Al principio la mirada de Jin vagaba  de aquí para allá, nerviosa, sin encontrar un punto fijo hasta que se cruzó directamente con la del menor y encontró ese brillo cristalino en ella. Como amaba esa mirada, ese rostro, esa expresión transparente incapaz de ocultar algo.

-Feliz cumpleaños Andy.-Dijo estando frente a frete por fin. Andy lo miró sin poder dejar de reír tímidamente por la incredulidad.-Yo…hice esto para ti-Empezó un poco nervioso.-No es la gran cosa pero espero que te guste.- No podía evitar sentirse avergonzado con aquella situación, después de todo, ahora exploraban el uno en el otro un flanco que jamás habían visto en tantos años de amistad..

-Woah!!!- Expresó sin poder dejar aún lado aquella risita nerviosa y un tanto avergonzada.

Su expresión era única, completamente relajada. Sus pómulos estaban contrayéndose hasta el punto más alto posible. Trataba de ocultarse detrás de las palmas de sus manos y Junjin sólo pudo adorarlo. Sabía que lo había hecho bien, que no se había equivocado esta vez. Daría lo que fuera por mantener esa expresión en el rostro del maknae, por verlo sonreir de aquella manera una y mil veces más.

-¿En serio lo hiciste tú?-Al fin pudo preguntar, saliendo poco a poco del shock. Jin asintió con la cabeza.

Ahí estaban los dos parados, como si el tiempo se hubiera detenido, adorándose en silencio bajo la luz de las velitas que comenzaban a derretirse penosamente.

-Auch!!!-Exclamó el menor en un ligero sobresalto cuando una gota de cera caliente escurrió por la plataforma y terminó por estamparse contra la piel de su antebrazo, trayendo a los amantes de vuelta a la realidad.

-¡Apágalas rápido!- Indicó sosteniendo con gentileza la plataforma nuevamente, salvando la piel del cumpleañero de otra quemadura. Andy sopló para después correr a encender las luces mientras el mayor colocaba la plataforma en la mesita. El menor no tardó en unirse una vez más.

-Woah!!! No me lo creo, ¿En verdad lo hiciste tú?-Volvió a preguntar, esta vez examinándolo cuidadosamente a la luz.

-Si- Respondió trayendo consigo un cubierto y ofreciéndolo al maknae.-Por qué no lo pruebas y averiguas si sabe tan bien como luce.-Andy asintió con la cabeza sin demorar en obedecer.

-Mmmmmmmm…-Expresó cerrando los ojos y estremeciéndose ligeramente por la experiencia en su boca. Junjin observó, expectante al principio, pero terminando con una gran sonrisa de satisfacción en el rostro.

-¡Es de banana!- Sus pupilas se habían vuelto increíblemente grandes,  como si quisieran absorber todo lo que hiciera contacto con ellas.-Tiene un tipo de licor que no había probado antes y es deliciosamente cremoso.- Adivinó dando una y otra probada.- Es perfecto Choong Jae, gracias.

Junjin se ruborizó al ser sorprendido mirando al maknae. Siempre le habían gustado los cumplidos, quizás demasiado, pero en esta ocasión se sentía diferente. La admiración de Andy, la reacción de este ante su detalle, causaban en él algo más que un banal ensanchamiento de su ego.

Sus miradas se conectaron en silencio una vez más. Junjin sintió el suave cosquilleo de los labios del maknae chocando contra los suyos.

Era exquisito, de la boca de Andy emanaba el sabor del postre que poco a poco se fue diluyendo con el flujo de la saliva. La intensidad iba aumentando con cada movimiento de aquel par de labios que ahora se encontraban demasiado ocupados entrecortando las respiraciones de sus dueños en su ejercicio.

Las manos de Sunho  bajaron delicadamente por el cuello de Choong Jae  hasta detener su camino el pecho. El mayor colocó una de sus manos en la cintura del maknae de forma casi mecánica. Jin se sintió como adormecido, de pronto su mente se nubló. Su cuerpo respondía automáticamente a los estímulos ofrecidos por el menor quien lo arrinconó lentamente contra la pared, jugueteando con las palmas por su pecho, deslizándolas por sus costados, posicionándose en su espalda baja y aplicando presión. Jin ciñó la cintura del menor con más fuerza.

Dejando su ardoroso rastro, las caricias se encaminaron al abdomen del mayor quien sintió que la cordura lo abandonaba cuando la pierna del menor comenzó a rozar contra su pelvis en movimientos de vaivén, haciéndolo emitir un gruñido. Completamente enardecido, Andy comenzó a explorar la piel desnuda por debajo de la camisa del otro.

Una cosa era evidente: Junjin lo estaba disfrutando. Lo que el maknae no lograba entender era por qué no estaba siendo correspondido, por qué lo dejaba hacer todo el trabajo solo. Él también quería ser atendido, deseaba tener las manos, los labios del mayor explorando su cuerpo de la misma forma en que él lo estaba haciendo.

Junjin perdió sus sentidos con el ligero mordisco en su labio inferior incitándolo a reaccionar. Extasiado, entreabrió los ojos, y se encontró con esa expresión en  el rostro del maknae, una expresión llena de lascivia que lo obligó a volver del paraíso a donde se estaba dirigiendo. Repentinamente lo invadió una terrible ansiedad, hasta cierto punto temor, que se hizo camino desde lo más profundo de sus entrañas hasta oprimirle el pecho, dificultando la respiración.

-A-A-Andy…-Pronunció casi en una exhalación, posicionando sus manos sobre el pecho del menor.

-Andy…no…yo.-Lo apartó de sí.- Estoy cansado y ya es muy tarde, anoche casi no dormí, además tenemos trabajo mañana temprano.- Excusó desviando la mirada. El maknae se distanció apesadumbrado, su rostro reflejaba desconcierto más que molestia, no entendía la repentina acción del mayor. ¿Acaso había hecho algo mal? ¿Había ido demasiado rápido? Miles  de cuestiones hervían en su mente cuando sintió el calor del beso que Choong Jae dejó en su frente.

-Ve a dormir.-Dijo a forma de despedida tomando su chaqueta.-Descansa.

Andy necesitaba una explicación, despejar la odiosa nubosidad que se estaba formando en su cabeza, pero no fue capaz de detener al mayor. Una vez más lo dejó partir y se odió por eso. Dentro de él se formó un vacío tan grande que bien pudo habérselo tragado por completo. El haber sido rechazado de esa forma era algo que no se esperaba.

De alguna forma quería creer en Choong Jae, probablemente sí estaba cansado como excusó pero algo dentro de él, un extraño presentimiento, causaba una profunda incertidumbre. Se sentía herido, esa era la verdad.

…

Llamó a la puerta con notable desesperación. Era de madrugada y el sonido se hacía estrepitoso retumbando en las paredes, aun así sus llamados no fueron atendidos. Necesitaba hablar con alguien urgentemente.

Su cabeza daba vueltas. Por un lado las sensaciones revoloteaban desenfrenadas en su estómago, logrando erizar su piel. Y por el otro la razón le estaba jugando una mala broma con sus argumentos y conjeturas  que sólo lograban confundirlo.

Se rindió dando un golpe con la palma de la mano a la puerta, al parecer, por esa noche, tendría que lidiar solo con sus “conflictos amorosos” como su Hyung los había llamado.

…

-Bajó del auto y se encaminó al interior del edificio. Fue una noche larga y tormentosa de esas que uno desea evitar a toda costa, no necesitaba mirarse en el espejo para adivinar su terrible estado. El trabajo lograría cambiar su humor, le ayudaría a dejar atrás todo aquello en lo que ya no quería pensar. A veces, pensar demasiado puede resultar una maldición, sobre todo para los enamorados.

-¡Andy!- Sintió los brazos que lo rodearon desde atrás inesperadamente.- ¿Sigues enfermo?- El tono alegre con el que lo abordó se transformó en uno de preocupación una vez que lo tuvo suficientemente cerca como para advertir que algo andaba mal.

-No es nada Hyung, solo estoy un poco cansado.- Esbozó un sonrisa. Minwoo arqueó una ceja examinando con detenimiento el rostro del menor, ocasionando cierta inquietud y nerviosismo en este. Minwoo era suspicaz y agudo, como si pudiera ver a través de las gafas oscuras que el maknae portaba con sus pequeños ojos. Tronó la boca un par de veces en señal de desaprobación.

-¡Aigo, este chico! ¡Tendré que hacer algo para que te relajes!- Jugueteó un poco con sus mejillas, dejando besos por aquí y por allá mientras el menor trataba de resistirse.

-¡No Hyung! ¡Basta!- Rió haciendo un puchero.

-¡Así está mejor!- Exclamó satisfecho de haber cambiado la mueca de muerto viviente del maknae por una que le iba mucho mejor.- Cuando sonríes eres completamente irresistible.- Quiso volver al ataque pero el menor lo detuvo tirando del cabello de su nuca con considerable fuerza.

-¡Auch! ¡Auch! ¡Auch!- Se quejó provocando en la risita de Andy un tono malicioso.- ¡Eres malo Andy!-Chilló. El maknae se rindió completamente ante su adorable expresión y lo besó en la mejilla fugazmente antes de salir corriendo.  Minwoo podía ser la cosita más mona en ocasiones pero Andy no quería pagar el precio de su venganza.

-¡Ya verás cuando te atrape! ¡Te voy a enseñar a respetar a tus mayores!- Corrió enseguida tras él entre risas.

…

Caminaba tranquilamente por el pasillo, esa mañana en particular estaba de un excelente humor. Iba abstraído en sus pensamientos cuando sintió el jalón que lo llevó dentro de un estrecho y oscuro cubículo.

-¿Qué dem…-Exclamó tratando de zafarse del agarre en su antebrazo.

-Tranquilo Hyung, soy yo.-Junjin encendió la luz tranquilizando al mayor que aún forcejeaba.

-¡¿Pero qué demonios?! ¡¿Qué es esto?!

-Ah, este es el cuarto de limpieza.-Indicó con un ademán.

-Eso ya lo sé, me refiero a el motivo de traerme aquí casi secuestrado.- Explicó dando un pellizco en la mejilla al menor en desquite.

-Es urgente Hyung, es que no sé qué hacer.- Suplicó con la mirada.

-¿Es sobre Andy? Últimamente estás muy dramático ¿No crees?

-No puedo evitarlo.-Se disculpó con un puchero.

-¿Qué paso ahora? ¿No me digas que odió tu regalo?- Dongwan era muy curioso, no podía evitar hacer preguntas.

-No, creo que al contrario, le gustó mucho. El problema es que…-Se quedó pensando por un instante con la mirada baja, dudando si era conveniente contarle todo a su hyung.

-¡Que! ¿¡Cual es el problema!? ¡Habla ya!- Alzó la voz, exasperado.

-Me da pena contarte.-Chilló-Pero ya que no hay más opción y tú eres el único que me puede ayudar…- Por fin cedió en un suspiro y El mayor se anticipó expectante a sus palabras.

-Anoche…Andy y yo… bueno, en realidad Andy…-No sabía cómo explicarse exactamente.-…nosotros…empezó con un beso que fue subiendo de tono. No es cómo si como si yo no hubiera querido, se sentía muy bien, pero el miedo me invadió y salí huyendo. Lo peor es que creo que hice sentir mal a Andy. No quiero que piense que no lo quiero, que me desagrada o cosas así por qué no es verdad.- Se revolvió el cabello con evidente angustia.

Dongwan suspiró.- ¿De qué tienes miedo Choong Jae? Desear a la persona que amas es lo más natural del mundo.

-Sí, lo sé pero él hace que pierda completamente la cabeza y tengo miedo de dejarme llevar y terminar lastimándolo. Anoche lo único que quería era tumbarlo en el sillón y hacerlo mío sin importar qué. Yo no tengo experiencia con hombres Hyung, ¿Qué pasa si le causo dolor? Nunca me perdonaría una cosa así.

El mayor sonrió. No cabía duda de que sus sentimientos eran puros. Siempre había sido una persona empática, considerada con los demás pero ¿Cuándo había madurado tanto Junjin? La primera vez es ciertamente aterradora, las cosas pueden salir mal si uno no tiene cuidado y es difícil, tan difícil lograr dominar tus deseos. Dongwan se sintió rebosante de orgullo hacia el menor. Sabía que no se había equivocado al apoyarlo con sus sentimientos, al confiarle la felicidad de su adorado maknae.

-Estás en grandes problemas Choong Jae.- Junjin palideció ante la sentencia del mayor. Dongwan se divirtió con aquella expresión, era tan inocente.-Tienes suerte de que tu Hyung sea un hombre experimentado en el amor.- Se aduló a sí mismo con fingida arrogancia.- Déjalo todo en mis manos, no te preocupes. Lo más importante ahora es…

La puerta se abrió de golpe interrumpiendo el discurso del mayor y ambos quedaron como petrificados ante la figura presenciada.

-Kim Dong Wan.-Llamó la voz fría y lentamente  y al nombrado se le erizaron los vellos de todo el cuerpo.-¿Qué hacen encerrados aquí?

-No estarás metiéndole ideas extrañas a mi Baby Bird en la cabeza ¿Verdad?

La expresión en los rostros de Eric y Hyesung eran tan serios que daban miedo. ¿Hace cuánto que estaban tras la puerta? ¿Qué exactamente habían escuchado?

-Yo...esto…-Balbuceó Junjin cubriendo su tímida sonrisa con una mano, un gesto muy habitual en el cuándo estaba nervioso.

Eric y Hyesung encontraron sus miradas en un gesto de complicidad, intentando ocultar la sonrisa pícara que se formaba en sus labios sin tener éxito. Estallando finalmente en una burlona carcajada para alivio del menor.

-¿Por qué no están en la sala en lugar de estar perdiendo el tiempo aquí?-Pregunto Eric, esta vez sí era en serio.

-Y ustedes, ¿Por qué en lugar de trabajar andan de chismosos por los corredores? O es que ¿Apenas van llegando?- Contraatacó audazmente Dongwan al percatarse de que sus amigos aún cargaban en hombros sus bolsos.

-Y si así fuera ¿Qué?- Respondió el líder en tono desafiante.

-Entonces no tienen nada que reclamar….- Está vez fue Jin quien respondió con una sonrisa cínica.

-¡Así que ahí están!- Los cuatro hombres voltearon al mismo tiempo para encontrarse con la figura de Minwoo al final del pasillo que parecía más pequeña a la distancia.-Andy y yo llevamos esperando más de media hora y ustedes, ¡Ustedes cotilleando como cotorras!-Acusó señalando con el índice-Y bien ¿A qué esperan? ¡¿Piensan trabajar o no?!-Dijo antes de dar la vuelta y regresar por donde vino.

-“¿Andy? ¿Andy? ¿Andy ya estaba ahí?”- El radar “Andy” se encendió en Junjin y automáticamente dio un par de pasos tras Minwoo. Deteniéndose en el instante en que fue alcanzado por el recuento de los acontecimientos pasados, como una tira cómica desarrollada en su mente. Es verdad, habían sido interrumpidos por el ricsung un momento crucial y su alma aún no podía estar tranquila sin escuchar lo que se había quedado a medias en labios de su Hyung.

-¡Yah! ¿Ves lo que consigues? ¡Ahora nos viene a regañar el enanito malhumorado por tu culpa!- Se quejó Eric acusando a Dongwan quien fue interrumpido antes de iniciar su réplica.

-¿Qué debo hacer Hyung? ¿Me ayudarás cierto?- Preguntó con mirada suplicante regresando sobre sus pasos.

-Oh, ¡Es cierto!- Exclamó dejando de lado su riña con el líder. Después se las arreglaría con él, esto era más importante.- ¿En qué me había quedado? ¡Ah, sí! Lo más importante ahora es…-Wannie tomó por el brazo al menor se encaminaron por el pasillo cuchicheando con Jin.

Eric y Hyesung se quedaron en shock ahí parados por un momento, no pudiendo creer que habían sido ignorados y excluidos por esos dos.

-¿Escuchaste de lo que estaban hablando?- Preguntó Eric mirando de reojo a su acompañante quien le devolvió el gesto de manera interrogante, frunciendo ligeramente el entrecejo. -Estaban hablando de la novia de Jinnie.- El menor abrió los ojos de par en par. Cómo le encantaba al líder admirar las expresiones de Pilkyo.

Hyesung sintió una puñalada en el pecho tras escuchar aquello. ¿Cómo era posible que su Baby Bird prefiriera a Dongwan antes que a él como confidente? Tal vez… ¿Sería por lo que charlaron la última vez? Jinnie le había comentado que se sentía desplazado por Eric en la vida de su Mommy Bird ¿Será por eso que buscó refugio en la compañía del Black Hole? ¿Ahora lo estaba desplazando?

-¿Estás bien?-La pregunta del mayor lo regresó a la realidad.

-Te odio Eric Moon.-Pronunció en tono apenas audible.- ¡Por tu culpa ya no podré dejar de pensar en eso! ¡Te encanta tenerme en la incertidumbre!-Dijo alejándose enojado.

...

-Lo más importante ahora es que hables con Andy y le expliques todo esto para evitar malos entendidos ¿De acuerdo?- Explicó en voz baja.

-No, ¡Eso no!- Replicó susurrando.

-¿Cómo qué no?

-Me moriría de la vergüenza Hyung

-Pues creo que tendrás que morir porque voy a mandarlos con una amiga mía, es s**óloga y…

-Espera, que vas a ¡¿qué?!-Terminó por alzar la voz, deteniéndose en el momento.

¿Qué? ¿Qué? Si le había costado trabajo contárselo a su Hyung, a pesar de tener una relación bastante estrecha después de tantos años de amistad y compañerismo ¿Cómo esperaba que se lo contara tan frescamente a Andy? ¡Ah! Y eso no era todo, encima quería mandarlo con…con… ¡No! ¡Eso sí que no!

Junjin ya no sabía si Dongwan pretendía ayudarlo en verdad pero una cosa era segura, su dignidad, su orgullo de hombre estaba en juego, y eso no es algo que se pueda pasar fácilmente por alto.