Siguiendo la tarea que le había encomendado su psicóloga, con mucha diligencia Byul comenzaba a reflexionar para poder escribir lo que sentía por Yongsun, no tardo mucho tiempo en llegar a pensar en qué pasaría si ella se atreviera a cruzar los limites que se auto infringía, que sentiría si Yongsun correspondiera a sus sentimientos, aunque pensar en esto le resultaba tan complejo como una carrera de obstáculos, en cada oportunidad sus fantasías al tomar velocidad aparecía una valla que le recordaba que era un amor unilateral y ella sabía muy bien que el amor unilateral era como un amor que termina en vano sin tener la oportunidad de brotar o de florecer, para ella el amor unilateral era como una semilla olvidada incapaz de dar un fruto, incapaz de encontrar una salida, al lograr saltar esa barrera, sujeta de un “Qué tal si realmente pudiera ocurrir”, fantaseaba de nuevo hasta que otra idea con el rotulo de “Zona de amigos” azotaba fuertemente sus ilusiones.

Aprovechando que su compañera de dormitorio se encontraba en un canal de televisión filmando para un programa de canto, se sintió en la comodidad de poder realizar ahí si tarea, tomo su libreta y comenzó a escribir.

“Diario de evaluación: Tarea 372

Todo empezó como un juego pero ahora creo que puede ser algo más…

Cuando juego con Yongsun, cuando la miro, es como… si no existiera nadie más, solo estamos nosotras dos, y con eso es como si no necesitara nada más, ni a nadie más, me hace sentir segura, estable… feliz, todo lo que no tiene sentido de mi, cobra sentido cuando estoy con ella y quiero que ella sea feliz, quiero hacerla feliz, más que nadie más.

Incluso con miles de personas alrededor, yo solo puedo verla a ella y quiero quedarme a su lado siempre, aunque ella nunca logre verme a mí y yo siga mirando a su espalda, eso me hace sentir patética y tonta… ¿Cómo puede ser qué solo por una persona se pueda desarrollar tantos sentimientos y tan distintos? Va más allá de lo que puedo entender.

Sé que no tiene sentido, pero cuando estoy con ella siento que soy indestructible y al mismo tiempo que soy una niña indefensa, porque ella tiene el poder de construir y destruir mi mundo en tan solo un segundo y no entiendo cómo puede hacer eso.

No es solo el deseo egoísta de querer que sea mía, yo quiero hacer que se sienta querida, quiero sostenerla siempre entre mis brazos, quiero besar sus labios, quiero arroparla en la noche, quiero hacerla vivir un cuento de hadas.

Para mi Kim Yongsun es la mujer más hermosa del mundo, sobre todo cuando recién despierta y no hay una pizca de maquillaje en su rostro, con sus pequeños ojos que se ven adormilados, su cabello hecho un desastre… es la imagen más perfecta para mí en este mundo.

En el mundo oscuro que he vivido, lleno de cicatrices, mentiras y dolor, en aquel donde me he sentido como un monstruo, donde me he sentido acechada por las miradas de los que se supone deban amarme, cargando este pesado y tortuoso secreto, ella ha sido una luz que ilumina mis días. Debería castigarme, porque tener su hombro para apoyarme me llena de codicia y aunque quisiera, no puedo llamarla mía.

De todas formas, me gusta, no puedo evitar extrañarla, no puedo cesar la costumbre de mirarla hasta que se duerma, porque siento que aunque se detenga el mundo, mis sentimientos no cambiarán y si alguien me hubiese dicho hace mucho tiempo que ella llegaría a mi vida, aunque lo más lógico sería huir de ella y evitarlo a toda costa, lo más probable es que la esperaría para volver a dejarla entrar. ”

La doctora Lee fue la primera en leer esta carta sin receptor, al leerla resolvió que la conducta de SeungYul estaba funcionando como la válvula de escape ante la represión que se estaba infringiendo Moonbyul así misma, de tal forma en que si ella frenaba todas sus ansias hacia Solar esto creaba una presión que debía escapar de algún modo. SeungYul buscaba a una mujer tras otra, sin saber que estaba intentando suplir una necesidad que Moonbyul sentía. Song Hee le indicó que la única forma de lograr frenar a SeungYul era que tuviera una conversación con Solar, donde le dejara saber sus sentimientos por ella.

Moonbyul respondiendo impotente al predicamento de la especialista, le confesó que el dejar en evidencia sus sentimientos la llenaba de pavor y que no podía decir en voz alta lo que pasaba dentro de sí, el hacerlo podía alejar a Solar para siempre y para Byul el perderla, significaba perderlo todo.

Song Hee fue determinante en explicarle nuevamente que todas las conductas de SeungYul eran el resultado de su identidad y de las elecciones que tomara, que la cantidad de riesgos que tuviera su vida, siempre estaban sujetas a sus malas y buenas elecciones que tomara. Si Solar la apreciaba, jamás se alejaría de ella, respetaría sus sentimientos los correspondiera o no y las posibilidades eran más que el rotundo rechazo o el desprecio.

Empoderada por el discurso de su confidente y tratante desde hacia once años, Moonbyul tomó valor para verter sus emociones frente a la persona causante de tanto caos en su interior.

El equipo de Mamamoo se reunía, el grupo participaba en una competencia para un programa de televisión y su single estaba siendo muy popular, quizás ganaran el primer lugar esta vez, pero aun nada estaba dicho. En el vestidor esperaban a que las llamaran para salir al backstage, ya las habían maquillado y el vestuario en cada una lucia impecable y fabuloso. Solar se acercó a Moonbyul que estaba sentada en un pequeño sillón de la sala mirando su teléfono, tenía algo importante que comentarle a su mejor amiga, aun no se lo había dicho a nadie pero rondaba tanto en su cabeza que debía decírselo a alguien. Cuando Solar se acercó para sentarse junto a ella el corazón de Moonbyul se aceleró y consideró la oportunidad para hacer caso a la recomendación de su terapeuta.

Solar: Tengo que decirte algo que no puedo sacar de mi cabeza.

Moonbyul: Que coincidencia yo también tengo que hablar contigo.

Solar: Déjame decirlo primero ya no soporto más.

Moonbyul: Ok, está bien. ¿Qué sucede?

Solar: Recuerdas esa ocasión en la que peleamos. Fue hace varias semanas atrás. ¿Lo recuerdas?

Moonbyul: Si, lamentablemente no podría olvidarlo.

Solar: Bueno, esa noche fui a un puesto de comida, me embriague y un chico me ayudo en una situación algo complicada y me trajo hasta a casa. El asunto es que fui a buscarlo y me mostró su casa, no puedo sacarlo de mi cabeza, es tan extraño, es prácticamente un desconocido pero siento como si ya lo conociera, eres la primera persona a la que se lo cuento, no es nada serio pero no lo sé, quizá en un tiempo podría serlo. Por fin puedo sacarlo a fuera, no sé porque me siento así… es extraño ¿No crees?

La chica rubia no podía decir palabra estaba pasmada ante lo que su compañera le estaba contando, se sentía humillada sin que siquiera Solar supiese algo, nada de lo que sentía valía la pena.

Solar: ¿De qué querías hablarme?

Moonbyul: Nada… eres tan ruidosa. ¿No tienes más amigas? ¿Soy la única a tu alrededor? ¿Por qué tenias que decirme esto a mi?

Solar: Hey, pero ¿Qué ocurre? ¿Dije algo malo?

Moonbyul: No. –Contestó mostrando una mirada apática y vacía. –

La menor se levantó de su asiento de su bolso saco su diario, arranco la hoja de su última tarea en el diario de evaluación y arrugándola la lazó con irá al tacho de basura que había a un lado de la puerta del vestidor, para luego salir del vestidor, Wheein y Hwasa que estaban jugando con unos colgadores quedaron mirando como la rubia salía llena de ira de la habitación, sin entender absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo.

Hwasa: ¿Y ahora que le hiciste unnie?

Solar: Solo le conté algo que me ocurrió… ¿Qué demonios le sucede ahora?

Wheein: A Moonbyul no hay que entenderla, solo hay que quererla.

La líder del grupo salió para encontrar a la rubia pero al encontrarla no le fue posible interrogarla acerca de su actitud, habían sido llamadas para subir al escenario. El espectáculo fue tan sublime como sus admiradores esperaban y como no todo siempre es un campo de espinas las rosas se dejaron ver, al mostrar los contadores de votos, su canción era la ganadora del primer lugar. Todo su Staff estaba emocionado al igual que el grupo Solar abrazó a Moonbyul extasiada por la emoción del triunfo y la menor sonriendo recibió su abrazo, pero al separarse la mirada de Byul perdió su brillo, la incomodidad que se formó entre ambas podía palparse en el aire, se disimuló cuando ambas miraron a sus compañeras que estaban disfrutando en su máximo el triunfo.

Después de tomar unas fotos y de cambiarse de ropa para salir del canal, Moonbyul tomó sus lentes oscuros y antes de que volviera a huir de los vestidores fue frenada por uno de sus agentes, este les avisó que irían a un restaurant a celebrar el haber ganado el primer lugar. Hwasa aun no terminaba de quitarse el maquillaje, así que Wheein acompañó a Moonbyul a la camioneta mientras jugaban en el camino, la rubia trataba a Wheein como una verdadera hermana menor, era muy fácil volver a sonreír al estar al lado, por lo que aprovechó su compañía para intentar olvidar el mal momento que le había hecho pasar Solar.

La mayor estaba esperando en los vestidores a la maknae del grupo para acompañarla hasta la camioneta, la maquillista hacia su trabajo para desmaquillarla mientras Solar daba vueltas de un lado a otro para entender lo que había ocurrido.

Hwasa: Unnie vas a hacer un agujero en el piso si sigues dando vueltas en círculos.

Solar: Quiero entender lo que pasa con Byulyi.

Hwasa: Piensa en lo que hizo o en lo que dijo cuando se molestó.

Solar: Hmmm… eso es.

La chica de largo cabello castaño fue directo hasta el basurero y retiró la bola de papel que Moonbyul había desechado. Estiró el papel y comenzó a leerlo, cuando leyó el encabezado no entendió absolutamente nada sobre qué tipo de evaluación era o qué tipo de tarea se refería, al continuar con el texto toda la molestia de su amiga le hacía sentido. Su cabeza que en las últimas semanas tenía cegado a su corazón con la imagen de SeungYul, empezaba a volverse un remolino confuso, tras cada palabra escrita por Moonbyul su corazón se conmovía más y más, con ello sus ojos nublaban de lágrimas.

Hwasa terminó con el trabajo de la maquillista y vio a su compañera, encogida, sentada en un rincón de la sala con lágrimas en sus ojos y la hoja de papel arrugado en su mano.

Hwasa: Unnie ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

Solar: Si, sí, no le digas nada a las chicas ¿Bueno? Menos a Moonbyul.

Hwasa: Okay, no digo una palabra, pero ¿Estás segura de que estas bien?

Solar: Sí, son cosas hormonales, el que ganáramos, ya sabes cómo soy. –Excusó secando sus lágrimas con su manga. –

Hwasa: Bueno, vamos a festejar entonces, así sonreirás de nuevo. –Sonrió consolando a la mayor.

Cantando entre todas por este nuevo triunfo se fueron todo el trayecto hasta el restaurant, las primeras corridas de bebidas ya estaban en la mesa, Hwasa tomó su vaso e hizo un brindis de pareja con Wheein invitando a Solar y a Moonbyul a realizar uno compartiendo también el mismo vaso. Byul sonrió otra vez y brido tomando entre sus dedos la mano de Moonbyul alrededor del vaso.

Solar empezó a beber con poca prudencia, sus compañeras le recordaron que su tolerancia al alcohol no era la mejor pero de todas formas bebió otro shot de soju. Al comer Kimchi de rábano, la mayor embarró su barbilla con salsa, Byul al notarlo le pidió voltear y tomó el costado de sus rostro con su mano para limpiarle la barbilla con una servilleta. Cuando dejó de limpiar se dio cuenta de que Yongsun la estaba mirando, sin poder soportarlo devolvió la servilleta a la mesa y se levantó retirándose del lugar.

Al ver salir a la menor, Solar esperó un par de minutos y le siguió, ese par de minutos fue el máximo que pudo esperar, al parecer el alcohol tenía ese incomodo y peligroso efecto de hacerle perder sus inhibiciones. Abrió la pesada puerta que daba acceso a las escaleras de evacuación y vio al final de la escalera hacia abajo, en el último escalón a la chica rubia sola, mirando hacia a la pared como un niño pequeño que acababa de recibir un castigo.

Torpemente bajó un peldaño luego de otro hasta llegar hasta ella, se dejo caer a su lado poniendo el costado de su cabeza en el hombro de la menor.

Solar: ¿Qué haces aquí? Sola… ¿Por qué te gusta tanto estar sola? ¿Eh?

Moonbyul cerró sus ojos e intentó recordar los límites, estaba siéndole imposible el no sentir nada, y Yongsun era experta en hacerle bajar su guardia. Sin abrir los ojos empezaba a sentir como el rostro de su compañera se acercaba cada vez más al de ella, podía sentir su calor, su respiración y el aroma de su perfume mezclado con el del alcohol, al abrir suavemente sus ojos se encontró con la mirada de Yongsun fija en sus labios y la punta de su nariz rosaba su pómulo, cuando los ojos de la mayos volvieron a conectarse con los suyos lo único que pasó por su mente fue un “Al demonio con los limites”.