Andy se dispuso a seguir a Eric inmediatamente. Quizás todos ahí tenían cierta idea de lo que pasaba pero el que sabía un poco más de lo que realmente ocurría era precisamente él. De alguna manera se sentía obligado a estar a su lado en ese momento. Junjin lo detuvo tomándolo por la muñeca.

Mirando directamente uno en los ojos del otro sostenían una especie de discusión.

De la mirada de Choong Jae emanaba un aura seria, algo salvaje.-“¿Por qué tiene que ir él? ¿Por qué no deja que valla Minwoo?”- Una parte de él se resistía a dejarlo ir.-“Últimamente han pasado mucho tiempo juntos ¿Tengo que soportar esto incluso ahora?”- Una reacción inmediata, un tanto primitiva que no pudo controlar.

El maknae por el contrario, reflejaba en su mirada una mezcla entre sorpresa y confusión. De alguna forma se sintió culpable por la reacción del mayor. Había tomado a la ligera sus sentimientos y opiniones con respecto a su estrecha relación con el líder.-“¿Qué hacer?”- Una pregunta innecesaria pues sabía exactamente lo que haría.-“Me quedaré si me lo pides”- Inconscientemente giró ligeramente la cabeza hacía la puerta por donde Eric acababa de salir y se rindió.

-Alcánzalo.- Liberó la muñeca del menor, suavizando el gesto en cuanto sintió ceder el peso de esta y vio esa chispa de resignación en aquellas oscuras y profundas pupilas.

Simplemente no pudo continuar ¿Qué le daba derecho a comportarse de esa forma? No era momento para ser irracional y caprichoso.

-Te necesita, ve tras él.-Se vio obligado a repetir en tono claro y seguro ante la aparente confusión que esas palabras causaron en el menor.

De un momento a otro el gesto de Andy se tornó complacido y orgulloso. Lo sabía, había creído siempre en ese hecho. No importa que tan difícil pudiera volverse en ocasiones su carácter, su naturaleza bondadosa era más fuerte. Sin pensarlo dos veces, sujetó el rostro de Jin con gentileza entre sus palmas, y lo besó profundamente. Este acto tomó evidentemente por sorpresa a Jinnie, por lo que su cuerpo correspondió lenta y torpemente.

-Voy a llevarlo a mi departamento para que descanse un rato. Te llamaré más tarde ¿Está bien?- Susurró separando sus labios escasos centímetros para después despedirse con un fugaz beso antes de tomar su chaqueta y salir corriendo tras Eric.

Dongwan y Minwoo, quienes habían sido completamente ignorados por los menores se habían quedado de una pieza ante un momento que bien pudo resultar incómodo.

El rostro de Junjin se tiñó violentamente en rubor cuando volvió a poco a poco a sus sentidos y pudo observar a sus Hyungs parados frente a él, tratando de disimular la pícara sonrisa en sus rostros, volteando para todos lados aclarándose discretamente las gargantas.

-Esto…yo…Tengo que ir a ver como se encuentra mi Mommy Bird.-Titubeó cubriendo con su mano la sonrisa nerviosa que iluminó sus labios, antes de salir a paso apresurado por el pasillo.

-Hacen bonita pareja ¿No crees?- Comentó Dongwan con ese brillo especial en la mirada que no pasó desapercibido a los ojos del chitchai.-Tengo que hablar con Andy en cuanto haya tiempo.-Se dijo a sí mismo, pensando en voz alta. -¿Qué?-Inquirió inocentemente al percatarse de la intensa mirada que el hombre a su lado le dirigía.

-Nada Wannie.-Las palabras salieron acompañadas de un profundo suspiro y una cordial sonrisa de ojos.

-No tienes que preocuparte de más.- Sugirió adivinando la inquietud interior que había dejado en él la forma en la que el líder había salido de su propio departamento, sin mencionar el débil estado en el que se encontraba ahora Hyesung.-Estoy seguro de que podrán arreglarlo por su cuenta. Lo único que podemos hacer ahora es esperar.- Trató de reconfortarlo con esas palabras mientras frotaba cariñosamente su espalda con la palma de la mano.

El rubor en su rostro disminuyó poco a poco mientras caminaba hacia la habitación en donde ahora descansaba su Mommy Bird. Trató de desaparecer la inevitable sonrisa que en su rostro había dejado el beso antes recibido, masajeándose los pómulos y las mejillas antes de girar el picaporte escrupulosamente.

En cuanto escuchó la puerta abriéndose, trató de secar rápidamente las lágrimas que aun escurrían, como si tuvieran voluntad propia, de sus parpados.

Intentó sonreír a quien se acercaba lentamente para no preocuparlo de más, sin embargo esto solo provocó el endurecimiento en la expresión de Choong Jae.

Por un lado le preocupaba el hecho de que hubiera estado llorando hasta ese punto en que lucía francamente lamentable. Y por otro le molestaba que tratara de ocultarlo. Miles de dudas y reclamos bullían en su mente.

No podía evitar sentir curiosidad por su estado actual, un estado en el que no lo había visto nunca. Había escuchado algunas insinuaciones sobre que él y Eric tenían mucho que arreglar, pero nadie decía nada más. Y era obvio que el haberse desmayado de ninguna forma podía haberlo puesto en ese estado.

-Hyung…-De alguna manera fue incapaz de decir algo más. Se sentó a su lado en la cama. Inmediatamente el mayor se movió para ofrecerle un espacio más cómodo. Rehuyendo a su mirada, la cual sabía que no podría sostener sin derrumbarse, sin tirar el escudo que temblorosamente pretendía volver a levantar a su alrededor.

 A últimas fechas le parecía que lo estaban logrando, pasaban mucho tiempo juntos y a Hyesung eso parecía agradarle. Su semblante lucía rebosante desde que se hacía cargo de la mayoría de los cuidados al líder. Entonces -“¿Qué fue lo que pasó? ¿Será que…Eric lo rechazó?”

-“¡Yah! ¡Park Chong Jae! ¡No empieces a divagar!-Se retó a sí  mismo mentalmente. Había muchas cosas que no conocía de la situación, de hecho, siendo estrictos, era un completo ignorante de lo que estaba pasando, tenía miedo de decir algo inoportuno, de meter la pata.-“Ya me contara Andy lo que sabe”-Pensó aterrizando su imaginación.

Lentamente colocó una de sus grandes manos sobre el fino rostro de su hyung y del mismo modo comenzó a hacer suaves caricias, removiendo el cabello de su frente, mirándolo con acogedora ternura.

Hyesung se mordió el labio inferior tratando de aguantar el llanto. No quería ser visto así, no quería tener que dar explicaciones, no estaba de humor para eso.

Junjin esbozó una sonrisa.

-“Todavía  cree que me puede engañar” “¿Hasta cuándo vas a ser tan cabezota?”- Pensó echándose a su lado, abrazándolo fuertemente contra su pecho. No necesitaba hacer ningún reclamo, conocía a su Hyung y sabía perfectamente que esa era su forma de ser. Lo único que podía hacer en un momento como ese era tratar de entenderlo  y apoyarlo en la medida de lo posible.

Finalmente Hyesung se soltó a llorar hundiendo el rostro en el pecho de su Baby Bird hasta quedarse dormido.

Eran cerca de las siete de la mañana. Minwoo y él se habían quedado dormidos sobre el sofá en la sala del líder.

-Minwoo-yah.-Lo movió suavemente de su lado para poder levantarse.

El chitchai despertó con ojos somnolientos y enrojecidos. Sin decir palabra alguna, se apartó tal como el otro le indicó y de la misma manera lo observó dirigirse al baño. Se frotó los ojos espabilándose. Mientras miraba a la nada, pudo reconocer la figura de Dongwan entrando en la cocina. Tardó un par de minutos en decidirse a levantarse y echar un vistazo a lo que  pudiera estar haciendo el otro.

-Wannie, ¿Qué haces?- Preguntó recargado en el marco de la puerta después de haber pasado cerca de diez minutos observándolo ir de aquí para allá, trabajando como una hormiguita.

-Hyesung…mejor dicho: Todos necesitamos reponer fuerzas después de una noche como la de anoche.-Volteó a verlo por sobre su hombro al mismo tiempo que lavaba algunos vegetales bajo el chorro de agua en el fregadero.-¿Por qué no vienes y me ayudas a preparar el desayuno?

-¿Y qué puedo hacer? Casi todo se me quema.-Bromeó encogiéndose de hombros, dando los primeros pasos al interior de la cocina y acercándose a él.

-La sopa de alga te queda muy bien. Si tan solo no fueras tan vago…-Contra atacó asestando un golpe en su orgullo.

-¡¿Vago dices?! Pues este vago hará la sopa de alga más increíblemente deliciosa que hayas probado.-Se defendió con semblante astuto poniendo manos a la obra.-¡Solo espera y verás Kim Dongwan!

-¡Omo! ¡Eso no es justo Wannie!-Reclamó después de dar un vistazo al bowl que Dongwan acababa de reservar en una esquina. -¡No van a estar a tiempo para el desayuno y ya sabes que son mis favoritos!- Hizo una rabieta infantil con los labios fruncidos, tratando de lucir lo más adorable posible.

-Ya lo sé, en eso se parecen mucho Eric y tú.-Rió mientras terminaba de asar el pescado.

-Ah!... lo hiciste para Eric.-Trató de ocultar su tono de decepción tras una mueca juguetona.

-No va a negarse a comer algo que realmente le guste ¿Cierto?-Exclamó con aire de autosatisfacción, asintiendo ligeramente con la cabeza.

-Bien pensado Wannie. Bien pensado.-Suspiró para después cambiar de tema abruptamente.-Esto ya está listo ¿Quieres probar?-Ofreció una cucharada de la sopa recién hecha.

-Te esforzaste Minwoo. Está cerca de ser la sopa más buena que he probado.-Se sintió acusado por los ojos entrecerrados que lo escrudiñaban fijamente.-Solo está después de la de  mamá.-Aclaró disimulando la carcajada que en él provocó la reacción del mayor, quien pareció relajarse después de escuchar lo último.

-Ahora ve a llamarlos para que vengan a comer ¡Y no aceptes un no por respuesta! ¿Entiendes?-Prácticamente lo empujó hacia afuera llevando en manos los platos y cubiertos.-Después llamas a Andy para ver cómo van las cosas, mientras yo termino de poner la mesa, por favor.

Minwoo lo miró algo incrédulo pero al final aceptó hacer lo que le ordenaron sin replicar.

-¡Aish! Pierde todo el encanto una vez que se pone mandón.-Masculló de camino a la habitación.

Al abrir la puerta se encontró con la con la tierna imagen a la que  no pudo resistirse.

-No me extraña que nos tuviera esperando en vano por que saliera.- Se acercó un poco más a la cama para tomarles una foto. Ambos estaban completamente dormidos, abrazándose mutuamente.

Con el dorso de su mano dejó una delicada caricia en cada rostro antes de despertarlos.

-Vamos a desayunar, levántense.- Dijo antes de tumbarse sobre ellos juguetonamente.-¡Yah! ¡Sepárense! ¡Choong Jae-ah deja de acaparar a Hyesung! ¡Yo también lo quiero! ¡No es justo!

-Choong Jae-ah,-Se acercó a él mientras recogían los platos. -¿Puedes llevarme a mi casa?-Esbozó una sonrisa.- Me siento incómodo, no quiero causarles más problemas.- Junjin dejó salir un pesado suspiro para después asentir con cierta firmeza.

Hyesung parecía más tranquilo. Su semblante pálido incluso había tomado una insípida calidez sonrosada después de la sopa de alga, la cual tomó lentamente. . Torció la boca un par de veces cuando fue retado por haberse quitado la intravenosa y ante los ya consabidos sermones sobre la salud de Dongwan, pero en el fondo se sentía inmensamente agradecido.

El desayuno había resultado bastante ameno. A pesar de que sus rostros podían reflejar un toque de agotamiento, no era nada que antes no hubieran aprendido a sobrellevar. Siempre era así. Cuando pasaba algo desafortunado, poco grato o simplemente se metían en problemas, se animaban unos a otros armando un poco de barullo por aquí y por allá. No solo eran como una familia para él, se habían convertido en un hogar en el que siempre podía ser él mismo y sentirse aceptado, donde siempre era bien recibido y podía refugiarse de la tormenta. No era para nada extraño que tratara de proteger esa amistad, uno de sus tesoros más preciados, a cualquier precio.

Jinnie y Minwoo , quien se empeñó en acompañarlos, llevaron a Pilkyo hasta su apartamento. Dongwan, por su parte, prefirió esperar a la llegada de Eric y Andy quienes, después de haber dado un largo paseo de madrugada por la costa, ya se encontraban de regreso.

-Eric, dejé un poco de comida preparada en la cocina por si más tarde te apetece.-Dijo mientras el líder se dirigía a su habitación. Dongwan lo hubiera obligado a comer por lo menos un poco de sopa si Andy no le hubiera asegurado que habían tomado algunos alimentos en el trayecto.

-¿Tú la hiciste?-Preguntó dando una fugaz mirada por encima de su hombro.-No quiero terminar con un infección estomacal como la última vez que Minbong cocinó- Aclaró con una chispa de picardía en la mirada.

-Espero que no sea así, de lo contrario Andy y yo tendremos que quedarnos a cuidarte. ¿No es así Andy?- Rio dando un ligero empujón con el codo al maknae , quien siguió el juego naturalmente.

-Así es Hyung.-Asintió  seriamente.-Pero no te preocupes, no te durará mucho porque Dongwan-hyung conoce unos remedios herbales buenísimos para acabar con la infecciones estomacales.-El líder sintió nauseas solo de pensar en tener que tomar otra de las pócimas del Black Hole.

-Debes estar de broma.-Masculló con una expresión de horror completamente hilarante a los ojos de aquel par que trató de contener la risa sin éxito.- Veremos quién ríe al último. Solo esperen a que descanse un poco.-Sentenció retomando su camino con una sonrisa nerviosa dibujada efímeramente en sus labios.

-Ven Andy, acompáñame a lavar los platos. –Indicó con un ademán una vez que el líder desapareció tras la puerta.

El mayor lavaba los platos mientras el otro se encargaba de secarlos y colocarlos de regreso en los gabinetes. Un extraño silencio se apoderó del par de hombres por algunos minutos.

Dongwan no encontraba las palabras para empezar a decir lo que su mente había estado elucubrando, desde esa misma noche en que Junjin y él habían estado charlando un poco, cosa completamente extraña en un persona naturalmente impulsiva que no suele pensarse dos veces las cosas antes de decirlas o hacerlas.

-Hace un tiempo salí con una persona muy carismática y trabajadora ¿Sabes?- Andy detuvo su labor un momento. Sospechaba que su Hyung quería decirle algo realmente importante. Debía tratarse de un asunto delicado pues él no era de los que solían dar rodeos. –Nos amábamos mucho, estuvimos juntos por varios años, parecía ser algo realmente serio.-Continuó el mayor después de un pesado suspiro.-Estoy seguro de que todavía seguiríamos juntos si hubiéramos cuidado correctamente uno del otro, si hubiéramos sido menos egoístas.- El menor se recargó de espaldas contra la alacena de mármol, escuchando atentamente mientras el otro terminaba de enjuagar lo últimos trastos, intuyendo hacia dónde se dirigía.- A mí no solía importarme en absoluto que priorizara su trabajo. Sé perfectamente lo que es amar lo que haces–Tomó la franela de manos del menor para secar el fregadero que por ahora había terminado de ocupar y continuo.- Me volví más comprensivo porque hubo un tiempo muy duro para ambos. Teníamos mucho trabajo pero cuando nos veíamos, aunque fuera por un pequeño momento, se encargaba de demostrarme cuanto me amaba y yo me sentía la persona más especial del mundo. El problema vino al pasar de los años. Poco a poco me fui cansando de estar siempre al último. Ya no era solo su trabajo incluso otras personas estaban antes que yo. Trataba de mantenerme optimista y no dejar que la inseguridad se apoderara de mí pero eso solo empeoró las cosas. Pronto empezó a dejar de importarme. Llegó un momento en el que ya me daba igual si cancelaba nuestras citas o viajaba por horas para encontrarse con migo. Empecé a poner nuestra relación al final de mis prioridades también y ese fue el principio del fin. Evidentemente la relación se desgastó al punto en que ya no había comprensión ni confianza y apenas una pizca de cordialidad. Y no era que el amor hubiera muerto. Muchas veces, dando vueltas en la cama sin poder dormir me preguntaba si todavía había algo de ese amor tan apasionado que empezó años atrás. Ahí estaba, nunca iba a desaparecer. Lo sentía dentro de mí, podía verlo reflejado en sus ojos,  pero estaba tan deteriorado que, por nuestro bien, ya no se podía mantener.

Andy comprendió lo que trataba de decirle incluso antes de que él terminara de hablar. Quizá tenía razón últimamente él mismo había estado pensando en que estaba descuidando su relación con Junjin, que tal vez lo estaba tomando demasiado a la ligera.

-No quiero que pienses que soy un entrometido o un fastidioso.-Agachó la mirada un tanto apenado.- Yo sé que no puedo evitarles el sufrimiento ni resolverles los problemas pero si puedo ayudar a que sean felices, a que ustedes dos sí puedan lograrlo, lo haré.

“Que ustedes dos si puedan lograrlo” ¿A qué se refería el Black Hole con “Ustedes si puedan”? Andy vaciló un poco sospechando algo que su mente no se atrevía a concretar.

-Agradezco mucho que te preocupes por nosotros Hyung,- Se acercó a él y le tomó las manos mirándolo directamente a los ojos con una sinceridad casi intimidante.-No hay manera en que piense que eres un entrometido. Bueno, tal vez lo seas pero seguramente no estaríamos juntos de no ser por ti. Eres nuestra celestina.-Bromeó para romper la tensión. El mayor le correspondió con una gran sonrisa antes de abalanzarse sobre él y estrujarlo entre sus brazos.

-No hagas sentir a  Jinnie como si ocupara el último lugar en importancia en tu vida. Yo sé que él puede ser muy cabezota en ocasiones y que siempre quiere parecer muy cool y seguro pero recuerda que en el fondo es muy frágil e inocente.

-Voy a hablar con él Hyung. ¿Sabes? Pronto va a ser nuestro aniversario de los cien días y le tengo una sorpresa.

-¿Cien días? ¿Tan pronto?- El menor asintió con la cabeza.

-Ahora me voy a buscarlo y, de paso, veo como sigue Hyesung-hyung.

-Bien pensado. Eso es a lo que llaman “matar dos pájaros de un tiro”-Lo despidió con una palmadita en la espalda. Andy salió de la cocina.

Encaminándose hacia la puerta, pudo distinguir la inconfundible figura de Minwoo saliendo sigilosa y apresuradamente del apartamento. Este hecho le causó tal extrañeza que inmediatamente fue tras él.

-Hyung!-Llamó tomándolo por el hombro y haciéndolo girar. Sus miradas se encontraron por un breve instante y dolió. Dolió tanto ver a esa persona tan carismática y alegre en ese estado. Sinceramente, a pesar de tantos años juntos, nunca había visto a su Hyung destrozado de esa forma.