Cambios de humor, un resentimiento, y una Kkura-unnie...¿molesta?

Ella me ama tan bien.

Capítulo; 26

Cambios de humor, un resentimiento, y una Kkura-unnie...¿molesta?

 

Mi corazón se acelera al instante en que percibo a Kkura con otra intención reflejada en su rostro mientras camina hacía mí.

Sakura se acerca más a mí, al lugar acordado, y sin previo aviso, posiciona sus brazos alrededor en mi cintura, y me besa tiernamente los labios.

—Kkura-ya...—trato de hablar, y girando a la vez, mi cabeza sobre mi hombro, mirando asustadiza hacia atrás.

A ninguna de las dos le sería agradable que fuésemos descubiertas en pleno acto extraño en el pasillo de la universidad.

Esta sensación que ahora mismo siento en mi pecho es tan indescriptible. Es como una mezcla de miedo, pavor, y nervios por ser descubiertas, y al mismo tiempo ser el centro de burlas de los alumnados de las aulas magnas de esta universidad.

Me aparto rápidamente de ella, y soltando un ligero suspiro. Sakura hace un gesto tedioso con su rostro, y rodando a la vez, sus ojos, tal vez entiende a lo quiero llegar a evitar, pero no lo entiende. Sonríe ligeramente, y vuelve a tomarme por la cintura,  haciendo que nuestros labios se vuelvan a unir en un beso, pero en un beso apasionado, y duradero. Le correspondo, con mis párpados cerrándolos.

Gruño en su boca, e intento separarme de nuevo de su agarre, consiguiéndolo al instante. 

— ¿Estás bien? — susurro mirándole, e intentando que mi voz no salga lo suficientemente alterada para que no me oigan— ¡Podrían habernos visto, Kkura unnie! — señalo el fondo del pasillo, que está vacío, como lo habíamos encontrado al llegar.

Ya que algunos alumnos están en sus aulas recibiendo lo que le corresponden de clases, pero sólo soy yo la que se salta unos importantísimos minutos de clases de inglés, porque nada más, y nadie menos, y la razón es porque Sakura unnie necesitaba hablar conmigo, y era muy urgente, o eso decía ella, eso fue lo suficiente para pedirle permiso a mi profesor encargado, y  hacerme salir rápido de mi aula, e ir con paso apresurado hacía ella, al lugar en donde se encontraba, justamente aquí, en éstos mismos pasillos que junté por primera vez mis labios con los suyos. Su voz sonaba tan alarmada en la línea, 
Por primera vez, sentí esas hermosas cosas de que todos hablan, que pensé que nadie, absolutamente nadie, en ningún momento en su vida, me haría sentirlas. Y simplemente, como si no estuviera buscándolo, ella se asomó a eso, y me encontró.

Sakura echa su cabeza hacia atrás, y pasa su mano sobre su cabello, arreglándolo un poco, y habla— No puedo evitarlo, me gusta mucho cuando te sonrojas, unnie—sonríe tiernamente, y entrelaza sus dos manos por detrás, sobre su espalda, girando sobre sus talones, y empieza a andar.

Su paso es lento, y asegurado, observando a su alrededor cada objeto valioso de la universidad, como cuadros antiguos, pinturas, o inclusive, anuncios de festivales de algún grupo coreano presentarse en esta universidad. Camino detrás de ella, en paso lento, e intentado equilibrar la velocidad en que va, y resoplando para que me oiga, pero creo que no lo percibe, sin embargo, tengo un  ángulo de vista que cualquiera realmente me envidiaría, porque Sakura unnie está delante de mí, y puedo admirar toda su espalda esbelta estando cubierta por su camisa blanca manga larga, y encima de esté, su chaleco pardo, claro, con la insignia de la institución, y su linda falda de un color azúl oscuro. Viste su lindo uniforme de la universidad, junto a un ligero maquillaje que te hace perder  dentro de su perfecta visualidad bien cuidada. 

Su cuerpo se balancea en paso seguro mientras camina, y su cabello castaño llegar hasta sus hombros, igual, balanceándose a cada lado en cada pequeña, y seguro paso que da. 

Sus manos están juntas por detrás de su espalda, tomadas entre sí, que al solo ver sus manos juntas, simplemente me hace perder en ella, en cada centímetro de espacio que están posee, que inclusive, no percibí cuando dejó de caminar, y me tropecé, torpemente, con su espalda.

—Chaeyeon-ssi, a veces debes de tener cuidado con las personas que están enfrente de ti—dice de repente, dándome la espalda, y continúa — Porque no sabes en que momento te abandonarán, para dejarte sola contigo misma.

— ¿Qué te hace pensar eso, unnie? 

Llego hasta donde está ella, y me coloco a su costado, muy cerca, llegando rozar completamente mi brazo con el suyo, y nuestros hombros a centímetros de tocarse entre sí.

Siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Mi corazón se acelera al sentir que su mano está rozando con la mía, y después la llega a tomar entre sus dedos, acariciándola suavemente, dejándose llevar por la suavidad de ésta. 

Está tocando mi mano en una completa calma, tomándola en total despacio relajante con sus dedos, y apretándola suavemente entre su dorso. Luego la toma ligeramente, pasando sus dedos entre mis nudillos. y entrelazando a la vez, su mano con la mía.

Mi pecho se encoge al sentir simplemente ése tacto, que aún, a pesar del tiempo, no estoy acostumbrada. Se me hace tan raro, insólito, y extraño mantener algún contacto, de piel a piel, con Kkura, a pesar de que sea normal en Corea mantener ese tipo de relación entre "amigos"; para mí no lo es, y menos con ella, a la quién le di mi primer beso. Es totalmente extraño como mi cuerpo reacciona simplemente a su tacto.

Estamos las dos de lado, tomadas de las manos, en el medio pasillo largo, y ancho de la universidad. Ella juega con mi mano entre las suyas, como si fuese de su propiedad. 

Esto realmente es muy peligroso, podrían descubrirnos, y no sería una buena, y agradable reacción del quién nos descubriera. Y menos ahora, que la mayoría de los alumnados nos ven con una mirada...extraña, curiosidad, o repulsión...Qué pesados pueden llegar a ser.

Intento apartar mi mano de la suya, con mucho nervios—Saku-chan, ¿para que me trajiste acá? Si realmente no tenías que decirme nada, podrías no haberme...—me quedo a medias, cuando en un momento tan rápido que no logré esperar,  ella voltea hacía mí, y coloca sus manos sobre mis hombros, y me pega hacia ella, hace que dé dos pasos hacía atrás, perdiendo  el equilibrio de mis piernas— ¿Unnie?

Mi respiración se entrecorta, y se vuelve al mismo tiempo irregular, porque los labios de Sakura están atrapando ferozmente los míos, con posesión en sus movimientos. 

Sakura pasa de sus manos sobre mis hombros, y las posiciona al rededor de mi cuello, pasándolas por mi nuca, y dejándolas ahí, jugando con mi pelo. 

Su nariz roza simultáneamente de veces con la mía, mientras me besa con determinación, y mucho control.

Con mis brazos en mis costados, los muevo un poco, y los envuelvo al rededor de su cintura, atrayéndola hacía mí, y ganándome varios gruñidos de parte de su boca, por tenerla tan estrecha, y muy pegada a mi cuerpo.

No sé que hago, mi cuerpo reacciona automáticamente a ella. A su tacto, besos, y acaricias.

El beso no dura lo suficiente, porque nuestras entrecortadas, y poca respiración lo da por finalizado, separa ella sus labios de los míos, y los vuelve a unir con los míos, simultáneamente, en pequeños besos cortos sobre éstos.

Un ruido nos saca de la mismísima ensoñación, y burbuja fantástica en que estábamos. Me separo rápidamente de ella, con el corazónen mi mano. Volteamos al donde provenía aquel sonido, pero ya era muy tarde, mi boca se abrió ligeramente, y mi corazón se aceleró al instante en que mi vista se encontró con aquellas pupilas oscuras de un chico de mi aula magna, él nos había estado observando a las dos, quizás, en silencio.

Y ése cierto chico...es aquél pelirrojo misterioso, el que tanto me sigue dando interés por descubrir cosas de él, pero lo tan misterioso que puede llegar a ser, no te permite ni siquiera saber su nombre, su nombre de pila de alguna red social de Corea, o de que apellido familiar pertenece.

Nadie de esta universidad lo sabía, pero yo quería ser la primera en saber todo acerca de él. Es muy misterioso, que siquiera eso me atrae de él, me daba mucha curiosidad.

Carraspea, y asiente, haciéndose notar ante nuestros ojos, yo suelto a Kkura, me aparto de ella rápidamente hasta llegar a una distancia que se consideraría normal; entre "amigos", claro .

Hablo, intentando mantener internamente la calma—N-no es lo que parece—  balbuceo entre dientes, y no mostrar algún signo de nerviosismo, pero los nervios me ganan que me hacen tartamudear. 

Mi cuerpo completamente tiembla del miedo, es increíble como mis brazos, que hace unos segundos gozaban del  auténtico placer que me ofrecía Sakura, ahora se encuentran en mis costados temblorosos, y en conjunto a mis piernas, que me tiemblan, y me hacen perder, ligeramente, el equilibrio. Estoy muerta del miedo, tanto así, que intento hacer lo posible en mí, para que aquél cierto pelirrojo que nos está viendo, no tenga una idea errónea sobre nosotras, así tenga que engañarme, y lastimarme por dentro.

Kkura echa dos pasos hacía atrás, alejándose un poco de la situación, y con su mirada, perdida, fijada en el suelo, mirando quizás, a sus zapatillas nuevas. 

Lo único que escucho de su parte, es un profundo, pero a la vez silencioso suspiro, que para Sakura cree que pasa desapercibido, cuando en realidad, esté ahora silencio sepulcral en que nos encontramos, me distrajo, y hace que guíe mis temblorosas manos atrás de mi espalda, y las recargue ahí. Temblando entre sí, junto a mi acelerado pulso.

Esto se nos fue de la mano, la universidad nunca fue un buen lugar para hacer esté tipo de cosas vergonzosas, y creo que Kkura no lo tenía claro el primer día que tocó el costoso suelo de esta universidad, y no leyó aquél anuncio, o volante que afirmaba que el contacto físico estaba verdaderamente prohibido, y sentenciado a una amonestación, y consecuencia negativa en el índice académico. 

Sakura permanece en silencio ante a mí, mirando en el suelo, y tomándose sus manos entre sí, se ve tan tranquila a comparación mía,  mientras yo estoy echa muerta con los nervios por dentro. Tengo mi cabeza volteada, girando encima de mi hombro para mirar en dirección a aquel chico que nos había descubierto a Sakura, y a mí. 

Sé que no es un buen momento para acordar, a causa de mis nervios, y mi tembloroso cuerpo, pero esté es casi la primera vez que esté pelirrojo misterioso, y yo mantenemos una mirada de tiempo prologada. Él me mira, sin vergüenza alguna, intentando de penetrar, literalmente, sus ojos con los míos, perforarlos a través de mi carne, y lo curioso del caso, es que yo también lo hago, sin vergüenza, o miedo, ahora simplemente lo veo únicamente a él, porque ya Kkura se hizo diminuta a mí lado. 

Simplemente era él es que estaba centrado en mi campo de visión, porque ya Kkura permanecía diminuta ante el silencio sepulcral.

Él simplemente no desviaba la mirada, y yo tampoco lo hacía,  sin remordimiento por las tantas aquellas veces que me hizo oler esas asquerosas sustancias ilícitas que traía en su bolsillo trasero, o en su mano, libremente, sin temor.

De repente tengo unas ganas de golpearlo, por aquellos tiempos desagradables. 

Kkura alza su mirada hacía mí, pero no le correspondí, podía ver cualquier movimiento de Sakura por el rabillo de mi ojo, como ahora, que tiene una expresión fácilmente legible de seriedad, y molestia en su hermoso rostro. 

Él echa su cabeza hacía atrás, incómodo, quizás, y llevando su mano a la nuca, desvía su ojos de los míos, y comienza andar en dirección hacía nosotras, pasando a mi lado, sin dirigirme siquiera una palabra de cortesía, o insulto por acabar de ver algo "repulsivo"; o "desagradable"; y poco común visto en Corea, puedo sentir como la tensa aura penetra cada centímetro de espacio de mi piel, como si ésta, la viviera por dentro, y no por fuera. 
Siento un ligero peso inexistente en mí, dejarse caer, librarse al instante en él que se fue, al no percibir más su presencia dentro de mi campo de visión.

 Estamos ahora completamente solas, o eso creo. 

Suelto un largo suspiro de alivio al verlo marcharse.

— ¿Por qué a él lo miras con esos ojos que a mí nunca me los has dirigidos? Parecías que estuvieses enamorada de él, y solamente él, parecía que te hacía feliz en un mismísimo segundo —demanda, su voz sonaba tan débil mientras lo decía, llena de mucho sentimientos, y sobretodo, con desilusión. Sonaba tan sincera, como si estuviese hablando acorde de sus sentimientos, y con su corazón en las profundidades de su ser. 

Rodé los ojos, ya empezamos con su dorama lleno al topé de dramatismo en su cabeza— Estar así, te lo hace los doramas. Debería parar de verlos, unnie, podrías ser que empeores con el paso del tiempo.

Kkura niega con su cabeza ligeramente, haciendo caso omiso a lo que dije—Dime algo, ¿qué significó para ti nuestros besos? ¿Crees que él sea una buena madre para nuestros hijos, y yo no? Dilo desde ahora, para que tus  futuros hijos sean conmigo, y no con él.

 Solté un sonido de desaprobación al escuchar eso. ¿Cómo ella podía decir eso, y no sentir siquiera una pizca de vergüenza al pronunciarlo? ¿Huh?  Mis pómulos arden de vergüenza siquiera al escuchar cualquiera broma mal hecha de su parte.

— Él te hace sentir como una enamorada, que con tan solo verlo, parecías que solo a él lo querías en tu vida, y fuera el único hombre que querrías que su apellido también sea el apellido de nuestros futuros hijos que habíamos planeado, Chaeyeon unnie—Se sincera Kkura con la voz quebradiza, y con una pizca de estar enfada por como lo menciona. Mi ojos se abren exaltada ante lo que acabo de oír de sus labios.

¿Cómo puede decir eso, y sonar tan dramático? O aún peor aún, ¿cuándo habíamos planeados la dos tener hijos, cuando claramente eso está difícilmente imposible para nosotras?

Sakura unnie es una auténtica reina del drama, y no lo defino yo, lo define ahora ella mismo.

—¿Te gusta?, ¿no? —pregunta seriamente, y notablemente molesta de repente — ¿Estás enamorada de él? No lo niegues — cuestiona cambiando su postura, y mirándome con aquellos ojos que antes rebosaba tranquilidad, y cariño, ahora me miran con seriedad, determinación, y mezclado a irritación. 

Kkuea está dejándose llevar por su pequeña cólera repentina.

Mi pulso se acelera a cada paso que vamos en todo esto. Debo de pararlo ya, cualquiera lo malinterpretara a su favor, y será más difícil.

—Detente—digo con firmeza, y frunciendo el ceño, trago saliva, y pensando varias veces lo que le diría sin arruinar todo esto, y sigo—creo que ya eso, de la persona que me gusta, no te concierne, porque después de todo, ni siquiera somos amigas, y ni tenemos algunas otra relación más que compañeras de habitación, y creo que no tienes un argumento con base, y bien definido para que estés haciendo esa típica escena de dorama de la novia celosa conmigo. Me he cansado, me siento agotada de todo esto, ¿crees que nunca me doy cuenta? Tú pareces como si yo fuese de tu propiedad, cuando realmente ni lo soy, porque eso de acariciarse, y besarse incontables de veces, no  aclara lo que en realidad somos para mí —demando, escuchando como mi voz sonó tan seria de repente, y un tono indeciso inmiscuido en ella. 

Puedo sentir como un nudo  se intensifica hasta no más poder, en el medio de mi garganta, y mis manos sudorosas no se hacen esperar a mis costados haciendo perder la noción de que mis piernas, y brazos también están temblando por el momento. 

Estoy ahora mismo en un estado en que mi cuerpo reacciona automáticamente a ella, en un mismísimo instante.

¿En serio mi cuerpo tiene que reaccionar así ahora mismo con ella? Increíble. 

Intenté, de verás, que la voz no se me quebrara ante  Sakura. Me vería en un estado muy débil para ella, y quizás, para los demás.

Kkura chasquea su lengua, y me sigue mirando, directo a mis ojos, no despega esa mirada de ahí, con esa aura pensativa, y a la vez, como si estuviera penetrando sus pupilas, y desgarrándola en mi carne, se toma el momento exacto para hablar. 

Mis manos las hago un bolillo de vergüenza en mis costados, y las escondo dentro de las mangas de mi sweater al verla así, con sus facciones de su rostro relajada, y esa aura de visualidad de belleza al exceso que ella es la única persona que conozco que la tiene, y tal vez, con más razón puedo afirmarlo, porque Kkura me gusta lo demasiado como para devolverle una de sus malas bromas que le hace a Yena unnie.

—Seremos futuras esposas, y eso es lo único que importa, cielo—se encoge de hombros, restándole importancia a lo que acabo de decir, y sigue—verás, me preocupa que te arrebaten de mí, y me dejes sola.

Bufo en silencio ante su respuesta vaga, ¿en serio?

Sakura unnie a parte de ser rara, miedosa, y tonta, algunas veces, puede llegar a ser un poco bipolar. Como ahora, que hace unos minutos atrás, cuando llegué hasta aquí, por su llamada de casi estar en apuros, se veía tan feliz de verme, luego de que nos interrumpiese aquel pelirrojo misterioso, cambió drásticamente su estado de humor a uno más pesado, serio, y un poco...extraño, sí, y ahora, ahora mismo, ella está hablándome tranquilamente, tan tranquila, y con reafirmación de lo que seremos. No la entiendo. 

Ni siquiera siendo jóvenes adultas no la puedo llegar a entender correctamente, y más, a sus caprichos, sus pucheros, y a veces cuando hace algún extraño, y lindo aegyo frente a mí, o cosas lindas con sus manos, demostrando cariño, y lindura para mis ojos. 

—Yo te quiero a ti, y daré todo de mí, para que en un futuro próximo, y muy bonito, seamos muy felices las dos, pero juntas.

Kkura me atrae de vuelta a la realidad con lo que ha dicho, parpadeó dos veces sin creermelo.

—¿Eres mi novia? — pregunto incrédula, acercándome más, y tomándola de la muñeca con suavidad, haciendo que nuestros rostros se acerquen un poco, pero sin rozarse.

—No, pero seré tu esposa, y eso lo único que importar, Jjaeyon-ah—lo repite nuevamente.

Ruedo los ojos ante su comportamiento...romántico, y extraño al mismo tiempo. Bien, ella es bipolar, ahora está en un estado extrañamente romántico para mí, solo falta que use su paquete de aegyo escondido conmigo, para dar a fin otra etiqueta con ella, de bipolar.

—Salgamos de aquí mejor—digo, incapaz de creer lo que dije—En pocas palabras, nos estamos saltando ahora mismo está clase, ¿por qué no nos saltamos la próximas siguientes?

Esta cercanía...esta cercanía que tengo ahora mismo con ella hace que mi respiración se atasque, y se quedé en mis pulmones, sin posibilidad de volver a tener mi respiración regulada. La vergüenza en mi interior continúa aumentando con sus ojos siguiendo en ritmo a los míos, no los desvía, ni los aparta a otro lugar, sólo ve directo a mis ojos, detallando cada espacio de centímetro que éstos trae con los suyos, y admirandolos en silencio, en un completo silencio que como motivo lo manifiesta con otra ola de vergüenza, y timidez incluida en un mismísimo sonrojo en todo los lugares de mi rostro.

Bajo mi mirada, sacando mis ojos de los suyos, e interrumpiendo ese momento vergonzoso. 

Ella suelta un sonoro gruñido que logro escuchar por la cercanía en que estamos. La suelto de la muñeca, y me separo de ella, dando dos pasos hacía atrás, y con mis ojos pegados, untados, como si se tratase de una mezcla heterogénea' para llenar un pan, en el suelo. 

Soy lo suficientemente tímida, como para levantar mi rostro completamente sonrojado, y mirar de nuevo hacia ella. No puedo, aunque a ella no le afecta, porque puedo percibir sus rasgados ojos sobre mí.

Quizás esperaba que pasara algo más entre nosotras.
 Suelto una risa corta, y sin gracia ante eso, con mi ojos pegados viendo en dirección ahora de mi zapatillas rojas.

—¿Eh?—Kkura suelta ese peculiar sonido de confusión, de no entender algo, y que sólo, a los japoneses, se los he escuchado un montón de veces.

A Hitomi unnie, y Nako unnie era su lengua oficial en su estadía que pasaban aquí en Corea. No entendían casi nada, salvo el "oppa"; "unnie"; y "daebak" que lo decían de una manera tan linda para mi.


Es curioso, porque puede pasar el tiempo, y esta unnie que está ahora mismo enfrente de mí, en los primeros días que estaba en Corea, por ella yo no dejaba de escuchar ese sonido de confusión proveniente de sus labios. Con esa linda, y tierna expresión de no entender nada de lo que tenía en frente...ah, tan tierno.
Tan dulce, y a la vez tan confuso como lo era en su ceño fruncido, sus labios apretados entre sí, fruncidos, y su lindos ojos que redoblaban confuso cuándo veía la escritura coreana en diferentes ángulos en los anuncios, o carteles de algunas tiendas cuando salíamos a pasear. 

¡Era tan lindo verla así!

Tal vez Kkura pensó que en Corea hablábamos el mismo idioma que ella.

Vuelvo a soltar una pequeña risa ante ello.

—Oppa, eres raro.

Levanto mi mirada hacía ella, soltando un sonido de no entender similar al de ella, hablo—¿Oppa? No soy un oppa, unnie—hablo, frunciendo mis cejas, con mi mandíbula tensa, y mirándole directo a sus ojos. 

Ella me corresponde al instante con su mirada estar viéndome primero.

Sonríe de lado, sin mostrar sus dientes, y dice suavemente para mis oídos—Para mí, serás siempre un oppa, Chae oppa.

Suelto un bufido ante su vaga respuesta sin argumentos— Creí que yo era la "rara", unnie—hago énfasis con mi voz al sustantivo en que me encasilló hace unos segundos atrás, y dejando a vista previa mi tono de voz lleno de auténtica molestia 

Ella aprieta sus labios, dudosa de su respuesta, y expresa—Eres un oppa, Chae, mi oppa.

Le miro mal, frunciendo mis cejas—Lo que digas, unnie.

Paso de ella, paso por un costado, pero unos brazos ligeros me detienen, y terminan enrollados alrededor de mi cintura, que me detienen en mi intento de huir ahora mismo de ella, y de esté lugar.

—¿Q-qué haces, u-nnie? —balbuceo como una cuestión, mi pulso por tercera vez en el día se acelera ante su repentino tacto al rededor de mi cintura.

Esto, de verdad, está mal. Ya nos descubrieron antes, y ella aquí, queriendo ser descubierta por un profesor, u otra persona encargada de la limpieza. Aunque esté último lo dudo mucho, por éstos pasillos no se la pasan cuándo hay estudiantes a su al rededor merodeando.

—Trato de quitarte esa cara—dice cálidamente detrás de mí, mientras su torso lo pega a mí espalda repentinamente, y enrolla su último brazo al rededor de mi cintura, para sellar esos parejos movimientos con un beso cálido, tras otro, en el lóbulo de mi oreja. 

Me quedo en shock ante esa acción, mi cuerpo delibera en grandes, y concentradas oleadas un escalofrío centrándose éste, en mi punto débil, la espalda.

Mi agitada respiración se hace presente en mí, nuevamente, trato de hablar, pero el momento, los nervios, y el temor de ser descubierta nuevamente me invaden, y me quita el habla. 

Kkura está jugando con sus labios sobre mi oreja, con su postura un poco alzada hacía adelante, en mi espalda, y sus pequeños, y redondos senos estando estrechos, apegados, en mí por detrás. 

No puedo evitar soltar una serie de gruñidos a lo bajo—K-kura, detente. 

Sin embargo, ella hace caso omiso a mi petición, que sigue con su labios jugando en el lóbulo de mi oreja, ahora ella lo chupa, y pasa su cálida lengua por todo mi lóbulos.
Mi cuerpo reacciona automáticamente a echarse para atrás, a pegarme más hacía ella, al sentir cada  lugar de su definido torso, ella está  atrapando el lóbulo de mi oreja nuevamente.

 Puedo escuchar claramente, y con determinación, el ruido que hace esa vergonzosa acción de sus labios en mi oreja, aleja varia veces sus labios de mi lóbulo, que creí que ahí pararía, pero en verdad era para empezar a dejar cortos, y húmedos besos sobre esté lugar. 

Tal vez Kkura me gusta lo demasiado, y ella tal vez me corresponda, de lo contrario, no estuviéramos haciendo esté tipo de cosas vergonzosas en la universidad, u otro ajeno lugar.

Los brazos de Kkura al rededor de mi cintura me sellan hacía ella, me aprietan ligeramente, evitando que escape de sus brazos, cerrándome solo para ella. Mi garganta se siente seca de tanto gruñir bajo, y nombrar en montones de veces su nombre para que pare, acción totalmente ignorada por ella. 

Tomo aire, y adaptándome a la vez, a una postura recta, y decidida.

Momentos como éstos no puedo pensar con claridad con ella así, tan apegada a mi cuerpo.

Y mi cuerpo traicionandome  la vez, es muy complicado.

—S-saku-chan, no es un buen lugar para esto, ¿lo sabes? —digo, colocando mis manos sobre las suyas, y reaccionando al mismo tiempo, mi cuerpo está creando otra corriente eléctrica más, sin embargo, la ignoro, y doy paso a liberarme rápidamente de su tacto, y de ella—¡Basta!.

Kkura separa sus labios de mi lóbulo asustadiza por el casi agonizante grito, y detrás de mí, se sorprende ante la rara presencia de mi voz autoritaria que realmente son las raras veces que la he usado.

Detiene el contacto que ejercía su boca sobre mi lóbulo repentinamente.

Me sorprendo también como salió mi voz, que fue seguro, decidido, y determinado, sin embargo, eso no da a final a lo que ella sigue haciéndome. 

Mis mejillas están que arden en mi caliente rostro, en realidad, completamente mi rostro arde por ella.

Separa sus húmedos labios de mi oreja, bañándola de saliva, dejándola de chuparla, morderla, o lo que sea que estuviese haciendo con ella, ya que no me deja pensar con claridad, y emite una pequeña risa repentina. Llena sin gracia.

  Ríe una vez más, sin poder créerselo, en una corta, y seca risa sin gracia, haciéndome atrapar mi interés inoportuno—Jjayeon-ah, eres la gobernada en nuestra extraña, y rara relación—confirma, conteniendo una pequeña risa, ya que sus labios no están atrapando mi oreja—¿Sabias que te quiero lo tan suficientemente insano, y que tus suplicas porque me detenga no hacen ningún efecto notorio en mí? —emite tranquilamente, con ese cierto tono arrogante, y decidido.  Sigue— ¿Lo sabías? ¿No? Condena a tu madre por haberte dado luz, y a tu padre, por haberte dado sus neuronas—agrega, sin vergüenza alguna. Ya varios sonrojo, y tras otros, se rodean completamente en todo mi rostro—Te hicieron con tanto amor, cielo, que así, es mi amor por ti.

Suena tan estúpido la manera que ella habla para mí. Nunca antes la había escuchado así, tan romántica, y menos ahora, que parece que quiere devorarme la oreja.

La vergüenza por una vez más en el día, se adueña de todo mi rostro, y la causante, la culpable sin vergüenza alguna, está ante mí ahora mismo. Mis pómulos están teñidos de vergüenzan.

Parece que para ella es tan normal intercambiar palabras románticas con tu compañera de habitacion, solo que son las pocas, y raras las veces, sin estar en mi modo de bromas, que llego también a hacerlo, a seguirle el juego, pero seriamente.

—Nos descubrirán—demando, decidida de safarme completamente de su cuerpo, y lo hago.

 Me libero de su tacto, y de cualquier roce con su piel,  ella parece estar más relajada después de eso, porque claro,  obtuvo su recompensa; hacerme avergonzar varías veces en un día.

Me volteo automáticamente hacía ella, mirándole con mala cara, y llevándome una mano a mi casi oreja que estaba en camino a ser devorada por ella. 

Sería genial, ahora que lo pienso claramente, tener una oreja devorada por la misma Sakura, llena de su saliva, de su rastro, llena completamente de ella. 

Creo que yo la presumiría ante los ojos de otros estudiantes  más, y ganarme su sentimiento negativo al respecto. 

Acaricio mi oreja suavemente, mientras le veo con mala cara, ella está ahora viéndome con una expresión de completa sorpresa fingida, de no haber hecho alguna travesura mala, mientras sus manos están por detrás de su espalda juntadas. 

Decido hablar, ya calmada, con mi mala expresión de resentimiento por lo sucedido de hace segundos —Creo que pasaste esta vez la línea, Saku-chan.

Ella sonríe inocentemente— ¿Yo? — se pregunta, entre un tono de voz lleno al topé de confusión, y de sorpresa, pero fingida — Yo solo hacía lo que cualquiera pareja romántica haría alguna vez en su vida.

—Lo que sea.

Giro sobre mis talones, y le doy la espalda, no sin antes, hacerle un gesto con mi mano de que me siga, y al contrario, no lo hace. 

Sigo caminando, mientras Kkura está indecisa en seguirme, o no, quedándose en el mismo lugar de antes. Doy pequeños, y cortos pasos tras otros, no quiero voltearme hacía ella,  no sin antes haberme llamado. 

Mi pequeño resentimiento de orgullo me lo impide, porque aún guardo un sentimiento negativo por haberme hecho aquellas cosas vergonzosas en esté lugar público. 

Simplemente es Kkura. La Kkura que actúa sin pensar las consecuencia de los actos, y que no muestra interés por las sombras de sus falsos, y atontados seguidores, que ya parecen su típico juguete viviente. 

Suelto pequeños gruñidos a lo bajo, al no escuchar siquiera los pasos de Sakura unnie detrás de mí, y ante mi vista, se muestra en diversas escenas, como si fuese un rodaje, como paso los cuadros valiosos de la universidad, las valiosas estatuas que están fijadas a un costado, para no impedir el paso de los estudiantes, y algunas que otras puertas anchas de madera, o de vidrio que te permite ver en su interior pasar lentamente a mi costado, al paso en que voy, lento, lo percibo de esa manera continúa, y estresante. 

Prácticamente todo de esta universidad es tan valioso, y a la vez, antiguo, inclusive,
 los estudiantes que conforman esta gran universidad. Proveniente de apellidos familiares muy ejemplares, y admirables, inclusive Kkura, Kkura es muy valiosa para mí, y eso no merece ser nombrado un objeto valioso, sino una chica muy valiosa para mí.

Aunque ahora mismo eso dice lo contrario, respecto a mi resentimiento que tengo por ella de hace unos minutos atrás.

Me encogo de hombros, y sigo caminando, sin tomar interés de voltear por si Saku-chan me está siguiendo o no, coloco mis manos adentro de los profundos bolsillos de mi sweater, y aprieto mis labios, un poco disgustada de tanto efecto que hace en mí, y simplemente con una sola acción. 

Me salté una clase importante solo por ella, solo por su manía de querer hacerme "suya"; o seguir haciendo sus tontas bromas sin título, conmigo.

Todo de ella puede llegar a ser extraño en la visión de una persona que la esté tratando por primera vez, porque así era siempre lo último que me quedaba de su extraño, y raro comportamiento de Saku-chan, y su obsesión por la profesora de musicología, JooHyun sumbaenim.

Siempre me he llegado a preguntar, ¿por qué Saku-chan tiene que hacer ésas cosas extrañas que hacen en los doramas, y las parejas románticas conmigo? ¿No podía ser de otra manera "perfecta"; que lo hiciese con un chico de verdad, y no conmigo?

Es tan confuso... Sin notarlo, suspire profundamente, con un sentimiento de rencor, y enojo, pero no era aquel enojo fuerte, de enfadarse con alguien, sino aquél enojo que te hace sentir miserable, débil contigo misma, de no obtener lo planeado, mientras mis ojos se tallan, se clavan, en cada espacio del pulcro, y brillante suelo de la universidad. 

Vaya, hasta de lo tan pulcro que está, y brillante, la ahora cerámica del lugar, que desconozco en que estamos, muestra el reflejo de mi rostro  expresando una total cualidad de tristeza. 

No logro encontrar la razón, pero de alguna extraña manera, todo lo que me hace Kkura, y me hace sentir, tiene efectos, y reacciones no favorable para mí, y para mi traicionero cuerpo, que ahora reacciona automáticamente a ella sin pensarlo. 

Saku-chan me tiene tan mal...que creo que no imagino un excelente bienestar sin ella cerca de mí. Es increíble como mi cerebro se acostumbró a todo de ella, a su tacto, a su risa, a manías, a su miedo por los globos a punto de explotar, por su expresivo rostro de confusión cuando no entiende algunas veces el hangul, en fin, en todo de ella. Es como casi mi pequeña hermana, después de Chaemin, y que esa pequeña hermana es muy traviesa, y juguetona con su hermana mayor, y que muchas veces a escondidas de sus padres,  llegan a intercambiar más que saliva, y tímidas miradas entre ellas, y su maravilloso mundo extraño.

Perdí la noción del lugar en dónde me encontraba, que no logré percibí, de tanto estar sumida en mis pensamientos, que ya me encontraba afuera, en los jardines  principales de la universidad. 

Esté lugar, junto a la parte trasera de la universidad, que está rodeada completamente de arbustos, florales, y todo eso que expresa la vida de las plantas, es conocida como un centro de interés entre los jóvenes de la universidad, y también, se podría considerar un sitio muy agradable para estar con tus amigos, o pareja. Sólo que yo voy en contra de eso, ¿saben? De ir con tu pareja a un lugar realmente tranquilo, porque yo actualmente no tengo pareja, y voy en contra de eso. 

Y Kkura está lo lejos de ser eso para mí.

Es curioso, ante mi se encuentra el segundo lugar de la universidad, encuesta realizada por la faculta de periodismo, en dónde sería vital hacerle una confesión de amor a la a chica linda, o chico atractivo que te gusta. 

Río por lo bajo a eso, es tan completamente patético, y vergonzoso lanzarse a confesarse con la persona que te gusta, cuando sabes que no te irá corresponder sentimentalmente. 

Siento como mi píes, bajan voluntariamente en cortos pasos ante los escalones de una pequeña escalera de un  completo material de arcilla blanca.

Mis tobillos crujían mientras bajaba los escalones, ha pasado tanto tiempo que he hecho ejercicios, o haber dado una buena caminata por toda la ciudad, y adentrarme a lugares completamente desconocidos para mí, aquí en Seúl.

Me siento de la nada un poco con melancolía , y conteniendo otra vez en mi pecho, ese sentimiento de rencor que mantengo por Kkura.
 Me detengo al haber llegado al último escalón, y analizo todo enfrente de mí, en completo silencio, sin emitir algún sonido de mi boca, o de mis huesos crujientes, no hay ruido así alto, salvo de la naturaleza, y de algunos alumnos dispersados, que también se habrían saltado las clases, o no, simplemente no tienen clases, y están merodeando aquí, ellos se encuentran hablando tranquilamente entre ellos, sentados en unos cómodos bancos, con almohadillas para la disposición, y comodidad de su tajante trasero. 

Si tan solo estuviera Chaewon, o Kkura acá... Conmigo. 

Suspiro, repentinamente un sentimiento de soledad me invade, y me hace sentir lo tan suficientemente miserable como persona. 

Me siento tan sola en esté mismo instante...sin embargo, me gusta. 

No logro saber la extraña razón, y su porqué.

Tal vez me falta alguien, y es Kkura, aunque en las  profundidades de mi mente lo niegue, y no lo vea así. 

Con mis manos aún en los profundos bolsillos de mi sweater oscuro, como mi vida, me adentro a caminar, tranquilamente, y dándome cuenta, como mis zapatillas de un color rojo intensamente oscuro hacen a juego perfecto con lo miserable que puede llegar a ser mi vida en unos simples segundos.

El viento, estando en su temperatura normal, golpea suavemente sobre mi rostro, haciendo mover de un lado a otro, varios mechones largos de mi cabello rubio. Los vellos de mi piel se erizan ante el completo contacto del viento traspasar suavemente la tela de mi sweater. Tengo un poco de frío a causa de esté repentino viento. 

Me siento tan sensible con ese repentino recibimiento de la naturaleza ante mi presencia de ahora. Echaba de menos estar aquí, sin nadie a mi alrededor, y solo para mí.

Puedo describir mi agradable, y relajante entorno, que es más que naturaleza a mi al rededor, y algunos que otras personas ocupadas, sumidas en sus deberes, como yo debería estarlo, pero con Kkura.

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Kkura-Chaeng
Amiga, date cuenta, plox. (Refiriéndome a Chae, kkk).

Comments

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ailyn2111 #1
Chapter 24: Con esa confesion hasta yo me caso xD
Asi que tendremos mas celos por parte de kkura? 7w7
ilovetaekeyonly #2
Chapter 24: Aw que linda la confesión de kkura, espero chaeyeon deje de pelear con sus sentimientos y acepte que esa diosa japonesa es de ella
ailyn2111 #3
Chapter 22: A esperar un siglo entonces :'c
gracias por el cyber cruasan :3
ailyn2111 #4
Chapter 22: A esperar un siglo entonces :'c
gracias por el cyber cruasan :3
Jane23_Tiff
#5
Chapter 22: Ay... :'c ya me puse sad ;-;

Yo AMO esta historia. Y muchas gracias por haberla escrito :)

Las escenas de los besos siempre me tienen con la mente en otro unvierso XD son wow, son G E N I A L E S. En serio, amo esta historia.

Y bueno... nos tocará esperar a que actualices :'c pero muchas gracias por tu trabajo hasta ahora <3
Jane23_Tiff
#6
Chapter 21: Sakura literalmente va MUY en serio con eso de que Chaeyeon la coma o.o

Dios mío, ayúdame si eso sucede XD
ailyn2111 #7
Chapter 20: wow, chaeyeon deberia responderle mas seguido asi a sakura 7w7
Jane23_Tiff
#8
Chapter 20: Ayy... padre santo. La tensión ual que emanan estas dos es demasiado palpable :')

Ese beso 7u7 espero con ansias el siguiente capítulo!!
Jane23_Tiff
#9
Chapter 18: Ayy weee!!!! Por qué lo dejas ahí!!! ㅠㅠ
CutePrincessMaknae
#10
EL PRIMER FIC DE IZONE ES ESPAÑOL, VOY A LLORAR TIO, JODER T-T