He regresado de la muerte solo para actualizar (jejeje), y es que entre el trabajo, los imprevistos y el comeback de los naranjos ando caminando de pestañas. Pero hace falta más que una tormenta para detenerme ;) así que espero que disfruten este cap mientras yo me esfuerzo en seguir escribiendo para ustedes, lo cual es un placer.

-¿Tienes algo que hacer el sábado por la noche?-Preguntó desinteresadamente Pilkyo saliendo del estacionamiento.

-No, creo que no.-Respondió ladeando la cabeza.

-¿Quieres ir a la función de box conmigo?     

Eric sintió su corazón dar un vuelco y la emoción bullir dentro de su estómago. Ya estaba tan cerca.

-¿Qué?-Utilizó el mismo tono desinteresado, como si no hubiera escuchado, disimulando la sonrisa en su rostro.

-Sí, ya que Jinnie me rechazó, creo que podría ir contigo.

-¿Cómo plato de segunda mesa?- Arqueó una ceja mirando de reojo la expresión del otro en tono decepcionado.

-No…no quise decir eso. Lo siento.-Se disculpó apenado de que sus palabras hayan sido mal interpretadas, o más bien de no haberse expresado apropiadamente. Eric no había sido nunca para él un plan “B”. Aquellas entradas habían sido un regalo y en cuanto las recibió sólo pudo pensar en ir con él. Los planes cambiaron debido a su intención de arreglar las cosas con su Baby Bird.

-Solo iré si tú invitas la cena.- Eric notó las preocupaciones revoloteando alrededor del otro. Por supuesto que sabía que sus intenciones eran sinceras y decidió que ya se había atormentado suficiente por su cuenta por lo que cedió un poco. Las palabras del líder trajeron a Pilkyo de vuelta a la realidad. Lo miró de reojo para no desconcentrarse mientras conducía.

-Pasare por ti entonces.- Hyesung sonrió aliviado.

…

-Oh, estoy realmente agotado.- Resopló dejando los zapatos en la entrada.- Y muero de hambre.

-¿Quieres que te prepare algo?-Propuso quitándose la chaqueta, poniéndose más cómodo.

-Sí, gracias.- Aceptó algo extrañado. ¿Desde cuándo Jinnie se metía a la cocina tan voluntariosamente?

-Y ¿Qué va a hacer para cenar Señor Chef?- Apoyó el rostro sobre sus palmas por encima de la barra después de haberlo seguido hasta la cocina.

-Mmm…-Pensaba mientras revisaba en el refrigerador.- ¿Tienes ramen?- Preguntó en tono serio echando una mirada por sobre su hombro al menor en el que se pintó una expresión de incredulidad.

-Es broma.- Aclaró con una risita.

-Viendo lo que hay aquí ¿Unos emparedados?-Propuso dubitativo.

-¡Me parece una gran idea! ¿Puedo ser su ayudante por esta noche Señor Chef?

Jujin dudó un poco, en realidad quería hacerlo por él mismo, no es como si un par de emparedados fueran la gran ciencia, pero no podía negarse con el maknae pidiéndolo de manera tan adorable. Asintió con la cabeza, más como un acto reflejo que como un gesto afirmativo.

-¡Genial! Es más divertido si lo hacemos juntos.-Dejó un beso en su mejilla y se levantó las mangas para lavarse las manos. Un pequeño detalle que el mayor estaba pasando por alto.

Junjin reflexionó sobre las palabras de Andy: “es más divertido si lo hacemos juntos” y entendió que para el maknae las cosas simples como compartir una actividad personal en un momento de intimidad era precioso.

-¡Oh! ¡Esa película me gusta!-Exclamó el menor sentado en el sillón mientras Jin cambiaba los canales en el televisor. El mayor se detuvo, la película señalada por Andy apenas comenzaba.

-¿De qué trata?- Choong Jae lo arrastró hacia él tomándolo por la mano hasta tenerlo acurrucado cerca de su hombro.

-De mutantes por experimentos genéticos.-Explicó dejándose hacer sin apartar la vista de la pantalla.

La película fue una tortura para el mayor ¿Por qué el menor disfrutaba de esa clase de filmes? Por suerte para Junjin, que sentía que ya no podía mirar más desde que en una escena le cortaron la cola a la chica mutante, Andy se quedó profundamente dormido lo que le dio oportunidad de apagar el televisor.

-Andy-ah.-Llamó moviéndolo despacio y el otro entreabrió los ojos delicadamente.-Vamos a la cama, no puedes quedarte a dormir aquí o te vas a resfriar de nuevo.

Andy se metió entre las cobijas con premura, invitando al mayor a echarse a su lado con un ademán.

-Quédate conmigo todo el fin de semana.-Pidió abrazándose a él.

Junjin lo miró y esos ojitos somnolientos lo enajenaron por completo. Asintió sin pensar y sello su respuesta con un beso en la frente del maknae.

Levantarse tarde era un exquisito privilegio. Junjin entreabrió un ojo primero para encontrarse con la luz de la mañana entrando tímidamente en la habitación. Esta vez con ambos ojos pestañeando fijó la vista en la espalda de la persona que dormía a su lado. Una figura que a contra luz se delineaba delicadamente sin perder su virilidad, dando la impresión de una ilusión bellamente retratada. Su mano izquierda se movió casi instintivamente para encontrarse con el tacto de esa piel. Apenas rozándola con las yemas de los dedos, lentamente, siendo consciente de su sensual esencia por primera vez. Cambiando de rumbo, poco antes de alcanzar la parte baja, dirigiéndose al vientre, rodeando la cintura con su brazo, acercándose cada vez más. Levantando ligeramente la cabeza, posó sus labios en el hombro del menor. Cerro los ojos nuevamente y permaneció en aquella posición por escasos segundos, aspirando cuidadosamente, llenándose de apoco con aquella esencia y abandonándose a ella.

Andy tomó la mano que yacía sobre su vientre.

-Quisiera quedarme todo el día en la cama.-Soltó casi en un gruñido.

-Eres un holgazán.-Sentenció cerca de su oído con ese erótico tono de voz matinal que haría a cualquiera estremecerse.

-Tengo trabajo que hacer hoy.- Dijo girando sobre su lugar.- ¿Quieres ir conmigo?

-¿Va a ser divertido?- Preguntó recogiendo hacia atrás el cabello del menor con su otra mano.

-No creo, en su mayoría es puro papeleo.

-Necesitas una ducha.- Rió un poco dejando un beso en su frente.

-NE-CE-SI-TA-MOS, mejor dicho.- Correspondió la sonrisa acercando sus labios a la clavícula del mayor.

A Choong Jae le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo al sentir la respiración del maknae danzando juguetonamente por su cuello. Cerró los ojos y apretó la quijada tratando de escapar de sus deseos ¿Por qué de repente hacía tanto calor? Se aclaró la garganta y con manos temblorosas apartó al menor de sí.

-B-baño. N-necesito ir al baño.

Andy notó el nerviosismo de Jin y sonrió maliciosamente.

-Luces realmente adorable cuando te avergüenzas.- Comentó a quien se apresuraba completamente ruborizado al baño.

Aquel nerviosismo, el recato con el que Junjin  lo había tratado después de la noche de su cumpleaños. Nada de eso había pasado desapercibido para el maknae quien ciertamente era muy suspicaz, demasiado quizás. Sentía el miedo del mayor y pensaba en ello como una cosa completamente normal. Él lo había sentido en su momento. Probablemente todo había pasado muy rápido, habían sido amigos por tanto tiempo que dar el siguiente paso resultaba difícil. Andy entendía todo eso en la medida de lo posible pero apreciaría infinitamente que el otro se lo dijera, que tuviera la confianza de contarle lo que lo aquejaba. Tal vez lo que Choong Jae necesitaba era tiempo. Él lo había tenido, para aceptar y entender. Además, si ya había esperado por él tanto tiempo, ¿Qué sería un poco más?

…

Estando ya frente a  la puerta revisó su atuendo una vez más y soltando un pesado suspiro llamó al timbre tres veces. Volvió a llamar y por fin la puerta se abrió.

-Hola, ¿A qué debo el honor de tu visita?-Dijo con tono somnoliento

-Es una broma ¿Verdad?- Hyesung arqueó una ceja en tono sarcástico.

-¡Oh! ¿Ya es tan tarde?- Fingió asombró haciendo gala de sus dotes actorales.-Lo siento, me quedé profundamente dormido anoche.

-¿Por qué no me sorprende?-Entornó los ojos en señal de molestia

-No tardo, pasa.-Invitó con un ademán.

-Siempre estás igual Eric Moon, eres incorregible.-Masculló con aires de desaprobación entrando a sentarse en la sala.

Eric dejó a Hyesung para ir a cambiarse tratando de contener la sonrisa de satisfacción que amenazaba aparecer en su rostro. Había aguardado por que viniera a buscarlo para finalmente hacerlo esperar, para hacerlo sufrir un poco fingiendo que había olvidado su cita aquella noche como si no fuera algo realmente importante para él. Lo conocía tan bien.

-¿Es nuevo lo que traes puesto?-Lanzó la pregunta desde el cuarto mientras se ponía lo que ya tenía escogido desde la noche anterior en que se rompió la cabeza eligiendo, cosa realmente atípica en él.-Se te ve muy bien.

Hyesung se sorprendió por el hecho de que el líder haya notado que efectivamente estaba vistiendo ropa nueva cuando apenas si le había echado una miradilla por escasos segundos. Estaba pasando por alto que Eric era un stalker profesional cuando de él se trataba.

-C-creo que sí. A decir verdad me puse lo primero que encontré.-Respondió fijando la mirada en el suelo y moviendo los pies da atrás hacia adelante con el rostro ardiendo en rubor.   

*Flashback*

Cambio tras cambio, se había probado ya cerca de la mitad de su guardarropa sin encontrarse satisfecho.

-¡Maldita sea!- Espetó sacándose la camiseta. ¿Por qué estaba tan nervioso? Solo era una función de box.

No, no era un “qué”, sino un “quién” la razón de su ansiedad.

-¡Aish!- Se recargó de espaldas contra el espejo en la pared y se dejó deslizar hasta sentarse en el suelo. Ya estaba cansado de aquella redundante batalla interna que lo hacía odiarse a sí mismo.

*Fin del flashback*

-Estoy listo.-Anunció regresando a la sala colocándose la chaqueta.

-Eres rápido en verdad.-Dijo desviando la mirada con cierto recelo después de haber echado un corto vistazo al mayor. Era una persona completamente diferente a la que le había abierto la puerta no hacía ni cinco minutos ¿Cómo demonios podía verse tan bien en tan poco tiempo? Se sentía estúpidamente celoso

-Me puse lo primero que encontré.-Respondió con una sonrisa al notar la expresión del menor. Hyesung era una persona tan transparente que no podía ocultar sus sentimientos por más que lo intentara y mucho menos de Eric quien sólo podía quedar fascinado con esa cualidad suya.- ¿Nos vamos?

…

“Hyung, acepto tu propuesta. Voy a ver a tu amiga. Llámame cuando veas este mensaje”  Leyó Dongwan el mensaje en su móvil que se encontraba en la mesita de noche mientras secaba su cabello. Sonrió para sí mismo, sabía que Junjin podía llegar a ser un cabezota en ocasiones pero la nobleza de su corazón era más fuerte que su terquedad, para bien o para mal.

-¿Jinnie?-Llamó una vez que sintió que le contestaban al otro lado.

-¡Oh! ¡Hyung! Qué bueno que me marcas, estuve tratando de localizarte pero como eres un hombre muy ocupado…-La risotada al otro lado del auricular interrumpió sus palabras.

-Lo siento Jin, acabo de llegar y apenas vi tu mensaje. ¿Qué pasó? ¿Todo bien? Digo, no es que me guste estar de entrometido ni mucho menos, solo quiero estar seguro de que todo va bien.-Aclaró justificando su imperiosa curiosidad. Choong Jae rio.

*Flashback*

Desabrochó el cinturón de seguridad en cuanto el auto se estacionó y, poniéndose casi de rodillas sobre el sillón alcanzó su bolso en el asiento trasero del coche. Junjin, quien se había ofrecido tan obstinadamente a llevarlo al trabajo se inclinó ligeramente en un costado para dejarlo pasar. Con el bolso en la mano y en acción de regresar a la parte frontal del vehículo, se detuvo por un momento frente al otro.

-Voy a esperarte Choong Jae así qué tómate tu tiempo.-Jinnie miró desde abajo el rostro que estaba tan cerca del suyo. En él había una expresión tan amable, una sonrisa sincera. Su mejilla se encontró de pronto con el calor del dorso de la mano del maknae sin sobresaltarse en lo absoluto. Era un calor en el que su piel ansiaba fundirse. Nunca pudo imaginarse que el roce de unas manos gruesas pudiera ser tan delicado y mucho menos que pudiera despertar en él tantas cosas.-Solo no me hagas esperar demasiado ¿Si?- Dejó un beso en su nariz a manera de despedida antes de salir del coche. Junjin lo miró partir, su corazón aún latía con precipitación.

*Fin del flashback*

-¿Sabes Jinnie? Pienso que en tu vida pasada debiste ser un santo, un héroe nacional o algo por el estilo para ser recompensado de esta manera. ¡Aigoo! Estoy realmente celoso.

-Créeme que cuando lo veo mirarme de esa forma me pregunto si en verdad soy merecedor de algo tan bueno y no lo entiendo.

-Llamaré a mi amiga, creo que les hará mucho bien.- Quizá era por qué él no pudo serlo pero Dongwan deseaba realmente que Andy y Junjin fueran felices juntos

-Hyung… ¿Puedes presentármela en persona en lugar de llamarla? Creo que de esa forma me sentiré más cómodo.-

-Creo que sí, pero tendrás que esperar a que regrese al país.- ¿Solo tenían un fin de semana de descanso y el mayor estaba fuera del país? Por alguna razón no le sorprendía.

-Está bien, llámala. Andy me pidió que me quede con él todo el fin de semana y no creo poder soportar demasiado así que cuanto antes mejor.

-De verdad lo siento Jinnie-Se disculpó riendo.-Le diré que contacte contigo cuanto antes.

-Gracias Hyung, disculpa las molestias.

-Nada de gracias, me debes una cena.-Sentenció antes de colgar.

…

-Y bien ¿Ahora a dónde me vas a llevar?-La función de box no había sido realmente tan entretenida por lo que había un sentimiento de zozobra en el ambiente.

-Reservé para ese restaurant de sashimi que te gusta tanto.-Eric rio echando la cabeza hacia atrás en el asiento del copiloto.

-Muy bien Sungie, Muy bien.-Dijo frotándose las manos conservando esa sonrisa mientras daba una mirada por el espejo retrovisor.-Tu sí que sabes cómo redimirte.

-¡Cállate!- Sus pómulos ruborizados se elevaron en una sonrisa.

La velada iba mejorando. El ambiente se tiñó de agradables tonos cálidos. Como si todo lo demás hubiera dejado de existir, como si el tiempo se hubiera detenido, ambos hombres se vieron envueltos el uno en el otro mientras disfrutaban la comida con una cercanía tan profunda que pocas veces habían experimentado.

-Espero que lo hayas disfrutado porque no volveré a traerte aquí en mucho tiempo.-Advirtió Hyesung echando un vistazo a la cuenta que ya se disponía a pagar.

-¡Tacaño!- Masculló Eric.- ¿Quién es el que más comió? Parecías un hoyo negro, prácticamente absorbiéndolo todo.

-Ni siquiera comí tanto, creo que todavía tengo un hueco en el estómago.-Replicó Hyesung.

-Bien entonces yo invitaré el postre.-Ofreció mientras salían del lugar, el menor aceptó asintiendo con la cabeza. Lo estaban pasando tan bien, que ninguno de los dos quería que terminara.

-Espera un momento, ¿No es Choong Jae el que va por allá?- Señaló Eric llamando la atención del otro mientras esperaban a que el semáforo cambiara de color.

-Es cierto- Pudo distinguirlo a lo lejos mientras caminaba. Se acercaron a él en cuanto el semáforo les dio el paso.-Vamos a sorprenderlo.-Dijo entusiasmado más para sí mismo.

Pero los sorprendidos fueron ellos, al acercarse lo suficiente como para notar que el menor no iba solo. Él y su acompañante entraron en uno de los bares sobre la avenida.