-Pues creo que tendrás que morir porque voy a mandarlos con una amiga mía, es s**óloga y…

-Espera, que vas a ¡¿qué?!-Terminó por alzar la voz, deteniéndose en el momento.

¿Qué? ¿Qué? Si le había costado trabajo contárselo a su Hyung, a pesar de tener una relación bastante estrecha después de tantos años de amistad y compañerismo ¿Cómo esperaba que se lo contara tan frescamente a Andy? ¡Ah! Y eso no era todo, encima quería mandarlo con…con… ¡No! ¡Eso sí que no!

Junjin ya no sabía si Dongwan pretendía ayudarlo en verdad pero una cosa era segura, su dignidad, su orgullo de hombre estaba en juego, y eso no es algo que se pueda pasar fácilmente por alto.

-¡Shhhh! ¡Se discreto!- Reprendió entre dientes tomándolo nuevamente del brazo casi arrastrándolo a seguir el paso.

-Pues si eso es lo que quiero, ser discreto pero no sé qué entiendes tú por discreción.

-¡No te pongas histérico!

-Ya me siento suficientemente humillado teniendo que pedirte ayuda a ti, y si lo hago es para no causarle problemas a Andy.

-¡Ay por favor! Choong Jae no seas necio. Entiendo tu posición pero no tienes por qué sentirte avergonzado, nadie nace sabiendo o siendo un experto ¿Acaso tu naciste bailando? No ¿Verdad?

-Pero esto es muy diferente...

 -Yo no lo creo. Escucha lo que te digo, no siempre vas a poder controlarte y abstenerte. Antes de que tus temores se hagan realidad acepta la ayuda de un experto, además es una persona a la que le tengo mucha confianza. Piénsalo.-Dio unas palmadas en su espalda antes de entrar en la sala de ensayos.

– ¡Hola Andy!...

-Nada de ¡Hola! Deberías disculparte por hacernos esperar ¿Verdad Andy?-Minwoo se abrazó fuertemente al menor impidiendo que Dongwan se le acercara. -¡Yah! ¡Aléjate! ¡Eres un fresco!

Junjin se quedó parado en la puerta mirando la escena. Minwoo y Dongwan reñían juguetonamente por el maknae quien también se divertía. Su sonrisa, esa sonrisa se había vuelto su mundo y no quería que se apagara nunca. Quizás su Hyung tenía razón pero ¿Ir al ólogo? Eso ya era demasiado, quizás si se esforzaba podría arreglarlo por su cuenta.

…

-¡Oye! ¡Espera! ¿Por qué te enojas con migo?- Eric corrió tras Hyesung. Lo sujetó por la muñeca izquierda una vez que lo alcanzó, con el fin de detenerlo. El menor se soltó de inmediato en un brusco movimiento, enfrentándolo cara cara.

-Yo…dije algo malo Sungie?- Tartamudeó al encontrarse con los cristalinos ojos, sintiéndose terriblemente culpable. En ocasiones el líder podía ser inocentemente cruel.

-Jinnie nunca me había ignorado así, tampoco me oculto cosas antes.-Respondió con labios temblorosos-¡Y es todo tu culpa!- Acusó ferozmente y el mayor no entendió el por qué.

-Pero ¿Por qué culpa mía?-Se defendió casi automáticamente mientras admiraba detenidamente las facciones del hombre frente a él. No cabía duda que sin importar nada, Hyesung era hermoso. Eric solo podía caer rendido ante él.

-El otro día me dijo que se sentía abandonado por qué los últimos días paso más tiempo contigo. Debe ser por eso que ahora prefiere a Dongwan.-Bajó la mirada en gesto melancólico.

-No lo creo. Hay una posibilidad de que estemos mal interpretando las cosas. Si en verdad te preocupa tanto, lo averiguaré para ti.- Determinó resuelto, dejando una palmada de confort  en la espalda del menor.

-Pero ¿Qué dices? ¿Qué piensas hacer?-Hyesung lo detuvo después del primer paso.

- Pues qué más. Preguntarle.

-¿Qué? ¿Estás loco?- Lo detuvo nuevamente cogiéndolo por el brazo.-Más vale que no te atrevas a hacer una cosa como esa Jung Hyuk ¿Entiendes?-Advirtió en tono amenazador tomándolo por el cuello y mirándolo directamente a los ojos con esa peculiar llamarada feroz que lograba encender hasta lo más profundo de su ser.

Eric carraspeó la garganta liberándose gentilmente del agarre del menor.-Está bien, como digas.-

Hyesung lo observó emprender la marcha desde atrás, siguiéndolo silenciosamente.

-¿Vas a quedarte ahí parado todo el día?-Preguntó el líder a Junjin que aún se encontraba en el umbral de la sala sin atreverse a entrar.

El menor fue sacado de sus pensamientos y lo único que pudo hacer fue responder con una plena sonrisa que descolocó bastante al mayor, transmitiéndole la calidez que en ese momento estaba abrigando su corazón. Eric dio un vistazo adentro y creyó entender a Jinnie. Y en cierto modo lo hacía. La sonrisita del maknae siendo el objeto de la discordia entre el Woodong iluminaba todo el lugar.

-Vamos.- Eric entrelazó su brazo al del menor para entrar de una vez.

En el rostro de Hyesung se dibujó una sonrisa también. Eso era todo lo que amaba, todo lo que quería proteger.

-Andy ¡Corre!- Minwoo casi empujó al maknae para evitar que fuera atrapado cuando Eric se unió a Dongwan en su disputa contra el chitchai.

Escasamente dio unos distraídos pasos cuando fue levantado en volandas.

-Te tengo.- Anunció Junjin plantándole un beso en la mejilla. Apenas Andy lo miró a los ojos, todo rastro de duda, de incertidumbre, de dolor, fueron disipados.

…

-¿En qué piensas?- Dongwan dio un salto, siendo sorprendido por la voz de Minwoo en su oído. Se había quedado perdido en sus propios pensamientos mirando a Andy y Junjin caminando juntos hasta la salida. Le encantaba ver a ese par juntos.

-¿Eh? No…en nada.-

-Pues esa “nada” te tiene absorto.-Rió un poco decepcionado de no encontrar en su rostro la expresión que esperaba. Esa expresión que tiempo atrás había sido completamente suya. Ese brillo en los ojos que una vez lo hicieron sentir el ser más dichoso del mundo y que de pronto añoró con todas sus fuerzas. De todo aquello ya no quedaba más que el recuerdo.-Voy al bar, ¿Me acompañas?

-Esta noche no puedo. Mmm… vallamos otro día ¿Si?-Se disculpó con una sonrisa.

-Claro, nos vemos luego.-Se despidió dejando una palmada en su hombro.- Cuídate.

Aún podía notarlo. Aquella calidez que estaba destinada exclusivamente para él emanando de Dongwan. Una trémula y diminuta luz iluminando su oscuridad. Porque no hay nada igual a amar y saberse correspondido.

*Flashback*

-Paremos.-Fue apenas un susurro, pero en el silencio sepulcral de la habitación pudo escucharse seca y claramente.

Minwoo se detuvo un segundo mientras abotonaba su camisa al escuchar esas palabras.

-Paremos con esto de una vez.-Pronunció Dongwan con el mismo tono seco. Sentándose sobre la cama y clavando la mirada en sus manos entrelazadas que yacían encima de sus piernas cubiertas aún por la sencilla sábana.

Él también lo había sentido, y aunque había ahuyentado de sus pensamientos la palabra “romper” en diversas ocasiones, esta vez el final era inminente. Un final que ya se había prolongado demasiado gracias a la falta de voluntad de los dos hombres por terminar algo que ya se había vuelto francamente insostenible.

La atmosfera se había vuelto penosa. En la penumbra el mayor esbozó una amarga sonrisa. Porque sabía que era lo mejor para los dos y aun así no dejaba de doler profundamente.

-Muy bien. Dejémoslo aquí.-Dijo al fin con pesadumbre tomando su saco y saliendo en silencio de la habitación. Sin poder evitar que el llanto emanara de sus ojos lentamente.

Dongwan se tiró sobre su costado contra la cama derramando las lágrimas que había estado aguantando ante la presencia de Minwoo.

*Fin del flashback*

Esa noche quedaría grabada como un doloroso recuerdo. Una noche en que descubrieron tristemente que el amor no es para siempre.

Minwoo se dirigió a su apartamento directamente, se sentía agotado. Tomó una ducha y arrastrando los pies fue a la habitación. Se quedó parado en el umbral unos instantes, pensando. Lentamente se acercó al mueblecillo ubicado en el lado izquierdo de la cama y abrió el último cajón de dónde sacó una cajita metálica cerrada con un listón hecho moño en la parte superior. Deslizó el listón, liberando la tapa que después quitó. Un montón de chuche simpáticamente desordenados saltaban a la vista cómo un desfile de formas y colores.

Minwoo introdujo su mano y, haciendo a un lado esto y aquello, sacó lo que estaba buscando. Una cinta de video que no demoró en meter en la vieja pero conservada casetera que tenía conectada al televisor, encendiendo este enseguida. Las escenas caseras empezaron a desfilar por la pantalla.

~~~ -¡Eso es sucio! ¡No lo hagas!

-¿Hacer qué?

(Una mueca pícara se dibujó en su rostro)

-¡Hurgarte la nariz!

-¿Quieres que hurgue en la tuya también?

(Se acercó a la lente juguetonamente)

-¡No! ¡Aléjate!

(La cámara calló al suelo y únicamente se escuchaban las risitas juguetonas de aquel par.) ~~~

Las escenas comenzaban tan pronto como se cortaban. Uno tras otro los recuerdos iban cobrando vida, aunque solo fuera un instante, en la pantalla del televisor. Recuerdos  de dos personas siendo inmensamente dichosas juntas. Minwoo sonrió ampliamente. Ya no dolía. La cicatriz permanecía pero por esos recuerdos solo podía sentirse bendecido.

~~~ -Minwoo-ah…gracias…

(Dijo a la cámara deteniendo  las cuerdas de su guitarra  después de haber  interpretado Una canción exclusivamente compuesta para él.) ~~~

Esa sonrisa, esos ojos. Todo él era como un laberinto misterioso, confuso y hasta por veces oscuro pero increíblemente hermoso y cálido.

Limpiando la humedad en sus ojos apagó el televisor y devolvió la cinta a la caja que fue cerrada y puesta en su sitio de nuevo.

Una vez que se recostó en la cama el sueño lo invadió apaciblemente.

…

-¡Choong Jae-ah!-Hyesung lo alcanzó tomándolo por el brazo.

-Dime Hyung.-Respondió acomodando el flequillo del mayor a sabiendas de que eso le disgustaba.

-Tengo un par de boletos para la función de box del sábado ¿Quieres venir conmigo?

-¡Oh Hyung! Tengo un compromiso esa noche, lo siento.- La mueca de decepción en el rostro del mayor no pudo pasar desapercibida. – ¿Por qué no vas con alguien más?

-Porque quería hacer esto contigo…

-De veras lo siento Hyung. Iré contigo la próxima vez ¿Esta bien?

Hyesung asintió con la cabeza haciendo un puchero que el menor no pudo resistir.

-¡No te pongas así Hyung! Sabes que cuando haces pucheros eres simplemente adorable.-Besó su mejilla pese a la resistencia que opuso a manera de despedida antes de alejarse.

-¿No funcionó?- La pregunta sobresaltó a Hyesung que  no había visto venir al líder.

-¡Cállate!- Lo encaró ligeramente ruborizado.-Y tú, ¿De dónde saliste? ¿Acaso no tienes modales? ¡Aigo! Apareciendo de esa forma ¿Eres un fantasma o qué?-Refunfuñó provocando la risa del mayor.

-¿Te daría miedo si fuera un fantasma?-Preguntó aun entre risas siguiéndole el paso.

-No.-Negó con indiferencia.-Aunque serías un fantasma muy feo.

-¡Yah! ¿Acaso existen fantasmas hermosos?

-Tal vez…Yo sería uno.-Respondió con presunción.- Pero cómo no existen, nunca lo sabremos.

-Pues yo creo que si los fantasmas existieran tú no podrías ser uno.-Reflexionó colocándose una mano en la barbilla y ladeando ligeramente la cabeza. Hyesung frunció el entrecejo.-Algo tan hermoso solo puede ser un ángel lo mires por donde lo mires.-Concluyó seriamente.

Pilkyo se atragantó con su propia saliva y todos los colores se le subieron al rostro  en una mezcla de vergüenza y furia.

-¿Te crees muy Cool diciendo cosas como esas? Creo que podría vomitar en este instante.-Hizo una pantomima.-Es simplemente repugnante.-Esbozó un sonrisita irónica.

-¿De qué te avergüenzas? Dijiste que eras hermoso y yo simplemente lo reafirmé.- Hyesung entornó los ojos sintiendo el estómago revolviéndosele. Eric tenía una forma de hacer las cosas que sencillamente lo sacaba de quicio.

-¡No me molestes! ¡¿Quieres?!-Espetó apretando los puños.- Te encanta fastidiarme ¿Verdad?- Masculló apretando los dientes.

Una sonora carcajada surgió de lo profundo del líder debido a la mala cara de Hyesung y porque una vez más había caído ingenuamente en su juego. Él era así, se avergonzaba y perdía la paciencia con facilidad. Lucía verdaderamente lindo.

-¡Yah! ¡Eric! ¡Voy a patear tu trasero si vuelves a hacer siquiera un ruidito! ¡Entendiste! ¡Así que solo mantén tus fauces cerradas!-Amenazo con el dedo índice.

-¡Woah! Lo siento Sungie.- Dijo Eric con cara de verdadero asombro.-Yo estaba equivocado.

- ¿A qué te refieres?-Preguntó desconcertado. Ahí iba a caer de nuevo.

-Serías un fantasma realmente aterrador. Tienes un carácter demoniaco.

Aquella observación bien pudo haber sido la gota que derramara el vaso de la poca paciencia de Hyesung, pero no fue así. Eric lo dijo de una manera tan inocente, como un niño que ha descubierto una cosa por primera vez, que el menor no pudo enojarse.

-Yo no tengo mal carácter.-Replicó con fingido disgusto.-Tu eres él que me pone de mal humor. Por cierto ¿Por qué me sigues?- Cuestionó  a punto de abrir la puerta de su auto. Hasta ahora no había reparado en el hecho de qué tan lejos habían llegado mientras discutían.

-Ah…si…esto…-Eric buscó entre sus pensamientos la razón, estaba seguro de que la tenía pero se le había escapado de momento.-Hoy tendrás que llevarme a casa.-La expresión interrogante en el rostro de Hyesung lo obligó a der una explicación antes de que el menor pudiera refutar nada.-Bogeun está enfermo así que le di el día pero dado que él me trajo en la mañana…

-Sí, sí, lo que sea.-Interrumpió Hyesung.-Sube.-Ordenó con un ademan mientras se acomodaba en el asiento del piloto.

-Pe…- -“Pero prometiste el otro día que me dejarías conducir”- Se detuvo antes de decir lo que estaba pensando. Era cierto, se lo había prometido pero no quería abusar de la buena voluntad de Hyesung, no por ahora.-Muy bien.-dio la vuelta y entró en el auto.

-¿Tienes algo que hacer el sábado por la noche?-Preguntó desinteresadamente Pilkyo saliendo del estacionamiento.

-No, creo que no.-Respondió ladeando la cabeza.

-¿Quieres ir a la función de box conmigo?