"Te protegeré"

Vain (TaeNy Ver.)
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Arrojé dos dólares extra al mostrador cuando dejamos el restaurante y la mujer nos despidió agitándonos el brazo en apreciación.

Tae y yo caminamos silenciosamente hacia su jeep, ambas meditando, supongo, sobre las inesperadas noticias que nos acabábamos de dar  una a la otra. Fue la primera vez que nos habíamos permitido ser vulnerables  una con la otra y se sintió abrumadoramente poderoso.

Mientras caminábamos, de repente sentí una ráfaga de viento cuando Taeyeon me atrajo violentamente hacia ella, justo a tiempo para evitar al ciclista que había perdido el control y avanzaba a toda velocidad hacia nosotras. Taeyeon me agarró por la cintura, balanceándome y lanzándome hacia la acera y contra la fachada exterior del restaurante del que acabábamos de salir.

 Cuando me presionó contra ella, ese mismo rubor caliente inducido trepó desde mi cuello hacia mi cara y una de sus manos viajó hacia mi nuca, mientras la otra descansaba en mi cadera. Mi corazón latió en mi garganta, pero no a causa de la casi colisión. Estaba perdiendo control sobre mis reacciones y eso nunca me había pasado. Siempre estuve metódicamente al mando sobre la forma en que dejaba que un chico me afectara y tenía sus reacciones hacia mí controladas de la misma forma. Siempre en control. La cercanía a Taeyeon era mi kriptonita. 

—¿Estás bien? —me susurró a centímetros de mis labios.

Lejos de estarlo, quise decirle, miré fijamente hacia su espectacular rostro. 

—Estoy bien, gracias —dije en voz baja en cambio, con miedo de estropear el momento.  

Estábamos caminando al filo de la navaja, y mi sangre corría peligrosamente en mis venas, amontonándose en la piel donde sus manos descansaban, calentándome desde adentro.

Comenzó a alejarse lentamente, pero los músculos de sus brazos se tensaron mientras forzaba sus manos a dejar mi cuerpo. Me quedé sola demasiado pronto, pero no había nada que pudiera hacer. En el pasado, la hubiera arrastrado de vuelta hacia mí, pero ya no era esa Stephanie, así que la seguí suavemente Nos apresuramos al jeep, abrió la puerta para mí, antes de rodear el auto y sentarse ella mismo. Encendió el auto, pero agarré su brazo antes de que pudiera poner el auto en marcha.

—Espera —le dije

—¿Sí? —me preguntó, respirando inusualmente fuerte y batiendo su cabeza en mi dirección.

—Debería llamar a Pemmy para ponerlo al día.

—Oh —empezó antes de aclararse la garganta y mirar al parabrisas—. Claro.

Mi corazón empezó a latir más rápido ante su obvia decepción. La miré un segundo mientras pretendía que marcaba el número de Pemmy. Entonces bésame, seguía ordenándole silenciosamente, pero nunca obedeció. En su lugar, agarró con tal fuerza el volante que pensé que lo doblaría. Le marqué a Pembrook en serio, y contestó en el segundo timbre.

—¡¿Stephanie?! —escuché en el otro lado.

—¡Pemmy! ¡Sí, soy Stephanie! Cargamos el teléfono así que tiene toda la batería, si lo uso poco tiempo, creo que podría durar unos días. ¿Tienes alguna noticia?

—Bien... escucha...el doctor...he ordenado un avión —dijo, rompiendo sin duda—.

Ellos deberían estar en Kampala en cuarenta y ocho horas con todo lo que necesitas.

Solo pude obtener espacio para suplementos médicos, Stephanie, así que hazle saber a Karina que no pude incluir comida o ropa en este cargamento. Ya he ordenado escoltas armadas… la entrega en Masego.

Se interrumpió en ese momento y perdimos la señal. Traté de nuevo pero no hubo suerte. Apagué el teléfono satélite y lo escondí en la bolsa de lona del asiento antes de mirar en dirección a Taeyeon. 

—¿Lo escuchaste? —le pregunté.

Asintió. 

—Cuarenta y ocho horas —habló solemnemente—. Habrá que poner en cuarentena tres secciones. Casos confirmados, casos sospechosos y niños que no muestren señal de enfermedad.

—¿Cuáles son las posibilidades de que podamos mantener la mayor parte de ellos limpios? —le pregunté.

—No tengo idea. —Tae se volvió hacia mí—. Vamos a ser tú y yo con los niños más enfermos.

—No sabemos si alguno de ellos va a estar enfermo, Tae.

Su cara se suavizó. 

—Steph eso es inevitable.

Taeyeon puso en marcha el auto y salió disparado con dirección a Masego y hacia un cielo que empezaba a hacerse rosado. El sol iba a dejarnos pronto, volviéndome nerviosa por alguna razón que no sabía.

Una hora después dejamos Jinja, la tensión en la camioneta era palpable. Demasiadas emociones se arremolinaban alrededor de nosotras y me moría de ganas porque Taeyeon se acercara y cortara esa tensión con su boca. 

Miré hacia afuera de mi ventana, mi codo descansando fuera de la ventana. Sentí hebras de mi cabello agitándose hacia mi cara. Mis trenzas habían empezado a caerse. Miré hacia el espejo para ver si necesitaban soltarse o si sólo podía apartarlas. Era un desastre.

Tragué saliva sabiendo que el simple acto de liberar mis trenzas era el momento más íntimo que había experimentado, incluso en mis momentos más vulnerables con otras mujeres. Mire hacia ella y llevé mi mano lentamente hacia mi trenza izquierda deslizando la banda dolorosamente lento. Quería que ella lo notara.

Los ojos de Taeyeon revolotearon en mi dirección. Su respiración se volvió más profunda, y pude sentir el calor de su aguda mirada en el hueco de mi estómago. Dejé la banda en el asiento de al lado antes de levantar mi mano para soltar la trenza pero la encallecida y caliente mano de Taeyeon detuvo la mía. 

Bajó la velocidad de la camioneta un poco antes de enhebrar los dedos sobre la parte superior de mi cinturón y deslizarme más cerca de ella. Parpadeé y mi aliento salió apresuradamente. Me giró para enfrentarla y con su mano libre deshizo cada trenza al igual que había hecho durante la lección. Cuando hubo terminado, lentamente levantó sus dedos y ahuecó un lado de mi cara, antes de girar su cabeza hacia mí. No pude pararme a mi misma de poner mi mano en su antebrazo y cerrar mis ojos, disfrutando de su toque abrasador. Tomé tres respiraciones estabilizadoras y traté desesperadamente de no derretirme en ella.

Abrí mis ojos para mirar hacia ella, pero volvió su mirada de nuevo a la carretera, estrechando sus ojos ligeramente. 

—No —susurró cuando un cuerpo de luz inesperadamente brillaba hacia el auto.

Batió mi cuerpo hacia abajo y cubrió mi cara con su pecho. Estaba más que agitada cuando el jeep dio un giro brusco hasta llegar a parar abruptamente perpendicular a la carretera sobre la que estábamos viajando.

Antes de que tuviera tiempo de reaccionar, me estaba empujando hacia afuera de la puerta del lado del pasajero y ordenándome que mantuviera la cabeza abajo. La adrenalina se estaba filtrando por mis miembros y obedecí sin pensarlo. Con una velocidad tan cautelosa que no pensé que fuera humana, Taeyeon se deslizó fuera, sacudiéndose abrió la guantera y sacó su revólver, lo cargó y me lo entregó sin ninguna palabra antes de sentarse a mi lado. Se acercó a la puerta del asiento trasero y la abrió, inclinándose para recoger su AK justo en el momento en que la primera bala entró silbando por encima del jeep. Mi corazón se enfrió en mi garganta y me metí más abajo, metiéndome contra el lado de mi puerta. Taeyeon se agitó hacia afuera y cerró la puerta de un tirón.

—Mierda —La escuché decir mientras desenfundaba el arma y sacaba el compartimiento donde guardaba las municiones en su lugar—. Mantén tu cabeza abajo, Steph —dijo, deslizándose hacia mi otro lado y asegurando su arma en el capó del jeep.

Inmediatamente, una ráfaga de disparos irrumpió en la callada noche y mi propio revólver se agitó en mis manos. Taeyeon respondió al fuego. Después de un minuto, pero sentí que fue como una hora, me calmé lo suficiente para empuñar mi arma sin temblar. Ajusté mi cuerpo para situarme junto a Tae. 

—Ni siquiera lo pienses —dijo Taeyeon fríamente a la noche en frente de ella, antes de enviar una ráfaga de balas en dirección a nuestros atacantes. 

—Tengo que ayudarte.

—No, tú sólo disparas hacia ellos si están sobre nosotros, Steph.

Otro ronda de balas chirriaron en nuestra dirección, rompiendo la única ventana del pasajero cerrada y pasaron a toda velocidad sobre nuestras cabezas. Taeyeon se agachó el tiempo suficiente para encontrar mis ojos y un millón de promesas fueron transferidas en ese breve momento. Arrancó su mirada de la mía y se levantó abruptamente, reposicionando su arma antes de disparar en su dirección.

—¿Me das esas municiones?

Estaba oscuro pero las luces delanteras del vehículo de nuestros atacantes iluminaban la parte más vulnerable de nuestro jeep y pude ver una de las municiones que ella estaba pidiendo. Las recogí y se las entregué. Sacó el cartucho caliente y usado y lo reemplazó por otro tan rápido que apenas lo registré. Disparó en respuesta en sólo segundos.

—¿Quiénes son? —pregunté.

—Ladrones.

—¿Con armas automáticas? —pregunté incrédula.

—Sí.

Taeyeon desató una cantidad exagerada de balas en su dirección y ellos hicieron lo mismo en respuesta. Tapé mis orejas lo mejor que pude y traté muy duro de mantener mis lágrimas dentro. A pesar de todos los intentos, no pude evitar que mi cuerpo temblara.

Y así tan rápido como había empezado, pareció terminar. Escuché puertas cerrarse y su motor cobrando vida, entonces sus luces delanteras desaparecieron. Taeyeon vaciló y la seguí sigilosamente deslizándome a su lado y agarré su camiseta en una de mis manos. Me puso detrás de ella mientras mirábamos como nuestros atacantes se alejaban de nuestro jeep en la otra dirección.

Podía sentir mi sangre volver a mis extremidades y se sentían pesadas, pero fue por corto tiempo cuando los hombres se volvieron repentinamente y fueron como un cañón hacia nuestra dirección, disparando balas por todo el camino.

Tae nos dirigió hacia un lado del jeep y nos empujó hacia la parte de atrás antes de caer encima de mí y enterrar mi cabeza en su pecho. Podía oír a los atacantes romper el parabrisas con balas antes de acelerar hacia la noche. Permanecimos así durante varios minutos antes de que ella me dejara levantar la cabeza. Tan pronto como me levanté, me abrazó como si estuviéramos muriendo. Agarré su espalda, desesperada por estar lo más cerca posible de ella, enterrando la cara en su cuello.

Tomó un cuarto de hora hasta que nuestra respiración se mantuviera estable, pero aun así me abrazó con más fuerza de la que jamás había sido abrazada en mi vida.

De repente se acordó y saltó a una posición sentada, buscando mi rostro y cuerpo, pasando sus manos por donde sus ojos vagaban, comprobando heridas y calentándome desde el interior.

—¿Estás bien? —preguntó finalmente.

Me senté y me ocupé de su propio cuerpo.

—Estoy bien. ¿Y tú?

—Ni un rasguño —dijo con una sonrisa un poco temblorosa, haciendo que mis ojos ardieran en alivio.

Me agarró y abrazó de nuevo.

—Dios, Steph —susurró en mi pelo—. Estaba muy preocupada.

Fue entonces cuando me di cuenta de que su cuerpo finalmente había aceptado que todo había terminado y empezó a temblar contra el mío mientras la adrenalina la abandonaba. Me apartó y pasó las manos por mi cara y por mi pelo, bajó por mi cuello y las apoyó en mis hombros un momento antes de poner mi rostro en su cuello. Nos sentamos en la suciedad, abrazándonos  una a la otra, moldeando nuestros cuerpos juntos lo más cerca que pudimos

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Comments

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czankx #1
Chapter 31: Thank god Google Translate, I managed to read this masterpiece. I know it's an adaptation, but nothing better if the characters are Taeny, it just fit so well. Taeny pairings just built different, their love just make it more sense.. I want more!! 😍😂
sonehdz
#2
Chapter 26: No se si ya la subiste pero estaria genial que adpataras la historia de jessica
Cele1987 #3
Chapter 24: Definitivamente Karina no debía morir ????
jramirez #4
Chapter 26: Si si si por favor adapta la historia de Jessica, te lo suplico
saramarmota #5
Chapter 31: LO AMEEEEEEEEEEEE DIOSSSSSSSSSS FUE TAN BUENOOOOOOOOOO
me atrapo desde el inicio el fic y no me dejo ir...
PinkDork
#6
Chapter 31: Lagusikrbe AL FIN TERMINÉ. DIOS.
Tenía que tomarme el tiempo para terminar mis pendientes y qué bueno que lo hice. Pero qué historia, la imaginé como una película; sería tan bello grabar algo así. OBVIAMENTE AMÉ EL TAENY, pero hubo algo que me tocó demasiado: qué tal lección la de Karina. Amé al personaje. Su existencia y muerte fueron fundamentales.
Gracias por este genial trabajo Hwang. Me gustó el final, ya sabía que no podía durar demasiado la mentira de Steph. Já.
Ahora me mudo a Greed. Te veo por allá.
<3
skincrisday #7
Chapter 31: Increible historia y buena adaptacion... muy buena la historia. Me gusto.
skincrisday #8
Chapter 31: Increible historia y buena adaptacion... muy buena la historia. Me gusto.
skincrisday #9
Chapter 22: Cap 22 que capitulazo, de verdad que esta muy cool tu fanfic... viva el Taeny.
skincrisday #10
Chapter 19: Aqui falta otro cap y el epilogo