capitulo 7

A mi profesora con amor

 

“Tus emociones son esclavas de tus pensamientos, y tú eres el esclavo de tus emociones”

Elizabeth Gilbert, Eat, Pray, Love.

 

 

TIFFANY

 

—Entonces, ¿qué crees que debo hacer?

 

Gimiendo, cerré los ojos y dejé que la parte trasera de mi cabeza chocara contra la superficie del banco del aparato para levantar pesas que se hallaba debajo de mí. Por encima, la barra que acababa de levantar, quedó apoyada sólidamente en los montantes cromados.

 

—No sé, SeoHyun. —Era demasiado pronto para esto. Anoche trabajé hasta tarde, y hoy había otra noche de mujeres pero éramos únicamente cuatro personas para todo el bar y yo era la única chica—. ¿Qué tan malo es el moretón?

 

— ¿A qué te refieres? —Gritó mi hermana a través del teléfono—. Es un maldito moretón... alrededor de su ojo. Ya sabes que esa pandilla de matones lo golpeó.

 

Solté un suspiro agotado. Realmente necesitábamos un quinto persona en Forbidden. Inmediatamente. Me encantaba el dinero que me traía el tiempo extra de trabajo, pero esto iba a matarme. —Sí, probablemente —le dije sin entusiasmo, y luego bostecé.

 

—Oh, Dios mío —reprendió SeoHyun—. No pretendo que te preocupes por nosotros, ni nada. Nuestro hermano mediano fue agredido por una pandilla. Pero la pobre Tiffany está cansada así que...

 

— ¡Cristo! —Me senté, con el ceño fruncido en la sala de entrenamiento al tiempo que interrumpía a mi hermana—. Lamento si no estoy completamente centrada. He estado trabajando mucho para poder ayudarte, lo sabes. Lo que me recuerda, ¿recibiste el cheque que envié el lunes? — ¿O nuestra madre lo interceptó y compró drogas?

—Sí, llegó ayer, pero eso no ayuda…

— ¿Qué esperas que haga? ¿Que conduzca doce horas hasta casa para que les patee el culo a los pequeños vándalos? Ni siquiera tengo coche.

—Quería que hablaras con él.

—De acuerdo. —Me froté las sienes doloridas—. Ponlo al teléfono.

—Está durmiendo ahora.

Con un suspiro, cerré los ojos. —Está bien. Voy a llamar esta tarde después de clases y antes de ir a trabajar. Ahora, ¿qué pasa con Colt? ¿Se está sintiendo mejor?

 

La fiebre había persistido durante algunos días después de su episodio con faringitis estreptocócica. Seohyun me llamó llorando el sábado, justo antes de mi gran partido, para preguntar si alguna vez él mejoraría, pero entonces ayer, por fin me informó que había regresado a la escuela.

 

—Oh, se encuentra bien. Ni siquiera se notaría que estuvo enfermo. No estoy segura de por qué me preocupé tanto.

 

Sonreí con cariño. —Porque eres aprensiva de nacimiento. Seguro estás preocupada por el baile que tienes este fin de semana.

 

—No es cierto —argumentó, pero podía oír la sonrisa en su voz.

 

Me reí entre dientes, solo para ponerme seria cuando pregunté—: ¿Mamá aún no vuelve a casa?

 

Era una pregunta que rara vez me molestaba en hacer, pero mi hermana parecía más estresada de lo habitual. Necesitaba un poco de alivio. Y aunque mi madre era horrible, su presencia tenía que ser mejor que nada.

 

—Estuvo un par de horas la noche del martes. Se comió la mitad de los comestibles de la nevera, y luego se dio una ducha y volvió a irse.

Rodé los ojos.

 

—Parece normal. —Por lo menos en esta ocasión no había traído a un perdedor con ella para acosar a mis hermanos.

 

Cuando un suspiro llegó a través del otro extremo de la línea, sentí la necesidad de hacer sonreír a SeoHyun. Ella no sonreía lo suficiente. Me di cuenta al escuchar el sonido de su voz.

 

udos, salté y abrí los ojos. — ¿Ya conseguiste ese nuevo vestido para el baile? —le pregunté, para nada interesada en los vestidos, pero amaba a mi hermana sin condiciones.

 

—Sí. El martes después de la escuela fuimos de compras con mis amigas.

Asentí. — ¿De qué color es? —Cuando un tacle derecho que entrenaba a un par de metros de distancia se detuvo para enviarme una mirada extraña por hacer esa pregunta, me di la vuelta. Podía pensar lo que quisieran de mí. Yo sabía que hablar de vestidos animaba a SeoHyun.

 

Y así lo pareció. —Azul —respondió, con la voz notablemente animada—. Bueno, verde azulado, técnicamente.

No tenía ni idea de qué color era verde azulado, pero eso no importaba. Seohyun seguía divagando, describiendo su largo y el tipo de tela y la cantidad de volantes.

—Sander incluso vino de visita anoche para poder verlo y encontrar un ramillete que combine.

 

Alcé las cejas. —De visita, ¿eh?

 

—Oh, Dios mío. No ocurrió nada. Te lo juro, eres la hermana más sobre-protectora de todas.

Colton estuvo aquí todo el tiempo. Y él siguió a Sander a donde quiera que fuera.

— ¿Solo Colt? ¿Dónde estaba Brandt?

—Te lo dije, se encontraba fuera recibiendo una paliza por esa maldita pandilla.

—Ah, claro. Lo olvidé. —Preguntándome que era exactamente lo que iba a decirle a Brandt para ayudarlo a mantenerse fuera de problemas, volví a bostezar. Maldita sea, necesitaba dormir más. Mi cerebro se puso confuso. Cerrando los ojos, me imaginé en mi colchón en mi apartamento y me pregunté cuando tiempo pasaría antes de que pudiese apoyar mi cabeza en la almohada de nuevo, acurrucada bajo las sábanas, y sola...

 

Inesperadamente, una imagen de mi profesora de literatura me vino a la mente. Con el cabello libre de su moño y la chaqueta arrojada a los pies de mi cama. Cuando sus manos fantasmas se deslizaron suavemente por mis senos desnudos

 

Jesús, sin duda ha pasado mucho tiempo desde que estuve con una chica.

Aún sudorosa levantando pesas en la sala de formación de la universidad, me di cuenta que Wendy se acercaba, tal vez queriendo más concejos para lanzar. Solté un suspiro interno.

—Debo colgar, seo. Pero me pondré en contacto con Brandt más tarde y averiguaré lo que está pasando con él. ¿De acuerdo?

 

Ella masculló algo que no entendí, pero al final accedió y me dijo que me amaba antes de colgar.

La siguiente media hora pasó con ejercicio más extenuante, repasando diferentes jugadas y escenarios con Hamilton, enseñándole cómo ser un mejor jugador de lo que era. Dios, esperaba que no resulte ser mejor que yo. Todo esto no valía la pena si terminaba perdiendo mi lugar en el equipo y ni siquiera atraía la atención de los cazatalentos de la NBA.

Algunos días, solo quería darme por vencida y dormir, o faltar al trabajo, o simplemente saltarme el pesado entrenamiento y ni siquiera asistir a clases. Pero tenía una sensación de hundimiento de que si fallaba, aunque sea una vez, volvería a atormentarme.

 

Así que seguí adelante, trabajando con todo de mí y esperando que todo saliera bien.

 

Pero, Dios, estaba tan cansada. Sentía que había un peso de veinte kilos en mi pecho. Si tan solo pudiera descargar toda mi mierda con otra persona, hablar con alguien...

 

Seohyun podía contar conmigo para escuchar sus problemas, pero yo no le decía a nadie acerca de todas mis inquietudes y preocupaciones. Ni siquiera a siwon. Él no tenía idea de lo que era mi vida fuera de Ellamore.

 

Todavía medio fuera de sí después de mí noche de insomnio, irrumpí en clase. Estaba tan perdida que me olvidé por completo la terrible tarea que le entregué el martes a Kim.

 

No pensaba en nada de eso cuando entré en piloto automático a la habitación... hasta que dijo mi nombre.

 

Maldita sea, pero su voz siempre me provocaba algo.

 

Me detuve, con el pie levantado para subir el primer escalón hacia la parte posterior de la clase donde vi descansar a siwon. Volteando la mirada, eché un vistazo hacia ella, pero no me miraba.

 

Con su atención en un documento que examinaba en el escritorio, estiró el brazo y levantó otra pila de hojas grapadas de la parte superior de su maletín y me lo ofreció para que yo me acercara.

 

Mi estómago cayó hasta mis rodillas. Mierda. ¿Ya lo había leído?

Quedé inmóvil, sin poder moverme ni un centímetro. Continuó leyendo la hoja en su escritorio durante otros diez segundos antes de que al fin levantara la cara y me lanzara una mirada mordaz. Cuando movió el ensayo a modo de invitación para que fuese ahí, me quedé mirándola, mientras toda mi vida destellaba ante mis ojos.

 

Leyó mi artículo, y ahora lo sabía. Y, eh, supongo que había descargado todos mis problemas con alguien, después de todo, ¿cierto? Mierda, ¿por qué tenía que ser ella? Estudié su rostro con cautela, temiendo lo peor. Pero no me mostró nada, excepto una expresión medio molesta porque no me movía.

Ella tenía que ser una de esas personas que eran capaces de poner una buena cara de póquer, ¿verdad? No pude descifrar nada de lo que pensaba.

 

Ahora me sentía más preocupada por lo que debe de pensar de mí, que por mi nota; di un paso a ella, solo para hacer una pausa. Dios, no quería recibirlo.

 

Debía estar cubierto de rojo, diciéndome exactamente lo que iba a hacer con todo lo nuevo que conocía de mí.

 

Bajé la mirada a mi ensayo en su mano, caminé los últimos pasos y lo tomé, solo para enrollarlo y no poder ver la calificación o todos sus comentarios en los márgenes.

 

Mi corazón golpeaba con fuerza en mi pecho mientras caminaba sin ver a mi escritorio. Ella había leído. Lo sabía. Entonces, ¿qué diablos pensaba de mí ahora? Y ¿qué iba a hacer con toda la información?

 

— ¿Cuál es la calificación? —exigió siwon tan pronto como me senté. Eché un vistazo hacia él, pero no lo miré. El miedo y la ansiedad nublaban por completo mi visión; solo pude sentir la falta del ensayo cuando él lo arrancó de mi mano.

 

— ¡Oye! Idiota. —Lo cogí de nuevo antes de que pudiera desenrollarlo—. Aparta tus manos, imbécil.

 

—Bueno, ¿a qué esperas? ¿Que venga el hada mágica y lo transforme en una A?

Apreté la mandíbula y lo miré. Cuando él apenas me miró, esperando, suspiré y rodé los ojos. Tratando de actuar como si esto no fuese el fin del mundo, desenrollé lentamente las páginas, rogándole a Dios que no se diera cuenta del leve temblor en mi mano.

 

Cuando vi una A, quedé boquiabierta. Parpadeé, pensando que mis ojos seguían jodidos. Pero la A no desapareció.

 

—Santa mierda.

 

— ¿Qué? —siwon arrancó el papel de mi mano, pero estaba demasiado impresionada para recuperarlo—. Santa mierda —repitió. Su boca se abrió también mientras levantaba las cejas en mi dirección. Luego sonrió—. Y dijiste que no te la follaste, jodida mentirosa.

 

— ¿Disculpa? —Instantáneamente irritada, tiré del papel y lo presioné contra mi pecho—. Me gané esta nota, muchas gracias.

 

Levantó las manos. —Oye, apoyo totalmente lo de arreglar tu nota con un nuevo trabajo. Pero, ¿de una D a una A? —Miró alrededor antes de inclinarse más cerca—. Castaña, eso es sospechoso. ¿Qué tuviste que hacer para lograr eso?

—Nada —gruñí, frunciéndole el ceño—. Tuve que re-escribir el artículo.

Siwon alzó las cejas con incredulidad. — ¿De verdad? ¿Eso es todo?

—Sí. —Con ojos furiosos, lo miré de mala manera hasta que levantó las manos nuevamente y retrocedió.

 

-Está bien, castaña —dijo, pero sonreía como si creyera que no era así—. Si tú lo dices... mascota de la profesora.

 

—Lo digo, maldita sea.

 

Cuando la Dra. Kim se puso de pie y comenzó la clase, siwon se giró para mirar al frente, pero yo seguí mirando duramente la parte trasera de su cabeza. Quería seguir discutiendo con él, diciéndole lo mucho que me esforcé para ganar esta nota. La había ganado malditamente bien.

 

Pero como él, también lo encontraba imposible de creer.

En el frente, mi profesora actuaba tan fría y contenida como siempre, como si ella no supiese todos mis secretos. Aunque trataba de mantenerme discreta, la miré, esperando el momento en que mirase en mi dirección y revelara lo que pensaba de mí ahora y qué iba a hacer sobre mis infamias. Pero durante toda la hora, ni siquiera echó un vistazo en mi dirección.

 

No quería admitirlo, pero eso como que me hizo sentir mal. Compartí algo personal con ella, y ni siquiera pareció impactarle. Nada sobre ella había cambiado. Apretando los dientes, miré la cima de mi escritorio, decepcionada de que no pareciera tan completamente alterada como yo me sentía.

 

Después de clases, salí con todos los demás, refrenándome para no mirar en su dirección. Esperé hasta que tuve un momento sola, lejos de las personas, antes de entrar en el baño y encerrarme en un cubículo. Solo para asegurarme de que aún tenía una A, saqué de nuevo mi artículo del bolso. No tenía un signo de más a su lado tal como el ensayo de Tina Cohen Chan, pero aun así tenía esta hermosa letra escarlata marcada en la parte de arriba.

 

Exhalé, y por fin, los músculos en mi estómago se relajaron. Bajé la mirada para asegurarme que era el mismo artículo que entregué, y al final vi las pequeñas marcas de gramática que había hecho, corrigiendo comas y palabras mal deletreadas. No había notas escritas en los márgenes hasta que pasé hasta la última página. Después de mi último párrafo, ella había escrito: Mucho mejor. Sabía que podrías comprender el concepto de esta asignación.

 

Parpadeé. ¿Eso era todo? Le detallé sobre esa vez en que uno de los hombres de mi madre me había golpeado fuertemente cuando se drogó en nuestra sala. Sobre los lugares para escondernos que había encontrado para mis hermanos y hermana cada vez que mi madre tomaba demasiado y estaba molesta. Pero lo más grande de todo, le conté como había ahorrado todo mi dinero y le pagué a un nerd de la escuela para que arreglara mi promedio en el sistema informático, pues así tendría una mejor oportunidad de recibir una beca.

Era una farsa y una mentirosa que no pertenecía a aquí. Y ahora ella lo sabía. Si quisiera, podría hacer que todos lo demás también lo supieran. Podría arruinarme.

 

No tenía idea de por qué me incriminé a mí misma de esa manera. Ella podía haber ido a la administración y denunciarme. Pero mis transgresiones me recordaron inquietamente al jodido personaje de Gatsby en su libro y como él había engañado y mentido para conseguir todo por la mujer que amaba. Hice lo mismo, solo que por las tres personas que más amaba en el mundo.

 

¿Y todo lo que Kim tenía que decir sobre esto era mucho mejor?

Jesús. ¿Qué significaba eso? ¿Iba a mantener mi secreto? ¿Iba a usarlo como chantaje en mi contra? ¿Iba siquiera a mencionármelo?

Volví a la primera página y miré la nota que me dio. Tenía la sensación de que no habría escrito una A sí tuviese la idea de sacarme de Ellamore. Podría haberle llevado el artículo directo a su amargado jefe. Pero me había dado una A. Y me había devuelto la evidencia.

 

 

Mierda. Me estaba dando otra oportunidad. Me hallaba de vuelta en el juego y en realidad me sentía bien por primera vez en todo el semestre sobre la posibilidad de que podría tener éxito en todo esto.

 

A la mañana siguiente aún flotaba por la emoción de esa maravillosa nota, cuando vi al entrenador Jacobi en el salón de entrenamiento.

 

— ¡Oye, Hwang! —Gritó en su vibrante voz de entrenador—. ¿Cómo te fue en ese en el artículo de recuperación que escribiste para tu clase de literatura?

 

Me detuve e incliné hacia un lado mi cabeza. ¿Cómo diablos sabía que hablé con kim  para que me dejara rehacer un artículo?

 

—Obtuve una A —murmuré, curiosamente—. ¿Cómo sabe sobre eso? —Oh, diablos. A lo mejor Kim fue con él después de todo y le dijo que había hecho trampa en mi promedio de la escuela.

 

Mi entrenador apenas sonrió. — ¿Qué? ¿Crees que no mantengo un ojo puesto en mis jugadores estrellas? Jesús, hwang, he estado viendo todo el semestre que tus notas bajaban en esa clase. Consideré que era hora de hablar con Frenetti, el decano del Departamento de Literatura. Me alegra ver que al fin vuelven a hacer lo que corresponde.

Mi boca se abrió. No podía jodidamente creerlo. Sabía que Kim fue forzada a darme otra oportunidad por su decano, pero no había sabido... Joder, ¿por mi propio entrenador? ¿Et tú, Jacobi?

 

Y aquí, yo pensaba que en verdad me gané esa A. Que di lo suficiente de mí para merecer una A. Pero...

 

A lo mejor ella trató de decirle a alguien como había hecho trampa para obtener mi beca. A lo mejor nadie la había escuchado. Quizás...

Sintiéndome de repente mal, realicé incompetentemente el resto de mis levantamientos. Si ella había sido forzada a darme una buena nota, ¿entonces que me merecía realmente en mi ensayo? ¿Había sido solo otra D?

 

 

Desde que pisé este campus, hice las cosas correctamente. Había trabajado duro para ser una buena jugadora, una estudiante honesta y buena, y una buena empleada en Forbidden. Pero si los demás mentían y hacían trampa por mí, ¿eso significaba que era incapaz de mejorar, condenada a ser un fraude por el resto de mi vida? Era aún una gran buena para nada que solo resultaba tener un buen brazo lanzador

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 33: Bueno después de tanto pude terminar esta hermosa historia! Esta demás decir que siempre es un gusto leer tus adaptaciones más porque son de mi hermos TaeNy <3
JKS_lilhy #2
Chapter 33: Gracias por la historia, yo trabajo, estudio y soy mamá así ke leer este tipo de fic me encantan de verdad y más si son de mi pareja favorita taeny is real....
Skyth06
#3
Chapter 33: Fue hermoso gracias por compartirlo!!
2597611 #4
Chapter 33: Voy a llorar :'( .. no quería que acabe la historia pero buehhh .... Es una de mis favoritas !!
roguecr #5
Chapter 33: Hermosa historia gracias x compartirla y tienes razon los fics siempre son mejor con nuestro amado. Taeny
Skyth06
#6
Chapter 32: Porrr finnnn siiiiii
sakuratsukino #7
Chapter 32: es todo, yo esperaba un poco más en el final, pero no me mal entiendan la historia es muy buena, gracias autor por compartirla, extrañare leer las actualizaciones, espero exista un epilogo
roguecr #8
Chapter 32: Que bueno q tae regreso , al fin juntas. :)
2597611 #9
Chapter 32: Enserio es el final ??????
apsunbyung #10
Chapter 32: Bastante buena la idea del fic. Me gusto. Gracias por compartirlo (y adaptarlo claro)^^