Capítulo 14: Olvido.

{EXO/Hetero} Growl.

Aún faltaban tres largas semanas para regresar a clases, y ya no estaba tan segura de que quería que llegara esa fecha. Su estado de ánimo se encontraba por los suelos, y no para menos. Desde que LuHan había sido dado de alta intentó acercarse a él, que todo volviera a ser como antes aunque tuviera que ocurrir como si todo fuera nuevo, pero en una de las ocasiones en las que se acercó a él solo obtuvo una fría respuesta de su parte. Podía recordar claramente sus palabras.

—LuHan, ¿cómo te sientes? —le dijo saludándolo y esperando que se hiciera a un lado para poder entrar en el apartamento, sin embargo el rubio la veía de forma penetrante cosa que no había cambiado, pues la primera vez que la vio le dirigió esa misma mirada sin embargo ahora estaba llena de frialdad.

—Mejor, quiero decirte algo.

—Claro, ¿Puedo pasar? —LuHan negó rápidamente y salió del apartamento cerrando la puerta tras él. Ahora ambos estaban en el pasillo.

—No puedes pasar ni ahora ni nunca. Quiero que te alejes de mí, no te conozco y tu insistencia a acercarte a mí me pone mal, me hace sentir mal. —su boca se abrió formando una perfecta circunferencia, estaba dispuesta a discutir sin embargo él no la dejó ni siquiera protestar. —Por favor, vete y no me busques más.

Y diciendo eso le dio la espalda y entró en su apartamento, dejándola ahí en el pasillo totalmente pasmada y con las lágrimas amenazando con bañar su rostro y un nudo en su garganta que desembocaba en un fuerte dolor que iba desde su pecho hasta su estómago. Soltó aire y empezó a caminar rumbo al elevador.

Se despertó de golpe sentándose en la cama y miró a su alrededor. Todavía estaba oscuro y al ver el reloj sobre el mueble se lo confirmó: Eran las 2:00 a.m apenas. Su pecho dolía, dolía como hacía tres días cuando LuHan la echó de su vida para siempre, porque eso parecía que él nunca la recordaría y la había botado de todo lo que lo involucraba.

Se limpió el sudor de la frente y se dio cuenta que su garganta estaba muy seca, se levantó de la cama y salió de la habitación. Pensó en ir con Nim pero estaría dormida y no deseaba despertarla para involucrarla aún más con sus líos emocionales y amorosos, ya estaba lo suficiente dentro. Entró en la cocina y tomó un vaso de la alacena y lo llenó de agua fría, la bebió rápidamente provocando que le diera un dolor de cabeza pero no le importó.

Caminó hacia la puerta del balcón que daba a la calle y la abrió. Y fue que recordó que solo traía su pijama pues el helado frío la recibió dándole escalofríos sin embargo eso no la hizo retroceder. La calle estaba casi desierta, no pasaban muchos autos y menos personas además hacía un frío terrible. Soltó aire por la boca y lo vio salir en forma de vapor mientras suspiraba y alzaba la vista al cielo en el que se podían apreciar débiles puntos brillantes.

—¿Me recordarás algún día?

El frío empezó a calarle por lo que decidió volver a su habitación. Apenas su cabeza tocó la almohada cayó en un profundo sueño, el cual sería interrumpido después.

 

 

Los gritos la despertaron, salió de su cama rápidamente esta vez sin tropezarse como en ocasiones anteriores pues ya se había acostumbrado al suceso. Corrió hasta la habitación de Salieri y entró, encontrándola acostada en su cama y aún dormida pero quejándose.

—Salieri, Salieri despierta fue una pesadilla.

La movió un poco y por fin consiguió que despertara, estaba sudada del rostro y respiraba de forma irregular. Se sentó en la cama junto a ella, las dos en silencio.

—Estaba soñando de nuevo…

—Lo sé, tranquila.

Salieri llevaba exactamente tres días despertando por la noche o madrugada mientras gritaba y se quejaba fuertemente, todo a causa de las pesadillas provocadas por el accidente de LuHan y su incapacidad para recordarla. Sabía que eran sueños crueles como para alterar de esa forma a su amiga.

—Ve a dormir, estaré bien.

—¿Segura? —Salieri asentía, sabía que le estaba mintiendo porque además de ser terca siempre evitaba preocuparla sin embargo no quería llevarle la contra suficiente estaba sufriendo.

Se levantó y caminó hacia la puerta de la habitación pero se detuvo y se giró a ver a su amiga.

—Siento mucho que no te recuerde, y siento todavía más que a mí sí. No debería ser así…

—No es tu culpa, no creo que sea culpa de alguien. Ya déjalo o me vas a hacer llorar, vete a dormir.

Salió de la habitación de Salieri para regresar a la suya. Pasaban de las tres de la mañana, todavía podía dormir un poco más. En unas horas se reuniría con los chicos para ir a casa de SuHo y pasar el día ahí, por lo que necesitaba dormir un poco más por lo menos.

 

 

Después de desayunar tenía pensado volver a su habitación. Sabía que Nim iría a casa de SuHo con los demás y tomando en cuenta lo que había pasado con LuHan no le apetecía verlo. Pero sabía que su amiga y ChanYeol le insistirían para que fuera.

Y no se equivocó.

—Debes venir Salieri. —ChanYeol estaba gritándole desde la sala mientras ella intentaba huir de Nim en su habitación, logrando ésta finalmente llevarla al pasillo.

—¿Ni por mí vendrías? —esa voz era demasiado conocida y al entrar en la sala encontró a un JongDae sonriente sentado en el sofá.

—JongDae no empieces.

—Vamos Salieri, te hará bien salir. Por favor, ven, por mí ¿sí?

Si había algo que Kim JongDae hacía muy bien de sobremanera además de cantar, era persuadir y convencer a las personas y en ese instante logró convencerla a ella. ¿Qué más daba? ¿Por qué no ir? No iría por ver a LuHan, iba para pasar un día divertido junto a sus amigos, nada más, pero ¿A quién quería engañar? Claro que se moría de ganas de ver a LuHan.

Al llegar a la mansión de SuHo el ama de llaves les indicó que se encontraba en el jardín trasero junto con los demás chicos. No pudo evitar sentirse nerviosa y su corazón golpeaba fuertemente dentro de su pecho. Al salir pudo admirar el enorme jardín que además colindaba con un bosque lleno de árboles enormes.

Los chicos la recibieron con enormes sonrisas y abrazos, todos excepto uno el cual se quedó de pie junto a la mesa donde estaban las bebidas y comidas. La mirada penetrante y fría de LuHan se había posado en ella, no tenía expresión alguna en su rostro incluso parecía molesto.

—Hyung saluda a Salieri. —dijo SeHun acercándose a él.

—No quiero.

Y se alejó del menor para dirigirse hacia donde estaban MinSeok y Yixing jugando con una pelota de fútbol. Su corazón recibió una herida más, otra fisura más.

Intentó no prestar atención a los desaires y groserías de LuHan pero le era imposible no sentirse mal, nunca se hubiera imaginado que aquél chico que la defendió de sus fans obsesivas sería el mismo que después le rompería el corazón una y otra vez.

Finalmente consiguió gracias al apoyo de Nim, ChanYeol y JongDae unirse completamente a la conversación que tenían los chicos, estaban contando una anécdota de hacía un par de días sobre Yixing.

—Justo iba a empezar la película y Yixing Hyung dijo: No hablemos mientras miramos la película, no puedo escuchar nada” —dijo JongIn e inmediatamente empezó a reír de forma histérica.

—Y ni siquiera iban quince minutos cuando se quedó dormido sobre la alfombra. —terminó BaekHyun rompiendo a reír consiguiendo que todos lo hicieran.

Había olvidado lo divertido que era pasar tiempo junto a ellos, todos reían y continuaban bromeando incluso LuHan había dejado de lado esa mirada fría para comenzar a reír, esa risa contagiosa que tantas veces escuchó antes.

Tao tuvo como idea ver una película, pero el jardín estaba hecho un desastre totalmente por lo que ella se ofreció para limpiarlo y para su sorpresa LuHan también. Los chicos pensaron que esa era una buena señal, por lo que no protestaron y entraron en la casa rápidamente.

Sin embargo, durante el tiempo que estuvieron recogiendo las cosas él no se atrevió siquiera a mirarla. Mientras llenaba una bolsa de basura alzó la vista al cielo y se dio cuenta de lo nublado que estaba, parecía que llovería pronto. LuHan colocó otra bolsa al lado de la que ella tenía. Su pulso se aceleró y terminó de elevarse cuando él alzó su vista.

—¿No te parece suficiente?

—Sí, ya ha quedado limpio. —le respondió sonriendo pero LuHan negó.

—No me refiero a eso. Te dije que me dejaras en paz, y vienes a pasar el día con mis amigos.

—Ellos son mis amigos también LuHan, no vine aquí por ti. Vine a verlos a ellos.

—Si claro, y por eso no dejabas de verme. —se plantó frente a ella a una distancia totalmente mínima. —Entiende, no te quiero cerca de mí. Déjame en paz, no siento nada por ti.

—Cállate…—estaba comenzando a tener problemas para respirar y sus puños se ponían tensos ante sus palabras. —Cállate…

—No, quiero que lo entiendas. —tomó su rostro con ambas manos y lo hizo verlo a los ojos. —Escucha bien, quiero que salgas de mi vida.

No pudo más, las lágrimas bañaban su rostro y le era imposible detenerlas. Su reacción fue automática y el sonido de una bofetada se dejó escuchar en el lugar. LuHan veía sorprendido hacia un lado y con la mejilla derecha totalmente roja.

Sus piernas se movieron solas empezando a moverse cada vez más rápido para cuando se dio cuenta ya estaba en medio del bosque que estaba detrás de la casa de SuHo. No sabía dónde estaba y lo único que quería hacer era alejarse, por lo que siguió caminando mientras a lo lejos el sonido de truenos se empezaba a escuchar.

 

 

Vio toda la discusión y aunque desde el primer momento quiso intervenir sabía que no debía. Y consideraba que LuHan se tenía bien merecida esa bofetada, se había portado como todo un cretino con Salieri. Se acercó a donde él estaba todavía de pie en shock.

—¿Dónde está Hyung?

—Y yo qué sé JongDae, si tanto te interesa ve a buscarla al bosque.

—Gracias por tu gran ayuda. —le dijo en tono sarcástico y corrió hacia el bosque.

La lluvia estaba a punto de comenzar, tenía que encontrarla rápido. Continúo caminando siguiendo unas pisadas, estaba seguro que se trataban de las de Salieri y al llegar a un claro en medio del bosque la encontró sentada sobre un enorme tronco que estaba caído. Y aunque intentaba ocultar su rostro, era evidente que lloraba.

—Salieri….

Ella alzó la vista y rápidamente intentó limpiarse las lágrimas. Se sentó a su lado y ella lo abrazó fuertemente.

—Vi todo, se merecía que lo golpearas.

—No me recuerda y todo se esfumó, me echó JongDae me echó de su vida. —y volvió a llorar fuertemente.

Los fuertes truenos dieron paso a la lluvia que inició apenas notándose pero conforme fue transcurriendo el tiempo se intensificó. La noche estaba cada vez más cerca y la tormenta comenzaba a arremeter con toda su fuerza. Salieri seguía abrazada a él llorando.

Parecía que no quería soltarlo, y la verdad es que él tampoco quería soltarla. Le dolía verla de esa forma, apenas hacía unos meses había decidido alejarse de ella para que fuera feliz con LuHan y ahora las cosas estaban así. No quería verla sufrir, y preferiría mil veces estar él en su lugar a que ella siguiera llorando.

Los truenos seguían iluminando el cielo de vez en cuando, la oscuridad los rodeaba totalmente y ella continuaba mal. ¿Qué podía hacer? Lo único que se le ocurrió fue tararear una letra que había comenzado a surgir en su cabeza.

—Así que nena no llores, llores. Mi amor te protegerá y nunca te dejará.

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Comments

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estefania-k-pop #1
Chapter 6: esta muy bueeno
estefania-k-pop #2
que genial esta ¿cuando seguiras?