capitulo 4

A mi profesora con amor

 

“Cuando estas en la cárcel un buen amigo, tratara de pagar la fianza. Un mejor amigo estará contigo en la celda junto a ti diciendo: “Maldición, eso fue divertido””!!!!

Grouncho Marx

 

TIFFANY

 

Siwon holgazaneaba en la cocina cuando entré por la puerta principal de nuestro apartamento. Mientras la cerraba de una patada tras de mí, apareció en la abertura junto al desayunador, con los pies descalzos y sin camisa, y sus pantalones colgando en sus caderas. Solo tuvo que ver mi cara para saber que pasaba algo. Una petulante mirada lasciva se extendió por sus rasgos.

 

—Así que… ¿cómo estuvo tu reunión con Kim?

 

Le di mi mejor mirada de jódete y dejé caer mi mochila pesadamente en el suelo antes de desplomarme de espaldas en el sofá.

 

—Es como si acabara de tener una sesión de una hora con una psiquiatra. Lo juro por Dios, ¿quién diría que la literatura era sobre sentimientos y emociones? Maldición.

 

Siwon se río disimuladamente.

 

—Entonces, ¿va a dejarte reescribir un nuevo trabajo o qué?

 

—De hecho, sí. Es raro, ¿eh? Pero solo porque su jefe tiene una erección por mí o algo y la forzó a darme una segunda oportunidad.

 

— ¿De verdad? ¿Tuviste que darle o oral para que eso pasara?

 

—Se apoyó en la pared y movió las cejas sugestivamente.

 

— ¿Qué?

 

—Deslizando un cojín que descansaba

Bajo mi cabeza, lo lancé hacia él tan fuerte como pude

 

—. Jesús, siwon. Eres un imbécil tan vulgar, que me irritas completamente. Atrapó el cojín en su pecho y río disimuladamente.

 

—Maldición, también te amo, bebé. Oye, apuesto que si te ofrecieras a enseñarle a la lesbiana a batear, cambiaría tu calificación a una A sin que tengas que preocuparte por escribir otro trabajo por el resto del semestre.

 

Suspiré y decidí ignorarlo, o se pondría peor. Pero el idiota había tocado una fibra sensible. Si alguna vez se diera cuenta de que en realidad pensaba en ella de esa forma, nunca dejaría de recordármelo.

 

Vaya humillación. Enfocando mi atención en el techo, noté una nueva mancha de humedad creciendo en la esquina. Genial.

 

La peor parte era que no podía mencionarle la fuga a nuestro casero o aumentaría nuestra renta de nuevo, como lo hizo este invierno cuando le pedimos que arreglara el sistema de calefacción. Las reparaciones no son gratis, había dicho.

 

—Oye, deja de fantasear con follar a tu maestra, idiota.

 

—siwon pateó mis pies del extremo del sofá al tiempo que pasaba, dirigiéndose hacia el corredor que llevaba a nuestras habitaciones separadas.

 

—. Es noche de chicas. Tenemos trabajo que hacer. Pido ser la primero en la ducha.

 

Gemí, habiendo olvidado completamente qué día era. Cada jueves era noche de chicas en Forbidden, el bar donde siwon y yo trabajábamos. Eso significaba que solo los empleados varones y las empleadas más apetecibles por la clientela ir a trabajar, y ya que entre los cinco chicos y chicas éramos barman, algunos de nosotros teníamos que cambiar y hacer de mesera por esa noche. Mis propinas se elevaban cuando atendía mesas en las noches de chicas, pero maldición, las mujeres ebrias podrían ser jodidamente inquietas. No es que no me molestara un pequeño agarrón de trasero de alumnas lindas. Pero después de un par de horas de eso, mi trasero empezaba a irritarse. Y eso era solo de las mujeres que iban por la puerta de atrás. Siwon se vio forzado a usar un suspensorio un par de meses atrás debido a todas las manos hambrientas que agarraban sus es. Sí, era así de loco. Una hora después, estaba siguiendo a siwon hacia afuera, ataviado con una entallada camiseta negra y vaqueros, lo que era el uniforme reglamentario de los que trabajábamos en Forbidden. Ya que no poseo mi propio auto, me subí al asiento del pasajero de la camioneta de siwon al mismo tiempo que él se deslizaba detrás del volante. Cinco minutos después, nos estacionamos frente al club nocturno y tomamos un minuto para ver el silencioso edificio antes de salir de la camioneta.

 

En una hora, el lugar estaría a reventar, y desaparecería la paz que teníamos ahora. Pero… también pagaba las cuentas y me ayudaba a enviar a casa algo de fondos extras a Caroline, de modo que pudiera pagar aquellas cuentas.

 

— ¿Estás lista para esto? —pregunté, abriendo la puerta. Siwon rio.

 

—Nací listo, hija de puta.

 

—Mientras me seguía a la puerta principal, sacudí la cabeza, preguntándome si siquiera era capaz de no salir con una respuesta políticamente incorrecta a cualquier pregunta que alguna persona le hiciera.

 

Después de abrir la puerta y deslizarnos dentro, busqué con la mirada en el interior a los otros tres chicos que se suponía trabajaban esta noche.

 

— ¿Dónde están todos?

 

—Con siwon, raramente éramos los primeros en llegar, y ni siquiera habíamos llegado temprano.

 

—Bueno, Minho siempre llega tarde —dijo siwon, bajando una silla de la primera mesa que vio y poniéndola verticalmente

 

—. Y las gemelas están…

 

— Vio el lugar y se rascó la cabeza...

 

—. ¿Dónde demonios están las gemelas? Como respondiendo a su pregunta, la puerta de la oficina del gerente se abrió, y la hija mayor del dueño de Forbidden, Jessie, salió lentamente seguida de un extraño, un chico de cabello oscuro, de mi edad, más o menos la misma altura y talla… lo que solo podría significar una cosa. Nuevo empleado. Uno de mis compañeros debió haber renunciado.

 

—Mierda —gruñó siwon, reflejando mis pensamientos, antes de levantar la voz y gritar a través del bar vacío.

 

—. Oye, Jess. ¿Dónde están Harley y Louie?

 

— En realidad las gemelas se llamaban Heath y Lynda, pero siwon tendía a asignar a cada quien su propio apodo. Jess nunca había sido una fan de siwon Choi, así que le entrecerró una dura mirada amenazadora.

 

— ¿Dónde crees? Renunciaron. Tal vez ya no querían trabajar con tu inútil trasero. Aquí está su reemplazo. Que alguien le enseñe lo que debe hacer. Con eso, dio media vuelta y empezó a caminar de regreso a su oficina.

 

—Oye —gritó siwon detrás de ella.

 

—. ¿Y qué hay del otro? Jesse se detuvo y miró hacia atrás para arquear una intimidante ceja.

 

— ¿El otro qué?

 

—Este lugar va a estar lleno dentro de una hora, mujer. Necesitamos al menos cinco personas trabajando esta noche, no tres y un despistado novato. ¿En serio vas a reemplazar ambas gemelas con este único imbécil? El despistado y novato imbécil en cuestión le dedicó una mirada de reojo que parecía más entretenida que insultada por su comentario al tiempo que Jess siseó con exasperación.

 

—Sí, lo voy a hacer. Así que enséñale qué hacer.

 

—Con eso, volvió a su oficina cerrando de un portazo, dejándonos a los tres solos en el bar.

 

—Definitivamente me desea.

—siwon aspiró intencionadamente hacia la puerta cerrada, mientras yo suspiraba y ponía las manos en mis caderas, haciendo entrar al chico nuevo. Dios, no podía esperar a que el papá de Jess regresara a trabajar.

 

Él tuvo una operación a corazón abierto recientemente, y ella había tomado el control mientras tanto. Pero si él no apuraba su trasero y se recobraba pronto, su bebé preciosa arruinaría completamente este club. Inclinando mi cabeza en un saludo, dije-

 

—: Hola. ¿Cuál es tu nombre?

El chico nuevo metió las manos en sus bolsillos traseros y desvió su atención de siwon para mirar en mi dirección.

 

—Mason —dijo—. Mason Lowe. Asentí.

 

—Gusto en conocerte. ¿Has trabajado de barman antes? Cuando Lowe sacudió la cabeza, siwon resopló y me golpeó en el estómago.

 

—Todo tuyo, bebé. —Apartándose de nosotros, regresó a su trabajo de bajar las sillas de las mesas.

 

—Bien —grité—, entonces nosotros atendemos la barra; tú atiendes las mesas.

 

—Qué mierda. Haz que el nuevo atienda

Las mesas.

 

—Mierda, ¿quieres que renuncie en su primera noche? Siwon se detuvo para estudiar a Lowe de pies a cabeza. Luego asintió.

 

—Sí, con una cara bonita como la suya, serías acosado más allá de todo arreglo dentro de los primeros cinco minutos. Me ocuparé de las mesas. Pero solo por esta noche.

—Apuntó amenazadoramente a Lowe—.

¿Entendiste, novato? Lowe empezaba a parecer un poco alarmado.

— ¿De qué está hablando? Pensé que este era un bar normal. Ajá. No había nada regular en Forbidden.

 

Pero para tranquilizarlo, dije—: Lo es. —Con una palmada amistosa en su espalda, me encogí de hombros.

 

—. No le hagas caso a siwon. Simplemente está irritado porque anoche su fue montada muy duro.

 

—Hija de puta —gritó siwon desde el otro lado de la habitación. Lo ignoré, concentrándome en Lowe.

 

—Pero todos los jueves es noche de chicas, así que tal vez se ponga un poco loco. Las bebidas tienen un descuento del cincuenta por ciento para todas las mujeres que vengan, lo que significa que un montón de chicas ebrias y manoseadoras van a tratar de tener un pedazo de ti… toda la noche. Un matiz verde inmediatamente cubrió la cara de Lowe.

 

—Grandioso — murmuró en voz baja. Con una risa, le di un codazo en el brazo.

 

—Confía en mí. Lo es. Tus propinas se triplicarán. Pero en serio, querrás proteger a los chicos. Te recomiendo usar un suspensorio cada jueves de hoy en adelante.

 

—Seguro. —Tragando saliva y mirando hacia la salida, Lowe asintió.

 

—Tu acento es diferente —señalé mientras lo guiaba hacia la barra-—. ¿De dónde eres?

 

—De Florida. Acabo de mudarme aquí hace algunos meses.

 

—Amigo. —Apareciendo de la nada, siwon se dejó caer en un banquillo y puso los codos en la barra mientras le fruncía el ceño a Lowe-

 

—. ¿Por qué diablos dejarías Florida por el jodido Ellamore, Illinois? Mason se encogió de hombros como si no fuera gran cosa.

 

—Mi novia es de aquí. Ella quería venir a casa. Siwon resopló.

 

—Espera, espera, espera. ¿Viajaste desde casi el otro lado del país por un coño? Maldición, eso es estúpido.

Pensé que Lowe iba a saltar a través de la barra y estrangular a mi lamentable compañero de cuarto, así que me adelanté.

 

—Ignóralo —dije, estirando la mano para golpear a siwon en un lado de su cabeza-

—. Como dije, irritada. Mirándome, siwon resopló.

 

—Al menos no me estoy follando a mi maestra por una buena calificación. Oh, eso era todo.

 

—Lárgate. —Apunté a su cara y le di una mirada mortal hasta que rodó los ojos y se alejó tranquilamente. Una vez que había dado media vuelta, no pude evitar dirigir una mirada preocupada hacia Lowe-

 

—. No estoy… Levantó las manos e hizo un gesto para tranquilizarme, diciéndome que no tenía que explicarme.

 

—Oye, las mujeres mayores no son lo mío. Pero si tú…

 

—Ella no es mayor —siseé a la defensiva antes de poder detenerme-

 

—. Quiero decir… mierda. —Clavé los dedos entre mi cabello, mientras mi mente daba vueltas para encontrar la forma de salir de esto porque eso sonó como si me estuviera follando a mi maestra.

 

—. Bien, no me estoy acostando con ninguna de mis maestras. El lameculos solo está hostigándome porque de alguna forma milagrosa convencí a mi estricta profesora de inglés para que me permitiera reescribir un trabajo. Es todo. Demonios, soné muy a la defensiva, ¿verdad?

 

—Kim y Hwang sentadas en un árbol —cantó siwon, la niña de cinco años atrapada en un cachondo cuerpo de veintiún años, desde el otro lado del cuarto—. B.E.S.Á.N.D.O.S.E.

Lo callé al tomar un balón de basquetbol de un estante detrás de la barra y mover mi brazo hacia atrás para apuntarlo. Cuando lo golpeé justo en la espalda, gruñó y cayó despatarrado en el suelo. Lowe silbó, claramente impresionado por mi habilidad.

 

—Tiro de suerte.

 

— ¿Suerte? —Giré la cabeza para mirar boquiabierto al chico nuevo-

 

—. Obviamente no tienes idea de quién soy.

 

—Uh… —Sus cejas se arrugaron al tiempo que sacudía la cabeza-

 

—. No. ¿Quién eres?

 

—Hijo, estás en presencia de una leyenda local.

 

—Con una reverencia extensa, me presenté—: Tiffany Hwang, la mejor basquetbolista de la universidad.

 

—Oh, sí. —Lowe asintió con reconocimiento brillando en su mirada—. No me transferí hasta este semestre, pero escuché lo bien que lo hizo el equipo este año. Y estoy bastante seguro de que he escuchado tu nombre por todo el campus. Con una carcajada orgullosa, grité hacia mi compañero de cuarto.

 

— ¿Escuchaste eso, siwon? Incluso el novato ha escuchado de mí. Siwon resopló.

 

—Solo eres popular porque te hacemos lucir bien. Reí y me volví de nuevo a Lowe.

 

—Ése es Idiota, también conocido como siwon Choi. Pero la mayoría lo llama siwon. Sin embargo, si me preguntas, es más como un Cero un segundón.

 

—De segunda mi trasero. Jugué más que tú esta temporada. Es cierto, pero no lo admitiría en voz alta.

Ignorándolo, le pregunté a Lowe—: ¿Cuánto sabes de mezclar tragos? La triste sonrisa y el levantamiento de sus cejas me dijo que no sabía nada. Suspiré, ya lista para que la noche terminara.

 

—Impresionante. Entonces empecemos a aprender, ¿de acuerdo? Le explicaba lo más sencillo, mostrándole cómo mezclar las más básicas de las bebidas y manejar la caja registradora cuando Minho entró justo antes de abrir, molestándome con su usual retraso. Por su personalidad, el chico era mi compañero favorito, pero maldición, a veces no llegaba sino hasta después de que abríamos.

 

—Es bueno de tu parte que por fin te nos unas —grité, arrojándole un delantal de forma que lo golpeó justo en la cara-

 

—. Tú atiendes el piso con siwon esta noche. Las gemelas renunciaron. Este es el nuevo chico, Mason Lowe. Ahora empieza a trabajar. Mi abrupto y corto discurso, para ponerlo al día, solo lo hizo sonreír. Los piercings de plata en su ceja se movieron.

 

—Maldición, tu mandona boquita nunca deja de excitarme, Hwang. Resoplé porque Minho era más mujeriego que siwon y yo juntos. Supongo que las mujeres iban por la imagen del chico malo tatuado y con perforaciones en la cara. Pero si me preguntan, diría que él era lo más alejado de un verdadero chico malo como era posible para cualquier tipo.

 

Él se desgastaba con dos trabajos para mantenerse, además respetaba a las mujeres más que cualquiera que conocía. Siempre era el primero en saltar y 1 Juego de palabras: siwon = Diez. 42 patear traseros si algún idiota ebrio molestaba a una mujer, y sabía qué decir para hacerlas felices. Simplemente amaba todo sobre las mujeres, y ellas amaban todo sobre él.

 

— ¡Minho! ¡Mi hombre! —siwon saltó hacia adelante, prácticamente tacleando al recién llegado-

 

—. Gracias a Dios que no renunciaste también. Parece que tenemos el piso esta noche, hijo de puta. ¿Te pusiste tu suspensorio? Cuando cerró su mano en un puño y fue a golpear a Minho en el paquete, éste le golpeó la mano.

 

—Oye, eso no es un juguete, princesa. Una suertuda señorita podría necesitar usarlo luego. Siwon resopló.

 

—Lo que sea, imbécil. Sabes que te estás reservando para mí.

 

—Él realmente atacó al otro chico entonces, frotándole la pierna.

 

—Esta noche no, cariño.

 

—Con voz tranquila, Minho lo empujó hacia atrás por la frente—. Tengo dolor de cabeza.

 

—Qué demonios. Definitivamente me deseas. Mientras ellos se alejaban aun bromeando de un lado a otro para abrir las puertas principales, Mason miró en mi dirección.

 

—No bromeabas sobre lo del suspensorio, ¿verdad? Reí y sacudí la cabeza.

—No. No era broma. Él palideció.

—Eso era lo que me temía. Media hora después, ya nos encontrábamos abarrotados con chicas que sorbían sus bebidas elegantes a mitad de precio, y penes calientes esperando cosechar los beneficios. Vi al nuevo chico vender algo, sonriendo con inquietud a una chica que le dio su número de teléfono junto con su pago en efectivo. Una vez que ella se dio la vuelta, él arrojó el pedazo de papel discretamente en el bote de basura.

 

Me acerqué lentamente a él cuando estiró la mano para tomar la boquilla equivocada para hacerle un Tom Collins a la próxima chica que era incapaz de apartar sus ojos de él, y lo corregí en silencio, tomando su mano para que alcanzara la palanca correcta.

 

—Jesús, eres popular esta noche. Se supone que yo soy la genial aquí, pero cada mujer que viene al bar me ignora para mirarte a ti.

 

—Debe ser un asunto de carne fresca. Rodando los ojos, murmuró-

 

—: Ve por ellas, no estoy interesado. Resoplé.

 

—Sí, pude notarlo. Cuando estuve a punto de informarle que podía mandármelas la próxima vez que una chica quisiera darle su número, atisbé una cara familiar acercándose a la barra. Aliviada de saber que alguien estaba ahí para verme, y no a Lowe, salté hacia adelante con una sonrisa lista.

 

—Ahí está mi fan favorita. —Me estiré a través de la barra para atrapar a Yuri por su nuca y arrastrarla a medio camino para un rápido pero delicioso y sucio beso; luego le sonreí agradecida.

 

—Hola, cariño —dijo distraída, alejándose de inmediato de forma que pudiera estirar la cabeza y asomarse detrás de mí para darle un vistazo a Lowe-

 

—. ¿Quién es el chico nuevo? Cuando sus ojos brillaron con lujuria pura, rechiné los dientes y quemé a Lowe con una mirada letal. Él simplemente sonrió como si estuviera divertido con mis celos. Su leve encogida de hombros parecía decir: Oye, ¿qué quieres que haga al respecto? De ninguna forma iba a dejar ir a mi fan de basquetbol favorita. Así que me volví a Yuri y mentí entre dientes-

 

—: Ese es Milo. Acaba de salir de la cárcel. Es casado con tres hijos. Pero la mentira no pareció desalentarla en lo más mínimo. Siguió mirándolo e incluso revolvió su cabello antes de mover los dedos hacia él en un empalagoso saludo antes de presentarse. Mierda.

 

No pensaba que el chico era tan guapo, pero aparentemente era alguna maldita clase de afrodisíaco para las mujeres. El bastardo. Sin embargo, la acosadora mirada de Yuri pareció disgustarlo, porque añadió amablemente—: Cuatro niños. Tenemos a otro en camino.

Sonreí, decidiendo que podría ser bueno después de todo.

 

— ¿Dónde está tu amiga esta noche? —le pregunté a Yuri, tomando su mano para jugar con sus dedos y traer su atención de vuelta a mí-

 

—. ¿Sigue en pie lo de ese trío que me ofreciste? Yuri finalmente apartó la mirada de Lowe.

 

—Oh, lo siento. Sunny tenía clases de baile esta noche. Así que tendremos que hacerlo en otro momento. Pero sí, no te preocupes. Aún está de acuerdo con ello. Juro que las bragas de esa chica han estado mojadas por ti durante meses. Desde que las presenté en esa fiesta después del último partido de básquet, no deja de hablar de ti. Es muy molesto.

 

—Habla de mí, ¿eh? —Una sonrisa se extendió por mi cara, alimentando un poco mi ego, al saber que alguien todavía me prefería antes que al maldito Mason Lowe. Y su nombre era Marci. Lindo.

 

—Bueno, odio hacer sufrir a una chica. ¿Qué dices si conectamos en algún momento? Pronto.

 

—Seguro. —Su mirada volvió a Lowe mientras seguía hablando—: ¿Vas a esa fiesta de fraternidad el próximo fin de semana?

 

— ¿El próximo fin de semana? —gemí—. Me estás matando, Yuri. Necesito algo antes del próximo fin de semana. Dejó escapar un enojado suspiro y me frunció el ceño.

 

—Muy bien, bien. Veré lo que puedo hacer.

 

—Eres la mejor. —La acerqué para otro beso rápido-

 

—. Gracias.

 

—Sí, sí. Solo asegúrate de llevar también a tu nuevo amigo a la fiesta, y te lo devolveré… en un gran momento.

 

—Pasó una uña por mi mejilla al tiempo que su rostro se iluminó con una sonrisa astuta. Iba a decirle que no intentara nada con Lowe, ya que él parecía unido a su novia, pero siwon apareció por detrás de ella.

 

— ¡Yuri! —Le dio una fuerte palmada en el culo—. ¿Ya estás lista para darme otro paseo? Resoplando, Yuri se giró para cruzar los brazos sobre el pecho y lo fulminó con la mirada.

 

—Todavía no he perdido la razón, así que… demonios no. Tócame otra vez, y patearé tus pelotas hasta la garganta. Mientras se alejaba, dejé escapar un bajo silbido y una mueca de dolor por solo pensar en ello. Siwon tenía algún tipo de talento. Era el único hombre que conocía que podía molestar a la reina del o casual. Yuri nunca se enojaba con ningún tipo, por nada. Me hizo preguntarme qué demonios le había hecho para ofenderla.

 

Por otra parte, era siwon. Las posibilidades eran infinitas. Después de verla alejarse, él se giró para sonreírme.

 

—Ella me desea. Estaba preguntando por mí, ¿no? Me reí.

 

—Entre besarme, mirar a Lowe, y engancharme con una de sus amigas, no, tu nombre no salió ni una vez.

 

—Engancharte, ¿eh? ¿Quién es su amiga? ¿La doctora Kim? Entrecerrando los ojos, lo apunté amenazadoramente.

 

—Lo juro por Dios, si no te callas, yo patearé tus pelotas hasta la garganta.

 

—Lo que sea, rubia. Sabes que deseas a tu profesora.

 

—Entonces fue a tomar el lugar de Mason y comenzó a coquetear con un par de señoritas sentadas en la barra. Lo triste era que siwon solo se burlaba porque estaba seguro de que yo no la quería, mientras que, incluso la mención de ella agitaba algo dentro de mí. Debí haberle pedido a Yuri el número de sunny. Necesitaba algo, cualquier cosa, para eliminar los pensamientos de cierta profesora desaliñada de mi cabeza. Porque si esto continuaba, sin duda me encontraría en un tazón de mierda lleno de problemas. Cuando llegó la hora de cerrar, puse a Lowe en el turno de limpieza. Mientras limpiaba la mesa, sonó su teléfono. Lo sacó del bolsillo y, lo juro, tan pronto como vio el identificador de llamadas en la pantalla, su cara se iluminó como un niño en la mañana de navidad.

 

—Oye, Sweet Pea —respondió, poniendo su voz toda ronca y privada, haciéndome saber que debe estar hablando con su chica. Metiendo el teléfono entre el hombro y la oreja para continuar su trabajo, se rio en respuesta a algo que le dijo ella-

 

—. Ha sido… interesante. Te contaré todo cuando llegue a casa. ¿Ah, sí? —Levantó las cejas, y solo podía imaginar lo que su chica le sugería hacer cuando llegara a casa, porque todo se encendió en su rostro. Sin embargo, no era capaz de apartar la mirada cuando lo veía hablar con ella. Era tan… extraño. Los chicos del equipo de fútbol que tenían novias estables nunca parecían felices cuando sus mujeres los llamaban para saber de ellos. Rara vez eran fieles a sus chicas y siempre tenían aventuras de una sola noche cada vez que jugábamos fuera de la ciudad. Me hacía preguntarme por qué siquiera se molestaban en tener una relación. Ahora que lo pensaba, en mi vida no había crecido cerca de ninguna pareja monógama. Mi mamá rara vez llevó a casa al mismo tipo más de dos veces, y todos los matrimonios en nuestro barrio terminaron en divorcio o viudos. Así que, bien, era raro para mí ver a un chico hablando con su novia como si no quisiera hablar con nadie más en el mundo. Y también se veía tan malditamente feliz por eso. Era un poco… dulce. Cuando colgó, aun sonriendo, Lowe guardó el teléfono y volvió a su trabajo, luciendo como si acabara de ganar el campeonato nacional o algo así.

 

— ¿Quién demonios era esa? —quiso saber siwon cuando se acercó a la barra con un puñado de vasos que debían ser limpiados-

 

—. ¿Acabas de ganar la lotería, novato?

 

— ¿Hmm? —Lowe se giró y lo miró—. Oh. Mi novia. Ella solo quería saber cómo iba mi primera noche. Otra vez con la dulzura. Era un poco entrañable ver esa pura emoción iluminar su rostro cuando hablaba de ella. De repente me sentí muy curiosa por las novias y la monogamia. Tal vez no era tan horrible como algunos de los chicos del equipo lo hacían parecer. Tal vez no sería el fin del mundo establecerse con una persona. Quiero decir, nunca nadie me había llamado para ver cómo iba mi día. A nadie le había importado. Sabía que mis hermanos y hermana me amaban, pero nunca se me comunicaron conmigo solo para tranquilizarme cuando me sentía nerviosa antes de un partido, o una gran prueba, o incluso preguntarme cómo había salido algo. No es que yo los molestara con ese tipo de mierda; tenían sus propios problemas por los que preocuparse. Pero tal vez, no lo sé, tal vez sería agradable si…

 

—Dios, novato, eres tan dominado. —Puck resopló y se retiró de nuevo, yendo a limpiar mesas mientras Minho barría el piso. Me di la vuelta y terminé de contar la caja registradora, ligeramente mortificada por mis propios pensamientos. No tenía ningún problema para conseguir compañía femenina en esta ciudad. La mayoría de mis compañeros se quejaban de cuán afortunada era. ¿Por qué demonios fantaseaba con algo más? Otro rápido vistazo a Lowe, quien tatareaba alegremente (sí, tarareaba) en voz baja, me dijo exactamente el por qué.

 

Él tenía algo bueno y confiable, algo que lo hacía feliz y alegraba todo su día. No tenía que conocer a una nueva chica cada noche y tratar de aprender de ella en un par de minutos así sabría cómo encantarla en una cama. Ya tenía a alguien que probablemente conocía por dentro y por fuera, y que sin duda lo comprendía también a él. No tenía que fingir que le gustaban sus historias solo para sacarle la camiseta o actuar como un rudo basquetbolista para mantener una fachada. Simplemente podía ser él mismo con ella, y disfrutar la vida.

 

 

Por primera vez en mi vida, me puse celosa de alguien en una relación comprometida. Me sentía muy incómoda, pero no era capaz de evitarlo. Lowe se veía tan malditamente contento. Y yo quería algo así para mí.

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 33: Bueno después de tanto pude terminar esta hermosa historia! Esta demás decir que siempre es un gusto leer tus adaptaciones más porque son de mi hermos TaeNy <3
JKS_lilhy #2
Chapter 33: Gracias por la historia, yo trabajo, estudio y soy mamá así ke leer este tipo de fic me encantan de verdad y más si son de mi pareja favorita taeny is real....
Skyth06
#3
Chapter 33: Fue hermoso gracias por compartirlo!!
2597611 #4
Chapter 33: Voy a llorar :'( .. no quería que acabe la historia pero buehhh .... Es una de mis favoritas !!
roguecr #5
Chapter 33: Hermosa historia gracias x compartirla y tienes razon los fics siempre son mejor con nuestro amado. Taeny
Skyth06
#6
Chapter 32: Porrr finnnn siiiiii
sakuratsukino #7
Chapter 32: es todo, yo esperaba un poco más en el final, pero no me mal entiendan la historia es muy buena, gracias autor por compartirla, extrañare leer las actualizaciones, espero exista un epilogo
roguecr #8
Chapter 32: Que bueno q tae regreso , al fin juntas. :)
2597611 #9
Chapter 32: Enserio es el final ??????
apsunbyung #10
Chapter 32: Bastante buena la idea del fic. Me gusto. Gracias por compartirlo (y adaptarlo claro)^^