Capítulo;18.

El jardinero;

Tengo la impresión de que a Sakura, como a yo, nos hemos enamorado en un incontable momento de la magnífica, y serena tranquilidad que nos satisface estar en una completa aura de soledad. Me sumerjo en la tranquilidad que emerge a mi alrededor, junto a muchos arbustos, y arboles verdes que me intensifica una buena vista hacía la universidad.

Me encuentro en el gran jardín trasero de la universidad, un lugar, extremadamente, tranquilo, y que ninguna persona boba, y necia que son el tipo de personas en que me rodeo, nos esté por aquí. Realmente no se haya personas andantes, salvo el jardinero de la universidad, que ahora mismo que en el lugar en que estoy recostada, con un ángulo... Que da demasiado de que pensar respecto a las relaciones sociales del jardinero. Tengo el inusual pensamiento de que vínculo social del jardinero es rodearse de arbustos, plantas, y todo lo que tenga que ver con un par de tallos, hojas, y tierra. El jardinero se encuentra animosamente acariciando por una hoja a un árbol que le llega perfectamente a la altura, aquél hombre es alto, un color de cabello castaño, como el de Sakura, y siempre tiene una sonrisa plasmada en su rostro cada vez que se le encuentra con plantas, o arbustos cerca, suele estar siempre rodeado de plantas, hojas, y árboles almendros, o cualquier árbol que sea floral, y atractivo a su punto de vista. Es agradable ver al jardinero animado, desde esté ángulo de vista en que me encuentro. Estoy alejada de él, suficiente como para haber casi una malla invisible entre nosotros, sin embargo, le puedo visualizar aún así desde lejos, con su pequeña cabeza que parece una pequeña bola de los juegos de maquinas arcade que están en las tiendas de entretenimiento allá en Japón, y su cuerpo que a mis ojos se visualizan como una hormiga, puedo comprobar que es el señor jardinero, y agregando también, que está usando el uniforme de los empleados de limpieza de la universidad. Desde esté punto de vista me siento como una acosadora sin control, no he apartado mi vista de él, siquiera ahora, que se haya con una rosa tulipán ahora mismo... Haciendo en un intento de besarla, sin embargo, se ve un poco embarazoso, que no me gustaría estar en su lugar. Parece que el tulipán es su esposa, y me ocasiona un poco ternura al verlo tan cariñoso con aquellas simples rosas —desde mi punto—- que han estado para él, desde la muerte de su difunta esposa.

Para él, quizás, las plantas no envejecen cómo él lo está haciendo, si no, las plantas para él eran su única compañía desde la partida de su esposa de su lado, se me hace un poco melancólico que la mitad de su vida la haya descubierto junto a su difunta esposa, y que ahora, no esté con ella. Si no con plantas que él mismo se hace la idea que es la reencarnación de su esposa en ella.

He escuchado eso último de los insólitos, y tontos rumores que circulaban por los pasillos de mi aula magna, es un poco nostálgico pensar así como el mismo lo está haciendo.

Otros rumores explican, que él tiene una gran atracción hacía las plantas, y éstas a ella, porque esas plantas pertenecían a su difunta esposa, se dice que su esposa, que también obtuvo un empleo aquí, cuándo falleció, le había pedido que se encargarse del jardín trasero de la universidad, como si fuese ella quien estuviese ahí con él al cuidado de éstas, se dice otro rumores también, que el receptor actual, de la universidad, era padre de la difunta esposa del jardinero, y que cuándo el receptor descubrió la relación amorosa que se tenían el jardinero, con su ahora difunta esposa, su padre, el director actual de la universidad, la habría sacado de su testamento, y "castigándola"—realmente no era un castigo, porque a ella le gustaba-—a encargarse del jardín trasero de la universidad, -—está claro decir, que el señor jardinero que estoy redactando, no era simplemente un jardinero. Era un profesor universitario, y justamente, de está misma universidad.-— siendo así, su única hija en su familia, y a la vez, el jardinero dado de baja. El receptor actualmente no tiene hijos, y no se le nota una intención de tenerlos. Creo que se arrepiente de toda sus acciones que tuvo contra su única hija, pero a la vez, es simplemente un rumor andante entre los chicos que han salido de esta universidad.

Tengo la impresión de que estoy un poco cotilla, luego de que me la pasase escuchando cuchicheos por los pasillos de la universidad, bravo, Chaeyeon, tienes un paso más para tener un trabajo de investigadora en una cede policial, nótese la mal ironía que brotan mis poros.

Respiro, haciendo entrar aire a mis pulmones, y trabajando a la vez, el majestuoso arte de respirar, já.

El jardinero yace de repente con un estrecho hueco abierto en la tierra , en que piensa plantar su tulipán rosa que yace en sus maltratadas manos. Desde dónde me encuentro, puedo ver solamente su ancha espalda, con sus anchos hombros de un hombre adulto. Me hace pensar... Que el cuerpo de Sakura es frágil, con una textura fina, y delicada, y a la vez, digno de ella, de una chica. Una chica perfecta, así es.

Suspiro de repente, luego de que mis pensamientos se tornasen en Sakura, y una de sus perfecciones en su perfecta vida de modelo de una revista majestuosa japonesa. Se me hace una curiosidad de repente extraña de porqué Sakura no ha sido contratada en una agencia japonesa, siquiera de modelaje, sería una buen modelo para las marcas que representa la exóticas riquezas de visualidad que buscan en corenas, y que solamente ella tiene. Siendo japonesa.

Ah, Sakura, ¿qué me estás haciendo? ¿Por qué de repente tengo la sensación de que quiero estar toda mi vida con ella, y que no fuese su presencia pasajera en mi vida? No quiero que se aleje de mí, sonará egoísta, pero quiero a Sakura solamente para mí, y protegerla únicamente yo. Quiero proteger a esa juguetona diosa ante las blasfemia de los chicos ertidos de la universidad.

Cierro mis ojos, intentando dibujar a Sakura entre tanta intacta oscuridad que se sumerge mi campo de visión, todo lo visualizo oscuro, y es porque me mantengo con los ojos cerrados, y con mi imaginación dando rienda suelta a Sakura, vestida con una pijama de dragón, color rosado, y justo a su medida. Sería tan tierno verla dentro de esa clase de pijama, que adoraría que fuese real.

Ha Sakura todo le queda tan bien, tiene un atractivo visual deslumbrante, y magnífico, que cualquier chica sentiría recelo por simplemente verla.
Incluyéndome.

Oh, vamos.

Siento como mis hombros se tensa de repente, a sentir unas delgadas manos sobre estos. El dueño, o la dueña, no emite alguna señal de su identidad, deja sus manos en mis hombros, y repentinamente mi cuerpo se sumerge a un hondo pozo de miedo. No quiero saber quien es, por solo el contacto físico sé que me traerá un mal para mí.

— Supuse que aquí te encontraría, y lo hice— Oigo su voz, y me estremezco al instante.

Sus labios están impactando con el lóbulo de mi oído. La manera en que habló, me hizo recorrer una corriente eléctrica en toda mi espalda. Su tono de voz salió tan sensual, que no noté que era Sakura.

Estoy a espaldas de ella, así que no puedo ver su rostro, y realmente no quiero verlo, porque sé que perderé el control, y no podré  luego controlarme cómo antes estaba sin su presencia. Sakura  está muy cerca de mí, tanto, que su torso, sus pequeños pechos, y su abdomen, están impactando contra mi espalda. Con sus manos, que yacía en mis hombros, es un repentino movimiento rápido, y audaz, a pesar de que estamos las dos sentadas en el césped —pude oír algunas hojas secas crujir— no evitó que Sakura pasara sus brazos alrededor de mi cintura.

Sakura me está abrazando por detrás, mientras en un tímido movimiento, sentí como mi tensado hombro sintió un peso ligero en éste. Sakura recostó su pequeña cabeza en mi hombro, su barbilla,y con sus brazos alrededor en mi cintura, con sus manos selladas entre ella, por encima de mi abdomen, junto a sus piernas que pasan por un lado de las mías, es ahora el momento en donde tengo la impresión que Sakura al parecer no tuvo un buen día.

En esta posición en que nos encontramos sería rara para alguien si nos llegase a ver. Tremendo lío en que nos metiese las dos, si nos pillasen,  está sumamente prohibido el contacto físico entre los alumnos en esta universidad, y Sakura le ha importado un bledo la existencia de esa regla.

Justamente cuándo mantengo el intento de ignorar lo que me hace sentir Sakura, por el día de hoy,  y todo lo que ella me hace pensar, creería realmente Sakura que sería tonto, pero si ella viese desde mis ojos, como es tan perfecta para mí, de una manera tan surrealista, y distinta.

Si Sakura se visualizase ella misma, desde mi campo de vista, capaz, y sería ella narcisista en enamorarse de su propio rostro, digo, no la culpo, sería normal si así pasase.

Sakura suelta un largo suspiro, volviéndome a la realidad al instante, sacándome de mis pensamientos que giraban en torno a ella, y sus miles conceptos de belleza, ¿que puedo decirte? Es una completa diosa de la tierra del Sol Naciente. Japón.

Un sentimiento asemejado a preocupación, e interés  revolotea en todo mi pecho. ¿Qué le ha ocurrido? Hace unos pocos minutos, antes de venir aquí, estaba junto con Anna. Las había visto en un intento de conversación, es un intento de conversación porque la diferencia es que en Anna no se divierte, y conmigo sí, a llegar a mostrarme sus extraños lados de ersión oscura.

El podado césped está perfectamente apodado, espero que nuestra ropa no se llegue a manchar, bueno, su uniforme, mi ropa no importa tanto, salvo la de ella.

—¿Cómo te fue el día?—pregunto, ignorando una vez más, como mi corazón empieza a subir la velocidad en como bombea sangre por ella.

Oh, Dios, la fuerza de sus antebrazos sobre mi cintura se intensifica, apretándome, y empujándome más hacia ella. Su fuerza es débil, suave, no hace faltarme el oxígeno, como yo lo hice... En las taquillas del departamento de Ciencia. Su cabeza se desliza desde mi hombro, a mi espalda, con su cabeza recostada en mi espalda, la hunde más como si se tratase de una completa almohada en donde ella se siente muy cómoda. Y que a la vez, no me quierer dejar ir. Me pregunto donde pensará que iré, si tengo a una diosa como ella que me aprisiona con sus brazos al rededor de mi cintura, y sella sus manos, para tener más seguridad de que si me llegase a levantar rápidamente, y salir corriendo. No entiendo.

Siento cómo su nariz empieza a inhalar profundamente mi fragancia corporal, y expulsándolo en un largo suspiro. Hoy no traía un perfume puesto, así que estaba ubien

Escucho la suave melodía de la voz de Sakura insmicuirse en mis oídos, y hacer que mi corazón esté agitado más —Bien, sólo estoy un poco cansada—articula, con un tono de voz realmente perdido en la batalla del cansancio.

Se me ocurrió una idea que podría hacer que su cansancio desaparezca.

—¿Qué puedo hacer, para que no estés cansada? — me tengo que asegurar que va a decir lo que tengo en mente, lo que nos gustaba hacer cuando estábamos en la secundaria.

Sakura no responde al instante, y se toma varios segundos para dar respuesta a mi pregunta, y lo hace, con muchos microsegundos de por medio. Se ha tomado seriamente lo que me va a pedir, vaya, esta chica es audaz.

—Bésame— pronuncia firmemente, haciendo que su aliento hiciese alguna cosquilla extraña en mi cuello—Quiero un beso, Chaeyeon-ssi. Jjayeon-chan es mi mejor medicina para un día agotador—termina de hablar, para luego sacar su cabeza que estaba recostada de mi espalda, y llevar rápidamente su mano en dirección a mi rostro, en mi pómulo,  y girar mi rostro cuidadosamente hacía donde está el suyo.

Se ven tan magnifica a través de mis ojos, que me hace preguntar, ¿por qué una diosa tan perfecta como ella, está conmigo? Podría estar ella ahora mismo con Anna, pero no, está conmigo. Con su compañera de habitación, y el intento de amiga que soy. 

A pesar de que nos encontramos en espalda las dos, mi cuello me está enviando señales de dolor al tener mi cabeza volteada mirando únicamente hacia ella, a sus dulces, y castaños ojos que denotan seriedad, y sus labios que no puedo mirar.  Mi cuerpo se siente rígido ante su presencia. Si miro a la dirección de sus labios, considerarlo mi completa perdición