Originalmente este trabajo estaba planeado como un one shot Jindy, por lo que el Ricsung y Woodong no tenían mucha presencia, si acaso una que otra insinuación. Pero las cosas se fueron dando y estoy muy feliz de que así haya sido pues me he divertido (y también sufrido) con esta historia. 

He notado la popularidad del Woodong en sus comentarios y por eso quiero hacerles esta confesión acerca del camino que tomó la historia de esta parejita:

Hyesung tiene la culpa de que ellos sean una historia pasada, llena de flashback emotivos.

¿Recuerdan la primera escena de esta couple? En el capítulo quinto cuando Wannie sufre de insomnio y llama a Minwoo yo estaba escuchando Insomnia con Shin Hyesung justamente y la escena se escribió prácticamente sola.

Aunque su papel es vital en la historia para la consolidación del Jindy,  si volverán a estar juntos o no es un misterió aún para mí. Estoy segura de que todo se irá dando de la mejor manera.

Espero que sigan disfrutando mi trabajo, pronto habra sorpresas (no sé si muchas o si realmente las sorprenderán) aun así estoy muy agradecida con su entusiasmo y apoyo. 

-Quiero…Me gustaría saber…-Divagó sin atreverse a ir al grano. El menor lo miró prestándole total atención. Eso le dio valor.-… ¿Qué es lo que Lee Sun Ho ve en Park Choong Jae?-Trató de ocultar el rubor en sus mejillas cubriéndose con la mano. Andy se quedó pensativo por unos segundos. Esa clase de inquietud lo tomó por sorpresa, simplemente no la vio venir.

Una pregunta que hacía mucho tiempo no le venía a la mente. ¿Qué exactamente era lo que veía en él? ¿Qué le atraía? Lo miró detenidamente mientras analizaba, logrando incrementar el nerviosismo en el mayor en espera de una respuesta.

-Mmm…es difícil responder.-Dio el último sorbo a su taza de café.- Cuando te miro, definitivamente encuentro aspectos de ti que no me gustan y aun así no quisiera cambiarlos. Eres capaz de brindar una calidez teñida de pureza e inocencia realmente reconfortante. Creo que soy adicto a ese calor tuyo porque egoístamente quisiera tenerlo sólo para mí, envolverme en él y no perderlo nunca. Si tuviera que elegir sólo una de las cualidades que veo en ti, sería eso.-Las palabras dichas por el menor fueron realmente inesperadas para Choong Jae quien no pudo evitar sentirse conmovido.-Y tú, ¿Qué ves en mí?- Tenía derecho a preguntar ahora que le había dado una respuesta.

-Yo…quisiera ser capaz de ver todo eso cuando me miro al espejo. Eres increíble Andy, simplemente me deslumbras. Me siento atraído hacia ti incluso cuando pienso que eres aterrador.-Andy rio, ¿Aterrador? Si, ya había escuchado ese adjetivo en su descripción.-Hasta ahora no me he podido decidir por una sola de tus cualidades, lo siento.-Bajó la mirada un poco apenado. Andy estaba siempre un paso delante de él por decir lo menos y eso lo frustraba en cierto modo.

La oscuridad, aliada ideal de los amantes, se apoderó del edificio una vez más.

-¡Andy!-Pronunció el mayor en el sobresalto del momento aprisionando la mano que yacía junto a la suya.

-¡Auch!-La exclamación fue hecha al unísono. Sus cabezas chocaron una contra la otra cuando ambos giraron al mismo tiempo en un acto reflejo por encontrarse. Seguido de las tímidas risillas que resultaron en lo absurdo de la situación.

Las grandes manos de Junjin tropezaron torpemente contra el rostro del menor en su afán de encontrarlo en la oscuridad.

-Lo siento.

Andy sujetó delicadamente las manos del otro dirigiéndolas hacia sus costados. Jin comenzó a explorar la piel de aquel rostro. Era una experiencia extraña y curiosa al mismo tiempo. Sus cejas, sus ojos, su nariz, sus labios. Nada de lo que se encontraba a su tacto se parecía a la imagen que tenía de Andy en sus recuerdos. Cuando sus palmas acariciaron sus suaves mejillas lo invadió un impulso por besarlas como siempre lo hacía. Ese era definitivamente su Andy.

El menor se dejó hacer en un principio, conteniendo la respiración. Inclinó su cuerpo hacia adelante lentamente hasta que su nariz topó con la del mayor. Junjin sintió la poderosa respiración haciéndole cosquillas.

-Vas a desgastarme la piel.-Bromeó un poco antes cerrar el espacio entre los dos.

El fino roce de esos labios que no terminaban por juntarse del todo, inspeccionando, reconociendo, respondiendo uno a los movimientos del otro.

La mano derecha de Andy se posicionó en la marcada mandíbula del mayor mientras que la otra permanecía sujeta a su  antebrazo. La humedad comenzó a teñir las comisuras de sus labios.

Como una fruta que se desjuga exquisitamente, Junjin saboreó los gruesos labios del maknae con un primer mordisco un tanto tímido.

Las luces se encendieron, lo supieron al sentir la dilatación de sus pupilas tras sus párpados, pero fue prácticamente irrelevante para los amantes que se encontraban ensimismados en el dulce éxtasis.

Andy deslizó las yemas de sus dedos por el largo cuello frente al él, deteniéndose justo en la clavícula con la intención de no ser él quien dé el primer paso, no quería asustar nuevamente a Choong Jae. Prometió darle tiempo, dejar que tomara su propio ritmo y… ¡Dios! ¡Qué difícil era mantenerse al margen! Junjin se movía cada vez con más seguridad.

Los tintes de pasión fueron coloreando el ambiente de apoco entre el ahogado sonido de las respiraciones agitadas. Pronto aquel beso pareció insuficiente para ambos. Los labios del mayor descendieron serpenteantes por el cuello de suave piel. Andy sintió la aspereza del bigote de Jin en deliciosos roces que lo obligaron a cerrar los ojos tratando de dejarse llevar por los comandos del otro.

Sutilmente movió la mano hacia la nuca en un delicado recorrido hasta sujetarse firmemente del enmarañado y rizado cabello, haciendo a un lado la gorra. De un ligero tirón hacia atrás lo posicionó de manera en que su oreja  quedó al alcance de sus labios con los que acarició de arriba abajo en pausados y ys movimientos.

Junjin emitió un gruñido comenzando a deslizar sus manos por el pecho del menor hasta situarlas a la altura de la cintura mientras dejaba un pequeño mordisco en su clavícula.

De pronto un grito  que se propagó por todo el edificio rompió la atmosfera que los envolvía, regresando al par de amantes a sus sentidos. Se apartaron, con los rostros completamente ruborizados por la excitación, en señal de alerta. Era la voz de Hyesung que provenía de una de las escaleras ubicadas a los costados.

…

Un nuevo apagón obscureció el lugar en el momento en el que Eric bajaba, casi a zancadas, persiguiendo a Hyesung, obligándolo a detenerse en el momento. Acercándose a la baranda cautelosamente continuó bajando, más preocupado por el otro que por sí mismo. Sí tan solo no fuera tan necio, no quería ni pensar en que el menor terminara haciéndose daño porque él no fue lo suficientemente rápido como para detenerlo.

-¡Hyesung! ¡Hyesungie! ¡Jung Pilkyo!- Llamó esperando a que el otro le respondiera pero eso nunca pasó, ahondando sus preocupaciones.

Hyesung contuvo la risa tapándose la boca con la mano al escuchar el clamor angustiado del líder.

-“Este bobo debe estar muerto de miedo”-Pensó divertido. Él también se había sobresaltado por el fallo eléctrico pero no era para tanto. Echó una miradilla hacia abajo, en algunos pisos si había iluminación, el corte era muy irregular, en su mente una idea comenzó a maquinar maliciosamente. Continuó descendiendo diligentemente, asegurándose de no hacer ningún ruido que revelara su ubicación. Una sonrisa de oreja a oreja irradiaba en su rostro solo de pensar en la travesura que estaba por jugarle a Eric. Quería ver la cara del líder cuando se diera cuenta que le tomó el pelo.

Se detuvo en uno de los descansos iluminados y, agazapándose en un rincón, se aseguró de no ser descubierto antes de tiempo.

…

 -Un poltergeist.-Susurró secamente sintiendo el sudor frío empezando a recorrer su frente estrujando aún más al chitchai que se quedó sin aliento.

-T-tranquilízate.-Lo apartó de sí.- No hay nada que temer, todo va estar bien Wannie. Cálmate ¿Si?- Pidió mirándolo a los ojos pretendiendo calmar sus nervios.

-Vámonos Minwoo, por favor.- Suplicó tomando su mano.

-¿Qué? ¿No confías en mí?- Una ácida sonrisa se dejó ver en los labios de Minwoo.

-No soportaría si te pasara algo.- Explicó conociendo de sobra aquella expresión. No era que no confiara en él, con esa mirada bien podía convencerlo de que la luna era de queso y las nubes de algodón.

Un liviano silencio los invadió por unos segundos. El ruido del generador los puso al tanto del fallo eléctrico que nuevamente se presentó en algún lugar del edificio.

Desde atrás, cada vez más cerca de ellos, el ruido de algo moviéndose los alertó. Seguido de unos ruidillos más leves que les costó trabajo detectar en un principio. Ambos se miraron en complicidad. Dongwan sintió como si le hubieran quitado un gran peso de encima.

Adentrándose hasta donde venían los ruidos y teniendo que quitar un par de cosas en su camino, encontraron al causante, mejor dicho a los causantes de tanto jaleo.

Acurrucados, detrás de los generadores de calefacción y eléctricos que se encargaban de abastecer las diferentes zonas del edificio, una gatita y sus seis crías se resguardaban del cruel frío resultante de las últimas nevadas de aquel invierno en Seúl.

-Aquí está tu poltergeist Wannie.- Minwoo no pudo dejar pasar la oportunidad para burlarse de las teorías descabelladas del otro.- Luce aterrador en verdad, seguramente es la encarnación de la maldad.-Rio cruelmente.

-¡Cállate!- Hizo una mueca más bien graciosa con tintes de puchero. Minwoo  rio dejando un beso en su mejilla.

-Pobrecitos. ¿Cómo se te ocurrió meterte ahí preciosa?-Se dirigió a la gatita que no les quitaba los ojos de encima con cierta desconfianza.- Pudieron haberse electrocutado.- Se percató de los rastros de humedad en el pelaje del animalito y los charquitos de agua a su alrededor. Era evidente había estado afuera y que acababa de entrar a calentarse junto a sus pequeños. El chitchai estiró su brazo en un intento por alcanzarlos y sacarlos de ahí pues representaba un riesgo muy grande para ellos, la parda gatita enseño los dientes en señal de advertencia.

-Tranquila preciosa, no vamos a hacerte daño.-Se dirigió nuevamente al animal.

-Wannie, ¿Podrías alcanzarme una de aquellas cajas que estaban en la entrada?- Giró para encontrarse con el nombrado quien asintió y se dispuso a cumplir la petición diligentemente.- No podemos dejarlos aquí ¿O sí?- Volvió a hablarle a la gatita regalándole una sonrisa de ojos.

Mientras llevaba la caja,  a Dongwan se le ocurrió que tal vez esta pudiera resultar ni muy cómoda ni muy abrigadora para los animalitos, que seguramente ya habían tenido que pasar por mucho. Se despojó de su suéter, acomodándolo lo mejor que pudo al interior de la caja. Pero este fue insuficiente para cubrir la superficie de cartón por lo que se sacó también la camisa, sin preocuparse pues siempre cargaba con una de repuesto, por si las dudas.

-Aquí está, ten cuidado al sacarlos.- Minwoo se llevó una sorpresa al voltear para tomar la caja atinando a sonreír con la mirada.-Envuelve tu mano en la chamarra para que no te arañe.- Continuó indicando sin advertir la impresión del otro.

-¿Quieres que te ayude? 

-No, solo sostén la caja por favor.-Despertó del breve trance. Envolvió su mano tal como se lo indicó el Black Hole.

La gatita luchó como era de esperarse, Minwoo la sujetó fácilmente con una de sus manos pretendiendo no hacerle daño, mientras que con la otra, también envuelta, fue transfiriendo a los pequeñitos de uno en uno a la caja.

-Eres una buena madre.- Al ser dejada en la caja, junto a sus crías, la gatita los inspeccionó con recelo para después acurrucarse con ellos, dando una mirada diferente al par de hombres, como de agradecimiento.

-Y, ¿Qué vamos a hacer con ellos?

-Ya se nos ocurrirá algo. Al final si tendremos que esperar a que un profesional venga a arreglar el problema mañana.- Minwoo echó una miradilla al sistema de alta tensión.

-Te lo dije.- Sonrió triunfal.-Tendrás que responsabilizarte por mi pre-infarto.- Se llevó la mano al pecho en una pantomima. Y es que no era para menos, hacía mucho tiempo que no se llevaba un susto de ese tamaño.

-Bien, te llevaré a cenar lo que tú quieras.-Negoció astutamente.

-Más que eso, vas a tener que acompañarme toda la noche porque ya estoy muy sugestionado como para regresar a mi solitaria casa y poder dormir en paz.

-Acepto tu demanda, me parece justo, pero primero tendrás que vestirte porque ni creas que voy a andar paseándome por las calles de Seúl con un exhibicionista.

-Mira quién habla, si tú eres el rey del exhibicionismo.-Se defendió con sorna.-Además me acostumbré a cargar con ropa de reserva desde que me destrozaste la camisa en aquel armario ¿Te acuerdas?

-Cómo no lo voy a recordar. A mí se me pasó un poquito la mano pero en ese entonces no te importó.

Ambos se miraron en complicidad antes de empezar a reír en memoria de los buenos tiempos.

A la lejanía alcanzaron a reconocer el grito de Hyesung que los alarmó a salir en su encuentro lo más rápido que podían, llevando en brazos la caja con los animalitos.

…

Eric continuó bajando sin encontrar rastro del menor, notó que más abajo, los pisos mantenían con normalidad la iluminación.

El ruido de unos pasos acelerados lo alertó seguido de unos gritos pausados, más bien ahogados que reconoció enseguida y que provocaron una sensación de vacío en su estómago.

Bajó lo más rápido que sus adormecidos sentidos le permitieron aferrándose a la baranda para no tropezar en la medida de lo posible.

-“Hyesungie~ Hyesungie~ Hyesungie~”-Era todo en lo que podía pensar. Qué si se había caído, o se había lastimado la pierna, o peor aún qué tal si el fantasma lo había atrapado. Una y mil posibilidades, cada vez más descabelladas, desfilaron por su imaginación.

Pilkyo se mantenía en su escondite escuchando con atención, hasta advertir la cercanía de los pasos del líder.

Tal como lo había planeado, empezó a gritar como si necesitara ayuda, de cuando en cuando acallaba el clamor con su propia mano para darle un toque más dramático. Esperando alcanzar a ver al otro bajar para saltarle encima y, aprovechando que ya tenía los nervios de punta, darle un susto mortal.

A tan solo unos escalones del sitio en donde lo esperaba el menor, Eric se torció el tobillo bajando tan rápido como lo estaba haciendo y termino resbalando hasta aquel descanso, llevándose un fuerte golpe en la cabeza.

Hyesung rió a causa de lo cómica que había resultado la escena desde donde él estaba. Un desenlace como ese era algo que no había contemplado ni remotamente.

Poniéndose de pie salió al encuentro del líder que aún se encontraba tirado en el suelo. Trató de contener la risa pero no lo logro, incluso el estómago le dolió por reír de manera  vehemente.

-Eric.- Llamó al acercarse y advertir los ojos cerrados en el rostro del mayor.

Seguramente estaba muerto de la vergüenza y ahora lo único que hacía era esperar a que la tierra se lo tragara. Eso era tan típico de él.

-¡Yah! ¡Eric!- Volvió a llamar sin obtener respuesta.

-Eric-ah, deja de jugar, ¿Te lastimaste?- Suavizó el tono de su voz sintiendo un pequeño remordimiento por haber causado la vergonzosa caída y por haberse burlado después, pero nada, ni una sola respuesta, ni siquiera un movimiento.

-Vamos, no seas infantil.- Dentro de él había un presentimiento de que el otro estaba fingiendo para regresarle la broma.

Se empezó a preocupar al no recibir contestación alguna, poniéndose en cuclillas junto a él acercó su mano a la aguda nariz para comprobar que aún respiraba. Si, gracias a dios aun lo hacía.

-Eric.

Tomó su brazo y lo sacudió un poco ya en tono serio.

-Eric-ah.

Comenzó a entrar en pánico mientras lo llamaba y lo sacudía.

-Moon Jeong Hyuk.

No había ninguna herida visible, no había sangre ni nada de eso, pero el cuerpo estaba ahí, como un objeto sin vida.

Respiraba y su corazón parecía estar latiendo con normalidad pero no se movía, no abría los ojos, mucho menos respondía a los llamados de Hyesung que para esos momentos ya se encontraba gritando su nombre una y otra vez mientras lo sacudía con cuidado de no dañarlo con un mal movimiento.

Paulatinamente sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas y su voz a cortarse. Eric estaba inconsciente y era todo su culpa. ¿Qué tal si era grave? ¿Qué tal si le sucedía como a Jinnie? No, no se perdonaría si algo de gravedad llegara a resultar de todo aquello.

-¡Minwoo! ¡Dongwan! ¡Ayúdenme por favor!-Gritó realmente fuerte.