Moonbyul vio a Taemin regresar al lugar donde ella se había quedado, mientras él volvía a mirar hacia atrás en más de una ocasión con algo de recelo, ella comenzó a caminar hasta que el chico llegó a su lado.

Moonbyul: ¿Qué era lo que quería? –Consultó a Taemin mientras continuaba avanzando. –

Taemin: Dijo que era un fan, pero no le creo una palabra.

Moonbyul: ¿Po qué no lo sería?

Taemin: ¿Qué clase de fan rechaza tomarse una foto o conseguir un autógrafo?

Moonbyul: Quizás solo es tímido…

Taemin: ¿Tímido? Ese chico viene siguiéndote desde hace días, lo ví a la salida de una de sus presentaciones. Temo que sea algún psicópata, además estoy seguro que he visto su rostro en otro lugar…

Moonbyul: Tae, soy una idol… ¿Sabes cuantos chicos me siguen y suspiran solo viendo mis fotos? Incluso las chicas lo hacen. No es algo nuevo para mí.

Taemin: No entiendo cómo puede suceder eso si te ves como te vez. –Dijo señalando el rostro de Moonbyul. –

Moonbyul: Solo lo dices porque estás celoso.

Taemin: Claro que no. – Dijo empujándole con el hombro. –

Moonbyul: Claro que sí. –Respondió empujándole de regreso. –

Taemin: ¡Que no! –Volvió a empujarle algo ruborizado. –

Moonbyul: Que sí. –Volvió a responder mientras reía. –

Ambos continuaron jugando cual par de niños bajo la luz de los faroles de la calle en esa fría noche, que los obligaba a caminar con las manos en los bolsillos para mantener el calor. Cuando llegaron hasta un café Taemin abrió la puerta para Moonbyul dejándole pasar primero y pidió por ella su café favorito, la joven cantante se sentó en la mesa y con la bufanda que traía alrededor de su cuello cubrió un poco su rostro al bajar su cabeza, previniendo que algún cliente del local le fuera a reconocer. Taemin llevó el café hasta la mesa ofreciéndoselo a su amiga.

Taemin: ¿Tienes frio?

Moonbyul: No, es solo que quiero tomar mi café tranquila.

Taemin: Ya deja tu vanidad, a nadie aquí le importas demasiado.

Moonbyul: Pues gracias. – Dijo con tono sarcástico. –

Taemin: A nadie, excepto a oppa Taemin. –Señaló descubriendo el rostro de la chica. –

Moonbyul: ¿Quieres morir?

Taemin: Con el talento que tengo y este rostro, no… creo que aun es muy pronto.

Moonbyul: Será mejor que me digas a lo que vinimos, tengo que volver a casa, mañana temprano tengo que asistir a una entrevista y en la tarde tengo cita con la Dra. Lee.

Taemin: ¿Ella es tu terapeuta verdad? ¿Te dirá que sucede con Yul?

Moonbyul: No lo sé, la última vez que nos vimos me dijo que tenía una teoría pero que no podía decirme nada, asique en esta oportunidad espero que me de buenas noticias.

Taemin: Bueno, es justamente de Yul de quién quiero hablarte.

Moonbyul: ¿Que fue lo que hizo esta vez?

Taemin: Creo que la pregunta no apunta a “qué” sino a “con quién”

Moonbyul: Creo que sé lo que vas a decirme y no quiero escucharlo.

Impetuosamente la rubia se levantó siendo frenada por el chico que le sujetaba con firmeza de la muñeca.

Taemin: Huir de ello no lo cambiará Moonbyul.

Moonbyul cayó con peso muerto sobre el asiento junto a la mesa y bajó la mirada.

Moonbyul: ¿Por qué? ¿Por qué de todas las chicas tenía que involucrarse con ella?

¿Por qué con ella? –Cuestionó mientras el tono de su voz se quebraba. –

Taemin notaba como de a poco una lágrima rodaba por la mejilla de Moonbyul siendo absorbida por su bufanda.

Moonbyul: Tú no entenderías lo importante que es ella para mí… ¿por qué ese bastardo tenía que coquetearle? –Decía apretando su puño sobre la mesa, aguantando las ganas de destruir todo a su alrededor. –

“Por supuesto que lo entendería” pensaba Taemin para sí mismo al mirar con el corazón devastado la imagen de Moonbyul llorando enfurecida por otra persona, comprendiendo finalmente que los ojos de Moonbyul solo veían en dirección a Solar.

Taemin: No se conocen desde hace mucho, no debe ser nada demasiado serio. –Dijo intentado ser de consuelo. –

Moonbyul: ¿A él le gusta Solar no?

Taemin: Si, pero ya sabes cómo es SeungYul… pronto lo olvidará.

Moonbyul: Si Solar se enamora de él eso la destruirá, y será mi culpa.

Taemin: Moonbyul no es tu culpa, tú no controlas lo que él hace.

Moonbyul: Si Taemin, pero SeungYul soy yo, no es otro sino yo.

El chico se sentía conmocionado al ver la intensa mirada en los ojos de Moonbyul, nunca le había visto tan afectada por SeungYul a pesar de todo el tiempo que llevaban siendo amigos.

Taemin: ¿Y qué planeas hacer?

Moonbyul: No lo sé, esto me ata de manos. No puedo a decirle a Solar que no vea a SeungYul, eso no tiene sentido y si le pido a SeungYul que no la vea va a hacerlo de todas formas, siempre busca la forma de salirse con la suya.

Taemin: Creo que estás equivocada, Yul considera mucho tu opinión, al igual que todo lo que sientes y piensas, cuando ve tus videos se emociona como si fuese uno de tus fanáticos y siempre habla de lo genial que eres, te lo deja claro en sus mensajes.

Moonbyul: No lo sé…

Un sonido desde el bolsillo de Moonbyul los interrumpió.

Taemin: ¿Ese es tu teléfono?

Moonbyul: No, es el de SeungYul. –Dijo sacando el móvil desde su bolsillo. – Pero no importa cuánto suene, de todas formas no puedo desbloquear su código de seguridad, ya probé con la fecha del incidente y con tu cumpleaños. No funciona.

Taemin: Prueba con la fecha de tu cumpleaños.

Haciendo caso a la sugerencia de su amigo, Moonbyul digitó su fecha de cumpleaños en la pantalla y observó como automáticamente el acceso al menú principal del teléfono aparecía, efectivamente su cumpleaños era la clave de SeungYul. El conmovedor momento duro menos que un parpadeo al ver que el sonido era para notificar la llegada de un mensaje de texto.

Taemin: ¿Qué es?

Moonbyul: Es un mensaje de Solar. –Dijo con una expresión descompuesta mostrando la pantalla a su acompañante. –

Taemin: “¿Yul estás ahí?” –Leyó– ¿Vas a responderle?

Moonbyul: No. No quiero saber para que le busca, con el simple hecho de saber que lo está buscando ya me es suficiente. Me voy a casa. –Finalizó al levantarse de si asiento. –

Taemin: Espera, te acompaño.

Moonbyul: No, gracias… prefiero estar sola, necesito pensar.

La chica salió del café poniendo nuevamente la bufanda hasta el tabique de su nariz y ocultó las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta. Taemin preocupado la vio irse, quería con todas sus ansias detenerla y llevarla lejos, pero sabía que no había lugar que fuese la distancia suficiente para hacerle huir de sus pensamientos, lo único que podía hacer era respetar su espacio y dejarle marchar.

Moonbyul deambuló dos horas antes de llegar a un estadio de softball, el dueño era el amigo de su padre así que ella era como una sobrina para él. Ella siempre tenía acceso al campo, incluso su propio uniforme y desde el incidente hace once años atrás no había algo que quitara más el estrés para ella, que el golpear pelotas con un bate hasta verlas ir lo más lejos de ella como fuera posible, simbólicamente era como abanicar sus problemas para que se mantuvieran lejos, era tan liberador que por un momento sentía que no existían. Después de estar un tiempo ahí volvió a cambiarse de ropa y regresó a casa, ya se había hecho muy tarde y no podía verse en mal estado en la entrevista que aparecía en el horario de mañana.

Al entrar en casa las luces estaban apagadas, fue directo hasta su dormitorio y dejó su bolso a un lado de su cama, Yongsun parecía estar durmiendo por lo que prefirió moverse con sigilo, cuando pasó a un lado de ella por el angosto pasillo que separaba su cama de la suya para llegar hasta el baño, Yongsun encendió la lámpara que se encontraba en su velador.

Solar: Al fin llegas… apestas a sudor, ¿Dónde estabas?

Moonbyul: ¿Te desperté? Lo siento. –Se excusaba con voz baja. –

Solar: ¿Desde cuándo pides disculpas?… Desde hace días que estas actuando extraño. ¿Algo te sucede?

Moonbyul: No además del estrés que me pre-escribieron en el hospital no hay nada… ¿Y tú no hay nada que quisieras decirme?

Solar: Si… desearía que dejaras de llegar tarde en la noche, perturbas el sueño de todas.

Moonbyul: ¿Solo eso? –Preguntó decepcionada. –

Solar: Si, solo eso, ve a darte un baño, apestas.

Moonbyul: Esta bien. Solo duérmete. –Le indicó con desinterés. –

Solar hizo unos gestos con las manos algo adormilada, ignorando la hostilidad en el tono de la respuesta de su menor. Cuando Moonbyul salió del baño vistiendo su ropa de dormir y lista para meterse a la cama a descansar, para su sorpresa encontró a Solar sentada en la cama espabilada del sueño.

Moonbyul: Y tú, ¿No ibas a dormir?

Solar: Lo que dije no es cierto.

Moonbyul: ¿Qué no es cierto? –Preguntó sentándose al borde de su cama. –

Solar: Lo que me molesta de que llegues tarde no es que no me dejes dormir, es que me gustaría que estuvieras aquí cuando me duermo… como antes, cuando decías que ibas a ser quién me protegiera de las pesadillas…

Moonbyul: Pensé que te irritaba y avergonzaba cuando decía esas cosas. –Respondió sonriendo. –

Solar: Si lo hace, pero de todos modos me gusta… y también es porque me molesta que pases tanto tiempo con Taemin.

Moonbyul: No te puedo prometer que no saldré con Taemin, es mi mejor amigo, pero si te puedo prometer que intentaré no volver a llegar tan tarde y a verte dormir todas las noches para proteger tus sueños.

La menor se levantó desde su cama para acercarse a Yongsun y posar sus labios tiernamente en el principio de su frente.

Moonbyul: Deberías dormir ahora, mañana vendrán temprano por nosotras.

Solar: Es cierto, es hora de dormir. –Dijo bostezando. – Buenas noches.

Moonbyul: Dulces sueños. –Le deseó sonriente. –

Esperando que Yongsun se recostara, Byul le arropó con las sabanas y acarició su cabello por última vez, antes de ella meterse entre las sabanas de su cama y quedarse dormida con la imagen de su compañera como lo último visto durante ese largo día.

La mañana forjaba una nueva jornada de trabajo con un horario que cumplir para el grupo musical idol; serían las entrevistadas en un programa dedicado exclusivamente a los reportajes y entrevistas en el área de entretenimiento. Este programa tenía un alto prontuario de escándalos en su haber de los que se habían desprendido variados rumores, ya que solían atacar a los invitados con preguntas agudas hacia su vida personal, por suerte Mamamoo no era del tipo de esconder cosas hasta donde todos sabían y en lo que más destacaban era en su extravagante carisma que llegaba a los extremos del ridículo para el gusto de algunos.

El programa sería grabado durante una hora en la mañana, y emitido en la tarde después de varias horas de edición y post-producción. El CEO de su empresa y su agente, ya las habían preparado a las cuatro y al conjunto con las posibles preguntas que les harían en el programa, asique todo había sido fríamente calculado para que resultara a la perfección.

Todo estaba resultando muy divertido, las chicas actuaban con tanta naturalidad que el atacarlas con preguntas hubiera hecho ver mal al entrevistador, pero la pregunta que pudo haber sido la más incomoda de pronto llegó y el conductor Kang Seo Joon no dudó en encubrir su dardo especulativo como una pregunta disfrazada de una tierna y considerada preocupación.

Seo Joon: Moonbyul. Nos informaron que en tu adorable pubertad fuiste víctima de un terrible suceso, supimos que pasaste por un episodio de agresión. ¿Es cierto? ¿Fuimos bien informados? ¿O prefieres desmentirlo?

Moonbyul intentó no disolver la sonrisa en su rostro y actuar como si esa tétrica pregunta fuese totalmente cómoda.

Moonbyul: Si, así fue.

Seo Joon: Wow, ustedes como sus compañeras y amigas supongo que lo sabían ¿no chicas?

Solar: Claro que lo sabíamos. –Encubrió mirando a sus compañeras. –

Ambas menores continuaron en complicidad con los ojos abiertos sin poder disimular del todo su sorpresa.

Seo Joon: Y cuéntanos Moonbyul, ¿Qué significó este hecho para ti?

Moonbyul: No hay mucho que contar, es algo que puede pasarle a cualquiera… no fue una experiencia muy fácil de sobrellevar, pero gracias a mi familia tuve una infancia feliz.

Seo Joon: “Gracias a mi familia tuve una infancia feliz” gran e inspiradora frase Moonbyul, se ve que eres una persona feliz hoy irradias luz al igual que tus compañeras.

Moonbyul: Si, si, Mamamoo es una gran fuente de luz y energía para todos, es la energía que queremos entregar a todos nuestros seguidores.

La elocuente respuesta desvió el impertinente interrogatorio del periodista, a pesar de que cada una de las palabras que habían salido de su boca fuesen una mentira. La familia de Moonbyul luego de enterarse de la existencia de SeungYul la marginó, solo se preocupaban de que siguiera frecuentando las terapias de su doctora y que no diera que hablar entre los que rodeaban a la familia, teniendo en cuenta como prioridad el qué dirán los otros más de lo que les interesaba el bienestar de su propia hija, jamás ninguno de sus padres se acercó a preguntarle como ella se sentía o si necesitaba algo de apoyo o compañía, desde aquel momento se había transformado en una extraña a la que todos habían dado la espalda.