"Mandisa"
Vain (TaeNy Ver.)Taeyeon y yo fuimos relevadas por Ruth y Salomon alrededor de las ocho de la mañana.
Cansada, la idea de dormir en mis sábanas después de estar cubierta de sangre y suciedad me emocionaba. Quería, no, necesitaba quitarme de encima la noche anterior.
—Tengo que ducharme —le dije a Taeyeon.
Sus ojos se desorbitaron ligeramente.
—Oh, está bien. Yo iba también. ¿Quieres ir primero?
—No —le digo—. Ve primero. Yo recogeré mis cosas.
—Bien —dijo—. Tocaré tu puerta cuando esté libre.
—Gracias.
Quince minutos después, Taeyeon tocó la puerta y respondí.
Asomó su cabeza y su cabello todavía estaba mojado y pegado en su cuello. Podía oler la vainilla e inhalarla.
—Todo tuyo —dijo, caminando para irse antes de pararse un momento—. Uh, duerme bien. –dijo evitando mirarme
—Gracias —dije, riendo sutilmente.
Me metí en la ducha con vacilación sabiendo que habría bichos pero esta vez estaba sorprendida de nuevo de ver que estaba totalmente limpio.
—Eso es extraño —dije en voz alta.
—¿Qué es extraño? —preguntó alguien. Karina estaba pasando.
-Oh, que no hay ningún insecto aquí.
Karina estudió la ducha.
—Eso es curioso.
Sonrió antes de escurrirse a la escuela.
Me bañé rápidamente, limpiándome de la noche anterior lo mejor que pude y me vestí con sencillez. Mis pies y ojos estaban tan pesados al final que no estaba segura de si sería capaz de llegar a mi pequeño refugio pero de alguna manera lo hice, tirando mis cosas a un lado y prácticamente arrojándome en mi cama, enterrando mi red lo mejor que pude en el colchón. Estaba dormida antes de que mis ojos pudieran incluso golpear la almohada.
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Desperté, aparte la red que me protegía de los insectos y salí de la cama, me lavé los dientes y arreglé mi cabello en dos trenzas como lo había hecho el primer día. Iba a ser mi estilo normal, me decidí. Era fácil y se quedaban fuera de mi camino. Dos cosas por la que hubiese pagado para que nunca hubieran asociado con la forma en que quería presentarme. Me puse mis vaqueros ajustados estándar, botas y franela.
Afuera, podía escuchar las voces alegres de las niñas y las risas abundantes de los chicos, sin duda disfrutando su día libre. Cuando dejé mi choza, mi vista era exactamente la que esperé, con excepción de una sola cosa. Las chicas se sentaban en el árbol baobab bailando y jugando, parecía que los niños tenían varias horas en un partido de fútbol.
Mis ojos repasaron a través de los jugadores, todos coincidentes en altura a excepción de uno. Taeyeon jugaba junto a los niños, riendo con ellos, rebotando el balón a su alrededor y burlándose por no ser capaces de igualarla, lo que les hacía reírse aún más. Dos chicos habían caído por reírse tan fuerte. Cuando me vio, su sonrisa no desapareció y eso me fortaleció. Pasó la pelota al niño más cercano y continuaron jugando.
Taeyeon trotó hacia mí, sin aliento cuando finalmente m
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