The One (FanFic) Capitulo 23: ¿QUÉ SUCEDIÓ?

POV | Taeyeon

Luego de que la clase de Geometría finalmente acabó, arrastré mis pies a lo largo del pasillo sin muchas ansias de cambiar a Matemáticas. Cuando estuve a punto de ingresar al salón mis ojos se encontraron con los de una fémina al final del pasillo, ésta me sonrió ladinamente y entonces mordí mis labios.

¿Mi señal?

Pensé y le lancé una mirada al interior del salón dudosa de tomar alguna decisión. Cuando volví mis ojos hacia aquella chica, solo pude notar como su cabello desaparecía cruzando el pasillo.

–¿A dónde fuiste? ––Entrecerré los ojos y di un par de pasos hasta el final. Cuando giré mi rostro aquella mujer se encontraba recostada de la pared jugueteando con las puntas de su cabello. Me lanzó una mirada de repente y en mi pelvis se concentró una especie de corriente eléctrica que solo generó que mis pies avanzaran más de prisa hasta tenerla frente a mí.

–Hola. ––Me saludó levantando una ceja y entonces ladee una sonrisa.

–Hola. ––Acabé diciendo acorralándole con mis brazos a mitad del vacío pasillo.

Cuando parpadee por tercera vez aquellos labios me devoraban la carne del cuello mientras mis manos le apretaban los glúteos haciéndola comprimirse entera. Ella jadeó contra mi oído y entonces la posé sobre el escritorio de uno de los salones al cual habíamos ingresado casi arrancándonos la ropa. Le separé las piernas y aparté con mis dedos su ropa interior hacia un lado para poder introducir dos de ellos en su húmeda cavidad. Allí fue cuando logró soltar un gemido conciso justo al ras de mis labios.

–Joder… ––Cerró los ojos y yo continué.

Ella se aferró a mí y contrajo nuevamente su cadera mientras mis labios le besaban la mandíbula una vez su cabeza se dejó caer hacia su espalda. Con mi otra mano liberé uno de sus senos estirándole bruscamente la blusa hacia abajo y volvió a gemir cuando mis labios hicieron contacto con su pezón.

–E-Espera… ––Apenas pudo hablar y entonces llevé mis ojos hasta su rostro.

–¿Qué pasa? ––Calmé mi respiración tales instantes y nos observamos unos segundos.

–N-Nada… Continua. ––Tomó mi nuca y la bajó bruscamente hasta su cuello donde continué palpando con mi lengua la dulzura de su piel.

–Uh-Uhm. ––Alguien aclaró su garganta y ambas saltamos en nuestros lugares con la repentina presencia que había ingresado al salón.

–¡Mierda! ––La fémina frente a mi me apartó de un empujón y se levantó la blusa para cubrirse mientras ajustaba su falda.

–Lamento interrumpir. ––El profesor de Historia se ajustó la corbata pisoteando lentamente hasta mi.

–Hola. ––Saludé como si nada estuviese pasando.

–Fuera. ––Dijo y entonces caminé sin apuro hasta salir del salón.

Que delicado.

Negué con mi cabeza mientras me peinaba el cabello con los dedos y buscaba a la chica en el pasillo.

–¡Hey! ––Le llamé y entonces detuvo sus pies a distancia. Corrí un poco y me sonrió de lado estampándome un beso en los labios.

–Conozco un salón vacio a estas horas… Pero está en la torre ciencias. ––Jugueteó con mi blusa y me mordí los labios.

–Suena tentador. ––Compartimos lascivas miradas y me dejé llevar.

POV | Tiffany

Cuando el timbre que despedía al segundo bloque sonó, me levanté con curiosas ansias de llegar a la cafetería pronto.

–Oh, ¿Srta. Hwang? ––Escuché la voz de la docente llamarme antes de salir del aula.

–¿Si?

–Disculpe que la ocupe, pero acabo de darme cuenta que dejé un libro en laboratorio III ¿Podría…?

Ash.

Me contuve en girar los ojos y terminé asintiendo.

–Claro, lo obtendré para usted. ––Dije.

–Gracias, encuéntrame en el salón de docentes. ––Desapareció en el pasillo y yo chisté arrastrando los pies hasta la 3era planta en busca de Laboratorio III.

Genial, lo que me faltaba… Perderme horas de la cafetería por no apresurarme en salir de un salón.

Iba asomando mi rostro por cada uno de los cristales en las puertas de aquellos salones y sonreí al toparme con mi destino.

Laboratorio III. Empujé la puerta y divisé el escritorio vagamente vacio con el único libro de texto posado encima.

¡Bingo!

Le tomé y regresé hasta la puerta para salir. Una vez afuera me dispuse a continuar por el pasillo cuando uno de los salones a mi espalda se abrió. Mi curiosa mirada viajó en dirección al ruido y se topó con dos siluetas abandonando un salón.

Una de ellas corrió acomodándose la ropa y la segunda hizo contacto visual conmigo. Allí le reconocí.

–¿Taeyeon? ––Arrugué la frente. –¿Qué haces aquí?

–Nada. ––La bajita me respondió siguiendo con la mirada a la apresurada muchacha que me pasó por el lado.

–¿Nada? ––Me crucé de brazos y le escanee muy de prisa. Su cabello estaba desordenado y llevaba toda la ropa arrugada.

Oh, mierda.

–¡Taeyeon! ––Levanté la voz.

–¿Qué te pasa?

–¡¿Estabas follando?!

–¿Uh? ––Hizo una mueca.

–Esto es increíble… ¡Increíble!

–¿Qué tiene? ––Se cruzó de brazos.

–¿Qué tiene? ¡Es en serio! ¿Sabes si acaso el nombre de esa chica?

–Claro que sí.

–¿Ah sí? ¿Cómo se llama? ––Pisotee con mi tacón repetidas veces contra el suelo.

–Ahm. Sofía.

–Si claro, acabas de inventarlo.

–¡Bueno ya! No sé su nombre, ¿Y? ––Se dispuso a avanzar y en eso una voz en mi cabeza me alteró de repente.

‘¡Detenla!’

–¡Ah! ––Chillé.

–¿Qué tienes? ––Volvió su vista a mí de repente.

‘¡Tranquila, tranquila! ¡Soy yo! ¡Sunny!’

–A-Ah. Nada. ––Me paralicé.

–¿Estás segura? ––Taeyeon dio un paso hacia mí con una repentina expresión preocupada.

‘Dile algo, ¡Tonta!’

–Estoy bien, en serio. ––Calmé mis palabras y logré sonar prolija.

–De acuerdo. ––Me observó extrañada.

‘¡Toma su mano! ¡No la dejes ir!’

Taeyeon quiso seguir pero un impulso me hizo tomarle la muñeca.

 –Espera. ––Dije.

‘¡Bien! Ahora dile que luce bien’

Arrugué la frente.

 –Ah… Luces bien.

–Oh. ¿Gracias? ––La bajita ladeó el rostro. –¿Estás segura que estás bien?

‘Estaría mejor si nos besamos’

–A-Ah… Sí, estoy bien. ––Vacilé.

–Okaay. ¿Puedes soltarme ahora? Nos perdemos la hora de comer. ––Taeyeon hizo un gesto para volver a irse.

‘¡No!’

La retuve de nuevo jalándole la muñeca.

‘¡Bésala!’

¡Que!

–A-Ah…

–¿Tiffany?

‘¡Tiffany, Bésala!’

–¿Estás bien? ––Taeyeon volvió a dedicarme esa consternada expresión y yo tragué saliva con la garganta enteramente seca, mis pies no funcionaron. Mi boca se tambaleó y entonces una voz alterna liberó mis nervios.

–¡Estudiantes! ¡A la cafetería! ––Un docente apareció de la nada y solté el agarre de Taeyeon.

–Ya escuchaste, ¡Vamos! ––Me dijo y asentí bajando la mirada hasta mis pies.

‘¡Estúpida!’

Caminamos en completo silencio y sentí un impulso increíble de arrancarme ese aparato del oído. Sunny me ponía la piel de punta con tanto regaño, no podía concentrarme en lo absoluto con tantas órdenes.

‘¡Toma su mano mientras caminan!’

De nuevo ese impulso a obedecer llevó la mirada de Taeyeon a mi cara.

–¿Ahora qué tienes? ––Preguntó por mi repentino agarre mientras salíamos de la torre rumbo a la cafetería.

–Nada. ––Vacilé.

–No, hablo en serio. ¿Por qué tomas mi mano?

‘¿Te molesta que lo haga?’

–Ah. ¿Te molesta? ––Le miré con detalle con la boca entre abierta y ella dudó.

–Pues, no… Solo me parece extraño.

‘Me gusta tomar tu mano’

–Ah pues… Es solo que sentí que me caería al bajar los escalones, eso es todo.

‘¡Tiffany!’

–Claro. ––Se liberó y avanzó delante de mí.

‘Aquí va otro intento, ¡No lo arruines, Joder!’

Tragué saliva y le seguí los pasos a la más alta.

‘Vayamos a la noche de películas hoy.’

–Ah. ¿Taeyeon? ––Me detuve.

–¿Qué pasa, Tiffany?

–Pues… Ahm. ¿Por qué no vemos una película hoy? ––Dije sin verla pisando el borde del colapso.

–¿Te refieres al evento de esta noche? ¿El que harán los estudiantes de Dirección en el campus? ––Avanzó hacia mí.

–Sí, si… Eso. ––Asentí y subí tímidamente mis ojos hasta ella.

‘¡Coquetea!’

Acomodé un mechón de cabello tras mi oído y entonces Taeyeon entrecerró los ojos.

–Okay, pues… Podemos ir todos juntos.

‘¡No! ¡Tú y yo!’

–No, pues… Pensaba que quizás podríamos ir solas… Ya sabes, el trato. ––Tragué saliva.

–Okaay. ––Arrugó la cara. –Pero pensaba en invitar a Juniel.

Oh no, otra vez ese remolino en mi estomago.

‘¿Quién? ¡No! Dile que no!’

–¡No! Ella estará ocupada, me envió un mensaje de que tiene una prueba mañana. En verdad.

–¿Ah sí? ––Se cruzó de brazos.

–Sí, estará estudiando toda la tarde.

–Sabes que eres pésima para mentir. ––Dio un paso hacia mí y acortó la poca distancia que tenían nuestros cuerpos.

–N-