Capítulo; 21.

Por una relación más que amigas.

Sakura es una chica, y eso jamás cambiará, jamás podríamos estar juntas, y jamás nuestras familias  nos aceptarían... En una relación más que amigas, claro.

Porque es ella a quien yo quiero dentro de mi vida.

Esto verdaderamente es agotador el solo pensarlo así.

¿Y qué más da si no lo podremos ser? Acabo es realmente difícil estando rodeadas de personas que simplemente están más que adaptados a ver una pareja romántica, de un chico, y una chica, y verdaderamente pensándolo...eso aburriría un poco para mí.

El solo pensar que Sakura estaría con alguien más, cuando se canse de mis tonterías, y mi mal actitud desagradable a veces con ella, ahí la veré tomada de la mano con otro chico, con un chico, y un verdadero oppa.

Es de egoísta simplemente pensar que la persona que te hace sentir más que alguien normal en la vida, no la quieres ver "feliz", al lado de alguien que si la haría la persona más alegre, y eufórica del universo. Justamente lo que me sucede. No quiero que Sakura esté junto con alguien más cuando vea que yo no valgo la pena como pareja. Ella merece todo lo que yo no le puedo dar, como un chico, y justamente soy yo, un nada para ella.

Siendo una chica, ¿qué podría yo darle a Sakura-tan, que también ella es una chica? ¿amor? ¿De dónde jolines ha salido eso? Si Sakura es el sinónimo de amor, y pureza petrificado en persona, ah.

-Jjayeon, di "ahhh".

Salgo de la profundidad de mis pensamientos, para visualizar como una cucharilla llena hasta el fondo de ella, de frutas, específicamente, de fresas.

Mi inclino hacia adelante mejor para ver la cucharilla que está enfrente de mi nariz, de mi cara, y veo como trozos de fresas forman una cierta forma pequeña en la cucharilla de un corazón. La mano de la propietaria que ahora mismo está enfrente de mí, y haciendo ruidos con su boca, un poco... Raros en mi opinión, parecen ruidos de la bocina de un auto, pero tiernos. Algo así.

-Chuu, chuu~

Es Sakura, imitando la bocina de un auto, o avión, o lo que sea que fuese eso, pero lo hace suavemente tierno.

-Esperando que mi tontita oppa abra la boca-informa divertidamente- Las frutas se enfriarán... Y no llegará-ríe ligeramente un poco, haciendo temblar con su brazo un poco la cucharilla que se haya expuesta en mí al frente de mi nariz.

Me regresó para atrás, y me acomodo bien en mi silla, nos hallamos en la cafetería, ya ahora hay muchas personas que tiene sus ojos posados en Sakura, lo normal, y me molesta un poco la mirada de ellos sobre nosotras, es un poco vergonzoso. Lo inusual es que un cierto chico pelirrojo no se haya con su mirada estar encima de Sakura, y sus perfecciones.

No es porque me interese el chico pelirrojo nuevo, ¡en lo absoluto, y es lo menos que hace! Pero ahora mismo está usando audífonos notorios, y su peculiar manera de vestir que lo caracterizó hace unos instantes para mis ojos, él ahora está haciendo una corta fila que logro asegurar que es para obtener un poco de zumo de manzanas.

Sakura sigue con su mano expuesta en el aire, una sonrisa no se haya de esperar en sus labios, ella está esperando que mis labios se elevasen hacia arriba, y le diese permiso de depositar suavemente su "apreciada", carga en mi boca. La mesa que nos separa no es de mucha distancia que digamos, es más, si la mesa fuese un poco ancha, creo que Sakura no me hubiese besado hace una casi media hora atrás, cuando no había estudiantes, capaz, si se presentase por aquí el rector de la universidad, a ella misma ni le haría un hallazgo instantáneo en su mirada para ver si tendría temor, y claramente no lo tendría, es más, creo que su mano estaría en ese mismo instante bajo la mesa...acariciando con cierta lentitud la mía, y haciendo a la vez que mis piernas se tensen.

Frunzo el ceño-Son frutas, Sakura-tan. ¿Cómo podrían enfriarse cuando claramente están fría? -me oigo decir, en un tema claro que refleja la confusión. ¡Es verdad, son frutas!

Sakura se mueve un poco en su silla, creo que le está cansando un poco tener la mano sostenida en el aire por mucho tiempo, sin embargo su sonrisa no desaparece al emitir sus siguientes palabras.

-¡No dañes los momentos, Jjayeon-chan! -me "regaña", en un tono de voz bajo, y dulce para mis oídos, y su peculiar manera que ella tiene de no perder su sonrisa que la caracteriza siempre.

Suspiro derrotada, ¿acaso ella no sabe que todas sus acciones perfectas me sumergen a un estado de lo que se llamaría "enamorada"? Me siento justamente así cuando estoy junto a ella, no sé que es el amor, no he estado en una relación antes, y menos aún, no sé que es enamorarse, sin embargo se me haría ilusión intentar averiguarlo a su lado.

Aprieto mis labios, negándome mentalmente que ella no hará darme de comer sus tontas frutas en forma de corazon, aunque mi subconsciente interior me diga que abra mis labios, y si es posible, también mi  razonamiento mental para que reciba de su amor, el amor que emana Sakura cada vez que se lo propone alcanzar.

Dejo de escapar un suspiro de nuevo, ella es tan perfecta para mi salud mental, y mi corazón, que no puedo dejar de suspirar, e idealizarla tanto. Haz de esperar que ahora mismo Sakura tendría una expresión en su rostro de confusión, ¿tantos suspiros en un solo día, ah? ¿Qué te ocurre hoy con Sakura-chan, Chaeyeon? ¿Porque de ahora tus suspiros van únicamente para ella?

-El pequeño tren  Chuu Chuu quiere entrar a tu boca, oppa~-dice Sakura, usando aegyo, pero un aegyo que haría derretir tu corazón, lástima que ya el mío está ya derretido por ello.

Tengo que mantenerme firme, y recta ante su presencia, Sakura no puede hacer que en una simple acción haga latir mi corazón que está más que acelerado, es tan injusto, y vergonzoso para mí.

Nego ligeramente con mi cabeza, cerrando mis ojos, y diciéndome "tonta", muchas veces dentro de mi mente por lo que tengo pensado en decirle, ya me imagino la decepción reflejada en sus ojos -Es una cuchara, Sakura-tan, no es un tren, y mucho menos una de tus ridiculeces que haces. Eso es lo que siempre haces, avergonzarme, y dejarme en ridículo frente a las personas -abro mis ojos, esperando que me llegue a más que odiar, y eso es justamente lo que anhelo en esté preciso momento, me encantaría que ella misma se diese cuenta que las veces que la he tratado mal, es sólo para que las cosas raras que hace en mí, deje de hacerlas, y protegerla de mí, y de las humillaciones de los chicos que se harían llamar "fanáticos", la viesen tomada de las manos conmigo, aunque claro, en mi interior me grita que no, porque no lo niego, me gusta que ella lo haga. Me gustan cuando me toman de la mano, y Sakura es la más que indicada para eso.

Visualizo como en mi chica tierna eso no le afecta, que sin embargo, mantiene una sonrisa en sus labios.

Ya de seguro haz de dolerle su brazo extendido en el aire, la cucharilla está esperando que mis labios se abran, para dar a paso

Sakura emite una ligera risa un poco contagiosa, sin embargo, me mantengo en un intento de firmeza. Con su brazo extendido enfrente de mí, con su mano estar tomando una cucharilla repleta de fresas en forma de corazón, la empuja en dirección a mi boca.

La zona metálica de la cucharilla choca suavemente con mis belfos, y me maldigo mentalmente por el lugar en que estamos, y porque no son los labios de Sakura quien no lo está haciendo.

Diablos, ¿qué son esos pensamientos tuyo, Chaeyeon? ¿Ah? Suelto un quejido de dolor al sentir como su píe, por debajo de la mesa, ha pateado dolorosamente mi espinilla, suelto otro gemido de dolor, y  siento como la cucharilla de Sakura, que también está llena de su preciosa, y perfecta saliva, y la que acabé de intercambiar con la mía, entra en mi boca. Siento como la saca al instante al dejar como los trozos de fresas se dispersa en la mi cavidad bucal, listo para empezar a masticar.

Me llevo las manos en dirección a mi rostro, intentando cubrir el leve color rojizo que me ha dejado, muy tarde, ya ella lo habría visto. Tomo un poco de oxígeno, y preparo algunas palabras un poco hirientes que le diría antes de alejar mis manos de mi rostro, suelto la respiración retenida, y alejo mis manos encima de mi rostro.

Termino de masticar a la vez, pensando en que nuevamente le diría, me apresuro a hablarle en un tono de voz bajo, y lo que fuese a una imitación de enojo.

-¡Eso fue muy vergonzoso, Sakura-chan!-articulo detenidamente en japonés, para que logre entender el grado de lío emocionales que me ha sumergudo, prosigo- Estamos en la cafetería de la universidad, y hay muchos chicos mirándote-le recuerdo, es verdad, muchas miradas están posadas en Sakura, no en mí, en únicamente a Sakura, sin vergüenza, u alguna que otro sentimiento asemejado a la dignidad, nada.

Sakura se remueve un poco en su silla, y conecta sus ojos con los míos, en un corto tiempo de mirada prolongada, y un poco duradera a la vez. Luego, su mirada ha de moverse en dirección al plato de frutas que se haya en su disposición, la cucharilla que habría estado encima de mi lengua, en mi boca, ella con su misma mano la lleva en dirección a su plato hondo de frutas, viéndola desde mi silla lo que está pensando tal vez hacer, es un poco extraño, tengo un poco de idea lo que hará, toma con la punta de su cuchara ciertos trozos de frutas que no logro recordar, y la lleva nuevamente en dirección a su boca, sus ojos se pasan a posarse en mí, dentro de esas pupilas se logra ver un reflejo de lujuria oculta.

Ella lo llevo su cuchara a su boca de una manera tan sensual, que me hizo sentir como mis brazos, y piernas se tensaban al instante.

¿Eso fue un beso indirecto mediante una cucharilla? ¿De esos lo que dice Chaewon?

Acabamos entonces de intercambiar saliva nuevamente mediante un beso indirecto. Siento como la mis labios se aprietan entre sí, ahogando un cierto quejido de frustración, con está chica no se puede lograr lo que quiero. Es verdaderamente frustrante.

Los ojos de Sakura sobre los míos se ajustan perfectamente en una sincronía. hasta llegar haber una cierta aura de silencio entre nosotras dos, algo que normalmente no pasa, sobre nuestra mesa. Solo haz de estar nuestras miradas conectadas, para que el silencio impregne en el ambiente.

- ¿Tu pareja dándote de comer? ¿Eh? - de repente oigo una voz femenina detrás de mí, por mi espalda, y no necesito darme la vuelta para saber de quien se trata, y menos aún, romper el tiempo de miradas con Sakura, cosa que fracase.

Parpadee instintivamente, y removí un poco mis brazos estar encima de mis piernas, regazos para ser específica. Puedo percibir al instante en mis hombros como unas manos, no como las de Sakura, se expropia el lugar encima de mis hombros.

Es Chaewon, y sus extrañas acciones que hace, y que te toman de sorpresa.

-Tranquila, chica, no me mires así. No te quitaré a tu unnie, es toda tuya-Chaewon toma asiento a mi lado, y se apresura a tomar mi botella de agua mineral, que ya yacía sin la tapa, y echar un poco de agua en un vaso que ella misma sacó de donde no sé. Agradezco que lo que habló no fue en nada más, y menos que en coreano, siempre Chaewon olvidándose de que Sakura no entiende el coreano aún, a salvo de tener cerca a un traductor en su alcance, agradecería que esto último tampoco —Ya pronto empezarán la época de los exámenes, unnie, y tú aquí, con tu novia, a punto de hacerles hijos, ¿eh, Chaeyeon?—siempre tan directa ella.

No sé en que momento exacto sentí como mis mejillas, nariz, y mi frente me empezó a arder suavemente, la mirada de Sakura, de confusión, claro, no entendía nada lo que dijo Chaewon vergonzoso en nuestras caras, no se hacía de esperar encima de mí nuevamente, haciéndome un poco sentir en mi interior vergüenza, y timidez al instante, me apresuro a hablar, pero mi queridisima, y cercana amiga Chaewon se apresura a hablar también, empeorando un poco las terribles emociones de nervios repentinos que se adueñan en mi interior, por Chaewon.

Agradezco al menos que no bebió agua directamente de mi botella, de ha de ser que comparta también mi saliva, ya no bastaría de compartir las primeras letras de nuestros nombres, ya no para Chaewon.

—¿O tal vez estén pensando en hacer las poses románticas del Kamasutra ahora mismo en esté preciso momento? ¿Eh, Chaeyeon? ¿Neko, o tachi, unnie?

Ella siendo tan directa como siempre, ah.

Espero que Sakura, mínimo, ni haya entendido eso, estaría yo en tres, y medio metros debajo de la tierra, causado por la vergüenza.

Hablo rápidamente, antes que ella agregue otra tontería más al asunto—¡Chaewon-gie! ¡No digas cosas así, unnie! ¡Es muy vergonzoso!

Por suerte para mí, Chaewon se está dirigiendo a hablar en coreano, pero no pasa desapercibido que su fonética ha sido entendible perfectamente si Sakura-chan lograse entender al menos un pequeño porcentaje del coreano.

Visualizo desde mi silla como Sakura se encoge de hombros repentinamente, y me esquiva su mirada.

Me dirijo a hablar está vez hacia ella, creo que la he excluido del momento—¿Has entendido algo, Sakura-chan?

Sakura se encoge en su silla, y desvía su mirada ha su interminable plato de trozos de frutas, que está a casi por terminar—Algo así —responde ella en japonés—Creo que has dicho que te has comido, con esté cruasán, doce por el día de hoy. Y que también, yo seré el número trece que te vas a comer por hoy—sonríe, sin mirarme.

Si fueses un cruasán te comería. Quien fuese ese panadero que te horneó bien horneada, y te hizo a la vez bizcocho, déjeme decirle que le salió crujiente esa ardiente creación.

¿Qué acabo de pensar? ¿Ah? Verdaderamente estoy lunática, y lunática por la chica que está sentada enfrente de mí, ah.

—Ya quisieras.—Muevo un poco mis pies por debajo de la mesa, y siento como una mano, de no se quién, me pellizca por debajo.

Muerdo mis labios entre ellos para no soltar un quejido que obtuviese la atención de Kkura, o Chaewon.

—Creo que he entendido esa referencia.

Gruño, fue Chaewon quien lo hizo, quien me pellizcó. ¿Por qué está chica será tan complicada?

Me muevo un poco en mi silla, sin sacar de mi campo de vista a Sakura, que ahora mismo se lleva un trozo de frutas a su apreciada boca.

—Realmente Minju se parece como la chica que me comentastes, Sakura-tan—menciona de repente Chaewon, atrayendo mi interés al oírla hablar—No lo sé, pero todo de ella parece a un bizcocho perfectamente salido del horno.

¿Qué? Ah, no, Chaewon consiguete tus propios pensamientos extraños, amiga.

—¿Qué? — ¿Acabas de hablar de Minju? ¿La misma chica que no podía saltar una cuerda en educación física en la escuela, y casi pierde su esencia, y parecido de rana? —pregunto más que curiosamente, dándome cuenta muy tarde de lo que he dicho, y como me referí de esa chica—Si es esa...Minju...bueno—Me interrumpe Chaewon.

—Perfecta para unos de mis cortometrajes—habla de repente Chaewon con un tono de voz extraño oírlo de ella, como si fuese de cansancio, continúa agregando—Cuando eres chica, un buen aspecto físico hace una gran diferencia.

¿En serio el aspecto es tan importante a esté punto? Porque si es así, ahora entiendo como me atrajo de la noche a la mañana Kkura con su aspecto atractivo, nótese la mal ironía.

Frunzo mi ceño, y olvidándome de la presencia de Kkura por una vez en el día de mi vida— ¿En serio? Creí que tu musa era yo, porque si es así, no puedo, tendría que ver mi ocupado horario está tarde, y comentarle de eso a mi manager—bromeo, ella sabe que lo hago desde que Sakura hizo fluencia en mí de la noche, a la mañana. Siento de repente como recibo un codazo debajo de la mesa por mi amiga, Chaewon.

Chaewon juega con sus dedos encima de la mesa, y con sus esferas de ojos dispuestas a visualizar lo que hacen sus dedos por acción de ella misma, aún con mis ojos puestos en Sakura, en ningún momento que hablé con Chaewon, llámese mala educación, simplemente no podía hacerlo, no saque mis ojos de Sakura, y como en cada tonto comentario que  Chaewon emite, ella cada vez se hace cada menos presente para mis ojos.

Seguimos hablando nuevo tema de tonterías en nuestra mesa, aunque en algunos momentos, hacia oídos sordos solo para concentrarme  completamente en Sakura . A veces, secretamente, le echaba rápidas, y duraderas miradas a Sakura cuando Chaewon se volteaba a otro lugar, y Kkura en algunas momentos, me pillaba viéndola, con una vergonzosa sonrisa en mis labios, desviaba mis mirada de Kkura, a otra parte, detrás de ella.

Sakura en algún punto de la conversación en grupo, que realmente no recuerdo el momento, ella salió de su estado inmóvil de iceberg, y empezó a hablar de la nada, cometiendo errores en la fonética coreana, como siempre, en su coreano casi intermedio. Llegó un momento que no oí más la melodiosa voz de Kkura en mis oídos, así que cada vez se me hizo difícil notarla en la mesa, mientras me dejaba desviar hablando cualquier tontería inanimada con Chaewon. Kkura habría guardado silencio mientras que yo hacía el intento de no ser descubierta mientras la miraba. En una clase de miradas desapercibidas.

Ella habría optado la opción de ser invisible para mis oídos, cuando en realidad ella era realmente una obra de arte sentada enfrente de mis ojos.

Aún no entiendo como una diosa como ella no la habrían inscrito en la Universidad de Tokio, o fuera del universo, para alejarla de mí. Es ella una persona que realmente le da un significado especial a mi vida, que nunca he vivido antes,  que me da sensacion de querer alejarla de mi vida por completo, para que no se lastime conmigo en un intento. Ella me hace preguntarme todo el tiempo el porqué está acompañándome en mi insignificante vida, y el porqué ella me hace sentir a sus píes como si fuese una gema brillante lujosa. Es todo tan complejo en esto.

Es ella, es Sakura quien le da un mutuo significado especial  a mi vida, no solo de tranquilidad, e incomodidad, más que eso, quien me da una razón más a casi no alejarla de mi lado, y no hacerme daño alejándola.

Saqué mi vista de Sakura, y su increíble perfecto, y cuidado aspecto, me dispuse a levantarme de mi silla, e iría andando a mi siguiente clase, que realmente ni recuerdo su nombre, que tendría en unos quince minutos, y no llegaría tarde, aunque una ola del extremo atractivo de Sakura me hiciese detener el tiempo ahora mismo.