hizo un divertido gesto e ingresamos.

Estuvimos hablando por horas de todo un poco, él parecía saber muchas cosas sobre DaeJeon, incluso llegamos a burlarnos de los profesores. Compartimos intereses con respecto a nuestras carreras y en varias ocasiones me acarició la mano sobre la mesa. Sin duda todo estaba yendo muy ameno entre nosotros, me sentía cómoda con él.

–Entonces… ––Vaciló unos pocos segundos. –Sigo esperando que lo menciones.

–¿Uh? ––Terminé de juguetear con el vaso vacio frente a mi y le dediqué una mirada. –¿Mencionar que cosa? ––Subí las cejas.

–Pues, sabes que la fiesta zeta será este próximo viernes.

Oh, no.

–Lo sé. ––Dije sin darle mucha importancia.

–Sé que no te gustan las hermandades. ––Tomó mi mano. –Pero pensé que por alguna razón, estabas deseosa de ir… conmigo.

Hubo un repentino silencio, yo tragué saliva y acomodé un mechón de cabello detrás de mi oído sonriendo incómodamente.
 –Ah, claro.

–Ya sé, debo dejar de apresurarme. ––Sonó algo tonto. –Es solo que me gusta estar contigo, salir y compartir experiencias.

Yo reí por lo bajo y seguí sintiéndome incomoda sin saber que responder.

–Vale, lo siento. ––Acarició con su pulgar el dorso de mi mano.

–No tienes porque, yo entiendo perfectamente. Es solo que… En realidad, no me gustan las hermandades. ––Llevé mis ojos hasta su rostro.

–¿Qué te molesta sobre ellas? ––Se acomodó en su lugar intrigado por mi respuesta.

–No sé, son algo misteriosas… A veces creo que son una especie de secta o algo por el estilo. ––Se rió. –Una vez dentro, no hay marcha atrás. ––Hice un par de gestos con mis manos y sonreí al final.

–Si bueno, quizás haya algo de eso pero, ¿Qué hay de las otras partes? ¿De las buenas?

–¿Cuáles? ––Cuestioné y liberé mi mano de su agarre usándola para sostenerme el mentón.

–Bueno… ––Estiró su espalda. –Conoces a muchas personas y tienes privilegios, tanto académicos como extra curriculares, obtienes respeto, sin mencionar el acceso a las mejores fiestas ¡y! comes mejor que el resto ya que no tienes que asistir a la cafetería común.

–Suena algo vanidoso. ––Arrugué la nariz. –¿Qué tiene de malo la comida de la cafetería?

–Oh vamos, ¿En serio te gusta? Juraría que vi un pelo en el pastel de atún la otra vez.

Nos reímos.

–No lo sé, sigue sin sonar tentador. ––Dejé caer mis hombros.

–¿Qué hay de mi? ––Cambió el tono.

–¿Qué cosa?

–Pues, soy un Thauros.

–Lo sé.

–Si fueses una Zeta, nos veríamos más a menudo, antes de salir a clase por la mañana, al ingresar de clases por la noche. Tendríamos mas cosas en común. ––Sonó demasiado lindo.

–Ah, el único punto bueno. ––Comenté con una sonrisa. –Ahora sé lo que haces, solo quieres que sea una Zeta para poder espiarme desde los Thauros.

Soltó una risa.
 –¡No es cierto! ––Reí con el.–– Anda, no puede ser tan malo.––Hizo un gesto con sus ojos que me hizo desvariar.

–Bueno, bueno… Déjame pensarlo.––No pude negarme.

–Te daré unos… 3 segundos. 

–¿Qué? ––Abrí mis ojos.

–Vamos, ¿Tiffany? ––So