Capítulo; 5.

Una amistad duradera.

Sakura-chan inflando sus mejillas, es una de las cosas más tiernas que puedes lograr ver, en tu miserable vida.

En serio, hablo en serio. Su ternura es otro nivel. 

Y más, si está enojada, y con sus mejillas con un color rojizo adornar cada espacio de ella.

Sakura-chan es una combinación de ternura viviente, —cuando está en modo sonrojada, y tímida— a pasar ser una chica con una apariencia atractiva, seductora, sensual, en su manera de siempre.

Mi vista se dirige hacía Sakura, junto al pony magico en sus manos.

Realmente se ve tan tierna con el pony en sus brazos, abrazándolo entre su pecho.

Su cabello castaño claro, que de por cierto, está cortado hasta sus hombros, su lindo cabello castaño, que le da ese tipo de vibra, aura, seductora a Sakura, ahora mismo, con un sonrojo, en sus pómulos, que ahora mismo están en un color rosa muy claro, le da esa vibra de chica tierna.

Dios, en serio, Sakura-chan me está dejando sin oxigeno muy lentamente, con su lindura. 

Apesar de que está un poco lejos de mí, nuestra cercanía aún incrementa cuando sus ojos no despega, ni por un instante, los míos.

Es entre una llama ardiente en mi estomago de nervios. Siento que mis piernas me abandonará en algún momento.

Con una alguna clase de pegamento inexistente, no logro despegar mi ojos de los suyos.

Me atraen de alguna manera, así no la quiera ver, o incluso, sacuda, o mueva mi vista a otro ángulo de la habitación, inconscientemente, mi rostro, por movimiento extraño, gira en dirección hacía donde está el rígido cuerpo de Sakura-chan, con su cómoda ropa tierna.

Sakura está ahora mismo vestida con una sudadera azul, muy ancha para la contextura de su cuerpo, un pantalón corto negro, que le cubre un poco sus muslos, parcialmente, hasta el comienzo, su cintura. Sin embargo, esa sudadera ancha hace una apariencia ella tan tímida, tierna, y con ganas de querer robarla, y colocarla en un cristal para que nadie más la vea, excepto yo.

O que la toquen...de una manera, no favorable.

Como comenté, esa sudadera ancha cubre también su pantalón corto, sus muslos, realmente, desde lejos, parece que Sakura no tendría una prenda inferior que cubriría sus es. Pero...lamento decir, que la realidad es otra, Sakura si tiene una prenda inferior que le cubre, por motivos de seguridad, claro.

— Chaeyeon-ssi, ¿podemos retomar la película?. Aprenderemos coreano luego— Dice Sakura, interrumpiendo la sincronización de su ojos, con los míos, bajando su cabeza, apenada.

Puedo creer que realmente está apenada, respecto a nuestras clases particulares de coreano. Su rostro dice como se siente al respecto.

Le había comentado de contratar a un verdadero especialista, a un profesor privado, encargado de esa lengua, y había negado, rotundamente, mi oferta, inclusive, le había recomendado que le pagaría yo, o incluso, las dos lo haríamos, pero, parcialmente, ella rechazó, amablemente, mi oferta. Sakura realmente no le gusta mucho el contacto con las personas, y eso lo supe, desde que el día que nos conocimos, no sale de su habitación, de la cafetería, a estar con sus amigos, o compañeros, de sus compañeros, nuestras respectivas aulas de clases, las asignaturas que nos tocarían en esos salones, de las clases, volver otra vez a nuestros dormitorios, y de así, la misma rutina, nuevamente, mañana.

Cualquiera podría decir que Sakura tiene un perfecto vinculo social, en donde es muy cercana a sus amigos, bromean, o hace cosas como los demás compañeros de nuestras aulas, pero en realidad, es falso completamente.

Recuerdo los días que empezaba a pasar de la cafetería, al jardín de la universidad. Desde la escuela, casi nunca pasaba tiempo en la cafetería, y sí estaba en la cafetería era por algo, o alguien.

Por algo, porque...había descuento, un cartel gigante, que recuerdo, que en la escuela, había muchos carteles de eso, regados en la cafetería, donde sea, arriba de una mesa, o en el suelo de la cafetería, en donde todos los estudiantes entraban, y pisaban el papel.

El descuento, recuerdo, era de cruasanes—aún los sigo amando—pero en serio, unos cruasanes que verdaderamente daba hasta la pena, madrugar, en espera de ellos, que la señora de la cocina del comedor, los terminara. Eran muy deliciosos, en serio.

Y por alguien, realmente no tengo porque decirlo, porque vamos...ya, tal vez, sabrían la respuesta, era por Sakura.

Sakura, Sakura, Sakura, ganándose protagonismo hasta en mis relatos de aquí. ¿Es qué no hay otro ser igual a ella, en que fijarme, y dejar de hablar sobre ella?.

Sakura se caracterizó en la escuela, recuerdo muy bien, por su deslumbrante atractivo, amabilidad, y destreza en las asignaturas asignadas,siempre era una estudiante con una considerable nota alta en todo, prácticamente, lo que hacía, hasta por respirar, realmente.

Ella casi siempre pedía mi presencia en la cafetería, con sus señas que me hacía desde lejos, hasta con sus malos guiños que salía de su rostro,—actualmente, a pesar de los años, Sakura no sabe guiñar, es malísima para eso, y hace unas expresiones en su rostro, cuando intenta guiñar— desde la escuela, le gustaba sentarse sola, sin una presencia, a más que la mía, a su lado.

Recuerdo, cuando un chico, con un interés reflejado en ella, se sentaba en una silla que estuviera delante suyo, ella misma se levantaba, en silencio, sin mostrar su rostro al chico, y se iba de la cafetería, y al chico lo dejaba con una confusión terrible en su rostro.

Veía siempre esas escenas, cuando hacía fila, para los descuentos, de los cruasanes.

Viéndolo desde esté lado, creo que Sakura me esperaba, elegía una mesa a solas, muy lejos de la multitud de chicos que babeaban,que tenían otro interés en ella, y descansaba un rato, leyendo en su libro, o comiendo sus snacks, siempre la cafetería se caracterizó por esos estruendosos ruidos de charlas entre los chicos, con las chicas. O viceversa, Sakura evitaba todo eso, se alejaba de ellos, siempre en una mesa lejos, sola, y con muchas sillas para sentarce, y a su alrededor, con muchos chicos queriendo sentarse con ella, y que ella lo aceptara.Sin ignorarlo.

Era un reto demasiado difícil para los chicos, y para las chicas que querían acerca una amistad con ella, o algo parecido.

Como Sakura-chan no es muy buena hablando coreano, un día un chico, en la escuela, se le acercó, el chico parecía ser amable, y caballeroso, yo estaba con ella, a su lado, éramos unas pocas de las chicas conociéndose, y entablando conversaciones al azar, bueno, ese chico asiático se le acercó, le dijo con un buen tono, reflejando amabilidad, y cordialidad a Sakura, un simple "Hola", y como ella, no entendía, realmente, en aquel tiempo, coreano, de su boca salió sonidos...no muy favorables para los oídos de los chicos menores de edad.

¡Parecían sonidos inapropiados!. (Gemidos).

Supongo que ese chico quedó traumado, a pesar de los años que sucedió eso, todavía sigue traumado, porque el chico logró entrar también a la universidad de Yonsei, y cada vez que veo su rostro por el pasillo, muestra una mueca de repulsión, e incomodidad, al verme. 

Supongo que no le gusto los sonidos extraños de Sakura, yo como su compañera de habitación, me he acostumbrado a ellos.

Cuestión de tiempo, já.

— Chayeon-ssi, soy en enserio mala en el coreano, es una perdida de tiempo que repasemos las lecciones anteriores, no me haré tan buena como tú, veamos la película, terminará.— Dice Sakura, aún con su mirada pegada al suelo— Me gustaría hacerle una llamada a madre, para ver como está Maru-chan.— se toma sus manos, entre ella.— creo que ha enfermado, lo poco que logré escuchar de madre fue eso, porque a pesar de eso, no logré entenderla.

Su cabeza está ligeramente viendo hacía el suelo, y ahí en donde mis manos van hacía su rostro, sus mejillas, y la tomo entre ellas, su rostro está, ligeramente, encima de las palmas de mis manos, perfeccionándose entre la suavidad de sus mejillas.

Y ahí pienso, que mi respiración me traicionó, junto a mis impulsos de querer tenerla solo para mí, para que nadie más le haga daño...y solo su tiempo sea para mí, se han ido a la basura.

Me acerco hacía ella, levantando un poco su rostro, con delicadeza, nuevamente, juntando nuestras frentes, y mi corazón, ni siquiera siento sus palpitaciones, creo que dejó de funcionar en un corto tiempo a su lado.

Nuestras frentes están impactadas entre cada una, nuestras nariz se acarician, con nuestros vellos interponiéndose en la entrada, y nuestra respiración haciendo una de las suyas; descontrolarse.

Nuestros ojos están fijos en cada espacio de ellos, en nuestros rostros. Su mirada está, nuevamente, conectada con la mía, y siento, que a pesar de que estamos muy cerca, de que me irá a faltar aire, y me desmayaré. Por tanta ternura que tengo a través de mis ojos.

Sakura, ¿por qué eres tan perfecta, inclusive, desde cerca?.

Y cerca me refiero, a muy cerca, a poco centímetros de tocar sus labios, con los míos.

Bendita sea el día que sus padres la redondearon en un borde perfecto, exclusivamente, hecho para ángeles, como ella.

Tengo, ahora mismo, unos grandes impulsos por ajuntar más mi rostro con el suyo, o acercarme más a ella, y que lo que pasé...que no nos arrepintamos en el futuro, no quiero arruinar esto.

Sólo por mis egoístas pensamientos de satisfacer mi sed, de ella. 

Sakura es una persona que su existencia, en el planeta tierra, no acopla correctamente,su cuerpo, alma, y mente, a su manera. Ella es de otro planeta, un ser andante no-humano.

Sakura es solo una chica que no tiene suficientes palabras correctas, para describirla.De lo tan maravillosa que es para mi, y para el resto de las personas que se sienten atraídas hacía ella.