Llegamos hasta la playa del norte, la carrera la gané yo así que estoy esperando a Gary sentada en la arena con las motos estacionadas a nuestro lado mientras él está comprando nuestro almuerzo. Nunca he comido comida de la playa así que fue a comprar eso.

Veo en el mar a lo lejos unas lanchas y mucho movimiento, son los hombres que han quedado a cargo de investigar el accidente del avión. Están vestidos de trajes de buceo y se van turnando para ir a las profundidades.

Miro alrededor y veo que hay gente también disfrutando del agradable clima en la playa, hay chicos jugando a la pelota, con sus perros, amigos riendo, otros tocando la guitarra, gente caminando por la orilla, otros corriendo, hay bastante movimiento nuevamente. Estoy a unos metros del muelle y veo que también hay gente ahí, parejas dándose mimos y a los costados gente pescando. Miro para el otro lado, a mi izquierda y puedo ver el bar Doha. No se si ir, si mandarle un mensaje… estoy en un dilema cuando miro el bar. Estando con Gary por lo menos me hace despejar la mente un poco y no pensar en lo que puede llegarme a esperar a la noche. Pero cuando estoy sola no puedo evitar volver a pensar en Dara y en Bom. Como estará Bom? A donde habrá ido? Y Minzy?.. cuando estoy sola mi cabeza me tortura con miles de preguntas, ya sea de mi pasado como de mi presente.

-aquí tienes!

Gary aparece de repente sentándose a mi lado y entregándome un cartoncito con el maíz más grande y amarillo que he visto en mi vida!

-wow!.. son reales???

-reales y exquisitos, he ido a otros lugares y nunca probé mejores maíces que los de Doha.

Veo asombrada mi maíz gigante buen amarillento, me llega a mi nariz un olorcito muy rico.

-le puse manteca, espero que no me vengas con el tema de gorduras y granos como mayormente lo hacen las demás chicas. Sin manteca no es lo mismo.

Sonrío, si siento el olor a manteca derretida también.

-me preocupo por mi cuerpo pero no soy tan exigente tampoco. Gracias! Se ve delicioso.

-de nada! Ah compré esto también.

Saca de una bolsa dos botellas de cerveza. Lo miro con una de mis cejas levantadas.

-otra?

-maíz de Doha bañado con manteca sin cerveza no es lo mismo tampoco.

-entiendo.

Sonrío una vez más aceptando la botella, la dejo a un lado y me preparo para dar el primer bocado a mi maíz. Soplo porque está muy caliente, muerdo despacio, es tan jugoso que me chorrea entre los labios y dientes, cierro los ojos al sentir la invasión de un sabor dulce delicioso. Mastico y ese sabor se intensifica más.

-rico verdad?

-wow!!! –digo mientras trago tan delicioso manjar- es… delicioso!!!  Nunca había probado un maíz con este sabor tan dulce! En serio son reales???

Gary se ríe con su risa varonil grave.

-quien sabe, tal vez es un brujito que quiere hacer engordar a todo Doha para luego comernos.

-sabes una cosa? Los cuentos infantiles te han traumado amigo, y mal.

-lo se! Por eso nunca voy con algo rojo al bosque, no quiero encontrarme con el lobo.

Me dice divertido tratando de sonar serio, de nuevo me hace reír. Seguimos disfrutando de este magnífico manjar y del clima agradable en la playa. Tomo un sorbo de mi cerveza para bajar la comida y si tengo que admitirlo, este sabor dulce con la cerveza queda perfecto y refrescante. Lo que si, tendré que hacer ejercicios si sigo comiendo y bebiendo así.

Sonrío con nostalgia, me acuerdo de nuevo de esas épocas que también comíamos comida chatarra y bebíamos botellas de cervezas mientras reparábamos y limpiábamos nuestras motos en el garaje de nuestra pequeña casa. Hyun me cargaba diciendo que tenía barriga de borrachita y yo le decía que si seguía así estaría a pasos de convertirse en Homero Simpson, sobre todo porque tenia la manía de usar remeras blancas con un jean azul, como Homero. Solo le faltaba quedar pelado, pero eso era imposible, su pelo siempre era abundante, brilloso y bien oscuro. Me gustaba acariciarlo y sentirlo por mis dedos. Era una sensación muy agradable y serena.

Tomo un gran trago de mi cerveza, mi pecho comienza a oprimirse de nuevo. No se porque pero desde el día del accidente del avión mis pensamientos por Hyun crecen cada día. Recuerdo nuestros momentos juntos, los que estaban llenos de risas, de miradas cálidas, caricias cariñosas, los momentos que había afecto entre nosotros. Los que él me trataba como su familia, su tesoro más preciado. Como su amiga, su hermana… su novia..

A Hyun le encantaría estar en un lugar así como Doha. Siempre soñamos por un lugar así para vivir juntos y construir nuestra propia familia.

Doy otro trago, más largo que el anterior.

-tranquila amiga, te ahogarás!

-lo siento..

-no soy de entrometerme mucho en la vida de la gente pero.. –lo miro, esperando lo que dirá- noté que andas muy sumida en un lugar que no es este.. me equivoco?

Suspiro y miro el mar. Profundo, sin limites, lleno de olas que golpean una y otra vez, así me siento ahora, así me siento estos días.

-no.. no te equivocas.

-quieres hablar? Puedo ser un buen oído.

-si lo se .. gracias.. es solo que … si lo digo en voz alta..

-se hace real.

Me sorprendo cuando completa mis palabras. Si, exactamente, es eso, por eso no quiero hablarlo con nadie. No quiero escucharme hablar de Hyun. Aún no puedo.

-bueno, ya sabes, cuando necesites hablar, solo por hablar o lo que sea, puedes contar conmigo.

Me sonríe sinceramente y yo le devuelvo la sonrisa. Estoy agradecida de tener a Gary, él está afuera de este circulo entre Dara, Bom, Minzy y Jung y eso aunque suene mal o egoísta, es un alivio para mi. Tener a alguien diferente, de afuera, con otras miradas. Alguien que te hace dejar los problemas a un lado por un rato y mantener tu cabeza en otras cosas diferentes. Aunque con este estado de nostalgia que estoy sintiendo estos días todo lo relaciono con mi pasado. Con Hyun.

También me es curioso como antes Dara y sus amigos eran mi distracción a mi pasado y ahora necesito un tercero para distraerme de ellos por un momento. A veces pienso que la vida es así, conocer lugares y gente nueva para distraernos de los que ya forman parte de nuestras vidas y que implican problemas o momentos complicados. Seguramente en un tiempo más necesitaré a otras personas cuando el taller empiece a traerme problemas.

Nos quedamos en silencio unos momentos, un silencio no incomodo, amigable disfrutando del momento de tranquilidad. Yo sigo divagando en mi mente sobre la vida.

-pensé que se había ido..

-quien?

Salgo de mis conjeturas de la vida y veo por donde me señala Gary, es un muchacho que está caminando por la orilla hablando por celular. Me da un escalofrío, es el chico de pelo turquesa…

-lo conoces?

-se llama Chad, es de afuera, lo veo muy seguido en las playas del sur… no me gusta nada su actitud… surfea por plata… no me va…

-a mi tampoco ..

-también lo has visto antes?

-si.. cuando acompañé a mi amigo Jung a una competencia de wakeboard.. el estaba compitiendo también.. estaba con otros chicos –me acuerdo de ese día y como me miraba y me acuerdo el día que me tropecé con él en el Doha que juraba que me había dicho Faith- tiene una personalidad muy arrogante…

-lo es ..

-porque pensaste que se había ido?

Seguimos mirándolo c