Capítulo; 6.

Empezó como una broma, terminó a un rechazo.

El día ha de ser muy tranquilo, con los insecto merodeando encima de las hojas de las plantas detrás de la universidad, mi lugar favorito, el jardín.

El jardín de la universidad no tiene un nombre especifico, pero si un lugar permanente. Un lugar permanente en mi ser.

Siempre me ha encantado los jardines, y el que se encuentra ubicado en la universidad, es mi favorito de todos ellos.

No me gusta ir mucho al parque, es muy ruidoso, y con muchos niños dañando los tallos las plantas.

Es desesperante mirar a esos niños maltratando una planta que no le ha hecho, mínimo, algo.

Evito ir a esos lugares, seguido de encontrarme con un niño por ahí en las calles. Algunos niños no le hacen caso a sus padres, y es a veces divertido como ellos le llevan la contraria a sus padres, pero luego me siento apenada, porque no es un juego.

— Chaeyeon-ssi, ¿en qué piensas tanto?. ¿En algo más interesante que yo? ¿eh?.

Sakura se remueve un poco dentro de mi cama. Toda la noche su cuerpo es como si estuviese bailando hip hop, se mueve demasiado, y despierta, con su cabello en el mismo orden, algo extraño. Sin pasar desapercibido que babucea mucho de madrugada, habla de noche, y no se le logra entender el idioma en que habla, cualidades de que tu amiga sea extranjera, supongo.

Olvidé decir, Sakura pasó toda la noche a mi lado. Y no quiero sonar, de una manera mórbida, no. No a mi lado, media noche en sí.

Cancelamos la película, dejamos en claro que la veríamos en otra ocasión, era un poco tarde, y luego tendríamos que prepararnos para ir a la universidad el día siguiente—no teníamos clases, olvidamos ese detalle.—, guardamos nuestras laptos,  apagamos el foco, y ya con la pijama ya puesta, fuimos directo a nuestras camas. Cada una llegó a su respectivas camas, pero cuando me voltée, le di la espalda a Sakura, sentí un pequeño peso en el suave colchón de mi cama...y pues, así fue como terminó pasando la noche Sakura-chan a mi lado, en mi cama, junto a ella. Con una excusa de "Chaeyeon-ssi, tengo frío, ¿me puedo acostar contigo?" , y mi cara, mostrando una clara expresión—que no se podría ver con la oscuridad de la habitación— de confusión, y caos—mi cabello andaba en todos lados de mi cara— pero logré asentir, y ella lo captó, y se acostó. 

Apegándose a mí, como un koala, y como me encontraba dando la espalda hacía el ángulo de su cama, sus pechos, su abdomen, y sus brazos, se impactaban, suavemente, en mi espalda, por detrás.

Sakura-chan como es un poco pegajosa, mantuvo colocando varias veces, sus brazos encima de mi pecho y yo me mantenía alejándolos.

En la madrugada me desperté, cuando sentí su mano que entraba, perezosamente, en el lugar en donde estarían mis senos, no sé como, pero su mano se encontraba encima de mis senos.

No masajeando, o algo a reflejado al estilo, no, solo encima de ellos, su mano se encontraba tocando la superficie de mis senos, libremente, y de una manera perezosa. Tal vez ella no lo notó, poque estaría profundamente dormida, pero, lamento, que yo sí lo haya notado, hmm.

Nadie me había llegado tocar ahí. 

Hasta que ella lo hizo.

Seguro andaba dormida, alejé su mano de esa zona, y como mis ojos seguían sorprendidos por sentir su tacto ahí, me alejé un poco del colchón, no un poco, me seguí alejando, porque ella se adueñaba de cada espacio de mi cama, sin darme cuenta, impacté con el suelo.

Me caí de la cama, Sakura ni se inmutó, seguía dormida, con su sueño pesado de ponys magicos, ni siquiera notó cuando me desperté en el frío suelo de nuestra habitación. Terminé de dormir en el suelo, realmente andaba cansada, y más, mis músculos, al recibir el doloroso golpe del suelo, me quedé ahí, pasando en silencio el duradero dolor cuando mi antebrazo, y mi codo, recibió, el suelo como despertador, pero está vez, en un autentico silencio duradero. 

Recibiendo ese golpe feo del codo, un calambre.

Dolió demasiado, sin embargo, lo aguanté en silencio.

— ¿No te vas a levantar? ¿Quieres que te levante con un beso? Ya sabes...como Blancanieves, ese color de cabello te sienta genial, como para ser una princesa.

Sakura descansa su cabeza en mi almohada, lo que era de mi almohada, mirando en mi dirección, abajo.

No me es de extrañar que me compare con alguna princesa de cuentos de hadas, con mi color de cabello claro.

— Solo sé que no quiero un beso tuyo para levantarme. Sería asqueroso.

No miro hacía ella está vez, mi mirada se encuentra en el techo de la habitación, que por cierto, es de un color muy lindo. Me doy cuenta de eso hasta ahora.

— Te caíste, soñando que me besaba muy bien, seguro que ha de estar ahí tirada en el suelo. ¿No es así?.

¿Sakura arrogante? Esto debe ser una broma. Su tono de voz la delata, esconde una pequeña risa, muy delatadora de su parte.

— Lo que quieras, somos al final chicas, ¿eso no estaría mal? Digo, para las personas cercanas a nosotras.

Sigo con mi mirada en el techo, mi cuerpo se acopla con la temperatura tibia del piso, ya había dejado de ser frío.

— A tí es a quien quiero besar suavemente, no a esas personas que dices que somos cercanas a ellas.— Sigue estando Sakura en su modo extraño. De alguna manera, su tono de voz sonó serio. No es de esperarse que cambie su rareza, a la normalidad.

¿De verdad está tomándome el pelo, o actuando? De ser así, la actuación le queda de maravilla .Enhorabuena, Sakura, te has ganado un Oscar por tu buena, y pulcra actuación pátetica, hmm.

Sakura-chan no ha sido de tomarme mucho el pelo en nuestra relación, no bromeamos tanto, pero...está vez lo hace de una manera tan realista, en donde refleja que habla tan serio, como sus estadías por acá.

— ¿Me estás tomando el pelo, verdad? ¿Es una broma, Sakura? ¿no?. 

Volteo mi rostro hacía ella, con un claro ceño fruncido, que ella lo percibe al instante, levantándome del suelo, y a la vez sacudiendo mi pijama, se había llenado un poco de polvo del suelo.

¡Cuanta suciedad hay en esté piso, y Sakura perdiendo el tiempo en está conversación sin rumbos!.

—Olvídalo. Siempre cuando dices "Sakura", es que estás de humor serio, y casi nunca tomas lo que te digo realmente en serio, sólo...olvídalo. 

Se acomodó en mi cama muy bien, para luego darme la espalda, parecía enojada.

— Pareces una incógnita perfecta para resolver...pero, yo no puedo hacerlo, Sakura.

Con un nudo en mi garganta, y con unas ganas de querer olvidar lo que empezó, como broma, terminó a lo serio, y con un rechazo intermedio, caminé hacía nuestro baño. Ayer en la noche recordé que no teníamos clases, y me aterra un poco...estar al lado de Sakura, en nuestras habitaciones juntas, y no ser frente a todo esto imprevisto.

Con un silencio incomodo adornando nuestra habitación, respiraciones calmadas, y en silencio. Eso sería en serio incómodo.

Me siento ahora mismo como una cobarde, en dejar así a Sakura, con el corazón palpitando de una manera común a de antes, entro al baño.

Solo es un momento pasajero...o me obligo a verlo así.

No, solo es un momento pasajero, en dónde yo me siento atraída un poco hacía ella, y a la vez no. No lo confirmo así.

Somos chicas, Sakura le gusta los chicos...o...nunca he visto que ha salido con uno, esto es extraño, pero no quiero dar frente a todo esto, por ahora. Sakura es muy reservada respecto a su vida privada, e introvertida en si misma.

Sakura me pidió olvidar todo esto...que lo hiciese pasar desapercibido, y así será.

Tengo que controlar mi ganas de querer besarla,por ahora, somos chicas, y no quiero arruinar nuestra amistad de muchos años por ello.

Solo por una petición de ella, de que la bese, así no será.

Lo siento, Sakura, pero no es el momento, hoy, y nunca. No te besaré, y mantendré esa promesa a pie, espero no fallar en el intento.