Por la mañana cuando el sol empezó a molestarle en los ojos se dio cuenta que ya no tenía fiebre, y aparentemente el resfriado había cedido. Se incorporó un poco y vio a Salieri en el pequeño sofá acurrucada durmiendo, se había pasado toda la noche cuidando de él, pudo notarlo al ver los pañuelos y un envase de vidrio con agua sobre el mueble que estaba junto a la cama, también había un jarabe para el resfriado y vitaminas. No pudo evitar sonreír, ella había estado ahí en vela cuidándolo para que evitara enfermarse.

Se levantó de la cama, debía moverla pero no quería despertarla. La tomó entre sus brazos y para su sorpresa no despertó, estaba realmente cansada. La colocó sobre la cama y la cubrió con la manta. Ahora ella descansaría y él se encargaría de que así fuera.

Cuando vio el reloj se dio cuenta que pasaban de las diez de la mañana. El resto ya deberían estar levantados.

Al bajar a la sala encontró al ama de llaves.

—Los jóvenes salieron, dijeron que volverían al medio día. ¿Quiere desayunar?

—¿Puede preparar dos platos? ¿Se fueron todos?

—No, el joven rubio, el extranjero se quedó en su habitación.

De modo que LuHan no fue con ellos y estaba en su cuarto también. Decidió encargarse él mismo de su desayuno y el de Salieri, por lo que tardó un poco más en la cocina. No quería despertarla, pero era necesario que comiera algo no quería que ella enfermera por haberlo estado cuidando.

 

 

Entró en la habitación lentamente sin hacer ruido alguno, ella no se veía por ningún lado y JongDae parecía seguir dormido. Se acercó a la cama y la vio, no era JongDae era Salieri y estaba profundamente dormida.

¿Qué estaba haciendo dormida en la cama de JongDae? ¿Había pasado la noche así con él? ¿Por qué sentía un nudo en el interior de su garganta?

La miraba fijamente, ella respiraba lento y tranquilo parecía dormir con mucha paz. No tenía nada que ver con la chica que lo molestaba y seguía a todas partes diciendo: ¿No me recuerdas?

Y es que ¿Por qué tendría que recordarla? Cuando le preguntaba a alguno de los chicos el motivo ellos simplemente le decían: Debes recordarla por ti mismo. Claro que sabían el por qué, pero no lo decían y sinceramente eso le tenía sin cuidado —o eso creía—

Decidió despertarla para preguntarle por JongDae, estaba preocupado por el menor. También pudo ir a buscarlo pero prefirió despertarla.

—¡Yah! Despierta, oye tú…

Salieri abrió los ojos poco a poco, estaba todavía algo dormida por lo que no reaccionaba del todo.

—LuHan… Buenos días. —dijo volviendo a cerrar los ojos y sonriendo volviendo a acomodarse para dormir.

—Oye no te duermas, despierta. —se sentó en la orilla de la cama y empezó a picarle el hombro, eso por alguna extraña razón le envío descargas por todo su cuerpo y aceleró su ritmo cardíaco. —Salieri…

No sabía que estaba pasando, ni siquiera estaba seguro de que fuera consciente pero se acercaba cada vez más a ella y con ello el latido de su corazón lo hacía también. Estaba a escasos centímetros de su rostro, sentía su respiración.

—Salieri…

Ella se removió nuevamente y cuando estaba por abrir los ojos se puso de pie del susto.

—¿LuHan? ¿Qué haces aquí?

—Yo debería preguntarte eso, estás durmiendo en la cama de mi amigo.

Parecía que Salieri no entendía de lo que le hablaba, la chica se sentó y miró a su alrededor pareciendo confundida.

—¿LuHan Hyung? —la voz de JongDae que estaba parado en la puerta y con dos platos de desayuno los interrumpió.

Qué romántico, además de haber dormido juntos mientras ella le cuidaba la fiebre él se levantaba para traer el desayuno de ambos. Y no sabía por qué pero eso le molestaba.

—No vales la pena. —Salieri lo miró con los ojos abiertos de par en par y después su expresión cambió a una herida.

—¡Hyung! —JongDae se acercó a él molesto.

—Déjalo JongDae…

Y fue lo último que escuchó antes de salir de esa habitación. Quizás por eso tenía que recordarla, ella era alguien que estaba interfiriendo entre su amistad con los chicos, en especial entre él y JongDae, ¿le coquetearía a ambos? Sí eso debía ser.

 

 

No pudo contener las lágrimas,Y:juró a sí misma que las que derramó en el bosque serían las últimas, pero las palabras de LuHan fueron más hirientes que antes. JongDae se acercó y se sentó en la cama y nuevamente la abrazó como había hecho el día anterior.

—Solo no vayas a correr hacia el bosque ¿de acuerdo? —rió ante su comentario y él sonrió satisfecho.

Después de que se calmó un poco desayunaron en la habitación. No estaba segura de la hora en que los demás regresarían a la casa, no quería salir de la habitación y encontrarse con LuHan, no soportaría que la viera de esa forma de nuevo.

Por la tarde cuando los demás volvieron a la casa se reunieron en el comedor para cenar por última vez antes de que todos volvieran a sus departamentos. El ambiente era tenso entre ella, JongDae y LuHan sin embargo los demás prefirieron no decir nada a pesar de que evidente que algo había sucedido, ya sabía que al llegar al departamento, no de hecho al salir de casa de SuHo y subir al auto Nim la interrogaría sobre lo que había pasado.

JongDae se acercó para despedirse de ella, detrás de él alejado y junto a Kris y Yixing estaba LuHan que la miraba de la misma forma que en la mañana, con un desprecio incalculable porque si había algo que podía ser peor que el hecho de no recordarla era que la despreciara en la forma que hacía viéndola así.

—No le hagas caso, no dejes que te vea afectada. —JongDae le sonrió, y algo tenía esa sonrisa que la hacía sentir que todo saldría bien.

Y no se equivocó respecto a Nim, apenas subieron al automóvil su mejor amiga empezó con el interrogatorio.

—¿Qué pasó con LuHan? ¿Debo golpearlo de nuevo? —se giró a verla sorprendida, ¿su amiga había golpeado a LuHan?

—¿Cómo que lo golpeaste Nim?

—Estaba diciendo tonterías y me cansé. Ahora dime ¿Qué te hizo?

—Cuando lleguemos al departamento te cuento.

Nim asintió y durante el camino el silencio reinó en el interior del auto. Al llegar al estacionamiento subterráneo Nim la miró.

—Departamento dije.

Entraron al elevador y pulsó el número del piso. Segundos después las puertas se abrieron mostrando el pasillo de su piso. Apenas entraron comenzó a hablar antes de que Nim iniciara con las preguntas.

—Me quedé cuidando a JongDae toda la noche.

—Eso lo sé, antes de irnos fui a buscarte y estabas dormida en el sofá, ¿qué pasó después?

—JongDae despertó y me cargó y me dejó dormir en la cama después él fue a buscar el desayuno. Yo estaba en serio dormida, sabes que hacía días que no podía dormir bien, y entonces sentí que alguien me picaba y cuando abrí los ojos LuHan estaba ahí.

—¿Qué? ¿Fue a buscarte?

—No, creo que fue a ver a JongDae pero me encontró solo a mí. —suspiró. —JongDae volvió al cuarto con el desayuno y LuHan estaba ahí de pie y malinterpretó todo y me dijo algo horrible. —Quería llorar, de verdad quería llorar.

—Te ha dicho varias cosas así pero por lo que veo esta vez fue peor.

—Me dijo que no valía la pena.

Nim abrió tanto los ojos que parecía que iban a salirse de sus órbitas, estaba muda sin saber qué decir aunque lo obvio era que quería mínimo golpear al chino.

 

 

Era el primer día de clases y al finalizar éstas la mayoría de los chicos no quiso quedarse a ensayar. Pero él tenía nueva canción, canción que Kris y Yixing le habían ayudado a traducir al chino. LuHan le acompañaría cantándola en su mayor parte.

Entraron en el salón de ensayos y se toparon a Salieri que estaba calentando, el rostro de LuHan se ensombreció.

—¿Qué hace aquí?

—Ella ensaya aquí también LuHan. —le dijo MinSeok acomodando las mochilas.

Le comentó a Salieri que tenían que ensayar algo nuevo, supo que además estaba practicando el mandarín pero esa no era la única razón por la que tradujo la canción, también lo hizo para que otra persona la entendiera más rápido.

Se colocaron y Salieri miraba desde las gradas mientras bebía una botella de agua. La música empezó a sonar.

 

 

La música era nostálgica y el rostro de todos cambió al empezar. Prefirió no poner atención a LuHan quien iniciaba la canción, solo se dio cuenta que era en mandarín. Luego fue el turno de JongDae.

—Si este no fuese yo, si fuera otro hombre... —notó la mirada de él hacia LuHan. Y entonces recordó las líneas que siguieron en lo que era el coro. —Así que nena no llores, llores mi amor te protegerá y nunca te dejará.

Esa frase JongDae la cantó cuando huyó hacia el bosque, estaba con ella intentando consolarla y calmarla y mientras lloraba y se quedaba dormida él cantó esa línea. La canción había sido escrita por él. Decidió a pesar de todo poner atención en las líneas de LuHan.

Escuchó el rap que estaba a cargo de Tao.

—Mi egoísmo quiere que nuestra historia tenga un final feliz. No llores, no quiero verte llorar, prefiero que seas frío conmigo nena.

La canción terminó y ella era incapaz de decir algo o siquiera de moverse. Se puso de pie y se acercó hacia donde ellos estaban. JongDae la miraba, la miraba como LuHan hacía antes del accidente. Él nunca había dejado de quererla y ella nunca se dio cuenta hasta ese momento en el que le cantaba, se sentía mal realmente se sentía mal por no corresponderle y es que a pesar de todo seguía queriendo a LuHan y la forma en que JongDae la miró después le hizo saber que él también sabía eso.

—Creo que deberíamos dejar a la dulce pareja a solas ¿No chicos? —la voz de LuHan la sacó de sus pensamientos, ¿qué dijo? ¿Cómo se atrevía a decir eso?

—¿Qué pasa LuHan? ¿Te sientes celoso? —De dónde había sacado semejante valor, no sabía pero fueron las palabras que salieron de su boca.

—¿Celosa de alguien que coquetea con uno y después con otro? Claro, como no.

Esa fue la gota que derramó el vaso, las lágrimas comenzaban a nublar su vista quería decirle que lo odiaba, que no quería volver a verlo en su vida pero sin embargo sabía que era mentira.

—Te odio… ¡No sabes cuánto te odio! —les dio la espalda y salió corriendo del salón de ensayos.

 

 

Yixing y Tao fueron tras Salieri, se había ido realmente alterada y no quería que pasara lo mismo que en casa de SuHo.

Encaró a LuHan que estaba visiblemente molesto ante las palabras de Salieri, incluso se podía decir que hasta dolido. Notó que empezó a hacer gestos y a agarrar su cabeza con una mano, pero eso no iba a detenerlo ya había esperado demasiado para decirle unas cuantas cosas, ya era hora.

—Hyung eres un imbécil.

—Es la segunda vez que me dices eso y no entiendo por qué. —LuHan estaba comenzando a alterarse y se agarraba la cabeza más seguido.

—JongDae, creo que se siente mal. —MinSeok se paró en medio de ambos para evitar la pelea.

—No Hyung, si se siente mal está bien que sienta un poco de lo mal que ha estado Salieri, es justo.

—¡No entiendo porque la defiendes tanto! —LuHan le gritó, pequeñas venas marcándose en su rostro ante el coraje.

—¡Porque la amo! ¡La amo Hyung! —él estaba comenzando a gritar también, MinSeok decidió hacerse a un lado.

—¿Por qué no estás con ella entonces? ¡Si tanto la amas!

—¿Por qué no estoy con ella? ¡Porque ella te ama a ti Hyung! ¡Me hice a un lado para que estuvieran juntos! ¡Porque tú la amabas!

 

 

Las palabras de JongDae resonaron en el interior de su cabeza, hacían eco y se repetían una y otra vez. Él se había hecho a un lado para que pudiera estar con Salieri, para que estuvieran juntos porque ella lo amaba y él… ¿Él la amaba también?

Su cabeza dolía, dolía mucho y algo en su pecho también dolía, ¿su corazón?

JongDae lo veía fijamente mientras respiraba agitado, se acercó y lo tomó del cuello de la camisa acercándolo más a su cara.

—Te juro que si la vuelves a hacer llorar, me las vas a pagar Hyung. —estaba realmente molesto, nunca lo había visto así. —Me olvidaré que somos amigos… Me olvidaré que me hice a un lado por nuestra amistad y lucharé por ella.

Y entonces todo cambió, había dejado de ver a JongDae y escenas surgían frente a sus ojos. Salieri estaba ingresando al salón del grupo de canto y baile, se presentaba y el resto de EXO le aplaudía excepto él; la escena cambiaba nuevamente, en esta ocasión Salieri estaba ensayando junto a él y ambos estaban realmente felices, bailaban y cantaban como uno mismo y ChanYeol y Nim les aplaudían fuertemente. Después se vio así mismo escuchando una conversación de JongDae con Yixing y MinSeok, le había dejado de hablar a Salieri. Posteriormente se encontraba en el baile de Halloween de la facultad, caminando por entre los árboles se topaba con Salieri que estaba llorando, empezaban a discutir y ella le reclamaba cosas; la escena volvió a cambiar, Salieri y él estaban juntos caminando de la mano por el río Han. Luego, Salieri estaba en la cama de un hospital, había sido atacada y tuvo que ser operada. La última escena era en el aeropuerto de Incheon, estaban juntos y se estaban despidiendo él se iba a Beijing y ella a México.

Cuando volvió a la realidad la cabeza parecía que iba a estallarle.

—Salieri…—empezó a decir, se sentía muy ansioso. —Salieri… ¿Dónde? ¿Dónde está?

Había recordado todo, recordaba quien era ella.