Después de que hizo correr al ex novio de LiYin —de forma literal— el resto de sus amigos lo miraban sorprendidos e incapaces de decir algo, por supuesto él no era agresivo ni violento y solo hubo una ocasión en la que estuvo a punto de golpear a alguien; a LuHan, por haberle dicho cosas horribles a Salieri, pero en aquella ocasión se controló y ahora era diferente, la actitud de Zhou Mi había sido demasiado para su paciencia además tampoco estaba dispuesto a dejarle el camino libre con la hermana mayor de Yixing.

—Juro que nunca te haré enojar. —dijo KyungSoo con los ojos abiertos de par en par.

—Apoyo esa moción. —le secundó BaekHyun.

Instantes después todos rompieron a reír, se sentía más relajado, la tensión iba desapareciendo de su cuerpo lentamente para dejar paso a una emoción; la cual ya conocía y solo una chica era capaz de despertar en ese momento con una sonrisa.

—¡Mi héroe! —corrió LiYin hacia él y lo abrazó fuertemente. Una sonrisa boba y cursi se reflejó en su cara ante el comportamiento de “su noona”

—¡Hey! Jiejie yo te defendí primero…—dijo Yixing protestando al notar como su hermana había ignorado de forma tajante su participación en la pelea.

—Es normal que tú lo hagas, eres mi hermano menor. —le dijo ella sonriendo y soltando a JongDae para luego pellizcarle las mejillas a Yixing mientras éste intentaba huir en vano.

 

 

 

El semestre iba por la mitad y todos estaban contentos con lo que habían logrado hasta ese momento.

Después de haber practicado unas dos horas decidieron tomar un descanso y comer algo. Todos estaban sentados en el suelo de madera mientras repartían los alimentos y bebidas. De pronto BaekHyun sacó una seriedad que a veces parece ser inexistente en él.

—Oigan ya nos falta menos para terminar la universidad, ¿han pensado que van a hacer después? —preguntó llevándose un sándwich a la boca, el resto se quedó pensativo ante la pregunta.

—Yo quiero formar una productora musical. —dijo SuHo sonriendo, los chicos lo miraron con el ceño fruncido. —¿Qué?

—Para ti será sencillo hacer eso Hyung, tienes mucho dinero. —le respondió ChanYeol con la boca llena.

—Pero voy a necesitar autores y músicos ¿no? —el brillo regresó a la mirada de sus amigos.

—Yo iré a Canadá. —dijo YiFan de pronto. —Quiero hacer algo allá y luego mudarme a China.

—Yo quiero hacer una escuela de baile y artes marciales. —Tao mencionó con orgullo mientras tomaba un refresco.

—Yo quiero especializarme en el baile. —SeHun respondió serio mientras JongIn asentía mirándolo, ambos querían lo mismo.

—Yo volveré a Changsha, quiero hacer una escuela de baile y música…—Yixing miró a su hermana mayor con dudas. —¿Te vas a ir conmigo o te quedarás?

—Lo más probable es que me quede, quiero especializarme en música clásica. —JongDae sonrió satisfecho ante la respuesta de LiYin.

—Quiero terminar mi carrera y trabajar en una empresa como traductora y me gustaría quedarme aquí. —ChanYeol sonrió y abrazó a Nim ante su respuesta.

 

Uno a uno continuaron hablando sobre sus planes a futuro, excepto dos personas que por cierto estaban bastante pensativas y no habían comido mucho realmente.

—Noona ¿tú qué vas a hacer? —ChanYeol miró con curiosidad a Salieri.

—Quiero volver a México, mi deseo de volver a Corea era para terminar la universidad no para residir permanentemente. —todos se quedaron algo sorprendidos y en silencio.

—Yo volveré a China. —LuHan rompió el silencio y el resto notó como un ambiente de tensión crecía entre la pareja.

Era algo de lo que nunca había hablado con él, pero no le sorprendía mucho que él deseara volver a China después de todo su familia estaba allá y hacía lo mismo que ella en Corea, terminar una carrera. Para ella al llegar a Seúl lo principal era sacar adelante su carrera de música y canto, era lo principal, nunca imaginó que iba a terminar enamorándose de alguien y que por ello tendría que atravesar por tantos problemas, de solo recordarlos un nudo se establecía en su estómago y provocaba que le doliera.

Después de que el ensayo terminó Nim le comentó que ella y ChanYeol irían a visitar a su familia, ya que YuRa estaba muy insistente en verla. Ese día LuHan no traía su auto, así que ella lo llevaría a su departamento.

Cuando ambos subieron al auto y lo puso en marcha el silencio lleno de tensión e incomodidad continuaba entre ellos hasta que LuHan lo rompió.

—Así que ¿vas a volver a México? —asintió mientras LuHan miraba por la ventana. —O sea que todo por lo que pasamos ¿fue para nada?

Frenó de pronto ante el semáforo en rojo. ¿Qué le estaba diciendo? ¿De verdad le había dicho eso? ¿Después de todo? ¿Tan fácil creía que había sido? ¿Pensaba que no le importaba?

—¿Crees que fue fácil para mí pasar por todo eso LuHan? —continuaba conduciendo sin perder la vista del camino. —Desde que empezamos a estar juntos me han pasado cosas horribles pero nunca me rendí incluso no lo hice cuando te olvidaste de mí y me trataste tan mal…—su voz se quebraba solo de recordar el episodio de amnesia por el que él había pasado hacía unos meses.

—Entonces ¿por qué quieres volver? ¿Por qué no te quedas aquí?

Apretó con sus manos el volante, estaba empezando a sentir rabia. ¿Quedarse en Corea? ¿para qué? Si de todas formas él iba a volver a China.

—¿Para qué quedarme aquí? Tú vas a volver a Beijing…—apretó sus labios. —¿Te sería más sencillo verme estando aquí que en México? ¿Es eso? —una sonrisa sin brillo salió.

—No pero creí que querrías quedarte aquí después de todo, además tienes excelentes oportunidades de trabajo, muchas compañías querrán firmarte y eso sería bueno.

Solo era preocupación por su vida profesional, porque tuviera un trabajo bueno al egresar más nunca porque él quisiera que se quedara, no porque él la quisiera a su lado.

El auto frenó frente al edificio donde él vivía. LuHan abrió la puerta en silencio sin decir nada y cuando estuvo a punto de bajar, la voz de Salieri lo hizo detenerse.

—De mi futuro profesional me encargo yo LuHan, deberías preocuparte por otras cosas que creí que te importaban después de todo lo que ha pasado…—pisó el acelerador junto al freno y las llantas del automóvil chillaron contra el pavimento. LuHan bajó del auto sorprendido y apenas si pudo cerrar la puerta antes de que ella arrancara por la calle a alta velocidad.

Hizo el recorrido del departamento de él al suyo en menos tiempo del acostumbrado. Dejó el auto en el estacionamiento subterráneo y tomó el elevador para entrar al departamento, Nim estaría en casa de los Park todavía así que tenía tiempo para sacar su rabia y tristeza antes de que llegara.

Se encerró en su habitación y apagó las luces, el sol comenzaba a ocultarse entre los edificios dando paso a la oscuridad de la noche. Se sentó sobre la cama y suspiró y antes de que las lágrimas brotaran la puerta se abrió intempestivamente dejando ver a su amiga.

—Sali…—se quedó callada al verla. —¿Qué pasó? —se sentó en la cama frente a ella y la miraba fijamente. —¿LuHan? ¿Qué hizo ahora?

Comenzó a contarle lo ocurrido una vez que iba camino a llevar a LuHan a su departamento. Nim escuchaba atentamente y asentía de vez en cuando, notó como tensaba sus puños conforme avanzaba sobre lo sucedido hacía un rato. Cuando terminó las lágrimas bañaban sus mejillas en finas líneas que limpió rápidamente.

—Sé que en parte también es mi culpa por haber dicho que volvería a México así de pronto pero cuando le dije que si quería que me quedara por la cercanía simplemente dijo que no, como si tampoco le importara…

—Creo que debes hablar con él, han pasado por mucho Salieri como para que algo así los separe ¿no crees? —Nim le sonrió y asintió efusivamente ante sus palabras.

—Tienes razón…

 

 

 

Al día siguiente cuando llegó al estacionamiento de la facultad encontró a Salieri a un lado de su auto, parecía estarlo esperando. Caminó hasta ella y se detuvo cuando ambos estaban de frente.

—Quiero hablar contigo.

—¿Sobre qué?

Salieri lo miró y pudo notar duda en su mirada, su tono había sido frío, sí lo reconocía a veces podía llegar a serlo de forma excesiva pero no había querido sonar tanto de esa forma.

—Será mejor hacerlo más tarde…—ella puso un rostro inexpresivo e intentó alejarse pero la tomó del brazo haciendo que volviera a su lugar. Ella lo miraba y luego bajaba su mirada a su mano sosteniendo su brazo todavía. Vio como fruncía el ceño pero no decía palabra alguna e instantes después se zafaba de su agarre.

—Te pregunté ¿sobre qué?

—¿Realmente te interesa? —ella entrecerró sus ojos y su tono de voz también era frío. Ya sabía por dónde iba, era sobre lo de ayer.

—Si me involucra es claramente de mi interés, ¿no crees?

Salieri suspiró y bajó la cabeza, las cosas no estaban yendo bien, quería escucharla decir algo y arreglar las cosas pero no quería hacerla sentir mal mucho menos…

—¿Estás llorando? —tomó su rostro con ambas manos y lo levantó, en efecto la había hecho llorar. Su corazón se agitó al ver lo que había hecho, tal vez no, seguro que el día de ayer también llorado por lo sucedido. —Salieri…

La atrajo hacia él y la abrazó e instantes después ella correspondió el abrazo.

—Sé que cada uno tiene sus planes al salir pero… creí que no te importaba. —¿creía eso? En serio odiaba que a veces sonara tan frío sin querer serlo.

Después de que hablaron, llegaron a la conclusión de que no se preocuparían por eso hasta que fuera el momento de hacerlo, tal vez sus planes cambiarían…