Capítulo; 11.

Más caos, y menos romance.

Siento como mis hombros empiezan a tensarse, y mis labios de repente se sientan secos, necesito un poco de agua ahora, aquellas simples palabras que me tomaron por sorpresa no dejan de sorprenderme un poco al volverlas recordar en mi cabeza.

Lo que aún me sorprendió de aquella mujer, aparte de su pregunta, fue la amable respuesta que me dirigió, ¿tan normal era? .He estado pensando en la pregunta que me hizo aquella mujer. Esa pregunta no deja en una intensa tranquilidad mi cabeza, “¿Realmente son pareja?”, siento como mi pecho comienza inhalar, y exhalar repentinamente, no sé como detener el comienzo de los nervios que se alojan en mi pecho, por la considerable culpa de esa pregunta.

¿Por qué estaría nerviosa por una simple pregunta de una desconocida? Con tan solo imaginarme, siendo pareja de Sakura, creo que ya estuviera  bajo de la tierra por causa de un ataque al corazón. No puedo imaginarme ser pareja de Sakura, cuando soy realmente una chica, y con una buena  que no querría cambiar por un pene. Ah.Estoy verdaderamente perpleja. Capaz, y mi rostro muestra el nivel de perplejidad en que me encuentro en esté preciso momento.

Ahora en el tema. ¿Sakura, y yo en una relación? Lo que me deja aún perpleja, e incomodad, es como Sakura comenzó a decir cosas…un poco raras en aquella llamada—sin pasar desapercibido que estábamos durando mucho hablando—, que una chica de su edad, o incluso una chica de secundaria, no sería común verla hablar así.

Lo que más me incomoda aún…con esa mujer a casi al lado mío, era que estaba escuchando aquella conversación extraña  que manteníamos Sakura, y yo. Y fue por error de ella, quizás no sabría que estaba aquella mujer allí, escuchándonos, porque claro, esa mujer entendió perfectamente nuestra conversación, pero…era un número desconocido, ¿no fuera esperado mejor que intentase llegar a nuestra habitación, y me lo dijese allá, en vez por esa llamada? Hmm, Sakura, y sus rarezas 2, parte 1.

Dejo de pensar en ese asunto que no le conviene, claramente, en mi pequeña cabeza.  Agregando que Sakura no dejará de sorprenderme en un lejano tiempo…pero…¿por qué ella?.

Inhalo un poco más el sereno oxígeno del pasillo en donde estamos caminando Sakura, y yo, bueno, me está acompañando, juntos a unas riñas, regaños, en cada paso que damos en aquel lugar, me reprende de porque le hice levantar de su “preciosa” cama, mientras escuchaba a su canción favorita de su grupo de chicas favorito, en cada riña que me da, le ruedo los ojos, sin que lo note, aunque claro, estamos en una auténtica oscuridad, sin alguna pequeña luz de por medio mientras mis pies hacen el perezoso trabajo de llevarme a otro lugar en  la universidad. Ya resolví el “pequeño” problema con el guardia de seguridad del plantel, le llevé el ramen instantáneo, bueno , Sakura lo hizo, en realidad. Sakura bajo hacía  la entrada de la universidad, sin que la cachase el vigilante que deambula algunas veces por las noches—esté es raro cuando se nota su presencia— e hizo un buen trabajo, no la pillaron, el vigilante como que no se encontraba, así escuché decir el guardia de seguridad el quien le entregué el ramen que hizo Sakura con sus preciosas manos de ángel sin alas reprendedora.

Dios, no exagero, a cada paso que damos en el suelo de la majestuosa Universidad de Yonsei, está chica que me acompaña, Sakura, no deja de reñirme a cada instante que nos encontramos en el lugar.

—No me imagino que pasaría si no estuviera ahí, en el cuarto, no tienes que volverlo hacer, Chaeyeon-ssi, podría pasarte algo malo, y la culpa caerá en mí, por hacerte salir.— Sakura sigue en su modo de “madre”, sobreprotectora, creía que la madre era yo, que fracaso.

Sigo caminando, en silencio, sin que mi respiración se haga delatadora a causa de aquella pregunta…aquella pregunta que no deja carcomer mi cabeza, “¿Realmente son parejas?” La pregunta en sí es tonta, pero…desearía no haberla escuchado.

Me siento fatal, no entiendo porque mi mente tiene que girar en aquel comentario que hizo esa mujer al respecto, me siento cohibida, una pregunta que no supe responder, y a la vez, me hizo sentir un poco mal.

Soy una chica…¿por qué estaría con otra chica? ¿Por qué me sentiría atraída por una chica, habiendo tantos chicos? Argg. Porque esa chica es especial, esa chica es Sakura, querida.

¡Ahhh!.

Sacudo repentinamente mi cabeza, intentando alejar aquellos pensamientos extraños que no tiene un rumbo alguno, que mi subconsciente crea en cada instante.

¿Me debería sentir asustada? Mis pensamientos se están volviendo extraños, son iguales a los que posee Sakura. “Matrimonio entre personas del mismo o, beso entre chicas—aquella vez que me ofreció darme un beso en la mañana, sigo pensando que lo dijo en broma, pero ella no es mucho una chica bromista—bañarnos juntas, para así no pagar tanto el servicio del agua” ¡Ahhh!. ¡Ésta chica, verdaderamente, va hacerme estallar la cabeza! ¡Ya tengo sus pensamientos raros, seguido de sus extrañas rarezas! ¡Ya estoy pensando igual que ella!.

Cálmate, Chaeyeon, soy una persona serena, decisiva, y valiente, puedo con esto, claro que sí.

Aunque por dentro seas una terrible cobarde, por negar que te empieza atraer el lado que no es común, y poco probable verlo en Corea del Sur. Mi subconsciente juega otra vez conmigo, en mi mente, haciéndome negar, repentinamente, la cabeza. Menos mal que nos encontramos en la oscuridad, porque podría verse un poco raro, que en cada instante sacuda mi cabeza, como si no hubiese un fin.

Vuelvo a decir, estamos en la oscuridad, no creo que Sakura note mi rarezas que ella me ha contagiado en un abrir, y cerrar de ojos.

No sé qué porcentaje de rareza ando, pero creo que ando en un diez por ciento, en querer enlazar mi mano, con la de Sakura. Tomarnos de las manos, mientras nadie nos vea, y que solo la oscuridad sea presente de ello.

Estoy sonando tan…ahhh, sinceramente esto es tan nuevo para mí, no me he sentido así desde hace tiempo, debo de alejar estos pensamientos raros que están influenciados por Sakura.

Mientras estamos dando una gran caminata,—de verdad está universidad es demasiado grande, y ancha, creo que no tiene una puerta de salida lo más rápido posible, por si un incendio, o algo—las suelas de nuestros zapatos, buenos, mi zapatillas, cuando estábamos afuera, recibiendo el torturador frío de la noche,  con el guardia de seguridad, noté que Sakura ya traía sus pantuflas de conejitos, que es un juego de pareja con las mías, que ella misma me regaló, y su pijama de oso ya puesta, en mi mente no deje de decir muchas veces la palabra “Que tierna”, al momento de verla así. De verdad era muy tierna, aquella pijama de oso, marrón claro, como un auténtico pelaje de oso, pero está vez, en un color castaño pardo muy claro, y a la auténtica vez muy tierno.

Mi ojos al visualizarla con esa pijama ya encima de su cuerpo, no despegué mi vista en ella, mientras ella hablaba, o se entendía, o lo que fuera que estaba haciendo, con el guardia de seguridad. Que claro, aclaro, ¿cómo se estaban entendiendo si Sakura no sabe hablar coreano fluidamente? Fácil, aquel hombre habla japonés también. De hecho, me habló en japonés cuando me pidió el ramen, se debe hacer un lio con las palabras en su mente, si, que sí.

Mis labios reaccionaron a decir en un susurro muy bajo; Gom-Kura.

Parecía un auténtico oso pequeño, lástima que no traía el sombrero de las orejas tiernas, que va en conjunto con la pijama de oso.

“Gom-Kura…” Ese primer apodo que le comencé a decirle en la escuela secundaria…porque, de verdad, Sakura se parecía un oso, antes que la pubertad hiciese magia en ella. “Gom-Kura” aquel mismo apodo que lo cree en la escuela secundaria, y terminó, en el comienzo de la universidad.

La oscuridad en cada paso que damos se hace más presente, y concentrada en nuestros ojos, casi no podemos ver nada, y oír otro sonido que no fuese los grillos o las ranas, afuera del jardín en el que se encuentra rodeada la universidad. No logro entender como no nos hemos tropezado, y lastimarnos con el encantador piso de madera en la habitación en donde estamos, aún estamos adentro, no hemos salido siquiera para el jardín trasero, e ir directo a los dormitorios, ah.

Es un poco agotador, y a la vez perezoso. Mis pies se arrastran en el piso de madera, y sí no fuera por la intensa oscuridad en que estamos adentrándonos, bajara mi vista al encantador color castaño que le da color a la madera, y me quedaría con la mirada pegada al suelo. Me entretendría con solo ver el suelo.

​​​Puedo empezar a creer, oliendo a muchos olores…un poco repulsivos, y no expuesto al olfato, o incluso, al ser humano con facilidad, es la faculta de Ciencia, el primer piso en donde nos encontramos. Es una faculta muy grande, y ancha, en donde cabría muchas personas con gusto, y preferencia que tendría que ver con la ciencia. El departamento de Ciencias se encuentran en el primer piso, y sin contar la alta puerta blanca que te espera, para que el aire acondicionado te dé la agradable bienvenida—sí te gusta el aire acondicionado— al espacioso, cómodo, y junto a un olor agradable—esté si el profesor coloca un ambientador muy agradable, y sensible al olfato humano—que impacta tu rostro, junto al aire acondicionado que tiene el apartamento de ciencias al colocar tu píe ahí. En la mismísima entrada, gozaras de un buen aire agradable, junto a la matricula, que es bien fenomenal. Aclaro que no he ido de visita mucho a esa facultad, solo paso por ahí, y se ve a simple apariencia que esa matricula se ve tan genial como lo aparenta.

Bajo mis brazos a mi costado, perezosamente, el silencio nubla el aura en donde nos encontramos Sakura, y yo, solo se logra escuchar, aparte de las ranas, y grillos que hacen sinfonía en las afueras de la estructuras de la universidad, las suelas de nuestros calzados impactar, suavemente, sin un ruido alguno, en el piso.

Me da pereza un poco caminar en el mismo lugar, ah. Y que la oscuridad no me permita visualizar en que área estamos caminando, doble ah.

Mi mano, que todo el trayecto se encontraba sola, y ligera, siente como un pequeño peso, que puedo asegurar, que el responsable de esa acción es mi acompañante Sakura, se enlaza en mi mano, haciéndome un poco de peso en mi brazo.

Sakura está enlazando su mano con la mía, y no se detiene, cuando sus dedos buscan entrelazarse con los míos, de una manera más segura, e reconfortante.

Para mi, sinceramente me incomoda, pero a la vez...me gusta un poco. Su mano está entrelazada con la mía, y siento como mi corazón comenza a bombear sangre sin detenerse, y como todo mi cuerpo me empieza a temblar, y no logro mantener la estabilidad en mis piernas, ah. Creo que me voy a ir de lado, mientras estoy caminando a su lado.

Ahora estoy tomada de las manos con Sakura, y no pregunten como sigo respirando—si se puede decir de esa manera—bien, porque de verdad no estoy respirando bien, y cómo adentro de mi pecho, y en mi cuerpo, en la mente de Sakura estaría. “Chaeyeon-ssi estará bien, no le importaría si la tomase de la mano justo en esté preciso momento”, ¡porque se estaría equivocándose!.

Me salvo que nadie, absolutamente nadie, es testigo de esto, solo Sakura, y yo, para mi es tan raro tomarme de las manos con Sakura, es normal mostrarse cariño entre las chicas aquí, lo que hace Yuri, y Yena, son buenas amigas, pero…sin embargo para mí, es todo lo contrario a eso.

Me incomoda bastante, pero a la vez quiero estar mucho tiempo así con Sakura, tomadas de las manos, o abrazadas, así se me haga un poco incómodo, y quiera negar la acción, muy adentro de mi mente, quiere seguir sintiendo el tacto de Sakura en mi cuerpo, se siente muy bien cuando Sakura me toca, y empieza a tocarme mi cabello, que tanto le gusta su color.

Hice una buena elección de teñirme el cabello de rubio, já, como ella que hizo una buena elección de usar una encantador perfume natural de rosas, ella es una rosa, ¿qué le podría faltar más a la rosa? ¿El olor? Ah, lo tiene muy libremente alrededor de su cuerpo, como un encantador perfume para mi nariz.

Nuestras suaves manos se encuentran colgadas, con muchos nervios de mi parte, y mucho caos dentro de mi cuerpo, no tengo control de ello, claro está, bajo la complicidad oscura, de la luz de la luna, y la obscuridad del lugar en donde no nos vemos, nuestro cuerpo se atrae en cada segundo que pasamos en nuestro mismísimo ya creado infierno.

Esto es un infierno a la vez, verdaderamente para mí tenerla de así de cerca…y no poder acercarme más a ella, por miedo de echar nuestra amistad a la basura.

Ella, y las rarezas de sus bromas sin gracia, y yo, una tonta persona que no sabe que sentimientos extraños empieza a sentir por su atractiva, sensual, y a la vez tierna “amiga”, ah, tan complicado es. Aunque no considero del todo bien a Sakura como amiga, ella para mí, en mi pecho, es algo más que eso, mi subconsciente me lo afirma en cada instante que su mano cuelga con la mía.

Es común, ¿no? Las amigas hacemos esto…tomarse de las manos entre ellas, no sé porque me siento tan nerviosa ante su cómodo tacto. Además, sacando afuera mis pensamientos “extraños”, me gustaría pasar más tiempo así con ella. Ahh, ¿qué me ha hecho?. La valiente, y temeraria Chaeyeon se ha ido al basurero, por el simple tacto de sentir la mano de su compañera de habitación bajo la suya, pero…nuestros dedos se encuentran entrelazados, bajo la oscuridad del plantel, y con mi corazón estallando de nervios.