The One (FanFic) Capitulo 31: ¡JODIDO DÍA!

 DIA DE ACTUALIZACIONES!!!!!  

AQUI EMPIEZA EL MARATONNNNNNNN!!!!! ESPERO QUE LES GUSTE 

POV | Yuri

Desperté muy tarde por la mañana gracias al sonido de mi móvil vibrando sobre la mesa de noche. Abrí un ojo y arrugué la frente.

–¿Yoona? ––Contesté.

‘Líder, lamento molestarle, ¿Ya había despertado?’

–¿Qué quieres? ––Levanté mi torso pesadamente sacando los pies por el borde de la cama.

‘Solo quería recordarle la reunión de las hermandades de todos los años, será mañana por la mañana en Dosan Park’

–¡Mierda! ¿En serio? ––Mis ojos se abrieron como platos. –¡Lo había olvidado por completo!

‘Sabía que lo haría, por eso mismo decidí llamarle. ¿Sigue en Seoul?’

–Sí, afortunadamente.

‘¿Dónde está? ¿Podría pasar por usted? ¿Quizás tomarnos un café?’

Mordí mi labio inferior y respiré profundo ante la propuesta.

 –De acuerdo, estoy en mi departamento al este, ¿Recuerdas cual?

‘¡Claro que sí! Estaré allí en 20 minutos’ ––Colgué e hice sonar los huesos de mis pies con un estirón prolongado.

‘Jodida reunión anual de hermandades’

Pensé y di un salto fuera de la cama para alistarme.

*

Yoona llegó en el tiempo estipulado y plasmó un beso en mi mejilla, al parecer lucía contenta de verme. Tomamos un taxi hasta un café y ocupamos una mesa, era la primera vez que de hecho salíamos siendo solo nosotras. Cosa que me hizo darme cuenta de lo poco que conocía sobre mi zeta más fiel.

‘Dios santo, ¿No ha de callarse nunca?’

Pensaba, fingiendo que le prestaba atención a la 3era historia que me contaba sobre su niñez. Levanté la taza frente a mí y bebí lo que quedaba de café en ella detallando por el rabillo del ojo la llegada de una pareja que había decidido sentarse en la mesa de junto.

‘Madre mía, pero ¿Quién es esa chica?’

Mis ojos se abrieron como platos. Por alguna razón se me hizo demasiado familiar. Cosa que solo frustró mi pecho ya que no podía ubicarla en mi mente.

‘¿Dónde te he visto, lindura?’

Entrecerré los ojos y entonces sentí como Yoona chasqueó sus dedos frente a mi cara para hacerme reaccionar.

–¿Líder? ––Se vio confundida. –¿Está bien?

–Mira muy disimuladamente a la mesa de al lado. ––Dije entre dientes y la muy tonta observó casi al instante. –¡Dije disimuladamente! ––Chisté y volvió sus ojos a mí.

–¿Qué pasa?

–¿Dónde he visto a esa chica? ––Volví a entrecerrar los ojos y ella le dio un segundo vistazo.

–Estudia en DaeJeon. ––Respondió en total tranquilidad y yo casi devuelvo el café.

–¡¿Qué?! ¡¿En DaeJeon?! ¿Cómo es que nunca le vi antes? ––Me sentí ensordecida.

–Quizás se veía distinta en DaeJeon. ––Subió los hombros.

–Ahora me siento como una completa idiota.

–¿Por qué? ¿Qué pasa con esa chica?

–Es preciosa. ––Ladee una sonrisa y el rostro de Yoona cayó notablemente. –¿Qué? ––Me crucé de brazos.

–Nada. ––Bajó la mirada y jugueteó con sus dedos.

–Por el amor de Dios, Yoong. Dime.

Tragó saliva y yo respiré pesado.

–Es que, no lo entiendo. ––Negó con la cabeza. –¿Por qué siempre se fija en niñas fuera de la casa? Además… Niñas que tienen algo que ver con Taeyeon.

–¿Eh? ––Arrugué la cara.

–Sí, esa chica de allí está en el grupito de Taeyeon.

Maldita sea.

Tensé la mandíbula y cerré los ojos unos segundos antes de volver los orbes a la chica de al lado.

POV | Jessica

Estaba saltando en una pierna una vez Donghae pasó a recogerme para tener otra cita. Habíamos sido casi inseparables esa semana. Las únicas oportunidades que tuvimos para dejar de hablar fueron cuando estaba ocupando su turno en la clínica. Sin embargo tenía el detalle de enviarme un emoticón divertido para robarme una sonrisa.

Creo que estoy enamorada, en definitivo.

Pensé una vez apartó una silla para mí en aquel café al que habíamos llegado. Nuestras manos se encontraron sobre la mesa y amplió una sonrisa para mí.

–Luces radiante, como siempre.

Bajé la mirada tímidamente y asentí.

 –Gracias, debo decir lo mismo sobre ti.

–Oh, no. ––Arrugó la cara en un gesto y luego llevó la vista a la camarera que se aproximaba.––Yo quiero un expreso con una dona. ––Habló y luego me dedicó una mirada. –Tu… un macchiato y un trozo de pie de durazno, supongo. ––Habló y mis rodillas se doblaron por su dulzura.

Me conoce…

Sonreí asintiendo.

 –¿Cómo sabías que pediría eso? ––Pregunté y sostuve mi barbilla con mis manos.

–¿Te acuerdas el martes, cuando fuimos a ver esa película extraña sobre robots?

–Me acuerdo. ––Sonreí como estúpida.

–Bueno, durante la escena en el café se te escapó esa información.

–¿Ah, sí? ––Subí las cejas, incrédula.

–Dijiste algo así… y cito. ––Aclaró su garganta. –‘Que tonta esa chica, yo hubiese pedido un macchiato y pie de durazno para llevar’ ––Agudizó su voz imitándome y yo solté una risa pequeña cubriéndome los labios.

–Eres un tonto. ––Negué con la cabeza y me sonrió.

–Ah, creo que lo soy. ––Actuó adorable para mí y volví a morderme el labio inferior.––¿Te he dicho que amo cuando haces eso con tu rostro?

–¿Qué cosa? ––Hice una mueca.

–Morder tu labio mientras sonríes, amo verte con esa expresión.

–Oh. ––Subí las cejas sorprendida. –¿Te parece y? ––Entrecerré los ojos juguetonamente y le robé una risa grave.

–Bastante, debo decir. ––Admitió y acarició con su pulgar el dorso de mi mano.

Guardé silencio y me limité a detallar sus acciones sobre mi piel, cuando los pedidos llegaron desperté de mi pequeña fantasía mental.

–Ah… ¿disculpe? ––Donghae arrugó la cara después de ver el plato sobre la mesa. –No ordenamos esto.

Yo me contraje entera y llevé una mirada al delicioso helado que había llegado a nuestra mesa, sentí que mi boca se había hecho agua con solo mirarlo.

–Oh, ese postre se lo han enviado de esa mesa. ––La camarera señaló a mi lado y fue entonces cuando mis ojos se encontraron con los de una chica que aparentemente no dejaba de mirarme. Arrugué la cara.

–¿Quién es ella? ––Pregunté y me estremecí entera cuando guiñó un ojo para mí.

¿Qué diablos?

–¿La conoces? ––Donghae me preguntó y me sacudí.

–¡No! Definitivamente no. ––Negué repetidas veces con la cabeza y volví mis ojos a la morena aquella.

‘Disfrútalo’ Leí sus labios a la corta distancia y tragué saliva.

–Eh, disculpa. ––Levanté la voz un poco. –¿Te conozco?

–No lo sé. ––Dijo ella y acomodó su barbilla sobre su mano. –¿Me conoces?

–Ehm. ––Fruncí los labios y volví la vista al desconcertado rostro de Donghae. –No, me parece que no. ––Respondí.

–Aun así, cómelo. ––Habló haciendo un gesto hacia el helado y yo me tensé entera.

–No, lo siento… No puedo aceptarlo.

–Pues que pena, ya lo he pagado. ––Subió los hombros, su actitud pedante me molestó un poco.

–Pues lo siento. ––Arrastré el plato lejos de mi sobre la mesa y entonces se levantó de golpe erizándome todos los pelos del cuerpo.

Llevé mis orbes hasta ella y allí le reconocí.

–¿Yuri? ––Hice una mueca.

–Ah, entonces si me conoces. ––Ladeó una sonrisa.

–¿Qué está pasando acá? ––Donghae se levantó y yo fui la siguiente en unirme a ellos. Yuri ignoró por completo a mi acompañante y yo temblé aterrorizada de lo que estaba pasando.

–¿Si la conoces, entonces? ––Me preguntó él llevando su pesada mirada hacia mí.

–S…Si, bueno… No.

–¿No? ––Se cruzó de brazos.

–Estudia en DaeJeon, pero nunca antes habíamos hablado.

–Eso, bonita. Es mi culpa. ––Habló ella y tomó atrevidamente mi mano derecha subiéndola hasta su rostro para besarla como si se tratara de los 60. –Debí haberte hablado antes.

–Ehw. ––Hice otra mueca y aparté mi mano con sutileza.

–Eh, ¿Disculpa? ––Donghae se aclaró la garganta y yo me puse fría. –Estamos teniendo una cita aquí.

Los ojos de Yuri viajaron hasta su rostro y pareció sorprendida de repente.

–Oh, ¿Podrías traernos un poco de agua?––Preguntó con su característico tono superior.

–¿Disculpe? ––Donghae hizo una mueca.

–¿No escuchas bien?

–Sí, escuché perfecto, pero no trabajo aquí.

–¿Ah no? Es que con esa ropa creí que eras mesero.

El color cayó de mi rostro y sentí una vergüenza indescriptible.

–Soy Su novio. ––Hizo un gesto hacia mí y sonreí internamente por la seriedad de su tono. 

–Claro. ––Ella pareció ignorarle de nuevo y yo me congelé cuando sus ojos me observaron. –¿Entonces? ¿Me dirás tu nombre?

–No. ––Intervino Donghae colocándose en medio de ambas rodeándome la cintura.

–Disculpen ¿Pasa algo? ––Se aproximó aquella camarera.

–Sí, esta señorita está molestándonos. ––Donghae apretó mi cadera y yo tragué saliva. Los ojos de Yuri seguían fijos sobre mí. Me sentí terriblemente acosada.

–¿Eso es cierto? ––La camarera le dedicó una mirada a Yuri quien sonrió con sus ojos pareciendo inocente de repente.

–Si por saludar y ser amigable consid