Capítulo 16

Tú no eres el único © |ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ|
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Escuché silenciosamente la conversación entre Hyoyeon y Hee Jung, me dirigían sonrisas amistosas entre cada dialogo y yo me deleitaba con cada historia que era mostrada a mí., me contaban de la niñez de Taeyeon, de cómo una vez subió al árbol más grande que tenían en el jardín y no pudo bajar después, también comentó como su padre tuvo que alcanzarla con una escalera de bomberos porque la niña no quería a nadie más que a su padre.

Sonreí.

Es agradable conocer su infancia.

—¡Oh sí! ¿Recuerdas cuando estaba en la adolescencia y decía que odiaba a todo mundo? —Hee Jung palmeó vigorosamente la mano de Hyoyeon, quien asintió con una sonrisa burlona en dirección de su prima.

—Cómo olvidarlo —le respondió, con un movimiento de manos llevó su cabello fuera de sus hombros—. Cielo, Taeyeon creía ser una patada en el culo, pero en realidad era más dulce que la miel. Cuando decía odiar al mundo, gritaba a todo pulmón y subía corriendo hasta su habitación, al final bajaba como un cordero y pedía disculpas por su arrebato.

—Es verdad, mis padres sabían eso y solo le daban un ligero castigo y ella lo aceptaba como algo justo por gritarles.

Masqué un trozo de papa mientras escuchaba, Hyoyeon llevó la copa a sus labios y Hee Jung aprovechó para dar un bocado. Habían estado hablando sin parar desde que nos encontramos y no han probado demasiado de sus platos, en cambio el mío está casi por terminar.

El agradable silencio llegó a nuestra mesa por primera vez y disfruté de escuchar la charla de las personas, el picoteó de los cubiertos y las risas esporádicas esparcidas por el aire, pero todo se esfumó cuando la pregunta cayó como bomba nuclear delante de mí.

—¿Qué hay de tu familia?

La ola de nervios creció rápidamente.

Había estado tan relajada y había olvidado esta parte de mi vida, la parte que odia esas preguntas, la parte que no quiere contar nada de su pasado.

Como un caracol, quise meterme en el cascaron que los protege pero estoy desnuda, expuesta ante los ojos de una de ellas y soy el dilema más enigmático para la otra.

Los ojos de Hyoyeon oscilan de su prima a mí y de mí a su prima, es como un ritual antes de que pueda salir corriendo. El aire tenso baja como densa nube de humo a nuestro alrededor, mis ojos se quedan fijos en la lejanía, repitiendo la pregunta que lanzó Hee Jung.

«¿Qué hay de tu familia?».

¡Cállate!

No quiero escucharla, NO.

—Cálmate Stephanie, respira hondo. Vamos, inhala profundo.

El corazón me latía en los oídos y no era consciente que apretaba con fuerza la servilleta entre mis manos.

—¿Cometí un error?

—Shh... necesita calmarse. Vamos Stephanie. Respira, escucha mi voz.

Parpadeé.

Estaba confundida.

Inhalé profundamente como Hyoyeon me repetía una y otra vez que lo hiciera, hasta que la respiración volvió a ser como lo era y los latidos de mi corazón volvieron a su paso normal.

—Eso es, buena chica —miré a Hyoyeon y me sentí como una niña perdida—. Bebe un poco de agua. Todo está bien, aquí nadie es tu enemigo y no estás obligada a responder nada.

—Disculpa si te incomode, querida. Yo... ehm... solo quería saber un poco más de ti —mis ojos bailaron en su expresión culposa.

«Mira eso, es como ver a Taeyeon cuando está preocupada».

Apreté mis dedos alrededor del vaso.

«Ella no tiene la culpa de que tú seas así».

Negué con la cabeza varias veces.

—E-esta... bien.

Hyoyeon apretó mi mano por sobre la mesa y me sonrió cálidamente.

—¿Quieres volver a casa o prefieres pasar un rato más con nosotras?

—Podríamos ir de compras —comentó esta vez Hee Jung con una sonrisa—. Necesito nueva lencería y no creo que te venga mal un nuevo guardarropa de lencería —su insinuación calentó mis mejillas.

—Entonces no se diga más. Vamos a esa tienda a conseguir algo y.

Me avergoncé mucho cuando Hyoyeon y Hee Jung discutían mi talla, miraba de la dependienta que sonreía amablemente y a otros compradores que miraban la situación.

—Ehm... ¿es necesario gritar? —Pregunté en un susurro, ganándome la atención de ambas.

—¿Qué has dicho Fany?

Hee Jung ha comenzado a llamarme así.

—Todo mundo nos observa —volví a susurrar.

Ambas miraron a su alrededor y luego me miraron a mí.

—Pues que aprovechen el espectáculo gratis porque te aseguro que ninguno de ellos podrá ver como luces con esto puesto —puso unas bragas delante de mi rostro.

El calor subió hasta la punta de mi cabeza.

Ambas rieron.

—¡Dios! Deberías ver tu rostro.

Solo se burlan de mí.

Me crucé de brazos e inflé mis mejillas como una niña obstinada.

—¡Santo cielo! —Gritó Hyoyeon—. Es encantador ver un puchero en ti.

¿Un puchero?

Dejo caer mis brazos y las miró sin entender.

¿Yo realmente hice eso?

Dejé de ser adorable cuando mamá murió y papá se volvió un alcohólico, ya no tenía a nadie con quien ser una niña, me había hecho responsable de mi vida a muy temprana edad y tuve que manejar el vacío de la perdida.

—Venga, vamos a pagar por esto y vayamos por un helado, también llamaré a mi hermanita para presumirle que fui privilegiada con la ternura de su linda novia.

Hyoyeon río.

—Veamos cuanto tiempo se contiene para salir corriendo a buscarla.

Ambas se ríen y a mí me parece una maldad.

Hyoyeon y Hee Jung se fueron a caja para pagar. Las espero afuera de la tienda y mientras espero miró a mi alrededor.

Personas van y vienen en diferentes direcciones, otras se detienen delante de las gigantescas vitrinas y observan el interior, otras pasan rápido con bolsas en sus manos y otras tantas solo van despreocupadas.

Sin embargo, mi vista se clavó en una persona en particular, se veía triste.

Fruncí el ceño.

Yo conozco aquella espalda fornida, conozco aquel cabello y ese perfil.

—Kyung Il —jadeó sorprendida.

¿Qué hace mi hermano ahí y con ese semblante?

No sé en qué momento mis pies se dirigieron hasta donde él descansaba con la cabeza gacha, solo soy consciente de sus ojos elevándose desde la punta de mi pie hasta mi cabeza.

Sus gruesas cejas se fruncen—. ¿Puedo ayudarla en algo?

—Kyung Il —es lo que sale de mis labios.

La comprensión parece cruzar por sus ojos y abre la boca, sus ojos vuelven a darme un repaso de pies a cabeza.

—¿Stephanie? —Asiento—. Dios, te ves impresionante —halaga.

—¿Te gusta?

—¿Qué si me gusta? ¡Dios! Me encanta como luces.

Una sonrisa brilla en su rostro y me siento aliviada de verlo sonreír.

Es extraña esta sensación de verlo contento y no triste, es como cuando éramos niños y me esforzaba lo más que podía hasta hacerlo sentir en casa, hasta que él confiara en mí. Había luchado por días y cuando logré sacarle una sonrisa, mi corazón explotó de felicidad, ese día me sentí la niña más poderosa del universo porque había logrado hacer sonreír al malhumorado hermano que papá había llevado a casa.

Pero él ya no era más ese niño rebelde caprichoso.

—¿Estás bien?

No me sentía a la defensiva, quería verlo bien, quería saber que él estaba bien y que no estaba pasando un mal momento como el que yo pasé.

Él me sonrió cálidamente, pero esa sonrisa no brillaba.

—No tienes que preocuparte por mí, dulce princesa.

Sonreí.

Él es el único que me ha llamado así.

—No puedes mentirme a mí —le recuerdo.

Una mueca se forma en sus labios y los nervios comienzan a ser notorios cuando rasca su cabeza. Cavo en la profundidad de su mirada, pero él la aleja apenas nota que quiero descubrir que sucede.

Abro mi boca para replicarle, pero en un parpadeo estoy entre sus brazos, mi cuerpo se tensa.

Él esconde su cabeza en mi cuello y cuando menos me doy cuenta escucho unos ligeros sollozos. ¿Kyung Il está llorando?

—Kyunnie.

Involuntariamente mis brazos tratan de envolver su cintura, pero él aprisiona mis brazos con el abrazo.

—Lo siento —se aleja de mí.

Sus manos tratan de limpiar sus lágrimas con torpeza.

—Sigues siendo un niño torpe —murmuro alejando sus torpes manos del rostro—. Mamá siempre dijo que llorar estaba bien, ¿lo olvidas?

Sus acuosos ojos se quedaron fijos en los míos.

Él lo recordaba.

—Tía Ji siempre fue muy sabia —una ligera sonrisa tiró de sus labios.

Me acerqué a él lo suficiente para poner mi mano en su mejilla y detallarlo.

Papá estaría orgulloso del hombre que está delante mí, claro, eso sería si papá no fuera un alcohólico y aún recordara que tiene un hijo más.

Con tristeza acarició su mejilla y seco el resto de lágrimas.

—Mamá no está, pero... me tienes a mí —le aseguro y me pregunto de donde vino esa declaración.

Kyung Il me miró profundamente y por primera vez desde que nos volvimos a encontrar, dejamos que nuestro vínculo se uniera.

—¿Confías en mí?

Frunzo el ceño.

¿Por qué hace esa pregunta?

—Eh... sí.

Su gruesa mano envolvió la mía.

—Entonces vamos.

No puse resistencia cuando haló de mí en dirección a la salida, tampoco puse resistencia cuando me puso el cinturón de seguridad en su auto. Solo pude mirarlo silenciosamente y recordar que la persona al lado mío era mi hermano mayor, mi Kyunnie, el niño rebelde que hice sonreír cuando éramos niños, el niño que amé.

Hundo mis pies en la fina arena y me dejo caer, Kyung Il sigue saltando de un lado a otro y me alegra verlo sonreír, me encanta su sonrisa, me gusta verlo feliz.

Tomo arena entre mis manos y esta se desliza entre mis dedos fácilmente, es como cuando sueño con mamá, cuando la veo sonreírme y me siento tranquila, pero cuando quiero tocarla se desvanece.

Suspiro.

Solo quiero felicidad en mi vida, quiero ser una persona normal, sin un recuerdo que se hunde tan profundamente en el corazón como una flecha hasta desgarrar.

—Viéndote así —alzo el rostro para ver a mi hermano—. Me haces recordar a tía Ji Young —sonríe y se deja caer a mi costado—. Tienes toda la gracia que la caracterizaba, su apariencia, sus bellos ojos y una sonrisa muy hermosa.

Lo golpeo en el brazo.

—Tonto, los dos tenemos la misma sonrisa.

Él empezó a reír roncamente y en alto.

—Eso es verdad, pero tía Ji tenía una sonrisa hermosísima —aseguró.

Asentí en acuerdo.

Mamá tenía l

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DorkyKawaii
¡Actualización para mis lectores nocturnos!

Comments

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forever17 #1
Autoraaaa dónde puedo leer la segunda parte? Tu página de wattpad ya no tiene ninguna historia :(
Hanna23 #2
Habrá segunda parte????? .. quedé muy enganchada
sone009_ #3
Chapter 27: Que pupu todo, no me acuerdo de esto pero odio a su hermano enormemente carajo. Amo a Tae!!!!! Necesito leer yaa
-taesandara-
#4
Chapter 27: :c esta en coma!!! O.O!!! Siento que Tiff se quedará con su "hermano" lo cual sería horrible... u.u espero la segunda parte, aunque casi.no me guste leer en wattpad, pero no importa esta historia vale la pena.
Te lo dije hace un tiempo, pero te lo repito otra vez, yo te admiro mucho y me encantan tus historias, las sensaciones de los últimos caps. Fueron tan reales, sigue así. Esperaré
soulholic
#5
Chapter 23: Me e mantenido al margen de esta historia, y te juro que quisiera matar a Tiffany aquí justo ahora por ser tan tonta y no es por nada pero espero que sufra mucho, perdiendo a Tae.

Y tambien espero que el tal Nathaniel o como se escriba no sea el padre de mi Tae porque enserio me matarias.

Autora consiguele pareja a Tae para que Tiffany se muera de celos y se de cuenta de lo que esta a punto de elegir no le traerá nada bueno. Y no solo eso, espero que Tae no la vuelva a perdonar.

Enserio que esa Tiffany me tiene muy disgustada.
Luisadelgado00
#6
Chapter 20: se vino lo bueno ufff doble actualización mil gracias!!!!
Luisadelgado00
#7
Chapter 19: ESe bobo de kyung Il siento que esta celoso y no acepta que fanny quiere a alguien mas y que eso fue solo de niños!! perdon si me indigne jajaja pero el al ser mayor deberia entender las cosas como son
-taesandara-
#8
Chapter 19: Porque siento que el fic terminara triste :c
sone009_ #9
Chapter 16: Ay no, se me había olvidado el estúpido hermano de Fany ¡LO ODIO! -_-. Esperando el siguiente capítulo. Gracias <3
Luisadelgado00
#10
Chapter 16: me encanta!!! Tae es divinaaaa