Advierto, capitulo largo, sin querer, solo sucedió. Aunque me parece que es lectura rapida.

Espero que lo disfruten! ^^ 

... las olas y el viento sucundun sucundun... doha y el maaaar shalalalaaaa .. ok ya

-Capitulo 82-

-me prestas el naranja?

-si, ten, tienes azul? Se me acabó y no tengo como pintar el cielo.

-puedes hacerlo de rosa, he visto muchas veces el cielo rosa.

-tienes razón, yo también vi el cielo rosa. Es bien bonito.

-verdad que lo es? oh ahora me dieron ganas de pintar mi cielo rosa también.

-no te preocupes, termino el mío y te presto el rosa.

-gracias!! Te esta quedando muy lindo.

-el tuyo también. Dibujas muy bien. A mi todavía las manos no me salen bien.

-es fácil, mira yo te ayudo.

Miro a esas dos niñas pequeñas como interactúan. Mmmm, posible romance ya lo veo venir. Típico. Se harán uña y carne. Irán para todos lados juntas y compartirán todo. Apuesto que su primer beso será entre ambas jugando y luego le tomarán gustito y guala! Se enamoran! Pero no lo admitirán, claro que no. Primero se pelearán y querrán distanciarse. Hasta que llega ese momento en que no puedan soportarlo más y acepten sus sentimientos y se confiesen. Y luego vivirán situaciones para mantener su romance intacto sin que nadie las moleste. Y pintarán cielos rosas eternamente, fin.

Sonrío negando con la cabeza por las cosas que estoy pensando. Pero es que se ven muy adorables estas dos pequeñas amigas. Se echan unas miradas y sonrisas que madre mía, winnie the pooh estaría ya con su tarro recogiendo la miel mientras con su otra mano come la que hay en la mesa.

-CL, CL!! Mira, mira!

Un niño muy simpático se acerca donde estoy sentada y me entrega su dibujo. Una especie de astronauta viajando a la luna. Lo miro con cariño, por que me da una ternura tremenda, sobre todo cuando sonríe y están esos huequitos de adelante por esos dientes faltantes.

-quieres viajar a la luna?- le pregunto con más cariño acariciando su cabecita.

-si!! Dicen que ahí lo que desees se hace realidad.

Mi vida, la inocencia de un niño es tan adorable.

-en serio?? eso es increíble! y que deseo pedirías?

-curarme para que mis papis no lloren más.

Pom! Directo al corazón. Eso .. eso es un golpe muy bajo. No puedo hacer otra cosa que abrazarlo con cuidado y darle un pequeño beso en la cabeza.

Más niños me enseñan sus dibujos. Consigna:  dibuja que te gustaría ser de grande. Algo sencillo pero que los hace pensar en un futuro. No pensaba que iba a recibir respuestas como estas tan crueles. Es tan injusto que niños tan pequeños que apenas conocen lo que significa la vida tienen que vivir lo que es tener poca vida… es horrible… realmente horrible. Pero su espíritu de lucha es muy admirable. Verlos disfrutar con pequeñas cosas y esas sonrisas que te regalan por pasar tiempo con ellos y escucharlos, sus palabras, sus risas en medio de tanto sufrimiento solo hace que me sienta tan idiota por preocuparme de cosas tan insignificantes.

Supongo que a eso se refería Minzy con intervención. Al llegar al hospital primero pensé que me llevaría con Kyo a una de sus sesiones y afrontar todo y eso pero no. Me trajo a la sala de niños. A la que venia con Gary. Oh Gary.. lo he dejado completamente abandonado, seguro que debe estar odiándome de nuevo. Él y todo el taller, después de la carrera y todo lo sucedido no pasé más por allí. Tengo que volver y dar explicaciones y ver como andan. Una vez más…

Me distrae otra niña muy bonita mostrándome su dibujo. Es ella como doctora. Y ahí voy de nuevo tragándome las lagrimas. O para ellos es algo común o yo estoy muy sensible. Esta intervención es la peor de todas! Tiene tantos golpes bajos. Minzy es buena dando lecciones eh. Ahora entiendo cuando Bom decía que era Minzy quien tenia los pantalones en la relación. No me cabe ninguna duda.

Cuestión que aquí estoy tragándome los mocos cada vez que me golpean tan bajo en el pecho y entrañas. Pero al mismo tiempo me dan mucho cariño y admiración por su fortaleza interior. Estarán débiles físicamente pero espiritualmente son rocas! Rocas de las buenas.

Quiero ser una roca de esas. Una roca como las de la playa del Sur que cuando las golpea una ola gigante ellas siguen intactas en su lugar y brillando gloriosamente. Imponentes. Ahora me siento más como un grano de arena pisoteado por una manada de cangrejos.

Hace rato que estoy aquí en la salita pasando el tiempo y jugando con los niños. Haru no está. Es una lastima aunque me alegro por que significa que no volvió a tener problemas respiratorios. Me gustaría verla pero… estoy segura que si veo a Haru me haría pensar en Dara y otra vez todo el circulo vicioso. Espero que se encuentre bien.

Anuncian que es la hora de la siesta, vaya que pasó rápido el tiempo. La hora del almuerzo me pareció que fue hace nomas cinco segundos cuando fueron horas.

Me piden que les cuente un cuento. Una de las enfermeras me da con una sonrisa un libro de leyendas infantiles de Doha. Vaya que tienen todo preparo aquí eh.

-es su favorito.

Asiento con otra sonrisa. Me acomodo en una silla en el medio para que todos me escuchen bien. Ya todos acostados en sus camas comienzo a leerles una leyenda sobre un gnomo que escondía dulces en una cascada. Muy lindo la verdad. Me recuerda a mi cascada. ¿Habrán gnomos ahí? ¿y dulces? Sonrío por dentro, la inocencia es contagiosa.

Termino de leer, ya todos están dormidos. Me retiro lento y con cuidado de no hacer ningún ruido. En la puerta veo que esta Minzy. Me acerco a ella. Me mira entre burla y queriendo estar seria. Le gana la burla.

-tu, pequeña criatura, eres muy cruel, lo sabías?

-yo? Por que?- sigue fingiendo inocencia pero la burla le sigue ganando.

-me has dado la intervención con el golpe mas bajo que pueda existir.

Nos ajamos de la salita caminando sin prisas. Se ríe de mi comentario.

-ya, pero valió la pena o no?

-depende de cual era tu objetivo.

-distraer tu cabeza y que veas hay otras opciones.

-ajam… distraer puede ser .. pero..  y esas otras opciones… serían?

-que aunque te sientas muy mal se puede continuar siempre y cuando tengas fe en el futuro disfrutando del presente.

Y aquí va de nuevo Minzy madura. Hablando así parece una anciana sabia de 80 años en el cuerpo de una chica de 20 y picos. Increíble. ¿Su abuela será así también? O bueno, habrá sido…

-ya… -yo y mis grandes respuestas, es que de verdad no se que responder a eso. Además sonó como algo muy profundo, que de echo lo es, y da para más razonamientos que mi cabeza en estos momentos no puede razonar.

Seguimos caminando. Por la sonrisa divertida de Minzy creo que entendió mi silencio.

-cuando empecé a venir al hospital para ayudar con los abuelos fue donde me di cuenta que era donde más fuerzas conseguía para seguir adelante.

La miro interesada por lo que dice.

-los abuelos también luchan por su futuro? Quiero decir… ya sabes.. ellos..

Minzy de nuevo ríe pero una risa suave y dulce.

-es cierto, ellos viven mas el pasado, valoran mas el pasado por todo lo que vivieron. Pero siguen aquí y quieren seguir aquí. Bueno, sacando como el caso de mi abuela que ni sabe ni el tiempo ni espacio en el que está, pero.. está.. y cuando estoy con ella aunque no me reconozca y a veces se enoje cuando me sonríe me sonríe como una niña, esa sonrisa espontanea y sincera. Lo mismo cuando comparto tiempo con los demás ancianos y no entienden por que pero lo agradecen. Y ahí los veo, jugando cartas algunos, discutiendo por algún deporte, o disfrutando de los recuerdos de las grandes épocas de pesca, o disfrutando de música o de un simple mimo. Están ahí, siguen ahí. Entiendes?

-ya.. creo… te refieres a que te da fuerzas ver a otro que esta mal y sigue queriendo estar aquí.. sigue luchando por continuar…. Algo así? -respondo creyendo entender a lo que va todo esto. Minzy asiente.

-si… es exactamente eso. Ellos dicen que nosotras somos las que les damos fuerza pero en realidad son ellos los que nos dan fuerza a nosotros. Así que cuando me siento que no puedo mas, vengo aquí. Y cuando regreso a mi cama duermo en paz con ganas de que sea un nuevo día.

Sonrío asintiendo con la cabeza. Minzy tiene razón, eso me pasó en la salita con todos esos niños. Me sentí tan insignificante al lado de ellos pero el cariño y la dulzura con la que me trataban era muy contenedora. Me dan ganas de venir de nuevo, de compartir más con ellos.

-gracias- le digo a Minzy con otra sonrisa y ella me la devuelve.

-ya sabes.

Sin darnos cuentas llegamos al patio del hospital. Nunca había entrado por esta parte. Hay pacientes con sus sueros caminando muy relajados por el hermoso clima que hace. Una tarde estupenda la verdad. Bien primaveral. Hay otros que están sentados sin hacer nada mas que tomar aire y otros leyendo o les están leyendo.

Me detengo al ver a alguien con el rostro todo vendado. Esta sentando en uno de los bancos, cerca de un pequeño jardín de unas flores azules hermosas. No hay nadie con el, esta solo.

El celular de Minzy suena. Lo mira y me pone cara de “tengo trabajo que hacer”.

-tu hermano?

-si.

-cuando lo vea le daré muchas patadas.

-seremos dos. Quieres que te deje en lo de Bom?

-no, esta bien. Me quedaré un poco más. Además su casa queda cerca, me hará bien caminar un poco.

-ok.. cualquier cosa le pides a Kyo- frunzo el labio- ya, no te enojes con ella, también estaba en una situación entre la espada y pared. Lo sabes.

-ya.. si.. claro..

-vas a tener que hacer algo al respecto si vivirás en lo de Bom eh, ya que te la cruzarás varias veces. No te olvides que es su madre.

-si.. ni me lo recuerdes.. me busco los problemas yo solita, esa es mi especialidad.

-exagerada.

Nos despedimos de nuevo y esta vez Minzy se retira.

Veo que desaparece por la puerta y vuelvo mi mirada hacia el banquito y el jardín de flores azules. Él sigue ahí, quietito como estatua. Mucho no se que hago y ni por que lo hago o tal vez si pero comienzo a caminar a pasos cortos hacia donde está sentado.

No se que decirle no se que hacer no se nada pero aquí estoy a pocos metros ya llegando. Ya lo tengo de frente, el está de perfil a mi, si no fuera por las vendas y que se que es ciego pareciera que esta mirando las flores azules. Me quedo quieta en mi lugar pensando como continuar.

-CL…

Levanto mi cabeza mirándolo espantada. Dijo mi nombre??? Como sabe que soy yo???  Otra vez?? La otra vez también supo que era yo la que había entrado a la sala.

-como…..- intento preguntar pero no me sale palabra, genial.

-como lo se?

Asiento y al segundo caigo que es inútil asentir si el no ve que estoy asintiendo ya que es ciego… por que.. es ciego verdad? Ya me hace dudar.

-la otra vez también sabías que era yo.

Aunque esta todo vendado puedo notar una pequeña mueca parecida a una pequeña sonrisa.

-es tu perfume.

Otra vez me quedo muda y atónita.

-mi … perfume? .. pero si no uso perfume.

Es cierto, no uso perfume. Ni colonia. Por lo menos hoy no, la otra vez le robé a Bom un poco de su colonia en el baño. Pero de eso fue como hace dos o tres días ya.

-será tu aroma entonces… es el mismo que aquella vez… y las otras veces. Y ningún otro huele como tu.

Si no fuera por que esta vendado y es ciego, si recalco eso, diría que está coqueteando conmigo. No solo por lo que dice sino por la voz. Es diferente hoy. Totalmente diferente. Es mas grave, con fuerza .. es una voz seductora de hombre. Y no solo eso, tiene tintes de calma y hasta podría agregar que alegría. Seductora, alegre y dulce. De verdad es el mismo que el que me topé en el bosque? No se parecen en nada. Bueno, solo que ambos están vendados hasta el cuello.

Veo que hay un espacio para sentarme a su lado y no dudo en hacerlo. Me da confianza y sobre todo, curiosidad. Cuando me siento recién ahí pensé que tal vez podría incomodarlo con mi repentino acercamiento, pero no, sigue igual y con esa mueca de sonrisa.

-nadie antes se dio cuenta de mi aroma o por lo menos no me lo han dicho.- me sincero mirando las flores azules.

-ventajas de estar ciego. Todos los otros sentidos se intensifican. Es como ver con los sentidos restantes, es bastante interesante.

No lo dice con resentimiento ni bronca, lo dice como algo natural. Habrá sido ciego siempre?

-aja.. eso o que finges no ver para flirtear con chicas.- le digo en broma. Otra vez siento que pude meter la pata de ser