Capítulo; 23

¿Una cita de amigas?

Ahora entiendo que cuando una persona quiere sacarte información, hace todo lo que está en su alcance, y pasa a ser su deber. Como una misión para un espía, y sacarte información vergonzosa en el lugar menos correcto para la ocasión.
Y en sus pequeñas manos de demonio cotilla, depositar la información ya obtenida, y es su decisión compartirla con otra persona, o en un grupo de personas . Sin embargo, puedo decir de un indicio que conozco un poco está persona, no completamente, y sé que no hará ninguna de las dos opciones anteriores. Es Chaewon, y cuando sus ojos castaños recaen en ti, esa unnie no te va a soltar fácilmente de sus redes de unnie curiosa.

— ¿En serio? ¡Ya!—Exclama Chaewon con un cierto tono de voz irritado,  y agrega— Dime si ayer has besado a Sakura, o no. Por favor. Lo que vi ayer no es un mal ángulo como dices, ¿eh?

La chica que se haya enfrente de mí, sentada relajadamente, y con un plato hondo de tteobokki encima de su mesa, toma su honda cucharilla con sus dedos, la hunde sobre su sopa, para llenarla, y la deja reposando sobre un borde de su hondo, y lleno plato de la comida ya mencionada. Continúa agregando tranquilamente— Oh, por Dios, Chaeyeon, no entiendo, tienes a una diosa de un mundo virtual como Sakura, y no le has hecho un hijo siquiera, o no la has besado, por lo menos —mi respiración se queda atascada en mis fosas nasales, debido a sus incómodas palabras para mis oidos, y agrega—Si Sakura no fuera tuya, yo hasta la vendría por internet, y tendría ganancias vendiendo sus fotos a...ídolos primerizos,  en Kakao, ya sabes, como un tipo de proxéneta poco visto,  o lo que sea —lleva su cuchara a su boca cuidadosamente, tambaleando un poco su brazo en el acto. Sin equilibrio alguno, y quiere vender a mi Kkura, ¿eh?

Le da una probada tranquilamente, bajando a la vez lentamente sus párpados a la altura de sus pestañas inferiores, saboreando dramáticamente su sabor, apasionada.

Aún con su boca en el interior llena de comida, y sus mejillas rojizas por el calor, y picante que tiene, ya que la habría pedido así, frunce su entrecejo— Pierdes el tiempo en no salir con ella, Sakura es tan atractiva, unnie.

—Es una chica, y eso jamás cambiará—Respondo incrédulamente—No tengo sentimientos por ella— le miento, llevándome un reproche mental por mentirle a las personas que son agradables, y queridas para mí, no me gusta hacerlo, en serio— Y menos aun, no podría salir con ella. —respondo secamente, prosigo al no recibir algún sonido bucal únicamente de ella, salvo de su cucharilla golpeando suavemente contra el borde de su plato de tteokbokki, escurriéndola —Te estás dejando engañar, no besé a Sakura unnie, estaba soplándole un ojo, una pequeña basura sucumbió en su ojo izquierdo, y listo, fin de la historia, no hay nada que explicar más de ahí, excepto tú, que inventas una historia sobre nosotras íntimas en tu mente, ah.

Chaewon no parece estar satisfecha con eso, y ni con mi tono de voz que salió un poco enojado, pero sin embargo, calmado. Mucha, mucha calma, la calma que me caracteriza mi apariencia física.

Sus ojos profundamente castaños coincidieron fijamente con los míos, profundizando un poco más su mirada oscura sobre mi, sino fuera porque la apariencia de Chaewon es tierna, lo típico de unicornios, flores kawai, arcoiris, esas cosas, emanaría ella una vibra de terror, ya que es ahora su penetrante, e indescriptible mirada, contra la mía, me encuentro calmada, pero con ella es ahora una incógnita repentina, y segura de sí misma, lo que me diferencia de ella, pero ya no se haya aquella gracia, o incluso aquella mirada de traviesa que la caracteriza desde los indicios de sólo conocerla. Solo un semblante sin emoción alguna, más que parecerse a una mirada enojada, y con su entrecejo casi haber fuego quemando en sus cejas.

De repente su tono de voz se hace presente en mis oídos, y el silencio se desvanece al instante  que su voz se convierte en un punto de atracción para mis tímpanos.

—¿Crees que negando a Sakura en tu vida, te haces más heteroual, y menos homoual de lo que eres? Disculpa que entre en estos asuntos, no me conviene, en serio, pero Enfrenta la realidad, unnie—comenta Chaewon a la ligera, que hace un poco tomarlo a mal dentro de mi pecho—Aquí, y desde lejos, se nota la pasividad de Sakura, y la tuya, y sé lo suficientemente como para apostar que se atrae las dos, te gusta ella, pero no le quieres decir, por miedo que te rechace, o que tu baja autoestima te delate, ¿no? Me está cansando escuchar que Sakura no es nada más, y menos, que una buena "amiga"—Hace énfasis con su  voz, y prosigue agregando—, o buena compañera de habitación que te apoya tanto en tu vida, cuando claramente ayer pude notar que Sakura te comía lentamente con su boca, y tú, ni se diga— “Los amigos no se besan, y no andan haciendo cosas asquerosamente de parejas ” Pienso rápidamente al escuchar lo que  Chaewon habló, y dándole en un lado dentro de mí, la razón —Eso no está mal, lo que está mal es que intentes aparentar lo que no eres. Chaeyeon-ah no le gustan las chicas, le gusta una sola chica. Te gusta Sakura-unnie, y no hay que clasificar a "unnie" en una etiqueta como "Chica"; cuando realmente esa etiqueta le queda demasiado corta. Es completamente una diosa de Japón, y de tu corazón, unnie—informa tranquilamente Chaewon, llevándose otra cuchara completamente llena del tteokbokki que ordenó— Está mal que quieras besar ahora mismo a Sakura-unnie, y estás perdiendo tu valioso tiempo aquí, o pasar un buen fin de semana como buenas amigas que dices que son. Ya sabes, amigas con derecho—sonríe Chaewon de lado— En serio, unnie, te ves tan activa, pero en realidad eres como una pasiva en el closet, lo siento por ser tan sincera. En serio.

El tan solo hablar de Sakura con ella, es como si se lo tomase como si fuésemos sus verdaderos padres, no tiene vergüenza en hablar de Sakura de una manera tan...como hablaría un hombre. No entiendo a veces lo que dice, pero es agradable solo el pasar un buen momento sin entender nada con ella, creo que es cómodo, aunque a veces parezca ofenderme con todo lo que tenga que "ver" Kkura unnie en mi vida, si Chaewon, e Hitomi se fuesen conocido, creo que encajarían tiernamente en las cualidades de cada una, ya que Hiichan parecía linda, y lo era, claro, tierna, simpática, y amable siempre caracterizaban a Hiichan en la escuela, Chaewon era lo similar a Hitomi, ya que en apariencia, las dos eran tiernas, y lindas, alguien que no haría nada malo en su vida, pero cuando llegaba a los lados poco vistos de ellas dos, de Chaewon, e Hitomi, era impresionante su parecido en sus preferencias personales. Ahora eso cambió, Chaewon ahora es una breve, y completa versión de las rarezas de Kkura en una versión en universidad, un lugar diferente.

—"Está mal"; decía mi madrastra muchas veces. Cuando rocé sus labios con los míos, sentí que iba a ser el indicio de muchos momentos entre nosotras—repentinamente un suspiro se cuela en su voz, y se alza estar en el aura, alzo mis ojos hacía su tteokbokki, que reposa sobre su mesa, obviamente le recordaría a su madrastra aquel plato.

Una repentina emoción de preocupación se sumerge en todo mi pecho, al notar como sus ojos pasaban de los míos, a su plato de tteokbokki casi terminado. Ella solía contarme en los días que nos topábamos en el jardín trasero, que su madrastra preparaba un rico tteokbokki que era muy especial para  ella.

Sin embargo, no le agregaba picante, se preocupaba mucho de la salud poco descuidada de Chaewon, un logro, éste, sin embargo, el que está comiendo Chaewongie ahora, parece tener casi medio envase de picante extraído de no sé qué. Está de verdad picante, pica, pica mucho.

El picante en cada comida coreana es impresionante, desde un ramen japonés, inclusive hasta en una fruta natural coreana, y que te pueda engordar en ese mismo momento en comerla, acción que en Chaewon pasa desapercibido, y la deja libre de indicios de obesidad. Bromeo en esté último, ah.

—Ella me bofeteó después de eso, me dijo que no lo volviera hacer, cosa que no pasaría, porque pasó lo que unnie no sabía de esto hasta ahora.

Ya sabía casi toda está historia de su madrastra, que de por cierto, Chaewon cuando me hablaba alegremente sobre ella, y de su maravillosa comida coreana, picaba nerviosamente con su tenedor algunos trozos grandes de su plato, y con un poco de recelo al compartir un de su plato apreciado, conmigo, con su tenedor, y algunos trozos de su comida paraban estar sobre mi paladar.

El oxígeno de repente se queda atascado en mis fosas nasales, y seguido de un repentino escalofrío recorrer fríamente toda la mayor parte de mi cuerpo, no solo en mi espalda, sino, desde mis brazos, hasta mis piernas respondieron con una breve sacudida al sentir una mano inmiscuirse, y tocarme la rodilla por debajo de la mesa.

Puedo asegurar que es Chaewon, pero, ¿qué planea?

Aspira profundamente aire de repente, y cambia de tema de conversacion velozmente — Te voy a seducir ahora, mira la reacción de tu pareja desde aquí.

¿Qué...? Quedó en un desconcierto severo a escuchar su última palabra que hace llevarme a los nervios al instante.

Su incómodo tacto sobre mi pierna cubierta por tela de mezclilla por debajo de la mesa, pasa a estar recorriendo suavemente más allá, por la altura de mi rodilla. Me trago rotundamente el nudo que se ha creado en en el intermedio de mis cuerdas bucales con mi garganta, creado por ella misma.

Desearía que fuera Sakura quien lo estuviera haciendo, porque así no se sentiría tan incómodo, desagradable, y agonizante, como lo es ahora mismo con Chaewon.

En serio esto está tan incorrecto, Chaewon.

De verdad esto está mal a tal escala como para saber que estamos en un lugar publico, y a penas estamos en la hora de almuerzo, ¿no es un poco desagradable? ya que ha ella la invité a un restaurante rápido para comer, no para que venga a meter manos por debajo de la mesa, y con la persona incorrecta.

—Detente—digo firmemente, sin balbucear, pero es un poco tarde, la mano de Chaewon se cuela más adelante por mi muslo, recortando camino—C-Cha...

Detiene su mano al instante, se detiene en seco, luego de que los pasos de alguien que no sé localizar se hacen más notorios para nuestros oídos.

—¿Hay espacio libre aquí? — pregunta alguien en japonés detrás de mí, con una voz femenina, cierta fonética trivial, y pequeños errores en el coreano, comunes, que es común de escuchar. Es una cierta japonesa como Sakura unnie quien ahora está detrás mío—No creí haberte encontrado por aquí, y menos aún, que la chica rubia, sea mi Jjayeon oppa, siendo violada por ti.

¿Ah? ¿Qué clase de escena es está? Siento de repente un poco la tensión por parte de Kkura sobre Chaewongie

Chaewon se enfoca en mi mirada, absorbida por su próxima acción que hará, retira su mano obligadamente de mi muslo, y la expone al aire, inocentemente, mostrándole a Kkura en donde estaba su mano perdida—Eres muy observadora, Kkura unnie. Me rindo.

¿Desde cuando estás dos espécimen de rareza juntas, son amigas? ¿Ah? Creo que no estoy ubicada aún en esto.
Kkura de verdad parecía una lupa humana, ¿cómo notó la mano de Chaewon en mi pierna? ¡Tenía pantalón, y obviamente casi no se vería! Kkura es muy observadora, e inteligente, respecto de ver las cosas insignificantemente pequeñas,  y es inteligente, ya que tener un cociente intelectual demasiado alto, en la universidad, la palabra "inteligencia"; queda bastante pequeña a su lado.

Ella es atenta, y creo que es una de su destreza favorita que le complementan en sus rarezas de mirarme fijamente de reojo muchas veces continúas, y la que más desarrolla, y disfruta de tenerla, como ahora, que mis hombros están expuestos ahora a sentir el cálido calor que me ofrece las manos de Sakura, estar sobre mis hombros.

Estoy mirando sobre/encima del hombro deChaewon, así que le doy la espalda a ella, no quiero coincidir visualmente con ella por ahora, entre mi comida, o el hombro de Chaewon vacila mis ojos en cada instante. Me siento nerviosa tan solo que  la maravillosa de mi amiga Chaewon diga más tonterías común de escucharla de ella, o me da miedo aún, que nos deje a las dos sola, y no sepa como afrontar esta situación, siendo tímida, eh.

Bueno, ella, y yo somos tímidas, pero creo que si hubiese un silencio sepulcral entre nosotras, y como el que me lo procreo en la mente, ya estuviésemos en un constante silencio de funeral.

Chaewon le miente descaradamente, y le expresa con su rostro una inocente, y ladina sonrisa a Sakura,—¡No se le halla una pizca de vergüenza en sus actos! ¿Cómo puede ser así tan tranquila, y misteriosa a la vez?— que creo que tal vez, siga con sus rarezas raras de estudiante universitaria rara con hormonas a flor de píe, espero que no ande tocando por ahí a cualquier persona, o estudiante universitario que se le cruce en su camino, o en sus ojos atrapa todo, porque si se cruzan en los ojos,el chico estaría más que violado ualmente, no físicamente, capaz, y en su mente ya estaría planeando como llevarlo entre copas de agua, a su dormitorio, y tener una partida de quizás...¿dados? Ah.

Cuando a Chaewon se le mete algo en los ojos, un tema, o lo que sea que fuese, es imposible, de verdad, decirle que lo olvide, porque obviamente no lo hará, sentiré un poco de simpatía a quien Chaewon atrape con la guardia baja, porque no lo dejará libre, o quieto, como lo hizo conmigo para arrastrarme hasta aquí.

Las cálidas manos de Sakura sigue estando encima de mis hombros, y hacer enviarme electrizante olas de escalofríos, tan solo sentir simplemente sus manos estar ahí, en mis hombros, también me emanan intranquilidad, y sobretodo aún, un poco de miedo inexistente, porque...esté lugar en que estamos, no son como Japón, que tienen una cabina para ti solo si la pides, si quieres comer ramen, o simplemente quieres pasar desapercibido, solo en tu mundo, o intentando estar solo con cuatros paredes como amigos, no, esté lugar ahora es un pequeño restaurante de toda comida junta asiática, en donde ninguna parte se vea cubículos para ti solo, para comer, o hacer tus cosas, y menos aún, que las miradas en tu atractiva compañera de habitación, en Sakura, no se hagan de esperar.

Cuando Sakura se acercó hacía nosotras, a nuestra mesa, pude sentir como bastante miradas curiosas, mórbidas o de ensoñación—por ver aquella diosa andante—se esparcían en su espalda, a luego pasarse hacía nosotras. Dándose cuenta ellos que también nosotras, Chaewon, y yo, existimos también. Sakura es un centro de atención andante, en serio que sí. Tan solo el simple hecho de caminar hacía adelante, espalda recta, y barbilla elevada/alzada hacia adelante, se lleva varias miradas, o suspiros de chicos, o chicas, en diversas proporciones...que solo a mi me hace suspirar, y darme cuenta que esa es mi chica la que hace eso, y que quiero ser como ella.

Esa es mi chica...la que estaba caminando hacía nuestra mesas, con paso seguro, y segura de si misma, llevándose no solo un suspiro de los chicos, varios, y el mío estando presente silenciosamente, en eso.

Solo que mi suspiro, es real, y sincero,  lo que también les diferencia a ellos, y otra cualidad que le diferencia es que yo tengo a Sakura para mi misma, al menos ellos, se tienen que quedar con la simple vista del perfil de Sakura, de lado, caminando perfectamente, como siempre lo hace, en sus mentes, como una fotografía, o lo que sea de basura que hiciesen con mi chica en sus mentes.

No debería ser así como lo pienso, pero el tan solo tener  una relación de compañeras de habitación, con ella, me hace presumirla a muchos ojos delante de nosotras, y mil más, que se volverían en contra mía, no de ella, de mí, por tan solo tenerla a mi lado, y no intentarla alejar despacio. 

—Bueno, unnie, disculpame—se apresura a disculparse Chaewon, y a la vez, levantándose de su silla en paso apresurado—Me ha pasado un pequeño incidente...les dejo solas—¿Qué acabas de hacer, pequeña ertida?— Toma asiento, unnie, y haz tu magia en ella—me apunta con su barbilla, y le guiña rápidamente un ojo, para luego retirarse del lugar.

Le guiñó un ojo, le guiñó su ojo, uno que dejaría libre, porque sabe que el otro lo tendrá con parche de pirata blanco, cuando no espere mi golpe estar sobre su otro ojo por ser tan pesada.

Escucho la pequeña, y nerviosa risa de Kkura detrás de mí, que intento pasar desapercibida en mi cabeza, cosa imposible de hacerlo, porque toda parte de mi cuerpo está enfocado, atentos, reaccionan, completamente en ella, me apresuro a concentrarme en mi comida antes de que ella haga una de sus rarezas raras, y me deje sin apetito, y me tenga que ir sin pagar algo que no lo pude ingerir, porque alguien me habría quitado el apetito instantáneamente con solo verla.

El simple hecho de tener a Kkura unnie detrás de mí, hace estar a mi mente preparada para cualquier acción que me tome de sorpresa por su parte. Lástima que mi cuerpo no se adapte a eso, y tenga que actuar automáticamente a sus impulsos.

—Unnie—Sakura articula, evacuando el pequeño silencio al instante, mientras da la vuelta completa a la mesa, y se sienta enfrente de mí, en el lugar que antes ocupaba Chaewon con su gran trasero gordo de cotilla—Te vi muy incómoda desde lejos, y quise venir ha...ayudarte un poco, sí.

Chaewon...ah.

Concentro aún más mi vista en mi comida, aunque sé, que de igual manera es inevitable, su voz es mis oídos desarmó todo aquella protección que me venía haciendo hace unas cuantas horas atrás, después de lo ocurrido en la salida de la universidad, con ella...ah, mira más tu comida, Chae.

—¿Mi...konha...doensaeng es Chaewon-ssi, cierto?—pregunta Sakura curiosamente, y luego responde— Ella es menor que yo.

Mirar más la comida, y no ver, por el rabillo de tu ojo, a Sakura, podría ser un paso en falso, ya que al verla, me cautivarian al instante, y por inercia propia, caería en aquellos encantadores orbes castaños que desearía a ver mirado desde el o opuesto, sin arrepentimientos, ah.
Las miradas llena de curiosidad, con murmullos acompañados  a nuestro al rededor en Kkura no cesan realmente, lo que me pone aún a los mil por nervios, todo es tan complejo en esté mismo momento. No es de esperarse, que sus murmullo sobre nosotras sea de completa mórbida, porque vamos, no conoces realmente a una persona por su apariencia, grave error, nadie sabría que el chico que te acaba de atender, el mesero, con una apariencia que da pulcritud al instante, y el típico estereotipo de "chico bueno"; adueñarse completamente de él, en realidad sea un chico normal, que solo pasa por una mal racha, y que su manera de "sobrellevarlo"; sería masturbándose... ¿no? Nadie lo sabría, ya que sería un chico bueno, y nos tomaría por sorpresa a todos.

Eso me hace pensar que el mesero que atendió en nuestras mesa, era un chico que daba a escasas apariencia de chico tranquilo, y majo, cosa que realmente me hace sobresaltar mis pocas neuronas de inteligencia que me queda...¿y sí fuera real que se masturbara, y luego nos llevaría nuestras comidas? ¡Yah! Mucho que pensar, en serio.

No solo siento miradas curiosas encima de nosotras, y no solo aún escucho murmullos que giran alrededor de la mesas de la principal causa sea esta atractiva persona que tengo enfrente de mi, mirándome atentamente, y con silencio, esperando alguna acción física de mi parte, o contacto visual. Esperando Sakura alguna respuesta naciente de mí, cuando realmente ¿se debería clasificar "respuesta"; besarla ahora mismo? Ah. Pérdida total que soy.

—Deberíamos irnos, y dejar a Chaewon-doensaeng ahí sola, le debo una pequeña broma después de todo—vuelve hablar Kkura, en homólogos que son significativos para mí, aunque no lo demuestre.

Realmente ella quería dejarnos solas, para luego dejarla sola a ella, y que nos escaparamos como personas inmaduras que somos, o que ella misma se escapara, y nos dejara a Kkura, y a mí sola las dos en esté mismo lugar.

—Creo que deberíamos ir a buscarla, quizás se haya atascado en el baño, o conoció el amor de su vida, pero no pudo hablarle porque estaba en...aprietos, podríamos buscarla en el baño, ¿andando? — sugiero, alzando mi ojos de mi comida a la altura de aquella curiosa mirada suya que me veía silenciosamente.

Miro en dirección únicamente a sus pequeños ojos, y puedo decir que  ninguno otros ojos castaños, y lindos como los de ella jamás los había visto antes. Tan brillantes, y tan de ella misma.
Sus pequeñas esferas de ojos me sumergen en un pozo de  esperanza, porque cuando los veo, me da aquel sentimiento de esperanza de que puedo tener una relación más amistosa con Sakura, y sus rarezas. Sus cejas hacen juego alguno con su confusión claramente marcada en su ceño arrugado, arruga la nariz, y percibo al instante de que lleva un ligero maquillaje, que siquiera ni se nota tanto, y es natural.

Chasqueo la lengua, y ella habla—Eto... De acuerdo.

Nos levantamos a la misma vez de nuestras sillas, ¿sincronización, eh? Recojo mis cosas con sumo cuidado, de no hacer ruidos,y alentar más miradas sobre las que ya tengo con Kkura, , me deshago de mi servilleta que estaba sobre mis piernas, dejo un poco de mi propina, pagando así mi plato, y el de Chaewon a la vez, tomo con paso apresurado mi mochila negra que descansaba en el suelo, y apartando a la vez mi ojos que yacían sobre Kkura. Ella es tan femenina en este momento comparado a mí, ella está usando ahora una falda que cubre sus muslos rigurosamente, y llega antes a terminar en su rodilla, terminando ahí su tela rosácea. Usa de prenda superior una camisa, que parece saca de una tienda frecuente de mi abuela, sí, pero en ella no se veía de aquella forma, la camisa era un poco ancha, y de mangas largas que es de color blanco, y con algunos de sus bordes con adornos femeninos que ha de traer antes su camisa. De calzado lleva unas pequeñas botas blancas, ajustado a la forma de sus píes —les eché un vistazo rápidamente—que nada más llega a limitar delante en la parte cerca de su tobillo, y listo. Toda femenina ella, comparada ante mi,  y eso, sin describir su perfecto cabello castaño peinado, sin un pelo rebelde salirse de su racha bien domada, su cabello comparado al mío, está suelto, éste cae, tranquilamente, sin un desorden alguno en su pelo, hasta sus hombros dándole aquella vibra atractiva, deslumbrante, diosa, que a mi me falta mucho para igualarle, ya que yo estoy ahora sencilla, con un ligero, y no costoso maquillaje extraído de no sé qué, el maquillaje se halla estar aplicado sobre mi rostro de forma un poco...casi bien, no igual al suyo, pero bien,estoy ahora usando un pantalón oscuro, negro, rasgado, y un poco ajustado para mi gusto, y mi buzo negro muy  oscuro número tres de mi colección de buzos para el invierno que envuelve a Corea en éstos momentos, mi buzo dice “cute but psycho”; en la parte delantera del torso, escrito libremente, y en cursiva, me digo en una parte de mi cerebro que así irá mi día con Kkura comparandome a cada rato mi poco estilo afeminado a su lado.

Y quizás, mi día hubiese terminado así, si no fuese porque muchas cosas de ella me tomaron por estupefacción en el camino de regresar a nuestra habitación, o dar una vuelta por el río Han, o ir a un cibercafe para el entretenimiento de Kkura. Cosa que sería muy inmaduro de mi parte, pero al final del día, regresar a nuestro dormitorio era una excusa para mí, para no atraerme tanto a ella cuando en realidad ya era tarde, estoy más que atraída por ella, y no lo niego. Es "ella", y no un "él"; como mi madre, o Chaeryoung le fuera gustado ser.

Tal vez, debimos ir a un McDonald que estaba abierto, antes que todo esté caos que ella me ocasiona por cualquiera mínima tonteria, o acción suya me llevase a los nervios, y lentamente me acechara por dentro.

¿Por qué ella me ama tan bien, que me hace sentir insegura, y a la vez tranquila, satisfecha, y amada conmigo misma? Tan solo ella puede tener esa prioridad, esos dos roles a su merced, que jamás he sentido, es increible como ella puede tomar esas simples emociones mías, de nervios, vergüenza, o timidez, y convertirlas en paz, tranquilidad conmigo misma, y satisfacción al topé. No entiendo, aún así, nos encontráramos en lugares público, como en la salida de la universidad, ayer.

Ella extiende su mano hacia mí, con su mano completamente abierta, y llena de tanta suavida dentro de ella, que a pesar que no le he dado la mano, y está esperando ahora mismo por mi mano, su mano es completamente suave, y encaja perfectamente con la mía. Sakura suelta un bufido por la espera, me quedo idealizando su mano extendida en el aire, pensando si tomarle la mano en público, o no. Al parecer a ella no le importa las personas que le rodean para hacer esté tipo de cosas— ¿Vamos? Quiero ir a un cibercafe contigo ahora—propone de repente, y me toma un poco por asombro/desprevenida, continúa — Yo pago, tómalo como un tipo de nuestra primera cita, hasta que me invites a salir correctamente bien, lo dejará de ser—propone Kkura, parpadeó instintivamente para ver si se trata de un sueño, pero caigo en la agradable realidad de que una hermosa diosa como lo es ella no me pediría salir ni que fuese en sueños, y menos aún, siendo chica, cosa que sería mal vista —. Ahora solo quiero que ahora, o esta sea nuestra primera cita, soy inexperta en estás cosas, como ya lo podras ver, todo ahora es tan rápido, lo siento si te sientes un poco presionada, no sabría decir si ese es un lugar correcto para pasarlo, pero lo que si sé es que quiero pasar un lindo momento así contigo, tomadas de las manos, paseando por la ciudad, y que todos me envidien por tener a una cierta persona como tú, especial para mi, a mi lado, oppa—termina de hablar, y siento sus ojos recargado de tanta atención, interés, por mi  expectante respuesta. En realidad, no quiero arruinar esto, pero Kkura está muy lejos de saber que la persona que recibiria "envidia"; u "odio", sería yo, por salir con ante tal diosa magnífica .

Y evidentemente está lejos para saber que se refiere a un lugar público, y lleno de personas con sus curiosas miradas que estarían andando sobre nosotras dos. Sobre dos chicas, con una con sus pelos de la piel erizados a tal punto de que si no estuviese usando un buzo, y que no me tapase completamente, podría casi parecer a un gato mojado completamente sacado de una bañera. Y la otra chica pues, pareciendo, o intentando parecer en una pose tranquilidad, cuando quizás ni esté así. Se trata de la primera cita, ¿cómo alguien podría estar tan tranquilo respecto a eso? Ah. Imposible, manías mías.

No sé que decir...dos chicas, en un cibercafé solas, está tan mal visto para las personas, a cambio, si fuera un grupo de salida de amigos creo que tal vez pasara desapercibido. Creo que si hubiera bastantes personas en un McDonalds, tal vez, y pasaríamos desapercibido. Digo, el McDonalds se me ocurre como un buen lugar de citas, ante un ruidoso centro comercial, ¿no? Pasaríamos más que desapercibidas, al punto de parecer fantasmas, y seguramente, dos chicas dentro de un McDonalds no llamarían la atención si no estuviesen haciendo algo extraño como tocarse entre ellas mutuamente.

Me hace bien, pero a la vez me hace mal que no me deja responder, o pensar con claridad, ah. Yo, el ser humano más indeciso de todo Seúl, y el mundo juntos.

— ¿Y bien? — vuelve a preguntar Sakura-unnie, rebosando una vez más, sus brillantes ojos sobre los míos, llenos de confianza, y tanta tranqulidad juntas ¿Te gustaría salir conmigo como algo más que amigas, Jjayeon-oppa?