BLANCO Y NEGRO
THE ONE ( Version TaeNy)The One (FanFic) Capitulo 24: BLANCO Y NEGRO
HOLA LECTORES!!! PASO PARA DECIRLES QUE MUCHAS GRACIAS POR LOS BUENOS COMENTARIOS A ESTE FANFIC, ME ALEGRA QUE LES GUSTE. TAMBIEN ES PARA IMFORMARLES QUE YA ESTA EL PRIMER CAPIRULO DE AFTER 3.
UNA VEZ MAS GRACIAS POR LEER. HASTA EL PROXIMO CAPITULO
POV | Tiffany
Pasé la noche en vela, no pude siquiera pretender dormir. Mis ojos estaban casi adheridos a la pared y así se quedaron. Sentía la respiración de Taeyeon en mi nuca. Sonaba distinta, como si se encontrara en un extraño estado de paz.
Todo en mi mente daba vueltas, el momento, las palabras, las sensaciones. Me estaba quebrando. Pensaba en mi madre, en mi hermana, pensaba incluso en lo que mis amigos pensarían. Pensé tanto, que me sentí agotada. Sin embargo no pude dormir.
Cuando dieron las 6AM me escabullí intentando escapar de los brazos de Taeyeon y le dediqué una mirada desde el pie de la cama cubriéndome los labios. Mis ojos se cristalizaron y un nudo subió por mi garganta.
¿Qué estás haciendo?
Me contraje y tomé un abrigo vistiéndome muy de prisa para salir a clases. No quería verla, no quería verla nunca más.
Era muy temprano. Mis horas no empezarían sino hasta las 8AM pero sabía que si no me iba del cuarto, me toparía con una nueva realidad dibujada en el rostro de Taeyeon.
¿Por qué me besó?
¿Por qué así?
¿Por qué en ese instante?
¿Por qué la besé de vuelta?
Estaba hecha un desastre.
Cerré con fuerza mis ojos y presioné mis cejas abrazándome las piernas desde lo alto de las gradas del campus. Muy dentro del pecho supe que esa sería la última vez cerca de Taeyeon.
POV | Taeyeon
Cuando abrí mis ojos esa mañana había algo distinto en mí. Y no hablaba solo de algo externo, era algo interno, muy interno.
–¿Tiffany? ––Arrugué la frente al no verla junto a mí y luego lancé una mirada al reloj en la pared.
¿7AM? ¿A dónde fue?
Me estiré y respiré profundo el aroma que había dejado en la almohada. Todos mis recuerdos de la noche anterior pasaron frente a mí como si se hubiese tratado de un sueño. Pero no había sido así, si me concentraba un poco más estaba segura que podría sentir su aliento sobre mis labios de nuevo. Me sentía increíblemente feliz. Era como si ese beso me hubiera arrancado del pecho toda preocupación e ira.
Me alisté a una velocidad casi inhumana y salí de la habitación a paso rápido deseosa de llegar a la torre ciencias para verla. Moría por verla.
Vagué sin suerte y tras lanzarle una mirada a mi reloj me di por vencida dirigiéndome a mi primera clase.
*
Tuve una energía única todo el día.
–¡Wow! ¿Tuviste o ayer? ––Heechul me codeó a lo largo del pasillo mientras salíamos para ir a la cafetería, Yo sonreí de lado.
–No, nada de o. ––Dije.
Era curioso porque yo sentía lo brillante de mi rostro, y era la primera vez que ese brillo no era causa de un o.
–Pues deberías soltarlo, luces distinta. ––Volvió a codearme una vez abandonamos la facultad y negué.
–No es nada, la verdad solo me siento bien este día.
–No te vi más anoche en el festival de cine, la peli estuvo excelente.
–Por favor. ––Hice una mueca. –Como si realmente hubieses visto algo de la película.
–¡Lo hice!
–¿Con Hangeng a tu lado? Difícil de creer.
–No me toques las bolas, Taeng. Ni que fuéramos un par de adolescentes que solo quieren follar. ––Hubo un silencio.
–¡Bah! ––Ambos comenzamos a reír por tal comentario y avanzamos hasta la cafetería donde ocupamos nuestra mesa.
No entendía porque mis tan ansiosas ganas de verla me estremecían así el pecho, mis ojos no dejaban de vigilar la entrada. Jessica ingresó y Sunny también pero no había ni un rastro de Tiffany.
–¿Dónde está ella? ––Pregunté.
–¿Tiffany? No la he visto. ––Me respondió Jessica. –Pensé que estarías enojada con nosotras.
–Eso no suena mucho a algo que yo haría. ––Comenté y me dedicó una sonrisa.
–Lamento haberme involucrado, Sunny perdió la cabeza y nos contagió a todas.
–¡Oye! ––Chistó ella y yo negué con el rostro.
–Déjenlo, en verdad. ––Volví a asomar el rostro a la entrada. –Saben que no suelo tomarme nada muy a pecho, supero las cosas a una velocidad increíble.
Supongo que no vendrá.
Exhalé.
–Conociéndola, ni se aparecerá por acá. Debe estar muriendo de vergüenza. ––Habló Sunny.
–¿Por qué? ––Me contraje.
–Pues… Ella es así. ¿Qué pasó después de que nos fuimos? ––Me dedicó una curiosa mirada y yo negué con la cabeza una vez más.
–Nada, discutimos y luego nos quedamos dormidas. ––Intenté repetirme eso varias veces buscando creérmelo.
La hora de comer culminó más rápido de lo que imaginé, y el estomago se me revolvió entero.
¿Dónde estás? ¿Por qué me estas evadiendo?
¿Estará enojada? Pero… ¿Por qué?
No iba a calmarme hasta aclarar todas mis preguntas. Así que una vez culminé mis clases corrí a la torre ciencias y me dispuse a esperarla.
Dieron las 6PM y todo se dispersó. Allí la preocupación me sacudió el pecho.
¿Y si algo le sucedió?
¿Y si le secuestraron?
¿Y si va en un contenedor rumbo a india?
¡Jodida madre!
¿Por qué no responde ninguno de mis mensajes?
¡Maldita sea!
Suspiré pesado cuando me sentí al borde de la desesperación y me levanté rumbo a la torre A cuando unas pisadas a mi espalda me hicieron girar la cabeza. Allí venía Tiffany apretándole el brazo a Siwon. Me contraje entera con una desconcertada expresión.
–Se puede saber ¿Dónde has estado todo el día? ––Me crucé de brazos.
–Hola, Taeyeon. ––El alto me saludó robándole el tiempo para hablar y le lancé una fulminante mirada como si fuese una cucaracha.
–Estuve con Siwon. ––Por fin habló la peliroja y volví mis ojos a ella.
–¿No pudiste responderme eso por algún mensaje?
–Ah ver, Taeyeon. Que yo sepa no eres mi madre. ––Su voz cambió y la adrenalina se acumuló en mis manos.
–Es cierto, Taeng. Relájate… Solo estuvimos compartiendo apuntes, es todo.
–Tú cállate, imbécil. ––Sentí la sangre hervirme. –Y no te atrevas a llamarme ‘Taeng' de nuevo o te sacaré todos tus asquerosos dientes.
–¡Basta! ––Se quejó Tiffany y la sentí apretarle el brazo a muñequito de torta tirando de éste para irse.
–Nos vemos, Taeyeon. ––Siwon volvió a hablar y sobre pasé el límite del auto control.
–¡Tiffany! ––Exclamé congelándola en su lugar.
–Taeyeon, déjame sola. ––Dijo dándome la espalda y entonces tragué saliva.
¿Ahora qué? ¿Perdió la memoria de nuevo?
Ejercí presión en mis puños y me quedé luchando con mis demonios mientras la veía partir.
–Okay, necesito un estúpido trago. ––Pisotee.
*
Luego de vagar por el campus creyendo que eso aclararía mis ideas decidí regresar a la habitación con la esperanza de encontrarme con Tiffany e intentar hablar de nuevo. Sin un ‘Siwon’ dentro del paquete. Cuando tomé la perilla de la puerta me topé con el rostro de Tiffany de frente.
–¿Vas a alguna parte? ––Pregunté.
–Apártate.
–No. ––Cerré la puerta a mis espaldas y me crucé de brazos impidiéndole la salida.
–¡Taeyeon!
–¿Qué diablos pasa contigo? ¿Se puede saber porque me estas evitando?
–Te dije que te movieras. ––Me observó como si le debiera dinero.
–¿Podrías por favor dejar de ser tan estúpidamente infantil?
–¿Podrías ¡Tu! Por favor dejar de tocarme los cojones?
–¡Hablemos! ¡Maldita sea!
–¡No! ¡Quiero salir!
–¡¿Con el imbécil ese?!
–¡No es un imbécil! ¡Tú lo eres!
–¡¿Disculpa?!
–¡Muévete! ––Me dio un empujón y mi espalda chocó contra la puerta. Aquello me hizo callar por varios segundos. Relamí mis labios y le lancé una mirada.
–Me vas a decir que te pasa… Y me lo dirás ahora.
–No me pasa nada, quiero que te quites. ––Controló su tono respirando como si hubiese corrido por horas.
–No.
–Taeyeon.
–Es por lo de anoche. ¿No? ––El color de su rostro despareció.
–No es por eso. ––Desvió su mirada.
–De eso se trata, ahora no quieres verme porque nos besamos.
–Cállate. ––Dijo entre dientes.
–No seas tonta, Tiffany por favor. Solo quiero asegurarme de que las cosas estarán bien entre nosotr…
–Te diré una cosa, Taeyeon. ––No pude finalizar. –Lo que pasó anoche fue un completo error. ¿Me escuchas bien? Y no va a repetirse. Nunca, jamás. No hablaremos de eso, no pensaremos en eso. Simplemente nunca pasó. ¿Te ha quedado claro?
Por ese instante no supe que decir, un incontrolable remolino subía por mi garganta pero ninguna de aquellas palabras eran apropiadas para el momento. Me tragué esa molesta sensación y terminé diciendo cualquier tontería.
–Así que es cierto, estás enojada.
–¿Te ha quedado claro? ––Recalcó sus últimas palabras sonando inestable y ansiosa.
–Sí. ––Soné obligada.
–Excelente, ¡Muévete! ––Quiso apartarme y le tomé ambos brazos con fuerza. –¡Suéltame!
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