SeungYul nunca se había acercado emocionalmente a ninguna chica, disfrutaba de jugar con ellas, atraerlas para luego llevarlas hasta su cama, pero nunca respondía a las preguntas de las mujeres con las que estaba, solía desviar el tema o les preguntaba por ellas, sosteniendo como teoría que la mejor forma de conquista era el poner atención a la comunicación del otro, decía que los corazones de las personas vivían ahogados en palabras y el ego de cada persona las llevaba como un canal al habla; una vez que manejabas eso podías tener a quién quisieras.

Sin embargo con Solar sentía algo diferente, se sentía como una persona real, estando junto a ella deseaba ser una persona normal como cualquier otra con una historia y un destino. No estaba seguro de si solo era eso lo que le gustaba de ella, si era solo el efecto que ella tenía sobre él o también era la forma en que ella sonreía con sus ojos, el que se viera adorable y al mismo tiempo fuese atrevida, o el que al verla fuese como si irradiara una especie de luz, jamás se había tomado tanto tiempo para pensar en una mujer, sin embargo no podía quitar de su cabeza el que ella era diferente.

En lo que concierne a Solar, su cabeza y su corazón estaban hechos un desastre, era como si su amor tuviese dos caras, le fascinaba todo de SeungYul pero al mismo tiempo no dejaba de pensar en Moonbyul, ¿Desde cuándo todo se había vuelto tan complicado?

SeungYul mirando la difusa mirada en los ojos de la chica entre sus brazos podía leer que sus pensamientos nos estaban en calma.

SeungYul: ¿En qué estas pensando? –Preguntó retirando sus brazos con suavidad. –

Solar: Lo siento Yul, no voy a mentirte, no quiero hacerlo… yo…

SeungYul: Tienes a alguien más.

Sorprendida por la asertividad de SeungYul abrió sus ojos evidenciando que su conflicto estaba relacionado con su agudo comentario.

Solar: No lo sé, no estoy segura…

SeungYul: Estas confundida, está bien, lo entiendo. Es lo que pasa cuando se escucha al corazón, escuché al mío y me estaba gritando que iba a arrepentirme si no te besaba y el arrepentimiento no es algo que sepa manejar.

Solar: Es tarde, debo volver a casa.

SeungYul: Te acompaño, no son horas de que una mujer así de hermosa camine sola en la calle.

Solar: Eres muy dulce.

SeungYul: Soy más de lo que te puedas imaginar princesa.

Solar: No lo dudo… –Contestó sonriendo. –

Ambos caminaron en medio de la noche hasta el hogar de las cuatro chicas, Solar al momento de llegar frente a la casa vio en una de las ventanas una de las cortinas meciéndose.

Solar: Ya deben haberme visto.

SeungYul: ¿Tus compañeras?

Solar: Si, deben estar esperándome. Salí sin decirles nada.

SeungYul: Dame tu teléfono.

Obediente la chica de largo cabello castaño sacó de su bolso su teléfono y se lo entregó a su apuesto héroe.

SeungYul: Acabo de grabar mi teléfono en el, envíame un mensaje cuando estés aburrida o pienses en mi.

Solar: Esta bien.

SeungYul: Lo estaré esperando.

Sin aviso SeungYul se inclinó y besó la mejilla de Solar, para cuando se volvió a distanciar seguía sonriendo mientras que caminando hacia atrás y sin perderle de vista comenzó a alejarse de ella.

Mientras él casi saltaba de alegría, ella entraba con el rostro embobado a su casa. Al empujar la puerta, en la sala de estar ambas menores la miraban con ojos acusatorios, después de haberla espiado tras la cortina de su ventana al escucharle llegar.

Wheein: ¿Y él? ¿Quién era?

Solar: …Un amigo. –Contestó sonriendo inocente. –

Hwasa: Un amigo. ¿Y cómo se llama el “amigo”?

Solar: SeungYul. –Comentó al soltar su bolso sobre uno de los sillones. –

Wheein: Hubiera jurado que era Moonbyul cuando miré la primera vez.

Hwasa: Yo creí lo mismo, tienen cierto parecido ¿No?

Solar: ¿Ambas perdieron la razón? Moonbyul fue a dormir a casa de sus padres.

Hwasa: ¿Sabes si ella está bien?

Solar: Espero que sí, no pude hablar con ella. Cuando llegué a donde creí poder encontrarla, ella efectivamente había estado ahí pero se marchó antes de que pudiese verla.

Wheein: Y si no pudiste encontrarla. ¿Por qué regresas hasta tan tarde?

Solar: ¿Cual es el motivo de este interrogatorio? Ya estoy aquí y la verdad estoy bastante cansada, así que si me lo permiten me iré a dormir ahora.

Sin poner más atención a sus compañeras, continuó su camino hasta su dormitorio, dejando a Wheein y Hwasa solas nuevamente.

Wheein: ¿No te pareció qué era como ver a Byul unnie con el cabello corto?

Hwasa: Si, pero Moonbyul no suele sonreír tanto, a no ser que esté haciendo algo que no debe, como jugarnos alguna broma o molestar a Yongsun. Quizás están jugando a algún juego de rol y les avergüenza decirnos…

Ambas menores entre risas cómplices se retiraron a su habitación y se prepararon para dormir. La líder del grupo entraba a su dormitorio y el ver la cama de su compañera vacía le generaba un sentimiento nostálgico, contaminado con una ligera angustia. Buscó su ropa de dormir y se vistió con ella, mientras pensaba en la rabia que había sentido al discutir con Taemin, ¿Quién se creía él que era para cuestionar su relación con Moonbyul?, frustrándose al pensar en las posibles respuestas que podría haber dicho para ganar la discusión, pero ya no tenía caso, ya había sucedido y el tiempo no volvería atrás.

En el fondo también sentía algo de culpa y se preguntaba qué tan mal se había sentido Moonbyul después de haberle comentado que estaba empezando a gustar de un chico, o cuán difícil habría sido para ella el que le evitara después de haberla besado. Comenzaba a temer de volverse loca, no comprendía cómo era que su corazón podía ir en tantas direcciones, ¿Desde cuándo estaba dentro de este huracán de emociones y ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?

Cuando estos pensamientos llegaron a su cúspide, dejó caer su cuerpo sobre la cama de Moonbyul, abrió sus sabanas e irrumpió en ella acurrucándose; la extrañaba, y el aroma que impregnaba su almohada solo le hacía extrañarla más, sintiendo su perfume se quedó profundamente dormida.

SeungYul acababa de cerrar la puerta de su casa y al voltear se sorprendió al ver a Taemin esperándolo sentado en la mesa del comedor.

SeungYul: Pensé que estarías descansando. –Refirió sonriendo. –

Taemin: Es noche de trabajo en el bar, tenía que ir a supervisar. ¿La llevaste a su casa?

SeungYul: Si… sabes Tae, creo que es la indicada.

Taemin: Si me dieran un billete por cada vez que te he escuchado decir eso, podría cerrar el bar y podría dormir en las noches.

SeungYul: No es enserio, esta vez es verdad.

Taemin: ¿Qué tiene ella que les gusta tanto? Es ruidosa, infantil, vanidosa… no tiene nada especial.

SeungYul: Te equivocas amigo, ella es… dulce, ingenua, asertiva, se preocupa por lo que pienso o siento, y no puedo resistirme a su sonrisa… y cuando la tengo cerca siento una especie de nerviosismo que no había sentido jamás por ninguna otra chica.

Taemin: Si dices que son mariposas en el estomago, te juro que vomitaré, aquí y ahora hyung.

Riendo para luego suspirar SeungYul se acercó a Taemin por la espalda e inesperadamente le rodeó el cuello con su brazo en una especie de llave.

SeungYul: Eres un odioso ¿Lo sabías?

Taemin: ¡Ya! ¡Suéltame! –Exigía riendo. –

El mayor le liberó sin disolver su sonrisa, disfrutaba mucho cuando tenía la oportunidad de jugar con Taemin y pasar tiempo de calidad juntos.

Taemin: De todas formas creo que deberías buscar otra chica para sentir eso.

SeungYul: ¿Y por qué debería?

Taemin: Creo que Moonbyul siente algo parecido por ella, no estoy del todo seguro pero se comporta extraño cuando habla de ella.

En un segundo la sonrisa en la cara de SeungYul se esfumó.

SeungYul: ¿Es una broma verdad?

Taemin: No sabes cuánto me gustaría decir que lo es, pero no. Yo la conozco, y su mirada cambia cuando habla con ella, incluso si están discutiendo o se está quejando sobre ella.

SeungYul: No, no puede ser. –Negó con un gesto de dolor en el rostro. –

Mientras decía esto un intenso dolor en el pecho y la cabeza le impidieron el mantenerse de pie, cayendo sobre sus rodillas. Taemin sin tardar un segundo se levantó de donde estaba y sostuvo a Yul desde la solapa de su chaqueta.

Taemin: ¡Hyung! ¿Qué ocurre? ¿Estás bien?

SeungYul: Tengo que saber… necesito saber si eso es cierto. –Dijo apretando entre sus manos el cuello de la camisa de su amigo. –

La respiración de SeungYul se volvió cada vez más entrecortada hasta que perdió la conciencia. Taemin sabía que si lo llevaba de esa forma hasta un hospital a esa hora, no haría otra cosa que causar un escándalo, por lo que sólo le volvió a tomar en brazos hasta su cama. Luego de depositar el cuerpo de la chica sobre el colchón, con sumo cuidado le desprendió la peluca y le quitó las trabas que recogían y escondían su cabello, le retiró la agosta chaqueta de Yul y soltó los botones de sus muñecas, tomando una gruesa colcha de una de las repisas de su armario la arropó.

Más de alguna vez Taemin había sido testigo de cómo las personalidades fluctuaban pasando de una a otra, pero nunca había visto que el cambio les fuera tan difícil y doloroso. Muchas veces ocurría al dormir o para Moonbyul con algo de hiperventilación en su respiración y cerca de un par de minutos con los ojos cerrados, pero nunca había visto que les agitara tanto hasta el punto de desmayarse. Se sentía frustrado e impotente al no poder hacer nada para que Moonbyul estuviera mejor, solo le quedaba cuidarla y verle dormir. Inclinándose sobre ella despejo suavemente con sus dedos el flequillo y le besó en la frente, para luego ponerse de rodillas a un lado de la cama.

Taemin: Si tan solo pudieras verme…

First button - Jeong Dong Ha (Day & Night) [SUB ESP]

La única persona que le había hecho sonreír, luego de la muerte de su tío había sido ella, ya sea como Moonbyul o como SeungYul, siempre había estado ahí. Solo él conocía todo acerca de Moonbyul y estaba dispuesto a todo con tal de que ella estuviese bien, segura y feliz. Sus chistes tontos y berrinches sin sentido, tenían un curioso poder sobre él lo enternecían y le daban una sensación de calidez y comodidad a su solitario pecho. Admiraba su talento, su fortaleza y su valentía, aunque ella dudaba de tener todas aquellas cosas, era lo que le hacía aun más adorable. Lamentablemente lo único que podía hacer era servirle como un guardián.

Cuando Moonbyul despertó Taemin babeaba la sabana dormido de rodillas a la deriva de ella.

Moonbyul: Taemin que haces aquí. –Preguntaba algo somnolienta. –

Taemin: Ayer Yul se desmayó frente a mí y te levanté hasta mi cama.

Moonbyul: ¿Qué hora es?

Taemin: Según mi reloj son las 8:30.

Moonbyul: Cielos, tengo que levantarme rápido tengo una sesión de fotos hoy a las 11:00.

Taemin: Desayuna antes de marcharte. –Indicó poniéndose de pie con dificultad. –

Moonbyul: Gracias.

Taemin: ¿Qué?

Moonbyul: Gracias por preocuparte por mí.

Taemin: Wow, me dieron escalofríos… tu nunca das las gracias.

Moonbyul: Solo acepta el gesto y ya.

Taemin: Eso si es más como tú. ¿Te sientes mejor?

Moonbyul: Si, estoy bien, solo me duele un poco la cabeza.

Taemin: Déjame revisar. –Refirió poniendo su mano bajo es desordenado flequillo de la rubia. – No tienes fiebre. Te daré analgésicos, pero debes comer algo primero.

Moonbyul: Si mamá. –Burló sonriendo. –

Taemin: Voy a preparar el desayuno, antes de que termine golpeándote.

Provocada por la broma de su amigo Moonbyul se acercó jugando a lanzar un par de golpes, pero los reflejos de Taemin fueron más rápidos sujetando ambas de sus muñecas y mirándole intensamente a los ojos, Taemin sentía como el corazón casi le saltaba del pecho y su respiración se cortaba. El tenso aire en ese momento tuvo un ligero peso de incomodidad por parte de Moonbyul, quien notó que el juego había tenido un giro algo extraño para ella. Segundos después el chico le soltó preguntándole si quería algo especial para desayunar disimulando lo que acababa de ocurrir.

Moonbyul acabó de ducharse y cambiarse de ropa, secó su cabello y salió de la habitación de Yul, dejó su bolso sobre una pequeña mesa, para luego acercarse a la mesa a desayunar. La mesa tenía dos grande platos con omelette de huevo, pan tostado y té.

Taemin: El desayuno con estilo europeo está listo.

Moonbyul: Perfecto… ¿Qué hizo SeungYul ayer? –Preguntó al sentarse a la mesa. –

Taemin: Deberías comer antes de escuchar eso.

Moonbyul: Dilo ya, no hay nada que él haga que pueda sorprenderme.

Taemin: Yul apareció poco antes de que Solar viniera aquí a buscarte.

Moonbyul: ¿Solar conoció a SeungYul?

Taemin: Creo que ya se conocían. Ella le llamó por su nombre.

Moonbyul: No hay forma de que eso sea así.

Taemin: Él la acompañó a casa.

Moonbyul: ¿¡Qué!? ¿Cómo permitiste eso?

Taemin: Discutí con Solar, ella no querría haber sido escoltada por mí.

Moonbyul: Y qué se supone que haga si descubre que SeungYul y yo somos la misma persona.

Taemin: No sé, podrías… decirle la verdad por ejemplo.

Moonbyul: Deja de jugar Taemin, no es gracioso.

El celular en su bolsillo comenzó a sonar y al ver la pantalla el nombre de Solar relucía en ella.

Moonbyul: Espera, es ella. –Dijo a Taemin al contestar el teléfono. –

Solar: Hola… ¿Cómo estás?

Moonbyul: Me siento mejor que ayer.

Solar: Escuchar eso me alivia. –Confesó con voz dulce. –

Mientras Moonbyul llevaba su conversación telefónica, Taemin buscó los analgésicos y los llevó hasta la mesa.

Taemin: Toma esas aspirinas, te ayudarán con los dolores de cabeza, llévate el frasco si quieres.

Solar escucho la voz masculina tras la llamada y el escucharle le irritó por completo el estado de ánimo.

Solar: ¿Dónde estás?

Moonbyul: Estoy desayunando con Taemin.

Solar: ¿Y por qué estás ahí si se supone que fuiste a dormir donde tus padres?

Moonbyul: Tenía que buscar unas cosas que dejé aquí y le dije a Tae que le visitaría en la mañana.

Solar: Pues dile a “Tae” que tienes que venir a trabajar ahora, no quiero que nos retrasemos.

Moonbyul: Pero aún hay tiempo.

Solar: Moonbyul creo que fui clara, quiero que estés aquí ahora.

Moonbyul: Esta bien, ya me voy.

Solar: Te espero aquí.

En cuanto Solar cortó la llamada, Moonbyul se levantó de la mesa haciendo caso a las exigencias de su mayor.

Taemin: Espera, ¿A dónde vas?

Moonbyul: Tengo que ir a trabajar.

Taemin: ¿Cómo vas a ir a trabajar sin comer nada?

Moonbyul: No sería ni la primera ni la última vez.

Moonbyul tomó su bolso y colgándolo de su hombro se dirigió a puerta. Taemin le sujeto con dos dedos de su mano por la parte de atrás del cuello de su blusa, generando que Moonbyul volteara a verle.

Taemin: Dame 5 minutos y te embolso el desayuno para que te lo lleves.

Moonbyul: Esta bien, pero rápido.

Taemin: A la orden. –Indicó poniendo su mano abierta sobre el borde de su ceja. –

Metiendo los analgésicos en su bolso y tomando la bolsa de comida que le había preparado Taemin, Moonbyul acudió lo más rápido que pudo hasta su casa. Al momento de llegar entró sigilosa, dejó su bolso y buscó a Solar, cuando entró a la habitación ella estaba frente a la ventana y aun no se había sacado el pijama. Sorprendiéndola le abraso por la espalda rodeando su cintura con ambos brazos.

Moonbyul: Ya estoy aquí.

Solar: Tardaste mucho.

Moonbyul: Solo me tarde unos minutos.

Solar: Pues fue mucho tiempo para mí.

Moonbyul: Lo siento…

Solar: Esta bien, estas aquí ahora.

Moonbyul: Aun estas con ropa de dormir, pensé que no querías tardar en salir. –Comentó soltándole. –

Solar: Es cierto debería vestirme. Estaba preguntándome ¿Qué relación tienes con Taemin?

Moonbyul: Ya lo sabes te lo dije cuando lo conociste. Y tu… ¿Cómo fue que conociste a SeungYul? ¿Qué relación tienes tú con él?

La cara de Solar empalideció, pasmada al verse teniendo que responderle esa pregunta a Moonbyul.

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Aquí acaba el capitulo 14, en este capitulo los sentimientos de Taemin son expuestos y los celos de Solar son manifestados en sus juegos de poder y manipulaciones. So Bin vuelve el capitulo que sigue, esperenlo.