Moonbyul daba vueltas frente a la puerta de ingreso a cirugía mientras Solar le veía impaciente sin saber cómo tranquilizarla, la verdad es que la mayor estaba tan inquieta como ella, dentro del pabellón de cirugía el médico cirujano en jefe realizaba masaje cardiaco para reanimar el corazón de Taemin que había detenido su bombeo natural.

Luego de varios intentos el equipo aliviado vio como el pecho del chico volvía a saltar, al parecer el musculo más fuerte en el cuerpo de Taemin era su corazón y éste no sedería con tanta facilidad. Curando el riesgo de desangramiento y sellando los órganos perforados, la cirugía tuvo éxito pero debido a que había sido una operación compleja, le dejarían a Taemin en una sala de cuidados intensivos como medida de precaución.

El equipo de médicos salió de la sala quirúrgica después de horas de trabajo y Moonbyul seguía haciendo guardia a las puertas del pabellón. Llena de preocupación se acercó a escuchar a los profesionales, cuando estos le preguntaron si era la guardiana del chico ella respondió que sí, puesto que él le reconocía como su única familia.

Se le notificó que la operación que acababan de realizar fue una intervención de alto riesgo, debido a la gran pérdida de sangre que había sufrido Taemin y por el daño que provocó la puñalada que él recibió al desgarrar sus órganos, pero a pesar de todos los contratiempos pudieron salvarlo.

El cuerpo de la guardiana que había esperado con angustia a los médicos se volvió liviano como el papel y cayó sobre sus rodillas, aliviada dio gracias a los hombres de bata blanca en repetidas reverencias.

El reloj decía que era una hora pasada la media noche, los doctores informaron a Moonbyul que el horario de visitas no se dispondría hasta el medio día de la mañana siguiente, frustrada por no poder verle en el momento la chica se dejó caer derrotada sobre una de las sillas de plástico clavada al piso al costado de la entrada a cuidados intensivos.

Solar que no se había apartado de ella ni un segundo se sentó al lado de ella y observo como la ropa de su compañera se encontraba llena de tierra y sangre; en un movimiento piadoso puso su mano sobre el hombro de la rubia.

Solar: Vamos a casa. Necesitas tomar una ducha y descansar un poco.

Moonbyul: No me moveré de aquí hasta que pueda ver a Taemin.

Cabizbaja con la espalda encorvada mientras permanecía sentada en esa silla, su rostro se escondía tras su cabello, su voz se escuchaba débil pero sus manos empuñadas sobre sus muslos mostraban a Solar que ella estaba decidida a no moverse de ahí.

Solar: Esta bien, lo entiendo, es tu mejor amigo. −Señaló con dulzura. – Iré a casa y traeré algo de ropa entre otras cosas, volveré pronto.

Desde su chaqueta, Solar sacó el celular de Byul y lo dejó sobre la silla a su lado.

Solar: Lo recogí del piso cuando llevaban a Taemin. Llámame si algo sucede.

Al ver que la menor no respondía Solar comprendió que ella necesitaba tiempo para estar sola, al dar el primer paso para dejar el lugar, Moonbyul le detuvo sujetándole por la muñeca.

Moonbyul: Yongsun…

La mayor volteó a verle algo sorprendida, pensó que ni siquiera le estaba escuchando.

Moonbyul: Gracias. –Dijo al subir la mirada. –

Solar: Esta bien, volveré lo antes posible.

La chica de largo cabello castaño partió del lugar corriendo a través del hospital y se subió a uno de los taxis que trabajaban en turnos disponibles las 24 horas fuera del centro médico y volvió a la casa del grupo.

Le pidió al conductor que lo esperara fuera de la casa ya que ella no tardaría demasiado en entrar por algunas cosas y tendría que volver al hospital; el hombre le indicó que no se le hacia un problema al esperarla y que podía ocuparse de su diligencia con tranquilidad.

Dentro de casa Solar encontró a las dos menores acurrucadas viendo una película en el sillón de la sala de estar, Wheein estaba casi dormida mientras que los ojos de la menor aun estaban fijos sobre la pantalla. La mayor cruzo la sala a zancadas para llegar a la habitación que compartía con Moonbyul.

Hwasa: Unnie… ¿Dónde has estado? Te llamamos y no respondiste el teléfono. –Dijo en voz baja para cuidar el sueño de su novia. –

Solar: Lo siento, estuve algo ocupada. –Contestó al entrar a su habitación. –

Hwasa: ¿Has comido algo? Creo que aún queda algo de la pizza que pedimos…

Solar: No, está bien, tengo que volver a salir. –Aclaró agitada mientras corría de un lado de la habitación al otro para llenar un bolso. –

Hwasa: ¿A esta hora de la noche?

Solar: Tranquila, no estaré sola Moonbyul estará conmigo.

Hwasa: No sé si eso deba tranquilizarme o preocuparme aun más ella tiene menos autocontrol que tú.

Solar: ¡Hey! Ten más respeto con tus mayores niña. –Reclamó cargando un gran bolso por el marco de la puerta de su habitación. –

Hwasa: Te amo Unnie… –Confesó apelando a la piedad de su mayor. –

Solar: No te diré nada únicamente porque tengo prisa. Lleva a Wheein a dormir a su cama, descansen bien, debo irme. Les llamaré mañana. –Agregó mientras cargaba el bolso por la puerta principal de la casa. –

Hwasa: Okay, ve con cuidado.

El sonido de la puerta cerrándose despertó a Wheein, quien no entendía que ocurría ya que el sueño le tenía completamente desorientada, Hye jin le comentó que había sido Solar y sin dar más detalles sobre la líder del grupo le indicó que le llevaría a dormir, al momento Wheein le abrasó y cual koala con sus piernas agarradas a la cintura de su menor fue cargada hasta su cama.

Solar volvió a tomar el taxi que le esperaba afuera de casa y gracias a el retornó al hospital, al llegar hasta ahí caminó con pesadumbre cargando el bolso que había preparado, cuando llegó hasta Moonbyul, ella estaba profundamente dormida; era normal, había pasado por mucho durante esos días, no era de sorprenderse el que estuviera exhausta y le preocupaba mucho la estabilidad de su salud mental. Le veía con admiración, los ojos de Solar brillaban humedecidos, sus emociones la conmovían y no podía dejar de observarla. Tenía tanto que quería expresarle, pero no era el momento así que solo le susurro a sus oídos que no escuchaban, agachada frente a ella se abrazó las rodillas contra el pecho intentando mantener el equilibrio.

Solar: ¿Sabes? Ya pasaron los tres meses que acordamos, pero no tienes que preocuparte por eso… yo ya lo sé todo, pero por ahora no te preguntaré nada, no hasta que estés bien. Deberían convertirme en la imagen de un buda con toda la paciencia que te he tenido. –Sonrió para sí. – Solo me basta con saber que estas bien, solo me basta con volver a mirar tu sonrisa otra vez.

De pronto Moonbyul se movió, tragando saliva y arrastrando su mano erráticamente se rascó el cuello para reacomodarse sobre su silla.

Solar: ¡Oh cielos, que susto! –Exclamó mientras perdía el equilibrio. –

Solar decidió dejar los discursos y gateo hasta el bolso para sacar dos mantas del bolso que traía desde casa. Una de las mantas era muy especial para ella y su diseño tenia franjas de colores que se veían como un arcoíris, era una de sus posiciones más preciadas con ella se sentía cómoda y segura, con la colorida manta cubrió a Moonbyul mientras que la restante la usó cubriéndose con ella mientras se sentaba en la silla plástica junto a su menor. Terminando de jalar los bordes de su manta favorita se aseguró de que Byul estuviera arropada correctamente y sonrió nuevamente.

Solar: Tú la necesitas más que yo hoy…

Inconscientemente Moonbyul al sentir el calor de la manta y el aroma de Solar, buscó con su cabeza el hombro de su compañera y en este se apoyó. Solar observó el rostro de la menor a su lado y una sonrisa involuntaria surgió de inmediato, desde sus pestañas su mirada bajó hasta su tabique, al llegar a sus labios se afligió al ver un resto de sangre en la comisura de su boca.

Se sentía impotente, “¿Por qué no pude estar ahí para protegerla?” pensaba, sentía que nunca había estado realmente ahí para ella, cuanto deseaba haber sido quien la protegiera, y cuanto odiaba el que ella se sintiera tan sola, en el fondo no tenía la seguridad de ser lo suficiente fuerte como para ser su apoyo.

Poco a poco la mayor se dio por vencida frente al cansancio sus parpados cayeron pesadamente y se quedó dormida. La luz de la clínica y el movimiento de los pacientes despertaron a la rubia en la mañana, al abrir sus ojos lo primero que notó fue el calor de Solar a su lado sonrió complacida al saber que ella estaba ahí.

Con cuidado de despertarla, Moonbyul levanto la manta de Solar y la cubrió con ella, se levantó de la silla y fue hasta la cafetería del recinto, pidió dos vasos de café con crema y volvió con ellos a la salida del pabellón de cuidados intensivos con uno en cada mano.

Sentándose a un lado de la mayor levantó el índice de alrededor de uno de los vasos para meter la punta de su dedo en medio de la mejilla de su mayor.

Moonbyul: Yongsun-ah~…despierta.

Mientras se retorcía sobre la silla la mayor se negaba a abrir los ojos quejándose caprichosamente.

Moonbyul: Te traje café, mira…

Convencida por el café Solar abrió uno de sus ojos para confirmar lo que la menor le decía y después de ello se estiró como un gato para deshacerse de la pereza. Entre ambas manos recibió su vaso de café sonriendo.

Solar: Gracias. –Respondió con los ojos entrecerrados. –

Moonbyul: ¿Dormiste aquí?

Solar: No iba a dejarte sola.

Moonbyul: Podrías haberte quedado en casa.

Solar: ¿Y quién cuidaría mi sueño?

Moonbyul: Yo no estaba en condiciones para cuidar tus sueños. Lo siento.

Solar: Pero yo estuve aquí para cuidar los tuyos. –Contestó sonriendo. –

Moonbyul sonrió mirando hacia el suelo viendo uno de los poco comunes gestos empalagosos de su mayor.

Solar: ¡Oh! Cierto, te traje ropa de cambio y tu cepillo de dientes, dentífrico y tus zapatillas favoritas, ve y cámbiate.

Moonbyul: No es necesario, prefiero quedarme aquí bebiendo mi café contigo.

Solar: No te lo estaba preguntando, bebe rápido tu café y vas a cambiarte o te cambias rápido y regresas para antes de que el café se enfrié.

Moonbyul: Esta bien, ya voy. –Replicó con cara de hastío. –

Solar: Ve y deja de hacer gestos o la cara te quedará de esa forma.

Habían pasado apenas diez minutos y la rubia estaba de vuelta, su cabello se notaba algo sucio pero su rostro estaba limpio y su atuendo impecable, solar le dio una mirada desde su asiento con un gesto de satisfacción.

Moonbyul: ¿Me veo bien o no? –Preguntó luciéndose mientras daba una sonrisa torcida. –

Solar: Perfecta.

Recogiendo su café desde la silla la menor se quedó de pie frente a su mayor y volvió a mirar en dirección a las puertas del pabellón, Solar persiguió su mirada y supuso sobre los pensamientos de Byul.

Solar: Mantén la calma, él ya está recuperándose, no falta mucho para que puedas verlo.

Moonbyul: Espero que este durmiendo, si está despierto de seguro se aburrirá rápido estando ahí solo, además Taemin odia los hospitales.

Solar: ¿Quieres que vayamos por algo de comer? –Propuso queriendo distraerla. – Podríamos traer algo para él.

Moonbyul: No creo que él pueda comer aún pero deberíamos ir a buscar algo para desayunar. Necesito que hagas algo por mí…

Solar: Suena a algo serio, ¿Qué es lo que necesitas?

Moonbyul: Yo estaré aquí por lo menos un par de días junto a Taemin. Mientras me quedo aquí necesito que te pongas en contacto con la familia de So Bin.

Solar: ¿Y eso para qué?

Moonbyul: Quiero que les digas que pueden estar tranquilos, quiero que sepan que no presentaré cargos contra él y en cuanto pueda lo visitaré donde lo tienen detenido para hablar con él.

Solar: ¿No presentarás cargos en su contra? ¿Estás escuchándote? ¿Perdiste la razón? Ese hombre te secuestró, te golpeó, intento matarte y por poco termina con la vida de Taemin ¿¡Y tú no vas a hacer nada!?

La joven rubia se sentó junto a su mayor y posó su palma con suavidad sobre el muslo de la agitada chica que no podía dejar de enjuiciar sus criterios mirándola con un gesto apacible.

Moonbyul: Unnie…

Solar: No puedo entenderte. –Replicó frunciendo el seño. –

Moonbyul: Me ha costado mucho tiempo, pero he aprendido que no puedes acabar el odio con más odio, eso no funciona, no sirve… Si yo hubiera enfrentado la situación que viví hace once años en lugar de huir de ella como una cobarde, podría haberme ahorrado mucho dolor. En ese entonces debí haber visitado a Kim So Bin y haber arreglado las cosas, o al menos intentar hacerlo, no cometeré los mismos errores ésta vez.

Solar: Esta bien, buscaré a la familia de So Bin. –Respondió con tono complaciente. –

Moonbyul: Gracias.

Solar: Dame las gracias cuando lo haya hecho, por que aun no estoy del todo convencida de que esto sea una buena idea. Ahora vamos a comer, antes de que tenga tiempo para pensar esto mejor y arrepentirme.

Moonbyul: ¡Vamos! –Dijo sonriendo mientras saltaba de su asiento para ofrecer su mano a Yongsun. –

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Entramos a la recta final, son pocos los capítulos que quedan y aun muchos los puntos inconclusos, ¿Qué será de la relación de Solar y Moonbyul? ¿Que sentirá Moonbyul al enterarse de que Solar conoce todo en su historia? ¿Qué sucederá con los sentimientos de Taemin?  ¿Qué pasará con Solar al acercarse a la familia de So Bin? 

Son muchas preguntas que solo tendrán respuesta en los últimos capítulos de esta historia.

Próxima actualización: Domingo 06 de Mayo