Gracias por acompañarme a leerlo. 

Disculpen la tardanza.

Disfrútenlo por favor ;)

El ambiente era muy ameno y el tiempo pasó rápido. Era cerca de la media noche cuando todos se empezaron a retirar

-Vamos Wannie.- Lo tomó por el brazo.-Pedí un taxi para que te lleve a casa.- Estaba preocupado de dejarlo ir solo en su estado.

Dongwan lo miró, examinándolo por un momento.

-Vamos Minwoo, - Le sonrió.-no me digas que ya quieres irte a casa.-Tomó su hombro afectuosamente. Minwoo correspondió a su sonrisa.

-Yo creo que ya te has divertido suficiente por esta noche Wannie.- Rio dejando un par de palmaditas en su mejilla izquierda. –Ya estás borracho amigo…

-Minwoo…-Cogió la mano sobre su rostro.-…no quiero regresar a casa.

-¿Qué pasa Wannie?- Inquirió angustiado ante la mirada cristalina de Dongwan

-No estoy listo para hablar de esto Minwoo.-Respondió por lo bajo, desviando la mirada con cierto fastidio.

-¿Y cuándo vas a estarlo?-Lo obligó a mirarlo, aplicando un poco de más fuerza en su agarre. -¿Cuánto tiempo más vas a estar así Kim Dongwan?-Apretó los dientes para no levantar de más la voz y cometer una indiscreción.

-¿No puedes sólo acompañarme esta noche y hacerme olvidar todo lo demás sin hacer preguntas?-Pidió en tono de reproche, zafándose de él bruscamente.

-No,-Respondió firme y secamente.-no si no me vas a dar, al menos, una razón.-Continuó con un poco más de suavidad.-Sabes que me pone mal verte en este estado.-Suplicó con la mirada por una respuesta.

-Me iré yo solo entonces…-Se apartó con un tanto de rudeza, después de desafiarlo con la mirada, para después salir del lugar.

Minwoo dejó escapar un pesado suspiro, mientras se masajeaba las sienes justo antes de salir tras él.

…

El llamado del móvil lo despertó de su pesado y plácido sueño. Se revolvió entre las sábanas. Su cuerpo se sentía lánguido.

Alcanzó el teléfono y respondió,  adormilado, sin preocuparse antes por mirar quién era su interlocutor.

-Diga.- Habló abriendo los ojos tras un par de parpadeos previos. Estaba solo en la cama. Sin embargo aún podía respirarse la esencia de Hyesung.- ¡Oh! Junhyun… ¿Qué haces  despierto tan temprano? ¿Tuviste una mala noche o solo es un mal ocupacional?-Continuó hablando. Miró a su alrededor. Por cómo lucía el panorama a través del ventanal, podía decir que eran las siete u ocho de la mañana.

Alcanzó a ver, mientras se incorporaba ahogando un quejido, la luz del baño encendida.

-¡Vamos! No estarás molesto por lo de ayer ¿O sí?-Poniendo un poco más de atención, fue capaz de escuchar el angelical canturreo proveniente del baño. Sonrió tontamente casi de manera inconsciente.-Bien, lo siento por eso.-Se disculpó riendo. Continuó al habla.

                                          -No, no lo sé todavía.

                                          -Ok, entonces déjame revisarlo.

                                          -Bien, entonces te llamaré.

-Eres el mejor.

Dijo a manera de despedida. Soltó una carcajada antes de colgar.

Soltó un profundo suspiro. Sé quedó como perdido en sus propios pensamientos por un momento. Se levantó de la cama y anduvo por la habitación a pasos lentos, recargándose en algunos de los muebles. Para ser honestos se sentía como un pedazo de carne molida recién sacada de la trituradora.

-Así que así es como se siente…-Concluyó en el enésimo suspiro de la mañana.

…

Caminó y caminó detrás de su borracho amigo, por las calles que empezaba a volverse solitarias e intrincadas, y que el menor parecía conocer bastante bien, hasta llegar a un pintoresco edificio.

Rodeado por la maleza de un jardín salvaje y con aquella notable enredadera sobre su estructura aquel lugar no parecía pertenecer a la realidad.

Minwoo sintió un escalofrío recorrer su espalda con la brisa nocturna. Quiso detener a Dongwan antes de que este pudiera ser capaz de entrar en aquel lugar pero algo distrajo su atención. Un letrero en luces de neón que se perdía entre el verdor de la enredadera indicaba “Karaoke  24 horas”

-Kim Dongwan…-Suspiró dándose por vencido. El menor ya había entrado en el establecimiento.

Dentro, fueron recibidos por un par de chicas que  parecían conocer bien a Dongwan.

-¡Qué agradable sorpresa oppa! ¡Justo cuando empezábamos a aburrirnos!-Exclamó una de las jóvenes.

-¿Qué pasa? ¿Es que no ha venido nadie por aquí el día de hoy?- Respondió el Black Hole haciendo gala de su mejor sonrisa de comercial.

-No oppa. Ni una mosca se ha parado por aquí esta noche ¿Puedes creerlo?-Dijo la otra.

-Ya veo… ¿Así que ahora están estudiando duro?

-Claro oppa, no podemos desperdiciar el tiempo.-Dijo una.

-Y menos ahora que es temporada de exámenes.-Concluyó la otra.

-¡Así se habla!-Soltó una carcajada dejando un golpecito en el mostrador.

Minwoo se aclaró la garganta haciendo notar su presencia. Las chicas lo miraron interrogantes.

-¡Ah! ¡Lo olvidaba!- Exclamó  Dongwan.-Este es Lee  Minwoo.-El chitchai hizo una ligera reverencia, respondiendo a la presentación que acababa de hacer su amigo, acompañada de una sonrisa de ojos. Las chicas correspondieron con una reverencia.

-Minwoo dice que ya estoy muy borracho y que debería regresar a casa pero yo pienso que la noche todavía es muy joven como para irse a casa ¿Ustedes qué piensan chicas?-Las jóvenes rieron.

-¡Ay oppa! Siempre estás igual…-Suspiró una de ellas. Dongwan volvió a reír escandalosamente.

-Muy Bien, ya conocen a oppa. Ahora préstenme una de sus cabinas y traigan unas bebidas porque daré un gran concierto esta noche.

-¡Tendrás la mejor oppa!-Contestaron al unísono.

En el penúltimo piso del edificio era dónde se encontraba la cabina más grande. Hasta allí los condujo una de las señoritas.

-En un momento te traeremos tus bebidas oppa.- Dijo antes de salir por la puerta.

El lugar era bastante acogedor.

-Parece que vienes aquí seguido.-Se atrevió por fin a hablar el mayor, quien se había mantenido muy callado (cosa rara en él) mientras escudriñaba con atención el lugar y a sus “simpáticas” anfitrionas.

-Bueno,-rió el Black Hole.-Es un lugar bastante único.

-También un poco caro ¿No crees?-Se dejó caer pesadamente en uno de los sillones.

-Es que es muy exclusivo y discreto, por eso los clientes son en su mayoría Idols o chaebols.-Empezó a buscar su primera canción.

-Y esas chicas ¿Trabajan toda la noche aquí? ¿No es peligroso?-Trató de sonar desinteresado. Dongwan no pudo evitar soltar una abierta carcajada ante lo que acababa de escuchar. Minwoo se sintió irritado por aquella acción.

En ese momento la puerta se abrió y una de las jóvenes entró con sigilo, como un fantasma, a dejar la bandeja con lo que Dongwn había ordenado. No hizo un solo ruido. Ni siquiera miró al par de hombres en la sala. Como si nunca hubiera estado ahí. A Minwoo le dieron escalofríos.

-¿No te lo dije? Muy discretas.-Dongwan lo miró de reojo.-Y También muy peligrosas.-Sonrió.-Bien podrían ser las guardaespaldas del presidente.-Comentó para sí mismo más que para el Chitchai, quien ahora parecía demasiado pensativo.

- Y ¿Qué es lo que hacen aquí?

-Es un empleo conveniente para poder pagar la universidad y, como ves, de cuando en cuando les permite estudiar o hacer sus deberes.- Respondió tomando una de las botellas de licor que acababan de ser traídas. Se disponía a servirse cuando…

-Ni lo pienses.-La mano de Minwoo fue más rápida en detenerlo.-Ya estás bastante  tomado y no pienso cargarte hasta tu casa si te quedas inconsciente aquí.-Le dirigió una mirada amenazadora.

-Quiero dejar de pensar en cosas problemáticas. Quizás si rio lo suficiente ahora, mañana cambiará mi humor. No sabes cuánto deseo dejar de agobiarme por cosas que no puedo cambiar. Tal vez así pueda continuar mi vida con normalidad.

Dongwan captó de inmediato ese sentimiento en sus ojos. Eso lo hizo entrar en una contradicción. Por un lado, su corazón dio un vuelco, palpitando con una efímera felicidad. Por otro, se sintió culpable por arruinar la velada del Mayor  -“Quizá tenga mejores cosas que hacer y yo solo estoy siendo caprichoso” Estaba en ese dilema cuando Minwoo tomó el otro micrófono y eligió una canción.

Se acercó a él y empezó a cantar apoyando la cabeza en su hombro.

…

Cuando Hyesung salió del baño, perfectamente vestido y peinado, se encontró con los dos carritos de servicio repletos de comida cerca de la mesita junto al ventanal, en la que, a su vez, se hallaba una cafetera y un par de tazas.

-“¿Este bobo se pidió todo el menú?”-Pensó mientras echaba un vistazo a la variedad de platillos que se encontraban ahí. Desde cereal, avena y omelettes, hasta filetes de res, pescado, etc.

-¡Ah! ¡Por fin saliste!-Eric entró a la habitación, envuelto en una de las batas del hotel, parecía sentirse mejor ahora.

-¿Qué es todo esto?-Señaló el menor en un ademán.

-El desayuno.-Contestó el líder con obviedad.

-Desayuno para veinte personas ¿Acaso estás loco?-Eric espetó una estrepitosa carcajada.

-No sabía que podría apetecerte esta mañana. Además estás muy delgado, has estado saltándote comidas ¿No es así?-Hyesung se sonrojó y sólo desvió la mirada sin responder. -¡Ah! ¡Se me olvidaba!- Cambió el tema. -¿Cuándo piensas regresar a Corea?

-¿A qué te refieres?-Volvió a mirarlo, esta vez con curiosidad.

-Pregunto porque Junhyun va a regresar hoy en el vuelo de las seis y dice que todavía hay lugares disponibles…

-Espera.-Lo interrumpió. -¿Tú no vas a regresar?

-Mamá sabe que estoy aquí y quiere que vaya a verla. El vuelo sale esta noche, a las ocho.-Hyesung volvió a mirar por el ventanal. Había una gama de matices grisáceos en el cielo. –“Parece que habrá otra tormenta”-Pensó.

-Empieza a desayunar antes de que se enfríe. Tomaré una ducha rápida.- Se dispuso a entrar al baño.

-¿Te importa si te acompaño?-Buscó su mirada. Ahí estaba de nuevo esa seguridad estremecedora. Eric parecía un poco intimidado.-Pregunto si te molestaría que te acompañe a visitar a tu familia.

-Cl-cl-claro que no.-Rio con nerviosismo sintiéndose ruborizar levemente. A Hyesung le pareció que su expresión era increíblemente inocente. -¡Diablos! No pensé que quisieras venir. Pensé que dirías que era demasiado pronto o algo por el estilo-Continuó riendo.

-“Esa sonrisa de idiota”-Pensó el Crabbie Prince, tratando de disimular su semblante complacido. Dentro de su pecho, su corazón bombeaba con fuerza. –Te esperaré para desayunar, así que no tardes.- Se sentó ante la mesita previamente preparada.

-Mamá estará tan feliz de verte.-Concluyó metiéndose rápidamente al baño totalmente entusiasmado.

…

No era cualquier canción. Era Esa canción, su canción. Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos sin que pudiera detenerlas.

Al principio se limitó a sollozar en silencio. Sin embargo, pronto fue necesario cubrirse la boca.  No quería ocasionar un escándalo.

Minwoo se detuvo de inmediato. Sin embargo no pudo hacer nada más que mirarlo desde en donde estaba. Después de todo, ¿Qué podía hacer él cuando desconocía los motivos del menor?

-¡Maldita sea!- Masculló. -¿Por qué demonios estoy llorando ahora?-Limpió desesperadamente el húmedo rastro en sus mejillas con el dorso de la mano.-Ya sé que debo verme patético.-rio amargamente.-Pero por favor no me mires así.-Buscó en su bolso unos pañuelos desechables.

-L-l-lo siento.- Minwoo se disculpó avergonzado.

-Yo soy quien tendría que disculparse por ser tan lamentable.-Murmuró.-De verdad quiero dejar todo esto atrás y continuar con mi vida pero cada vez es más pesado mantener una sonrisa en mis labios. ¡Yo no soy así!-Golpeó con los puños sobre sus rodillas.

-Está bien quebrarse Wannie.- Se acercó a él y se sentó a su lado. –Déjalo salir.- Tomó sus manos.- Quiero ayudarte.- Dongwan lo miró dubitativo por un momento. –¿Temes que vaya a juzgarte? Sabes que no soy esa clase de persona.

-No sé por dónde empezar.-Suspiró, sollozando aún. Después sonó con delicadeza su nariz.

-Empieza por donde quieras. Te escucharé

El silenció entre ambos hombres reinó por un momento. Solo la música en el fondo, proveniente del karaoke, acompañaba sus pensamientos.

-Estuve saliendo con una mujer por un tiempo.-Se decidió por fin a empezar con estas palabras su relato.- Poco más de tres años, para ser más específicos.-Minwoo no pudo ocultar la expresión de sorpresa en su semblante.- Jajaja Te sorprendí ¿Verdad?- Rio interrumpiendo la historia. Era una risa sincera. Una típicamente descarada risa de Kim Dongwan.- Bueno…- Suspiró con los músculos más relajados antes de continuar su relato.-Al principio se trataba de  o ocasional Pero pronto descubrimos que teníamos más cosas en común. Evidentemente, entre más tiempo pasábamos juntos, más serio se iba volviendo el asunto. Citas, fines de semana juntos, vacaciones, en fin. Últimamente no era extraño encontrarnos hablando de matrimonio, incluso de criar niños.-La amargura se apoderó de sus labios en una mueca que pretendía acercarse a una sonrisa…

-No me digas que tú…-Minwoo ni siquiera pudo terminar su suposición, la mirada que el menor le dirigió le confirmó que sus pensamientos eran acertados. -¡Ay! Wannie…

-Incluso compré un anillo ¿Puedes creerlo?

-¿Y qué pasó?- La pregunta salió inconscientemente de sus labios.

-Íbamos a vernos. Yo quería sorprenderla así que no le hice ni una insinuación. Sin embargo el sorprendido fui yo cuando me pidió que termináramos.

-¿Así? ¿De la nada?

-Me dijo que no era por mí, que de ninguna manera era mi culpa, pero que quería darle una nueva oportunidad a su pasado-Las lágrimas empezaron a brotar de nuevo, entrecortando su voz. – Que de verdad me quería y por esa misma razón no quería lastimarme.

-¿Y tú que hiciste Wannie?-Inquirió Minwoo completamente absorto en la historia.

-Nada.-Clavó la vista en el suelo. Ahí estaba otra vez la mueca de amargura. –No fui capaz de hacer más que mirarla partir. Y ahora estoy llorando aquí como un idiota, cuando en todo este tiempo no había sido capaz de derramar una sola lágrima.- Minwoo no supo que decir, se sentía demasiado conmovido por el menor.-Entre más vueltas le doy al asunto, más ideas extrañas vienen a mi mente.

-¿Qué clase de ideas?

Donwan no respondió a aquella pregunta. En cambió desvió la mirada, en la que Minwoo pudo leer claramente la incertidumbre. Lo mal interpretó.

-Estas cosas pasan todo el tiempo Wannie. Así es la vida. No puedes darte por vencido sólo porque las cosas van mal de vez en cuando. Hay mucha gente que te ama y para los que eres importante. Yo por ejemplo, no podría imaginarme la vida sin ti.-El black Hole buscó la mirada de Minwoo tras estas palabras. Había en sus ojos una cálida sonrisa. –Piensa que las cosas siempre pasan por algo. Tal vez no era su destino estar juntos.

-¿Por qué estás aquí Minwoo?- Sus ojos volvieron a humedecerse. El mayor se quedó bastante descolocado ante la reacción de Dongwan? -¿Por qué el destino te pone una y otra vez en mi camino?¿Por qué nunca estuviste cuando más te necesité?- Exclamó en un sollozo que derrumbó por completo las defensas de Minwoo.