capitulo 29

A mi profesora con amor

“Lo único peor que a un chico que te odia, es un chico que te ama”.

Markus Zusak, La Ladrona de Libros.

Taeyeon

La noche más larga de mi vida pasó en segundos. Treinta mil. Y sentí cada uno de ellos. No dormí. No comí. Solo me senté en mi sofá, en la oscuridad, preguntándome si hacía lo correcto. Si le decía a Tiffany sobre las exigencias de sunny lee, ella intentaría hacer algo dulce y noble, y quizá haría que la echaran de Ellamore debido a ello. Pero me dolió demasiado hacer lo que hice. Si ella estaba la mitad de dolida que yo, entonces esto era un cruel e inusual castigo. ¿Cómo podía hacerle esto? ¿Cómo le podía hacer creer que no la amaba después de que me dijo que me amaba primero?

Porque yo sí la amaba, me lo tenía que repetir cada vez que comenzaba a ablandarme. La amaba tanto que quería que alcanzara sus metas. Quería que se graduara de la universidad, que fuera reclutada en la NFL y que tuviera su “vivieron felices para siempre”.

Iba a lograr cada meta que se propuso alcanzar. Me iba a asegurar de eso. Pero me palpitaba la cabeza mientras conducía hacia el trabajo. También cuando comencé mi primera clase. Me encontraba enseñando introducción a la literatura, cuando la puerta de la sala de conferencias se abrió de golpe, chocando contra la pared. Un par de chicas en el salón dejaron salir gritos de terror y yo casi me meé en mis bragas cuando me giré para enfrentar la amenaza.

Esperaba ver a algún terrorista portando un arma de aspecto letal o algo igual de dramático. Pero lo que entró tropezando en el salón era mucho peor. Muchísimo. Peor.

Con la ropa arrugada como si hubiese dormido así, una Tiffany Hwang me dio una gran sonrisa descuidada mientras se dirigía hacia un asiento desocupado en la primera fila.

—Lamento llegar tarde, profesora.

Arrastró las palabras torpemente, y el olor a cerveza irrumpió en el aire cuando pasó junto a mí para desplomarse en el asiento

—. Me quedé dormida.

Alzó su dedo pulgar e índice, dejándolos separados por centímetros.

—. Solo un poquito.

No podía creer lo que veía.

—Estás borracha

Espeté, horrorizada, estupefacta y francamente muy asustada. Dios querido, esto iba a terminar mal. El pánico se apoderó de mí, pero me las arreglé para calmarme mientras le lanzaba dagas a la rubia que me partía el corazón en dos en la primera fila.

—Shh.

Puso el dedo índice contra su boca.

—. No diré nada si usted no lo hace. Podría ser nuestro secretito.

Mientras las personas de la clase se reían disimuladamente, sin tener idea de a qué se refería realmente, yo palidecí. La podría matar por esto. Tiffany miró a la chica a su derecha, quien todavía reía tontamente, y su sonrisa se ensanchó, animada.

—Hola, eres bonita. ¿Tuvimos o antes?

Maldición. La iba a matar. Aquí y ahora mismo. Cuando la chica se sonrojó, riendo un poco más y le dijo que no, ella puso la mano sobre su corazón, haciendo un sonido de desaprobación.

—Bueno, eso es una jodida lástima. Definitivamente deberíamos salir.

Luego me miró, con burla en su mirada.

—. ¿Eso le parece bien… Dra. Kim?

Eso era todo. Eso era más de lo que yo podía soportar.

— ¡Señorita Hwang! —le grité, sin ser capaz de controlar mi ira. Mi mano temblaba cuando le señalé la salida—. Salga de mi salón de clases. Ahora.

Mismo. Su sonrisa borracha murió y sus ojos vidriosos se entrecerraron.

—Pero estoy aquí para aprender, profesora. Así que continúe y enséñenos algo útil. Como… como quizás sobre ese tipo Hemingway.

Con las cejas fruncidas de forma pensativa, sacudió la cabeza.

—. No. Así no es. ¿Hemingway? ¿Hathaway? ¡Hawthorne!

Chasqueó los dedos, o al menos lo intentó

—. Sí. Hawthorne. ¿Por qué no nos habla un poco más sobre su libro de la letra escarlata? O como sea que se llame. Creo que yo podría verme reflejada con algunos de esos jodidos personajes.

Con la mandíbula apretada, dije

—: Usted ni siquiera toma esta clase. Ahora váyase.

Su sonrisa era amarga y su risa aún más severa.

—Vaya, le encanta salir con nuevas maneras para deshacerse de mí, ¿no es así?

Cuando encontré su mirada, un dolor vulnerable destelló de sus ojos, casi matándome. Necesitaba que se fuera antes de quebrarme completamente, rompiéndome en un millón de pedazos.

—Señorita Jung

Exclamé frenéticamente, parpadeando como las alas de un colibrí para contener las lágrimas. Escaneando la habitación, busqué en el mar de rostros a su amiga, que sabía que tomaba esta asignatura.

—. Por favor, ¿podría escoltar a su compañera fuera de mi salón?

— ¿jessica?

Tiffany se giró hasta que vio a la otra chica levantarse y caminar hacia ella.

—. ¡Hola, Jung!

Saludó, poniéndose de pie para saludar a su compañera.

— No sabía que también tomabas esta clase, amiga. ¿Por qué no vas a sentarte?

Le hizo un gesto con la mano para que se alejara.

—. Estoy bien aquí. Yo me encargo de esto.

—Vamos, Tiff—dijo jessica sombríamente.

—Pero estoy aquí para aprender un poco de literatura.

Cuando Tiffany se resistió e intentó tirar de su brazo fuera del agarre de jessica, un par de chicos más, jugadores de basquetbol de aspecto corpulento saltaron de sus asientos para ayudar. Esta vez, cuando tres chicos la levantaron en el aire, ella simplemente sonrió y señaló a la chica con la que había coqueteado.

—Oigan chicos, ¿ya conocieron a mi nueva amiga?

Le preguntó a sus compañeros basquetbolistas.

—. Todavía no hemos tenido o, pero estoy segura de que lo tendremos.

Mirándola por encima del hombro de jessica, imitó la forma de un teléfono con su mano y lo presionó contra su oreja

—. Llámame.

Empuñé mis manos a mis costados, conteniendo la respiración. En el último segundo antes de que sus compañeros la empujaran fuera del salón, ella extendió la mano y agarró el marco de la puerta, como una gata rehusándose a entrar en su cesta.

— ¡Esperen!

Luchó contra los jugadores hasta que su mirada se encontró con la mía.

—. Vine a decirle algo.

Las emociones hirvieron en lo profundo de su intensa mirada. Mi estómago se hizo un nudo.

—Váyase a la mierda —dijo, apretando los dientes como si quisiera decir cada una de las letras de esas palabras con todo lo que tenía—. Váyase a la mierda por ser una cobarde y darse por vencida. Váyase al infierno, Dra. Kim.

Tomó un pedazo de papel de su bolsillo, lo hizo una bola y me lo lanzó. Lo observé aterrizar en el suelo y supe que no quería saber lo que decía. Cuando la puerta se cerró, el silencio cayó en la sala de conferencia. Presionando la mano en mi abdomen, me giré para enfrentar a mis estudiantes. Nunca había visto a tantas personas tan firmes a escuchar lo que a continuación tenía que decir.

Abrí la boca, pero ninguna palabra salió. Aclarándome la garganta, bajé mi cara y lo intenté de nuevo.

—Lamento la interrupción. Se pueden retirar ahora. Por un segundo, nadie se movió. Luego levanté mis cejas y de repente parecía que no podían retirarse lo suficientemente rápido. Incluso una chica fue lo suficientemente amable para agacharse y recoger la nota por mí. La tomé con un fuerte asentimiento y la enrollé en mi puño. Después de que el lugar se vaciara, empaqué mi maletín y caminé hacia mi oficina antes de encerrarme sola. Me desplomé en mi silla y me quedé sentada allí otros cinco minutos antes de abrir mi mano para leer la nota que estaba arrugada dentro.

Era otra cita de mi tablero:

“¿Sabes cuál es el sentimiento más horrible que puedes tener? Odiar a la persona que más amas en el mundo.” —S. E. Hinton, Eso fue entonces, Esto es ahora.

“Habría hecho alguna diferencia la palabra “Lo siento?, Lo ha hecho alguna vez? Es solo una palabra. Una palabra contra miles de acciones.”

Sarah Ockler, Bittersweet.

Tiffany

Sobria y sintiéndome como una mierda, empuñé mi mano y golpeé la puerta de taeyeon Ella no la abrió hasta después de treinta segundos de que comenzara a gritar su nombre a todo pulmón. Tan pronto como el cerrojo sonó y se abrió, coloqué mi mano en la superficie y comencé a empujar… hasta que alcancé la cadena. Mirándola, alcé una ceja.

— ¿En serio?

—Deja de golpear mi puerta o llamaré a la policía.

Presioné mi frente contra la fría madera así podía verla a través de la pequeña abertura y metí mis dedos en el hueco. Movimiento arriesgado, pero sabía que ella no golpearía mis dedos. Mi coño podría ser otro asunto, pero mis dedos parecían relativamente seguros. Eso esperaba.

—Por favor. Solo vine a disculparme. Estoy sobria ahora, lo juro.

—Podrías disculparte desde ahí afuera tan bien como lo podrías hacer aquí adentro.

Pero yo quería estar adentro.

—taeyeon

Dije con voz ahogada, muriendo un poco por su rechazo. Mis párpados se apretaron.

—. Lo siento. Joder, lo siento tanto. Déjame entrar. Solo déjame entrar.

Me dio un suspiro de rendición. Para mí, sonó como el crujido de las puertas del cielo mientras se abrían para permitirme entrar al Paraíso.

—Saca tus dedos del camino para que pueda desbloquear el cerrojo.

Abrí los ojos para sopesarla. Podría estar mintiendo, pero decidí correr el riesgo.

—Confío en ti

Le susurré antes de que lentamente deslizara mi mano. La puerta inmediatamente se cerró de golpe. Tragué saliva, temiendo lo que venía. Me prohibiría por siempre la entrada a su casa. Pasó un segundo, y me quede allí, aterrorizada, y sin estar segura de que hacer conmigo mismo ahora, porque todo lo que quería estaba al otro lado de esa puerta.

Entonces la cadena sonó y mi corazón se sacudió con sorpresa y jubilo. Agarrando el pomo, lo giré y entré.

—Oye…

Podría fruncirme el ceño en señal de desaprobación todo lo que quisiera, pero estaba adentro. Con ella.

—Lo siento. Lo siento mucho.

La agarré por la nuca, jalándola hacia mí. No logró hacer mucho más que un chillido de sorpresa antes de que mi boca cubriera la suya y mi lengua se sumergiera profundamente. Algo que nunca fue capaz de negarme era un beso. Mientras la atacaba con mi boca, se trepó sobre mi cuerpo, aferrándose y clavando sus dedos en mi cabello, sus uñas en mi cuero cabelludo. Se sentía tan jodidamente bien que rodeé su cintura con mi brazo y la levanté. Y tan natural como respirar, envolvió las piernas alrededor de mis caderas. Sujetándola más arriba, tanto que tuvimos que cambiar de posición, y ella era quien inclinaba su rostro hacia abajo, alcé mi barbilla para mantener nuestras bocas fusionadas. Por ahora, ese era mi objetivo principal. Tan pronto como nuestros labios perdieran el contacto entre sí, se sobresaltaría. Trataría de alejarme. Pero no dejaría que eso sucediera. Me giré hasta que apoyé su espalda contra la pared y allí me frote contra ella a través de nuestras ropas. El calor entre sus piernas se propagó por todas las capas de tela y abrazó mi coño con una provocación sucia.

Cuando gimió y se movió de nuevo contra mí, gemí. Su cabeza se lanzó hacia atrás, haciéndome perder el contacto con sus labios.

—Detente

Susurró, aun mientras su cuerpo se frotaba contra el mío.

—Nunca.

Besé su garganta y desabroché el cuello de su camisa. Intentó empujar mi hombro, pero seguí lamiendo y mordisqueando, decidido a hacerla cambiar de opinión.

—Tiffany. Dije que te detengas.

Cuando tomó aire, levanté la mirada. Tenía los ojos cerrados y se mordía el labio inferior. Sabía que su liberación se hallaba cerca, así que impulsé mis caderas con más fuerza hacia las suyas, sabiendo que golpeaba su punto débil, alcanzado el objetivo. En cuestión de segundos, estaría desmoronándose en mis brazos.

—No

Gimió, mientras comenzaba a venirse.

—Sí

Susurré, mirando su cara mientras se deshacía en mis manos. Luchó contra ello, agitando su cabeza de un lado a otro. Pero me di cuenta de lo fuerte que la golpeó cuando gritó y se presionó contra mí, buscando lo que sabía yo podía darle. Lo aceptó todo, y quedó jadeando y lánguida cuando bajó de la cima. Al final, alzando sus pestañas, me miró desde sus ojos aturdidos y vidriosos.

—. Tú. Eres. Mía

Le dije.

—. No me importa cuántas veces te separes de mí o con cuantos otros hombres tratarás de tener una cita. No me importa lo malos que seamos la una para la otra. No me importa que nunca vaya a ser lo suficiente buena para ti o que estemos arriesgando todo para estar juntas. Que tu madre nunca lo apruebe. Da igual. A la mierda todo. Tú eres mía, maldición. Y yo soy tuya. Y debemos estar juntas.

—No —susurró.

—Maldita sea.

Golpeé con mi mano la pared al lado de nosotras

—. ¡Sí!

Se sobresaltó, y una lágrima se deslizó por su mejilla

—Tiffany, para. Por favor. Detente. No quiero esto. No quiero esto. Ya no empujaba mis hombros, pero la mirada perdida y la derrota en sus llorosos ojos me deshicieron.

—Mierda

Susurré. Paré de sujetar sus caderas contra la pared y presioné mi frente contra la suya. Desenrolló las piernas de mi cuerpo y colocó las puntas de sus pies en el suelo antes de deslizarse hacia abajo, probablemente para escapar de mí. Pero fui con ella, manteniendo nuestras frentes presionadas. Una vez que se sentó y me arrodillé frente a ella, dejó escapar un pequeño sollozo. Jesús.

—Lo siento

Dije con voz ronca.

—. Jesús, Dios, lo siento mucho. Sé que cruce la línea. Tantas líneas. Sé que me sobrepasé en esto de pelear por ti y entré directamente en el territorio del acoso anoche cuando te bombardeé con mensajes de texto, aunque todavía estoy enojada contigo por salir con él. Como reaccioné fue inapropiado y simplemente… jodido. Y hoy en clase. Hoy fue incluso peor. Lo sé. Y entonces ahora…

Un temor crudo se instaló en mí, al darme cuenta de lo que había hecho hace un momento

—. Te obligué a…

Ni siquiera podía admitirlo en voz alta. Pero, oh, Dios. No era mejor que Zach. La sola idea me hizo sentir mal. Aterrada de lo que era capaz de hacer, me alejé de ella. Debió percibir que me encontraba muy cerca de perder completamente mi cordura, porque me miró, e incluso con sus pestañas obstruidas con lágrimas que también hice caer yo, aún tenía la compasión para tranquilizarme.

—No me forzaste, Tiff. En absoluto.

Sin embargo, seguía sintiéndome como una mierda. Incliné la cabeza, tratando de combatir las náuseas. No ayudó al asunto cuando añadió

—: Pero sí necesito que te vayas.

Hice una mueca.

—Estoy más arrepentida de lo que te puedas imaginar. Taeyeon… por favor.

No respondió. No fui perdonada.

—Mierda

Dije un poco más fuerte esta vez. Cuando sorbió y se tapó la boca con las manos, me senté en cuclillas para mirar lágrima tras lágrima rodar por su rostro. Le había hecho daño, y me odiaba por eso. Ella tenía todo el derecho de hacerme daño también, de nunca perdonarme. Dándome cuenta de lo que significaba esto; ella no me iba a dejar entrar de nuevo, me levanté y agarré mi pelo con las dos manos. En lo profundo de mi pecho, mi alma se desintegró al tiempo que jadeé en busca de aire. Podría haber sonado como una maldición en voz baja, pero mierda. Como sea. Me miró por un segundo antes de que abrazara sus piernas dobladas, cerrara los ojos y hundiera la cara en sus rodillas.

—taeyeon

Cuando otro pequeño sollozo salió de mí, apreté mi mano en mi pecho, tratando de contenerlo todo. Pero nada funcionó. Todo el dolor, el miedo y la desesperación de perderla se esparcieron.

— No sé cómo hacer esto

Confesé, sacudiendo la cabeza de un lado a otro.

—No sé cómo renunciar a ti. Te amo.

Su expresión cayó. Abrazando sus costillas, inclinó la cabeza y lloró en silencio. Más perdida de lo que nunca me había sentido en mi vida, me acerqué a ella lentamente, con cuidado y coloqué mi mano sobre su cabello. Cuando tembló bajo el calor de mi mano, sabía que solo podía hacer una cosa. Tenía que dejarla ir.

—Está bien

Dije, con la voz rota y mi barbilla temblando

—. Está bien.

Mis dedos se deslizaron sin fuerza lejos de ella. Mis entrañas se retorcieron cuando me pregunté si esta sería la última vez que la tocaría. Quería caer de rodillas y rogar, pero ya la había asustado lo suficiente. Se necesitó todo de mí para girar y caminar hacia la puerta principal. Al abrirla, me detuve, dándole una última oportunidad para llamarme. Cuando no dijo nada, murmuré

—: Cuídate —y me fui.

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 33: Bueno después de tanto pude terminar esta hermosa historia! Esta demás decir que siempre es un gusto leer tus adaptaciones más porque son de mi hermos TaeNy <3
JKS_lilhy #2
Chapter 33: Gracias por la historia, yo trabajo, estudio y soy mamá así ke leer este tipo de fic me encantan de verdad y más si son de mi pareja favorita taeny is real....
Skyth06
#3
Chapter 33: Fue hermoso gracias por compartirlo!!
2597611 #4
Chapter 33: Voy a llorar :'( .. no quería que acabe la historia pero buehhh .... Es una de mis favoritas !!
roguecr #5
Chapter 33: Hermosa historia gracias x compartirla y tienes razon los fics siempre son mejor con nuestro amado. Taeny
Skyth06
#6
Chapter 32: Porrr finnnn siiiiii
sakuratsukino #7
Chapter 32: es todo, yo esperaba un poco más en el final, pero no me mal entiendan la historia es muy buena, gracias autor por compartirla, extrañare leer las actualizaciones, espero exista un epilogo
roguecr #8
Chapter 32: Que bueno q tae regreso , al fin juntas. :)
2597611 #9
Chapter 32: Enserio es el final ??????
apsunbyung #10
Chapter 32: Bastante buena la idea del fic. Me gusto. Gracias por compartirlo (y adaptarlo claro)^^