Yixing y Tao habían corrido tras ella, querían evitar que hiciera alguna tontería como cuando salió corriendo sola hacia el bosque, no los culpaba cuando se sentía de esa manera se volvía impulsiva y no pensaba las cosas. Llegó hasta un lugar que conocía bastante bien, los árboles rodeaban el sitio. Se sentó en una de las bancas.

Era el sitio donde JongDae los había reunido a ella y LuHan para que hablaran y se reconciliaran en aquella ocasión. Las lágrimas continuaban cayendo, Yixing y Tao estaban frente a ella sin decir palabra alguna y les agradecía eso pero lo que quería era estar sola.

—Gracias por estar aquí pero necesito estar sola…

Yixing y Tao se vieron entre sí dudando, no querían dejarla sola y en ese estado.

—Estaré bien, solo necesito estar sola para calmarme. —ambos asintieron y empezaron a alejarse.

Una vez se alejaron lo suficiente rompió a llorar todavía más fuerte, lloró tanto y el motivo era que estaba segura que LuHan nunca la recordaría y eso le dolía demasiado. No quería aceptarlo, pero tal vez lo mejor era empezar a hacerlo. Lloraría, lloraría hasta que no pudiera más.

El destino la odiaba y la vida se empeñaba en hacerle jugarretas muy pesadas, porque precisamente había terminado en el lugar donde discutió con él por primera vez y también donde ambos se dijeron lo que sentían. Los recuerdos le lastimaban tanto.

¿Cómo puedes olvidar todo lo que viviste junto a una persona? ¿Cómo dejas de quererle? ¿Cómo? Las lágrimas seguían saliendo y la cabeza comenzaba a dolerle pero no quería detenerse.

Se puso de pie y caminó cerca de un árbol, recargó su espalda contra el tronco y empezó a deslizarse hasta el césped. Cerró sus ojos con fuerza como si eso la protegiera de todo alrededor, del dolor que estaba dentro y se negaba a salir.

—¿Por qué LuHan?...

 

 

 

Los recuerdos volvieron a él nuevamente al detenerse en el lugar, era el mismo donde la noche del baile de Halloween habían discutido, ¿era una señal? Al irse acercando poco a poco se dio cuenta que como esa noche Salieri estaba llorando pero parecía hacerlo con más intensidad ahora. La escuchó:

—¿Por qué LuHan?...

Se quedó frente a ella mientras se arrodillaba y quedaban a la misma altura, Salieri ni siquiera se dio cuenta ya que intentó no hacer ruido alguno.

—Por imbécil…

Notó como el cuerpo de Salieri se tensaba e instantes después alzaba el rostro viéndolo fijamente a los ojos, sorpresa, tristeza, ira todo se reflejaba en su mirada. Se sintió más miserable que antes, la había tratado tan mal era comprensible si ella lo mandaba al diablo en ese momento.

—LuHan…—las lágrimas continuaban bañando el rostro de Salieri, con sus manos las limpió suavemente mientras ella continuaba sorprendida e incapaz de decir palabra alguna.

—Perdóname Salieri…—suspiró sonoramente. —Sé que no es la primera vez que te lo pido, pero por favor perdóname por todo lo que te hice.

—¿LuHan? —continuaba diciendo su nombre pero esta vez lo hizo a modo de pregunta, ¿estaba en shock? ¿No podía reaccionar o qué le sucedía? De modo que lo único que podía hacer era algo que la hiciera estar consciente o reaccionar ante su presencia.

Se acercó a ella sin darle tiempo de moverse y la besó. Escalofríos lo recorrieron entero, una sensación que tenía tiempo sin experimentar, que extrañaba y que por fin podía vivir de nuevo.

 

 

ChanYeol había ido a buscarla al pre universitario, caminaron juntos hasta el salón de ensayos de EXO y al entrar parecía que era un funeral pues el ambiente estaba bastante sombrío. JongDae yacía en medio del lugar sentado en el piso de madera y parecía estar llorando, MinSeok estaba a su lado intentando calmarlo mientras que Yixing, Kris y Tao se mantenían al margen.

Buscó a Salieri pero no estaba y pronto se dio cuenta que LuHan tampoco.

—¿Qué pasó?

JongDae se giró a verla y se limpió las lágrimas.

—LuHan Hyung le dijo cosas horribles a Salieri. —sí ya lo sabía, tensó sus puños. —Ella salió corriendo y después de eso discutí con él, empezó a sentirse mal y después dijo su nombre y salió corriendo a buscarla.

Con que por eso estaba así, él había estado a lado de su amiga desde que los problemas con LuHan empezaron, cada vez que el chino la hacía sentir mal él le había brindado su comprensión y hombro para llorar, JongDae seguía enamorado…

Miró a ChanYeXؚue simplemente se encogió de hombros, no sabía qué decirle al chico de cabello negro, nada le haría sentir mejor.

—Pero es lo mejor ¿No? Ellos se quieren y deben estar juntos.

—Ojalá no tuvieras que salir herido JongDae, eres muy buena persona y verás que pronto vendrán cosas buenas para ti. —eso esperaba, de verdad era un buen chico y había sufrido casi al mismo nivel que Salieri con todo lo que había sucedido.

Las cosas comenzaron a arreglarse en el salón de ensayos y sin embargo ni Salieri ni LuHan aparecían. Le preocupaba y quería ir a buscar a su amiga pero no podía y tampoco debía, las cosas se tenían que arreglar entre ellos.

Se sentía inquieta y ChanYeol lo notó.

—Todo irá bien, tranquila.

—Espero, me siento demasiada ansiosa. —ChanYeol la tomó de la mano y le sonrió. —Ok tal vez haya disminuido un poco…

 

 

Después de que se calmó un poco salió del salón de ensayos, quería irse pero para ir hacia el estacionamiento tenía que pasar por cierta zona donde estaban ciertas dos personas. Tragó saliva y empezó a caminar, estaba decidido a no mirar hacia donde estuvieran ellos pero cuando el momento llegó no pudo evitar hacerlo.

Y la escena lo devastó totalmente, se estaban besando.

—Solo espero que seas feliz…

Corrió, corrió lo más rápido que pudo hasta el estacionamiento. Respiraba con dificultad y le dolía el pecho y quería llorar pero las lágrimas ya no salían.

 

 

 

Al abrir los ojos se encontró con el rostro de LuHan a escasos centímetros del suyo mientras la veía fijamente. No estaba alucinando ni soñando de verdad él estaba ahí, le había pedido perdón y la había besado; finalmente la recordaba.

Sonrió como nunca antes lo había hecho y él correspondió esa sonrisa.

—De verdad me recuerdas. —ahora deseaba llorar pero a causa de la alegría que era imposible de contener.

—Sí, te recuerdo perfectamente.

Se pusieron de pie y entonces él la cargó un poco por encima del suelo, ambos reían. Había extrañado tanto esa risa, esa manera en que la veía cuando hablaban, lo había extrañado tanto y ahora estaban ahí, juntos de nuevo.

Caminaron hacia el salón de ensayos de la mano, al entrar vio que Jazmín estaba con los chicos junto con ChanYeol.

—¡Aleluya! —gritó ChanYeol mientras corría hacia LuHan. —¡Hyung la recuerdas!

Nim se acercó a ella y la abrazó fuertemente, después se soltó y miró fijamente a LuHan.

—¿Vas a golpearme de nuevo? —Nim negó. —Porque en realidad sí me lo merecía, gracias por hacerlo.

—Si vuelves a hacerla sentir mal te volveré a golpear, no te preocupes por eso.

Todos rieron, el ambiente en el salón estaba bien hasta que se dio cuenta que JongDae no estaba por ningún lado. Una opresión en su pecho surgió, se sentía egoísta después de todo el apoyo y comprensión que le brindó y se había olvidado de él, a esas alturas ya debía saber que se había reconciliado con LuHan y eso en una buena parte lo haría sentir mal.

Tenía que hablar con él, era algo que por lo menos JongDae se merecía.

De vuelta en el apartamento se fue hacia su habitación mientras que Nim pedía algo para cenar. Quería pensar en cómo hablar con JongDae, si le llamaba lo más seguro era que no respondería así que tenía que ir a buscarle.

Sacó su celular y marcó el número, el timbre apenas sonó dos veces cuando contestaron.

—¿Ocurre algo Salieri?

—LuHan… Buscaré a JongDae para hablar con él.

—Yo pensaba hacer lo mismo.

—Quiero hablar con él primero.

—De acuerdo, está bien.

Colgó y se tiró sobre la cama viendo hacia el techo, no podía esperar a que pasara más tiempo para hablar con él. Salió de la habitación y se encontró a Nim en la sala recostada en el sofá leyendo un libro.

—Voy a salir.

—¿Vas con LuHan? La comida no tarda en llegar.

—Guárdame algo para cuando vuelva, iré a hablar con JongDae.

Nim se sentó en la orilla del sofá haciendo a un lado el libro.

—Suerte, aunque no sé si sea buena idea que lo busques.

—Tengo que hablar con él, regreso en un rato.

—Ten cuidado.

Salió del apartamento y tomó el ascensor para ir hacia el estacionamiento subterráneo del edificio. Subió al automóvil y se dirigió hacia el lugar donde JongDae vivía, ya que él no era de Seúl estaba en un apartamento solo; eso haría más sencillas las cosas ya que sería bastante incómodo tratar un tema así con sus padres ahí.

 

 

Las luces del apartamento estaban totalmente apagadas, no era capaz de estar en su habitación o de estarse quieto así que empezó a caminar por todo el lugar, la sala, la cocina incluso hasta entró y salió del baño. Estaba demasiado ansioso cuando escuchó que alguien tocaba la puerta, era extraño porque tenía un timbre. Dudó en abrir pero finalmente sus pies parecieron moverse por sí solos hasta la puerta y terminó abriéndola encontrándose a Salieri frente a él.

Hizo ademán de cerrar la puerta pero ella lo evitó, entraron en el apartamento que estaba totalmente a oscuras.

—¿Qué quieres? —había usado un tono más frío del que realmente hubiera querido, pero era necesario no quería que ella lo viera mal.

—Hablar contigo JongDae.

—¿De qué? Ya sé todo, tú y LuHan Hyung se reconciliaron ya puedes irte.

Se paró frente a la ventana que daba hacia la calle, escuchó los pasos de Salieri acercarse. Estaba justo detrás de él.

—No quiero que estés mal y sé que es por mi culpa, perdón. —sus palabras sonaban sinceras, pero él sabía que no era su culpa nadie decidía de quien enamorarse y sin embargo él se fijó en la persona equivocada.

—Salieri por favor…—se quedó callado un momento, no iba a llorar de nuevo. —No me hagas esto más difícil ¿de acuerdo? Ya lo es bastante.

Y no le mentía, realmente era difícil saber que ella nunca lo iba a ver de la misma forma en que la veía, que nunca podría ser más que su amigo, que nunca perdió una oportunidad porque en realidad jamás hubo una oportunidad para él.

—¿Podrías hacer algo por mí? —si ella aceptaba sería lo único que podría obtener de ella pero si se negaba… Las cosas no cambiarían en absoluto.

—Dime.

Se giró a verla y se acercó a ella viéndola fijamente. Su corazón latía demasiado podía escucharlo tal vez hasta ella lo hacía. Se acercó un poco más hasta que sus rostros estuvieron muy cerca.

—Solo uno… Por favor…

—JongDae…

Se acercó más pero ella terminó alejándose.

 

 

¿Qué intentaba hacer? ¿Besarla? No, no eso no iba a pasar. Por más favor que le estuviera pidiendo JongDae, eso era una traición a LuHan…

—No me pidas algo así porque no lo haré.

—Sabía que ibas a reaccionar así. —sonrió de medio lado. —Es una de las razones por las que te quiero tanto. —su corazón se sobresaltó un poco al escucharlo y se sintió mal de nuevo.

—Si las cosas hubieran sido diferentes JongDae…

—Pero el hubiera no existe Salieri y tú y yo no estamos juntos. —JongDae le sonrió. —Pero me alegra que pienses así, de todas formas LuHan Hyung es perfecto para ti.

—Encontrarás a alguien, ya verás y te querrá muchísimo.

—Pero mientras tanto te seguiré queriendo a ti.

—¿Todo bien? —él asintió sonriendo, sonriendo como antes y algo le decía que era una sonrisa sincera. —Debo irme, o Nim se molestará por dejarla cenar sola, enciende las luces es peligroso estar así. —le dijo mientras caminaba hacia donde creía que estaba la puerta seguida por él.

—Nos vemos mañana en el ensayo.

—Sí, hasta mañana.

Abrió la puerta y se giró para abrazarlo y en el instante en el que se separaba de él, JongDae fue más rápido y se acercó tocando sus labios, apenas fue un roce y no estaba segura si eso contaba como un beso pero lo había hecho.

—Tenía que hacerlo de alguna forma, perdón. Dame una bofetada si quieres.

—No vuelvas a hacerlo, y lo digo en serio.

—No te preocupes por LuHan Hyung, yo mismo hablaré con él y le diré lo que pasó.

—Más te vale. —lo vio fijamente. —Me voy.

—Ten cuidado, y ¿todo bien verdad?

—Sí JongDae, todo bien. —le sonrió y salió del apartamento.

No podía negar que le había molestado la acción sin embargo de alguna forma consideraba que era lo menos que podía hacer por él después de todo lo ocurrido. Las cosas iban a volver a la normalidad, todo estaría en orden como antes.