Capítulo; 17

El ​​​​​humano pelirrojo.

​Los horarios de clases siempre fueron complicados, o soy yo quien tiene la impresión de eso, siempre se me ha hecho tedioso esperar en una aula, y más, a tu profesor que se está retrasando por varios minutos, hablar, habría sido responsable por su parte en anular la clase, que hacernos esperar, ah. 

Esto de estar tanto tiempo aquí, sentada en un silla del aula magna, agota tu trasero, con mi mente en otro lugar, y sin alguna presencia a mi lado, me dispongo a sacar mis cuadernos, y hacer los garabatos que hace Sakura cuándo está aburrida, justamente como yo. Tal vez, y ella está ahora mismo recibiendo clases en su aula, y yo aquí, pensando cómo hacer un atentado terrorista en contra de esté profesor que ni sé su nombre. Nótese el sarcasmo. 

Sakura, Sakura, Sakura, ¿qué estarás haciendo en esté preciso momento? Ah, que agotador para mi cerebro pensar en esa chica atractiva, luego de lo que sucedió hace unos cuantos minutos atrás. Me enderezo  un poco mi cubreboca, se había mantenido en una forma inusual encima de mi boca, y podía percibirlo. A diferencia de los cubrebocas que he usado, esté es cómodo para hablar, y no ignorar lo visual, es de color oscuro, esté se me permite inhalar libremente, mientras mi nariz se mantiene arriba de la superficie de esté.

Enderezo toda mi espalda en el respaldar de mi silla, y hago lo que hace Sakura cuándo no sabe que hacer con su vida, hacer garabatos en todo el espacio de la hoja, a diferencia de ésta, la típica hoja trasera de mi cuaderno. Me mantengo así por un tiempo, sin una presencia de un alma a mi lado, cómo compañero de mesa, o yo que sé, pero no, me senté aquí para estar plenamente bajo la soledad del salón cuándo se encuentra vacío el aula. Algunos alumnos se acercan a hablar conmigo algunas veces, y no quiero sonar grosera, o incordiar, pero la razón de que se acercasen a mí, es por Sakura, ¿quién no querría una chica tan atractiva cómo Sakura, y que te haga dudar fuertemente, cómo tu amiga? Es imposible no sentirse atraído por ella, o simplemente quizás acercarse a su "compañera" de cuarto, —En esté caso yo— y hacerte su cercana amiga de ésta, para que ésta última, te rebelase todos los secretos mórbidos, o escalofriantes de Sakura.

Cómo hay personas que algunas vecen emanan "amor", y a veces "odio",  en sus misteriosos cuerpos, en Sakura es igual, y a veces lo contrario. Ésta chica, cómo a mí, deslumbró a todo los estudiantes por su belleza, inteligencia, y amabilidad, que aunque estos últimos sean conceptos muy comunes entre pocos estudiantes que dan el ejemplo a seguir, en ella, superficialmente, son perfectos ha llegar el punto de visualizarla, la mayoría de los estudiantes de está de "chica perfecta". 

Sakura es perfecta, sí, pero... Dios, ¡Sakura es una persona igual a nosotros! ¡No es un robot! Sakura es perfecta porque si es perfecta, sí, un auténtico ángel, una verdadera diosa de Japón. Sin embargo, eso no evita que ella sea un humano, y pueda cometer errores. Justamente lo que ella trata de evitar constantemente por los pasillos,  los falsos rumores, las mentiras, los prejuicios que le tienen algunas alumnas envidiosa a su físico. No es como si cometiese pecado, bien, pero los comentario de odio de parte de nosotros los coreanos hacía ella no se pasa desapercibido, Dios, no cabría siquiera en la sección de comentario de su perfil de Naver.

Sakura es un imán de lo bueno, y lo malo, lo vuelvo a decir. Atrae de todo, sin importar su contenido. Recuerdo cuándo en la escuela Sakura casi se mete en un lío con una china recién llegada al instituto, cómo las dos no se podían entender en un sólo idioma, creo que la china le dijo unos cumplidos entre mandarín, y una mezcla de coreano, y Sakura prácticamente entendió mal, en su lengua materna lo que había dicho la chica, Sakura lo oyó a una ofensa hacía ella, y a unas personas cercanas a ella... eso lo entendí de traducir su japonés en mi mente.

¿Cómo terminó casi en problemas, hasta poder haber ido a detención? Pues... la chica pronunciaba en mandarín—igual no le entendía tampoco, parecía invocaciones en gritos—y tengo la impresión que al día de hoy, siguen siendo palabras de maldiciones hacía nosotras. Ese día, luego de que a la chica china se habría retirado del lugar, con el ceño fruncido a un parecido enojo, y murmurando algún mandarín a manos del cantonés—una mezcla—me acerqué un poco más, amistosamente, a Sakura. 
Nos acercamos mutuamente, Sakura estaba agradecida de que había pasado por ahí—en realidad no pasaba por ahí, estaba...escuchando su conversación de quién invocaba más demonios que la otra, porque no entendía siquiera ni una expresión de sorpresa por parte de la china, nada más—y ayudase a Sakura en cómo sacarla de ahí, por suerte la chica recién llegada se retiró antes de nosotras lo hiciéramos, dejándonos con las palabras en las bocas a Sakura, y a mí, prácticamente.

Hasta el día de hoy, esa china fue escalofriante su manera de hablar, parecía aterradoras maldiciones que emanaba su ácida saliva hacía nosotras en ese ajetreado momento, tal vez, y más tarde debería buscar su significado a sus palabras que habíamos escuchado Sakura, y yo, en medio de esa pequeña discusión extraña.

Esa china queda tonta al lado de las rarezas de Sakura, realmente.

—¿Está libre el asiento?—escucho una voz masculina enfrente de mí.

Hablo bien mis ojos, y me apresuro a contestar, sacándome de mis pensamientos referentes a Sakura. 

—S-si—Balbuceo sin mirarle—¡Pero está ocupado—me apresuro a mentir, y siento como mi mandíbula se vuelve piedra, y cómo mi saliva se seca de mis labios. 

Me quedo estupefacta. Es el mismo chico que me hizo oler, tragarme con mis fosas nasales, su desagradable olor a drogas. Siento como de repente mi hierve un poco la sangre a recordarlo, ya quiero golpearlo. 

Chae, cálmate. La calma es buena para la salud, ¿no? 

—Me da igual—ignora lo que le he dicho y se sienta en el puesto que sigue al mío. Nos encontramos en una forma horizontal, viendo hacía el gran pizarron blanco que aborda la mayoría de la pared que lo sostiene—No veo a nadie aquí sentado.

No sé para que preguntó, si de igual manera tomó el puesto que ya "estaba" ocupado por mi pequeña mentira.

El pizarron se visualiza un poco sucio, con borrones, y algunas palabras que no alcanzaron ser borradas ante la hora de la salida, refunfuño en silencio. 

El chico que está ahora mismo,  sentado al lado mío, es asiático, pelirrojo, tez blanquecina, brazos de tez blanca también,  un tono de piel demasiado blanco para mi opinión, a casi parecerse un vampiro, ¿qué producto de belleza habrá usado para blanquearse la piel, y no morir en el intento? ¡Parece un caucásico! 

Ah, cierto, los dos somos de origen asiático, creo que es eso. Y no sé porque estoy usando el rabillo de mi ojo para mirarlo, su torso, junto  con sus brazos, se encuentran extendidos en la mesa que tiene él a su disposición. Su cabeza también está recostada encima de la mesa, en una pose perezosa, y de "que no me importa la vida, si el director habla conmigo, pasaré de su cara", el chico parece rebelde, o eso habla de repente su apariencia. 

Describo al chico antes de que note que me la he pasado mirando mientras llega el profesor de está aula. El chico asiático viste un jersey azulado oscuro, por el cuello del jersey azulado se puede visualizar un poco de tela castaña sobresalir a previa vista, dando así, que tiene una remera castaña bajo del jersey, que hace traer  de repente a mi mente  los lindos ojos castaños de Sakura que pude mirarlos de muy cerca, junto a un carácter de él incordiar, a pesar de poco trato con esté chico, con un carácter al parecer desagradable, y  desobediente. Por no juzgar por la pequeña discusión de marcar territorio del asiento, y no. No creo que él sea así.

El chico es pelirrojo, y no quiero sonar rara, pero le queda guay ese color de cabello. Primera vez que a un chico asiático le veo con un tinte de color diferente al resto, no es común ver a un chico pelirrojo en la calle todos los días, mientras su cabello se encuentra largo, y con algunos mechones sobresalir de su cabello casi perfectamente peinado.
 Al parecer alguien, quién está al lado de mí, tuvo una cierra pelea con su cabello, y perdió la batalla.
Já, tonto. 

Menos mal que se encuentra con su mirada fija en un cierto rincón del aula magna, y no mirando detrás de mí,  porque sino me atraparía con mi mirada encima de él, y la mente de esté chico le funcionaría mal su orientación, y se confundiría con un cierto interés repentino a él, y no, es lo menos que busco, y rechazo. 

Saco mi vista encima de él, y me concentro a retomar mis actividades "interrumpidas", por esté chico pelirrojo. El chico que me hizo oler grandes bocanadas de oxígeno desagradable por su adición hacia aquella sórdida sustancia. Ew. 

Cómo los impulsos de querer golpearlo después de clases aumentan, tengo la impresión que soy una experta para enojarme por todo lo que ocurre de repente, no sólo quiero golpear a esté pelirrojo drogadicto, sino también quiero golpear al profesor por no ser puntual, y responsable a la vez. Hmm. Vaya, esté no es mi día. 

El chico pelirrojo se gira en dirección a mí, bueno, su cabeza, creo que no lo he visto por aquí, a juzgar por su facciones faciales, nariz recta, fina, pómulos de tez blanca, cejas un poco desarregladas, y un color de ojos gris. Visualizo al instante, de que está usando lentillas, tal vez tiene problemas de vista, en sus pupilas se ve un cierto brillo inusual, que me hace preguntar porque ha girado su cabeza en dirección hacía mí, todo eso lo miré, gracias al rabillo de mi ojo, sin él, es imposible mirar al chico pelirrojo, —ese color rojo en su cabello parece un tinte—sin denotar interés al usar una fija mirada sobre él, ah. 

¿Esté chico ha tomado está misma carrera universitaria que yo? Woah, debe de tener cierta curiosidad al mundo de los negocios.

Ese rostro se me hace nuevo, o el chico tiene su tiempo aquí, pero nunca lo noté, hasta ahora, que se me ha sentado a mi lado, con un humor por los suelos.

—Tiro al blanco murió—oigo a él decir, frunzo mi ceño de repente al escucharlo hablar, sin posicionar mi vista sobre él, mis ojos se encuentran en los muchos garabatos que he hecho para asesinar el tiempo perdido. Al tener el cubreboca tapando gran parte de mi rostro, empujo con mi dedo su fina tela de algodón, hasta llegar tocarlo por encima con mis dientes. Estoy mordiendo por dentro la tela de mi cubreboca, para hacer algo más con mi cuerpo. 

Me acomodo nuevamente en mi silla, y concentro mi vista nuevamente en mi cuaderno, que yace rayado en líneas verticales por todas partes de la hoja trasera. El chico no volvió a emitir alguna palabras, y así se fué los minutos junto a él, en un verdadero silencio. Creo que la pequeña excursión que había promovido la universidad había terminado, y en por todo lugar de gran universidad se encuentran alumnos en casi transformación de zombie, tengo la impresión que esa excursión fue muy agotadora, uff, agradezco que no asistí, ya que no estuviera ahora mismo al lado de esté chico drogadicto, pelirrojo, y sin ninguna pizca de amabilidad en sus palabras, esté chico a simple apariencia se vería majo, pero si pasamos desapercibido que su estilo de vestir es un estilo hip hop, callejero, se vería majo a simple apariencia. Algo así.

Me pregunto a que se referiría a "Tiro al blanco", ¿ah? ¡Verdaderamente mete sustancias no favorables a su cuerpo! Hmm. Dejo de jugar con mi cubreboca con mis diente al notar la agitada presencia del profesor que he estado esperando muchos minutos, mientras los garabatos se hacían cada vez más grandes, y a simple vista decía "Estoy aburrida, ayuda", ah, fuera sido genial que suspendiera clases, y así me fuera directo al jardín trasero de la universidad, mi lugar.

El profesor emitió una reverenda, y algunos alumnos que se encontraban hablando silenciosamente, y a la vez que en algunas de esas conversaciones—no quiero ser curiosa—escuchaba muchas veces el nombre de Sakura, esté nombre lo decía más los chicos, con un tono de voz demasiado desagradable, que en mi interior me dio ganas de vomitarle encima al chico que lo ha repetido muchas veces cómo si Sakura haya aceptado su confesión —el chico se le había confesado a mi amiga la otra semana, no quería sonar mala, pero no se ve un chico majo para Sakura, merece a alguien mejor—,  no sé porque, pero me molestó que Sakura, que no está presente en está aula, estuviese presente por ellos con el uso de sus voces, y enrollarla en falsos rumores que están creando ellos ahora, están hablando sobre Sakura de una manera ertida en esté mismo instante, y juro que me está hirviendo la sangre escuchar en cómo Sakura le haría o oral, o con su "gran" "pene", haría que Sakura no se presenciara en una semana en la universidad. De verdad son demasiado desagradables las palabras que he oído desde mi puesto, a pesar de la presencia del profesor, que es decano, no estoy del todo segura, no hace más nada que sentarse en la silla de su escritorio, revisar unos exámenes que habíamos tenido la otra semana, y nos exigió, con un tono de voz verdaderamente de cansancio, que permaneciésemos en un auténtico silencio sepulcral, mientras esos chicos desagradables hablaban acerca de Sakura, y con mi sangre hirviendo a temperatura indefinida, suspiro, y noto como mi compañero de mesa tiene unos audífonos en sus dos oídos, él si está tranquilo escuchando su tipo de música que no me interesa, sin embargo yo, tengo que tranquilizar mi enojo, y dejar que la violencia no descienda en mis manos, porque ellos estarán en graves problemas con el puño de mi mano. 

Lo curioso de aquí, cambiando de ese tema desagradable que he escuchado hablar, no sólo esos chicos asquerosos hablan de Sakura cómo si fuese un objeto ual,  si no la chicas con un kilo de maquillaje, que se nota excéntricamente jóvenes, no hablan así de "envidia", o desearle mala suerte a Sakura por su deslumbrante atractivo, o celos porque todos los chicos, sin exagerar, no lo hago, prefieren cómo su "chica ideal", a Sakura, antes otra chica común, cómo yo, u otra matriculada común en la universidad, no sienten mala envidia por eso,  si no que algunas de ellas, en ese considerable grupo de alumnos con sus hormonas sensibles, y su órgano reproductor igual, que está a unas pocas sillas alejadas del chico pelirrojo, y yo, hablan de Sakura cómo lo hacen los chicos. 
No he podido evitar escuchar decir un comentario  de una chica de ahí, con un acento considerablemente coreano, proveniente, puedo asegurar de Daejeon, que le da igual tres kilos de maquillaje costoso, traídos desde Italia, no ser un chico, y no le importaría salir con Sakura, e incluso pedirle de nuevo otra cita, e intercambiar saliva ahí mismo—que desagradable viniendo de ella—Me he quedado  estática ante ese comentario repentino. Luego escuché decir a otra chica, que no la había escuchado comentar antes ahí, dijo que si a Sakura le gustase las chicas, no perdería el tiempo en conquistarla, y pedirle hacer una "linda"—no encontré el concepto de lindo ahí—, y pequeña familia con ella, cosa que sería demasiado difícil teniendo en cuenta que las dos tienen aparato reproductor femenino, y son chicas, fuera de absurdas bromas, ¡es imposible!

¿Qué? ¿Qué le ocurre de repente a estás chicas imbéciles con mi Kkura-chan? ¡Con ella no! ¡No se los permito mentalmente! La única acción que puedo hacer, y mantenerme en tranquila calma antes de que me levante de mi silla, y denfienda a mi chica de las agrias bocas de arpías que tiene ese grupo de matriculados inmaduros, tontos, y ertidos. No sé como el decano no se ha dado cuenta de lo que ocurre, y a la vez, cómo ésta prestigiosa universidad de Seúl les haya abierto las anchas, y gruesas puertas a estos imbéciles atontados, me siento enojada ahora mismo, han hablado de una manera mórbida de Sakura sin su mínimo píe puesto en el suelo del aula magna. Que desagradable al recordar en mi mente cada hangul de  esos ertidos comentarios que mis oídos se han envueltos por inercia propia. Ah.