Al entrar en el apartamento notó que la luz de la habitación de Nim estaba apagada, sin embargo sus zapatos estaban en la entrada, por lo que eso decía que ya había llegado. Era tarde, pero necesitaba hablar con ella y contarle lo que había pasado con LuHan. Al abrir la puerta la encontró en su cama, con el pijama puesto y respirando tranquilamente, se había quedado dormida y se notaba que había llorado. Tomó la sábana y la cubrió bien. Cerró la puerta mientras suspiraba.

Antes de reunirse mañana con LuHan tenía una visita que hacer a alguien.

 

 

Por la mañana se levantó con dolor de cabeza, cualquier persona que la viera pensaría que había bebido mucho y tenía una resaca horrible; la verdad era que se había quedado dormida mientras lloraba a causa de lo de ChanYeol, había prometido no llorar más por él pero no pudo controlarlo. ¿Tanto así había logrado entrar en su corazón? ¿Tan rápido? Las respuestas eran sí y sí.

Salió de su habitación y al entrar en la cocina encontró su desayuno ya preparado junto a una nota que le había dejado Salieri.

“El desayuno está listo. Tengo que salir, regreso en un momento, prometo no tardar.

Tengo que contarte algo, las cosas con LuHan se arreglaron.”

Sonrió al leer lo último, al menos las cosas entre ellos dos se habían resuelto, pero ¿a dónde había ido Salieri? Se tensó por un momento al pensar que había ido en busca de ChanYeol, pero ¿no sería capaz o sí?

—Kwon Salieri…

Comió algo rápido del desayuno, se vistió y salió a la calle para tomar un taxi. Estaba totalmente segura que había ido a buscarle a su casa. Tenía que detenerla antes de que hiciera algo imprudente.

El taxi se detuvo frente al edificio donde ChanYeol vivía. Se detuvo frente a la puerta del mismo pensando si era buena idea, recordó a su amiga con sus instintos asesinos contra ChanYeol y decidió que era buena idea. Abrió la puerta, tomó el elevador y pulsó el número 3.

Caminó por el pasillo cuando escuchó las voces. Corrió hasta llegar a la puerta del apartamento de ChanYeol. Ni siquiera pensó en tocar, simplemente entró. Y como lo esperaba en su interior estaba Salieri reclamándole al chico de voz grave, mientras éste se encogía de hombros y mostraba una cara de miedo ante los gritos y reclamos de su amiga.

—¡Eres un imbécil!

—¿Qué está pasando aquí? ¿Yeol quién es ella? — HyeSun salió del baño solo vestida con una camisa de ChanYeol. Sintió una opresión en su pecho, ella había pasado la noche ahí, había pasado la noche con él… A solas.

—Salieri ¡basta! —le gritó a su amiga, quien se giró a verla sorprendida junto con ChanYeol. —Vámonos…

—Nim…¿Cómo puedes decir eso? Cuando este imbécil…—dijo apretando los puños.

—¿Qué? Uy cuanto te dolió que te fuiste a consolar con KyungSoo. — escupió las palabras y sintió que se clavaban en su corazón como un cuchillo, sus ojos empezaban a arder, quería llorar de nuevo.

—¡Imbécil! —gritó Salieri a la vez que su pierna daba un fuerte golpe en la entre pierna de ChanYeol y este se tiraba al piso gimiendo de dolor. —¿Cómo se te ocurre decirle eso? ¡Cuando tú fuiste quien la trató mal!

—¡ChanYeol! ¿estás bien? — HyeSun se arrodilló a su lado y sintió como la fulminaba con la mirada. KyungSoo tenía razón, frente a Yeol fingía ser diferente, su verdadera personalidad era esa, no la dulce que demostraba ante él.

—Vámonos Salieri…— dijo jalándola. —Adiós ChanYeol…

No esperó respuesta por parte de él, lo más seguro era que no pudiera a causa del dolor. Tomaron otro taxi para regresar a su apartamento. Durante todo el trayecto estuvo callada.

Al entrar en su apartamento se tumbó en el sofá. Las escenas volvían a su mente una y otra vez. HyeSun saliendo del baño usando la ropa de ChanYeol, HyeSun llegando al apartamento de él y durmiendo ahí, HyeSun compartiendo la misma cama con él. ¿Le gustaba martirizarse? Sintió que Salieri se sentaba en el sofá.

—Gracias por lo que hiciste. Se merecía ese golpe.

—¿Cómo supiste que iría con él?

—No te deje que lo golpearas ayer, supuse que lo harías hoy.

Y ambas comenzaron a reír. Hasta cierto punto le pareció graciosa la escena de su amiga golpeándolo.

Salieri le contó todo sobre lo de LuHan y que se habían quedado de ver esa tarde. Pero por un momento pensó en cancelarle para no dejarla sola.

—Olvídalo, ve con él, salgan. Yo me quedo aquí.

—No quiero dejarte sola.

En ese momento sonó su teléfono, era KyungSoo y la estaba invitando a salir a algún lado. Definitivamente estaba siendo como su bendición en esos momentos. Aceptó salir con él; necesitaba pasar un buen rato y KyungSoo había demostrado que podía hacerla pasarlo sin ningún problema.

Salieri se marchó primero con LuHan, ella se quedó esperando a que KyungSoo llegara. Estaba en su habitación buscando una pulsera cuando el timbre sonó, corrió a abrir y se topó al chico que le sonreía amablemente.

—¿Lista? —asintió sonriéndole. —Bien, vámonos.

—¿A dónde iremos? — tenía curiosidad.

—¿Qué tal el centro comercial?

—Suena bien.

Era sábado un día en que el centro comercial siempre estaba abarrotado. Caminaron pasando frente a las tiendas que había y se detuvieron para ir a comprar un helado. Se sentaron en una de las mesitas frente al local de la heladería.

—Ya vengo, tengo que ir al baño. — dijo KyungSoo poniéndose de pie y dirigiéndose hacia los baños.

 

 

Habiendo tantos lugares en Seúl ¿tenía que encontrarlos precisamente ahí? ChanYeol observó a Nim y KyungSoo caminar frente a los diferentes locales mientras él iba de la mano de HyeSun que no se había dado cuenta. Le molestaba verlos ahí, pero sobre todo verlos juntos y tan contentos.

HyeSun entró a una tienda de ropa y él salió para ir al baño. Pasó frente a la heladería y vio a Nim ahí sola comiendo su helado. Pensó en acercarse pero tal vez no era lo más prudente. Continúo su camino hacia los baños, ella ni siquiera lo había visto y eso por algún motivo le molestaba.

Al entrar en el baño lo vio. Sus miradas se encontraron; caminó hacia él y se detuvo. No podía evitar sentir coraje al verlo. Era uno de sus mejores amigos y ahora estaba saliendo con Nim, con la chica con la que él salió, eso no era de amigos.

—¿Te diviertes con mi chica KyungSoo? —el chico bajito alzó las cejas confundido.

—¿Tu chica? A mí no me gusta HyeSun. — dijo haciendo gestos de repulsión.

—Sabes a quién me refiero. — su rostro se puso serio.

—Si hablas de Nim, sí me divierto saliendo con ella. Pero te equivocas, ella no fue ni es tu chica. Perdiste tu oportunidad ChanYeol.

—¿Y por eso vas tras ella ahora?

—Eso es algo que no debería importarte sabes, tienes novia no entiendo porque te dan celos de que Nim salga conmigo.

—¡Porque no puede! ¡Porque ella me quiere a mí! — estaba perdiendo el control, solo faltaba un poco más, solo un poco más.

—¿Quién te dijo eso? — le respondió con una media sonrisa. Pequeño fanfarrón. Lo tomó del cuello de la camisa y lo levantó un poco en el aire. —¿Vas a golpearme? Adelante, arruina todavía más tu imagen frente a ella ChanYeol.

—Debería golpearte. — dijo apretando los dientes. —¿Cómo te atreves a salir con ella? ¡No puedes!

—¿Por qué no? Tú ya no sales con ella, ¿qué tiene de malo? ¿Aún te gusta? ¿Es eso? —lo soltó inmediatamente.

—No me retes KyungSoo, estás acabando con mi paciencia.

—Mientras te decides sobre quien quieres, yo iré con Nim. Decide pronto porque tal vez la pierdas, ella no va quererte por siempre sabes.

Y diciendo eso el chico salió del baño dejándolo ahí confundido. ¿Por qué le había dicho eso? Antes le dijo que Nim no sentía nada por él y ahora decía que no iba a esperarlo por siempre. Se sentía frustrado, molesto consigo mismo y con KyungSoo… ¿por qué le molestaba tanto que ellos salieran juntos?

Al salir se dirigió hacia la tienda donde aún estaba HyeSun. Era ella, la chica que había amado tanto, la que creyó que era el amor de su vida, por la que sufrió y lloró tanto cuando se fue y lo dejó, la causante de que creyera que no volvería a enamorarse hasta que conoció a Nim… ¿Se había enamorado de Nim?

El resto de la tarde en el centro comercial se la pasó ido, HyeSun le preguntaba qué pasaba y él simplemente decía que todo estaba bien. Sin embargo no lo estaba, su mente no estaba ahí solo su cuerpo, su mente estaba buscando a Nim y KyungSoo, pensando en cómo estarían divirtiéndose pasándola juntos, en cómo la haría reír; él quería hacerla reír, solo él no KyungSoo ni nadie más.

Pero no podía dejar ir a HyeSun de nuevo; estaba confundido.

 

 

LuHan la llevó al río Han. Caminaron juntos recorriendo la orilla. Era un lugar realmente hermoso. Y de noche lo era más, eso era lo que le había dicho el rubio. Se sentía feliz, emocionada, satisfecha no había palabra que fuera capaz de describir sus sentimientos en ese momento. Mientras pensaba en ello la mano de LuHan tomó la suya enviando pequeños espasmos de electricidad a través de todo su cuerpo.

—Gracias por darme otra oportunidad.

—Te dije que no iba a dejar pasarlo.

Continuaron caminando por la orilla, encontrando a familias paseando, niños jugando y riendo.

—No iré más al salón de EXO. —soltó de golpe.

—¿Por qué? Creí que todo estaba resuelto.

—No es por ti. —dijo apretando su mano. —No quiero ver a ChanYeol o volveré a golpearlo, además creo que sería más sencillo para JongDae también.

—¿Otra vez? ¿Lo golpeaste? —le contó lo que había sucedido en la mañana en el apartamento de ChanYeol. —No creo que a JongDae le haga bien que lo evites, se sentiría peor.

En eso tenía razón, pero le pesaba más el ver a ChanYeol y no poder golpearlo de nuevo.

 

 

Por la mañana estaba sentada en su lugar esperando que iniciar la clase. Tendrían una nueva maestra, una sustituta. La puerta se abrió dando paso a ella y quiso morirse cuando vio de quien se trataba.

—Mi nombre es HyeSun y seré su maestra de inglés a partir de ahora.

Trágame tierra fue su primer pensamiento al escucharla. Su cuerpo se tensó al darse cuenta que la estaba viendo, la había reconocido.