Capítulo; 15

Nubes grises, sol caluroso.

Reacciono inmediatamente sacudiendo mi cabeza hacia los lados, ¿acaso es lo que acabé de oír, o estoy en un sueño? Si estuviese en un sueño, mi nariz no fuese víctima del desagradable olor de drogas que adornaba el ambiente hace unas horas atrás. Me siento mareada de repente, y mis piernas en cada segundo que paso acá, con Sakura, no es la excepción del caso.

Trago nuevamente saliva, intentando calmar mi respiración, y haciendo así el intento que Sakura no llegue a notarlo, estoy en una fugaz de nervios dentro de mi cuerpo, ayuda. Vuelvo a respirar suave, y silenciosamente para así acatar los rápidos latidos de mi corazón, no logro recodar en que lugar saque esa técnica, pero inhalar oxigeno te hace bien para los momentos de estrés, y de nervios, justamente como ahora.

Si antes estaba estresante, mi estrés se triplica bastante, ¿y ahora que tengo que hace? ¿Es la parte de la película en donde los protagonistas se besan, y se hacen pareja al día siguiente? No, lamento decir que realmente no se parece a eso, esto no es una película, y Sakura no es ninguna actriz, así que no hace ningún papel protagónico ahora, salvo en mis sueños, en mis sueños Sakura obtiene el principal papel, hasta a veces el de ninfómana, já.

Y agregando además, Sakura es una chica, yo soy una chica, ¿qué?

¿Habría alguna película que nos describiera a Sakura, y a mí, digo, ella con sus extrañas rarezas, y yo con los nervios a flor de piel? Será difícil encontrarla, lo predico.

Quiero decir, Sakura es a veces estresante con sus rarezas, no lo niego, me pone a los mil nervios con sus rarezas, juntamente como esta. No es nada nuevo en esta chica que actue así para mí. Intento calmarme una vez más, ya que mi respiración está un poco calmada, y regulada, parpadeo instintivamente, y a la vez pensando segura de nuevo la acción que voy hacer, ¿estoy de verdad segura de hacerlo? No lo sé, lo haré, pero no sabré seguro lo que vendrá luego. Estoy muy nerviosa, al triple, y asustada, no lo escondo.

El estado de shock habría disminuyendo muy lento, casi por unos segundos después luego de que Sakura confesase querer besarme, regresándome así un poco la movilidad de mis extremidades, y pudiendo tranquilizar los miles de nervios que se encuentran en mi pecho, como si se tratase pirotecnia, pero una pirotecnia muy bonita, y que me gustaría transfórmala algo más por ella, no cómo atracción física, cómo amor.

Chaeyeon, ¿qué dices? ¡Ahhh!

Sakura cómo siempre tomando poder de todos mis pensamientos, mis emociones, incluso, mis extremidades, como si ella fuese la reina de todo mi cuerpo, ¿tan mal me hace Sakura a la vez? Ghh.

Muevo un poco mis brazos a mis lados,  vuelvo a parpadear un poco, regresándome a la realidad, y muy tarde, Sakura se encuentra muy cerca de mí, a pesar de las pequeñas diferencias que ella, y yo tenemos, cómo una de esas, la altura, su rostro queda en una perfecta forma junto al mío, seguido de sus labios, que no se encuentran untados en el aire, no, se localizan tocando los finos rasgos de mi rostro, aún con su suave mano en mi barbilla, mi mentón se vuelve más sensible conforme su tacto de labios sube a cada lugar de este mismo. Sus labios se encuentran localizados en mi pómulo derecho, muy cerca debajo de mi ojo, al lado de mi nariz, y encima de unos centímetros más lejos por mi labio superior.

La sensibilidad de mis labios se vuelve cada vez áspero por que llegue a ellos.

Mis ojos por inocencia propia visualizaron detenidamente las extrañas acciones que estaba haciendo Sakura con mi pómulo derecho, hace unos segundos atrás, sus labios habían sensibilizado más de lo que estaba mi mentón, sus suaves labios, que de por cierto, la comisura de ellos seguía con un redoblante brillo cautivador, permanecían impactando suavemente en mi barbilla—no se sentía mucho el tacto sobre estos— siendo un lugar para mí, estresante.

No sé en que momento rápido se habría inclinado hacia mí, hasta cumplir el objetivo mental de que sus labios tocasen mi rostro, Sakura es rara, lo vuelvo a decir realmente.

Siguiendo a esto de las rarezas, ya que en mi cuerpo no alberga alguna emoción de nervios recorrer en mis venas, por acción mía, propia, deslizo mis dos brazos hacia su espalda, por detrás, atrayéndola un poco hacía mí, y a la vez, Sakura presionando su torso contra el mío. Nuestros pechos están a superficie de tocarse, a salvo que mis pechos están un poco encima de los suyos,  porque soy un poquitín alto a ella. Cuando tiré un poco de ella hacia mí, con mis manos estar en su frágil, y estrecha espalda, ya no es una espalda ancha, con hombros anchos, como la de un chico, es una espalda frágil, y curvada en un molde de una perfecta chica, no sé que estoy haciendo conmigo misma en estos momentos.

Lo que aún llamó la atención en de oídos, fue el suave, y bajo tono, como si fuese un susurro alguno escondido—no se parecía tanto a un susurro, eso lo sé de las veces que pillaba a Chaewon viendo contenido XXX, ay Dios— de una clase de suspiro causado por excitación. En palabras cortas, y con menos de consonantes; un leve gemido.

¿Sakura acaba de soltar un leve gemido para mis oídos? ¿Qué está pasando aquí?

Al momento de estrecharla, suavemente, contra mí, sus labios soltaron ese sonido extraño, e inusual escucharlo, sus labios están ahora entreabiertos, en mis oídos confieso que fue tan y escucharlos, sus labios los puedo sentir encima de la superficie de la piel de mi rostro, era inusual escuchar un quejido de satisfacción—salvo ahora—, que mis oídos lo oyeran, nuevamente, luego de aquel incidente del chico que se ofendió en la escuela, porque Sakura le había soltado unos “gemidos”; con su boca—la justifico, porque estaba tratando pronunciar coreano para él, y luego de eso, aunque estaba acostumbrada a esos sonidos de ellas en las mañanas, de una extraña manera dejó esa manía—salir de ella. No me imaginé que hasta ahora Sakura lo volviese hacer, y vaya. Sakura es una chica muy juguetona, y sin una pizca de vergüenza alguna, no la juzgo, pero yo no haría eso, y menos en una institución educativa en que estamos.          

Mis oídos a causa de eso, y mis movimientos faciales se hicieron más sensibles al escuchar eso, ahora mis piernas me temblaban un poco, ¿qué ha hecho para volverme  llevar a esté estado de nuevo?

Hago el intento de parecer normal, hasta que mis manos bajan, sin notarlo, a su delgada cintura. Mis dedos acarician, ligeramente, la superficie de tela del saco del uniforme oscuro que está usando, con mis dedos extendidos, por detrás de su cintura la acerco más hacia mí, recortando algunos centímetros de distancia, y haciendo que los labios de Sakura se separen de mi pómulo, seguido de igual manera de su rostro, su cara está un poco alejada de la mía, y veo como sus parpados se encuentran hacía bajo, cerrados, sus ojos se visualizan cerrados, al repentino momento de mirarla así, en mi interior hubo de nuevo un impulso en querer juntar mis labios con los suyos, ¿y quien no lo sentiría? Tener una chica realmente atractiva, con su cabello caer hasta sus hombros, con un cuerpo frágil, moldeado en una buena figura perfecta, y lo extraño de todo esto, es que la chica quiera besar a otra chica, y volviendo a traer la palabra de que la chica es una chica.

Una chica afeminada, atractiva, hermosa, tierna, perfecta, carismática, y algunas veces tonta, y juguetona…sigue siendo una chica. Una chica que confesó querer besar a otra chica, tal vez por curiosidad, o por sentir a carne propia como sería ser besada por una persona de su mismo o, y volviendo al caso, la última chica, ésta, mantiene retenidos sus impulsos por besarla, y ella, la chica que está al frente de mí, no ayuda en retenerlos.

No me quiero sentir inusual, o extraña, incluso anormal, pero…¿tener impulsos por besar a Sakura, siendo una chica, debería clasificarse anormal, viniendo de nosotras dos de familia conservadoras, y mi abuelo me exterminaría, o encerraría en una de esas bóvedas que guarda mucho dinero en su banco? ¿ah?

Realmente tengo mucho miedo por todo esto que es nuevo para mí,aunque hace tiempo me empezaba a sentir de está misma forma,  y normal, que parece para esta chica. Nunca antes de conocer a Sakura había tenido tantos impulso por besarla, y retener sentimientos como si se tratasen un delito por cometer.

Sería un delito para mí besar a Sakura, y prometí que no lo haría, así cambiase mi o a hombre, a Sakura no la besaría, aunque mis impulsos, y ganas se tripliquen al mirarla, o soñarla en una forma poco favorable.

Sakura se acerca más a colocar su barbilla encima de mi hombro, recortando ya la distancia que ella misma había iniciado, mientras mis manos se encuentran en la superficie de la fina tela del chaleco oscuro de su uniforme. Atrayéndola más hacía mí,  en mi mente, todos los orificios inexistente, se posiciona como un agradable eco dentro de mí, ese suave sonido tan sensual que mis oídos habían percibido al instante, volviendo a repetirse una, y otra vez en mi mente.

Creo que hoy no duermo bien, y más con Sakura a escasos centímetros cerca de mi cuerpo, porque de un repentino momento, el tedioso, y caluroso sol se había ido a no sé en donde, para dar su lugar a unas nubes oscuras, cargadas de agua de lluvia en su interior, formando así, parte del paisaje. Será una larga noche en venir.

 Suena raro pero confieso que me gusta los extraños sonidos que brotan desde los labios de Sakura para mí, son cautivantes, e incomódos a la misma vez. En pocas palabras, y aunque suene como una ertida, como esos seguidores asquerosos de Sakura, me gustó como gimió, debería sentirme asqueada, lo sé, pero realmente el "asco", no se haya siquiera en mis uñas. No sé cómo Sakura puede hacer sentir mi cuerpo así de repente, es tan extraño siendo ella una chica, y no un chico que me haga sentir así, cómo ella mil veces lo hace, mil veces me hace sentir sumisa ante su presencia.

Verdaderamente todo es un lío dentro de mi cabeza, que la principal persona detrás de eso, se encuentra al frente de mis narices, literalmente la persona que se haya recostada en mi hombro, como si este fuese una cómoda almohada, mientras sus manos se reencuentran entre las suyas en mi espalda, asi encerrándome en dentro de sus brazos. Ella suspira, pesadamente, y hunde su cabeza más en mi hombro, hasta girarla para la dirección de mi cuello, puedo sentir como su aliento envía fuertes oleadas de escalofrío a mi columna vertebral, y erizando a la vez los vellos de mis brazos ante esa repentina acción. Esta chica se mueve rápido, más que yo, y mi persona ni nota sus mínimos pequeños movimientos.

Siento su mirada recargada de frío, cómo si se tratase de un pedazo de hielo unido a mi cuello, dónde ella me congela por dentro de tanta frustración, y desilusión, ella decide dejar su mirada ahí, y dice, haciéndome cosquilla en mi ombrigo—Estaba confiada a sacarte información de porque te enojaste hace unos minutos atrás, pero yo acabé aquí, en tus brazos—suspira.

La apreto más hacia mí, con mis brazos, hasta dejarla sin aire. Respira profundamente.

—Me vas a asesinar antes de que pueda darte hijos, Chae—bromea, y luego una simple risa de su parte suelta por parte de sus labios.

Sonrío de lado.

—Mis hijos contigo saldrían tan extraños como tú—digo, sin mirarla, mi vista se concentra en las alejadas escaleras del pasillo, mientras en mis labios se encuentra una sonrisa causada por ella, y sus tontas rarezas.

Me siento extraña ahora, mi amiga me está haciendo sonreír primero, antes un desagradable chico, ah.

Sakura suelta un resoplido frustrado, y mis oídos dejan de recibir la encantadora melodía de la risa de Sakura, su atención.

—No lo has visto, y ya aseguras como seran—menciona, deteniendo su ligera risa de repente—Deberíamos intentar tener hijos, ya sabes, así veremos quien tiene la razón, sin esperar tanto tiempo para descubrirlo—siento como las mejillas de Sakura se alarga a sus lados, formando una sonrisa en mi hombro, y a la vez ocultando su rostro, tal vez está muerta de la pena por lo que ha dicho.

Siendo las dos chicas, cómo broma, no me importaría seguir sus extrañas, y absurdas rarezas, já. Además, estamos las dos solas en esté pasillo, no hay alguna alma merodeando a salvo de nosotras dos, como buenas amigas tontas bromeando.

Aseguro que sin verla, en su rostro se haya una linda sonrisa que los seguidores de Sakura se sintiesen celosos, y con ganas de ahorcarme por no ser ellos quien la hace sonreír así. Sólo yo lo hago, já.

Es mi momento de bromear ahora, sin el estrés en alguna parte de mi cuerpo, y con un poco de buen humor escucharse en mi tono de voz, me siento bipolar ahora mismo, ah—Nos va a tocar hacer uno de verdad entonces—río, esperando la pequeña, y ligera risa de Sakura que no llegó a insmicuirse a través de mis oídos.

Me pregunto si pronuncié mal en japonés, o solo fue algunas palabras que se inmiscuyó en coreano, mezclándose con el japonés que se salieron sin notarlo en mi pronunciación, no hubo como respuesta una risa ligera de su parte, como de haber reaccionado a la pequeña broma, de hecho no siento la comisura de los labios de Sakura estar levantados hacia arriba, formando una perfecta sonrisa hecha por mí—créditos ante todo—en su rostro, ninguna pizca. No hay alguna por parte de ella, me pregunto si es ya su turno de nervios para que esté como yo, cómo sienta cómo me hace sentir de la noche a la mañana, con solo su presencia en mi cama, ah, venganza.

¿Será que he pronunciado mal? Llego a esa única conclusión que pueda ser real, además, mi japonés es intermedio, puede ser, no me haya entendido, y se haya quedado en un repentino silencio, ¿no?