La creciente densidad en la atmosfera fue interrumpida cuando, en medio de los créditos, el menor apagó la pantalla. El silencio se hizo aplastante.

-¿Hay algo de lo que quieras hablarme? ¿Hay algo que yo deba saber y que me estés ocultando en este momento?-Preguntó mirándolo directamente a los ojos de manera penetrante.

-¿A qué te refieres Andy?-Junjin fue sacado de si abruptamente, sintiendo cada vello de su cuerpo erizarse al simple contacto de aquella mirada.

El semblante completamente desencajado, el entrecejo fruncido y la mirada vaga, como tratando de encontrar algo dentro de su mente. Andy observó cuidadosamente cada detalle del hombre frente a él. ¿En realidad no lo sabía? ¿Acaso era él quien se estaba equivocando?  

-Nada.-Soltó sutilmente un suspiro  dándose por vencido, pero esto solo logró confundir más al mayor.

Se levantó y, al momento de hacerlo, la ácida sensación subiendo por su esófago le indicó que algo no andaba bien. Se vio obligado a recargarse en el brazo del sillón, arqueando ligeramente  la espalda.

Trató de controlar el impulso. Respiró profundamente un par de veces pero fue en vano. Necesitaba ir al baño, y pronto.

-¡Espera Andy! ¿No crees que merezco saber qué pasa?-Junjin se había deshecho la cabeza tratando de entender al maknae hasta que lo vio apresurarse fuera de la habitación. Lo detuvo parándose justo frente a él.

-¡Quítate!-Espetó empujándolo a un lado, intentando mantener el control de la situación. No quería causar un desastre ahí mismo.

-No,  ¡Ahora me explicas!- Se plantó nuevamente frente a él, sujetándolo bruscamente del brazo. Estaba un poco fuera de sí. ¿Acaso Andy lo había arrojado lejos solo por haber llegado más tarde de lo acordado? ¿Qué demonios era exactamente lo que estaba pasando? Ante los ojos del mayor, aquello solo podía ser el absurdo de los absurdos. Molesto, ensimismado en su propia confusión que retumbaba insoportablemente contra sus sienes, no fue capaz de percatarse del estado en el que se encontraba Andy en esos momentos.

-“Ahora no Choong Jae.”-Hubiera querido decir esas palabras. Con la mirada suplicante y el gesto afligido, aun tratando de controlar el inminente impulso de su cuerpo, se llevó la mano hasta la boca.

~!Waaak!~ !Waaak!~ !Waaaaaaaaaak!~

Junjin apenas alcanzó a dar un salto hacia atrás con una mueca de asco, evitando que el vómito cayera sobre sus pues.

-Te dije que te quitaras…-Balbuceó sin fuerzas. A punto de llorar por la humillación y la vergüenza, llevándose nuevamente la mano a la boca en un acto reflejo, antes de correr a encerrarse en el baño tras sentir nauseas una vez más.

Junjin se quedó en blanco, parado en medio del lamentable silencio que quedó en la habitación después de toda la conmoción. No pudo evitar sentirse culpable así que empezó a limpiar todo. Dos paquetes de pañuelos desechables y un par de chorritos de limpia pisos y no quedó rastro del desastre, como si nada hubiera pasado.

Andy todavía no salía del baño y el mayor comenzaba a preocuparse. Decidió darle un par de minutos más. Puso al fuego la tetera con agua y salió a dejar la basura.

Cuando regresó, encontró al maknae en la cocina, bebiendo un vaso con agua.

-¿Estás bien? ¿Quieres que llame al médico?-Preparó té en un par de tazas y lo ofreció sobre la pequeña mesa de la cocina.

-Creo que estaré bien.-Respondió negando con la cabeza.-Es solo que comí demasiada sandía.

-Bebe esto, te hará sentir mejor.-Abrió la silla, invitándolo a tomar asiento. El menor accedió desganadamente.

-¿Sigues molesto?-Preguntó sentándose a su lado, tratando de acercarse más de lo normal a quien daba los primeros sorbos a su té. Andy se mantuvo en silencio, rechazando sutilmente el intento del mayor por hacer contacto.

-No te entiendo Andy ¿Cómo esperas que sepa qué ocurre si no me lo dices?-Lo miró fijamente, esperando encontrarse con sus ojos.

Andy respiró profundamente mientras bajaba la taza. Siendo honesto, tenía ganas de gritar y reclamar. Convertirse en ogro y dejar salir todo su enojo y decepción. Pero eso no iba a solucionar nada. Necesitaba calmarse y encargarse de una vez por todas de ese asunto que lo había mantenido en tal incertidumbre. Necesitaba tenerla cabeza fría.

-Dijiste que ibas a llegar para cenar.-Evitó mirarlo mientras empezaba hablar en un tono carente de emoción.-Estaba preocupado y tú ni siquiera puedes llamar para avisarme.-Yéndose por las ramas ¿Por qué tenía tanto miedo de preguntar directamente?

-¿Es por eso que terminaste comiendo toda la sandía que compramos ayer? ¿Tuviste un ataque de ansiedad?-Preguntó pacientemente. –Discúlpame Andy. De verdad lo siento.-Se levantó a buscar algo en su bolso, que había dejado en el recibidor.-El móvil se me cayó al agua y no lo he podido encender.-Dejó el aparato sobre la mesa para demostrar que lo que decía era verdad.

Andy lo miró en silencio. Tenía que decirlo. Era el momento. ¿Por qué las palabras se negaban a salir por sus labios? Tal vez era que odiaba el simple hecho de haber llegado al punto en que desconfiaba de Choong Jae.

-¿Qué es lo que en realidad pasa?-Lo supo en cuento sus miradas se encontraron. Había algo más. Andy no podía haber hecho tanto escándalo por algo tan superficial. Lo acaricio peinando su cabello hacia atrás. El otro se quedó completamente inmóvil, dejándose hacer pero sin quitar esa intensa mirada teñida de pena de su rostro. Definitivamente había algo más.

-Necesito preguntarte algo.-Comenzó un tanto dubitativo.-Pero antes que nada quisiera que me prometieras que vas a responderme con la verdad sin importar que esta pueda ser dolorosa para mí.-Intentó sonreír pero el gesto apenas alcanzó a dibujarse tenuemente en sus labios.

Las palabras del menor, evidentemente, causaron incertidumbre en Junjin quien asintió con la cabeza en un acto reflejo.

-Lo prometo Andy pero, ¿Acaso es tan serio?-Intentó aligerar la atmosfera con una risilla que más bien pareció nerviosa.

El maknae tragó saliva, alejándose despacio de Jinnie, antes de atreverse a soltar la pregunta.

-¿Quién es Yoon Narim y cuál es tu relación con ella?-Su voz pareció retumbar estrepitosamente contra las paredes de la cocina a causa del silencio sepulcral que imperaba en ese momento.

-¿Cómo sabes de Narim?-Su semblante cambió drásticamente, reflejando perfectamente su nerviosismo y desconcierto. Andy sonrió amargamente ante esta reacción.

Lentamente, el menor se puso de pie.

-“Parece que no hay nada más que explicar”- Como si en la reacción del mayor hubiera estado implícita la confirmación a sus sospechas.

-Espera Andy…-Quiso tomarlo por el brazo, maldiciéndose por no pensar antes de hablar, pero este se escurrió entre sus dedos que, no tuvieron la fuerza (o simplemente no quisieron) retenerlo.

Hubiera querido salir de ahí. Dar media vuelta a lo que fue un bonito sueño y no voltear hacia atrás, continuar como si nada hubiera pasado. Sin embargo no podía dejarlo así. Hubiera sido injusto no darle una oportunidad de réplica al mayor, o al menos una explicación.

No, así no es como hace las cosas Lee Sunho. Incapaz de dejar algo a medias, con él es todo o nada.

Buscó en una gaveta del mueble en la sala. Regresando con un sobre en las manos, mismo que dejó frente a Choong Jae, sobre la mesa mientras se sentaba nuevamente.

Un par de boletos de avión, fue lo que el mayor encontró.

-Quería que fuera una sorpresa, ya sabes por nuestro aniversario. Por eso no te dije nada y simplemente revisé tu agenda para planearlo todo…-

-Así que viste su nombre un par de veces y asumiste cosas que no son.- Ya empezaba a entender lo que sucedía. Su tono de voz estaba impreso en decepción e incredulidad.- ¿Cómo puedes pensar así de mí?-Reclamó lleno de indignación.

-¡Yo no asumí nada!-Se defendió el menor un tanto avergonzado.-Y en todo caso ¡Tú tienes la culpa!-Apuntó acusadoramente con el dedo índice. -¡¿Qué demonios quieres que piense si te escondes para hablar por teléfono?!-No pudo mantenerse calmado y ahora empezaba a gritar.-Sabía que hoy tenías una cita con ella y tú me dices que te vas con Hyesung, que vas a volver temprano, ¡Pero regresas en medio de la madrugada!-Se levantó abruptamente, golpeando las palmas contra la mesa. -¡Ah! Y encima de todo Eric-Hyung no podía creerme cuando le dije que estamos saliendo ¡Porque él y Pilkyo-Hyung te vieron con ella en un bar!

-¡Wow wow wow! Andy, ¿Cuándo exactamente le hablaste a Eric de lo nuestro?- De entre el inmenso mar de cuestiones y argumentos generados desordenadamente en su cabeza tras escuchar las palabras del menor, surgió la más inmediata y, quizá, la menos indicada. Parecía que cada vez que abría la boca solo lograba oscurecer aún más el panorama.

El maknae sintió algo quebrarse dentro de él ¿Por qué dolía tanto? Intentó mantenerse entero hasta el final.

-Tienes razón, no debí hacerlo, lo siento.- Las lágrimas empezaban a agolparse silenciosamente en sus ojos y aun así trató de sonreír.-Supongo que no estaba en mis sentidos.-Salió de la cocina. No podía permanecer en aquel departamento por más tiempo, sentía que se asfixiaba.

-¡Andy!-Fue tras él inmediatamente

-Ya sé que toda la culpa la tengo yo. Te arrastré cuando estabas confundido. Anhelaba esto con tantas fuerzas que me volví egoísta a la primera oportunidad.-Sollozó lamentablemente mientras, de manera apresurada, se calzaba los zapatos en el recibidor.-Solo olvidémonos de esto ¿Quieres?

-¡Escúchame maldita sea!-Lo hizo girar tomándolo por el brazo-¿Por qué demonios anticipas tus conclusiones?-Andy sintió el frío muro golpear rudamente contra su espalda, siendo arrinconado en un solo movimiento. No se atrevió a enfrentar la mirada furibunda del mayor, se sentía completamente sin fuerzas.

Al mirarlo, Junjin se odió a sí mismo. Sabía que aquella situación era la consecuencia a todos sus errores.

-¡No es lo que piensas!-Lo arrastró hasta el sofá-¡Maldita sea! ¡¿Por qué demonios tengo que convertirme en un idiota cuando se trata de ti?!-Masculló mientras intentaba calmarse.- Ya sé que yo tengo la culpa de que creas lo contrario pero al menos dame una oportunidad para explicarte.-Lo obligó a sentarse en el sillón. Claro que esta vez no fue tan rudo.

-Escucha,-Lanzó un pesado suspiro.-Cuando te pregunté por  lo que hablaste con Eric-Hyung fue porque justamente vengo de su departamento.-El menor lo miró con cierta desconfianza.-Hoy, mientras hablaba con Hyesung –Hyung, le dije que tú y yo somos amantes. Por cierto él también tenía la idea de que yo salía con alguien más, justo por lo que mencionabas hace un rato. Bueno, muchas cosas pasaron, ya ves que incluso termine con el móvil inservible.-Andy permaneció en silencio, dándole la oportunidad que le pidió pero ¿Por qué divagaba tanto?- El punto es que acompañé a Pilkyo-Hyung  hasta su departamento y pensé que era buena idea, ya que estaba por el rumbo, darle una visita a Eric y enterarlo también. Así que fui a comprar unas cervezas  antes de llamar a su puerta.- Para este punto, el temperamento del mayor ya se había normalizado.-Desde el principio pude notar que algo andaba raro con él, quiero decir que su actitud hacia mí era distinta a lo habitual, tal vez ¿Distante? Hasta ahora pensaba que podría estar de mal humor.

-“Más vale que no lo hagas llorar ¿Entiendes?”-Hizo una perfecta imitación del líder. Arrebatando al menor una sonrisa que intentó disimular pero que no pasó desapercibida para Jinnie.-Fue lo único que me dijo ¿Puedes creerlo? Después de estar casi tres horas armándome de valor para decírselo.

Hizo una pausa antes de continuar. Allí venía la parte que se le dificultaba. La explicación era sencilla y hasta tal vez irrisoria pero vergonzosa para un hombre como Junjin. Inspiró profundamente.

-Es cierto que hoy tenía programada una cita con Narim, sin embargo ella me canceló así que invité a Hyung a salir porque tú ya tenías planes y no quería quedarme solo en casa.-Un nuevo silencio se hizo presente. La calma poco a poco había regresado al maknae. El volcán de emociones dentro de él había reducido en gran medida su actividad.-Narim y yo nos hemos vuelto cercanos últimamente pero la verdadera relación que tengo con ella es…-Se detuvo a buscar las palabras, quizás también para tomar coraje.

-Está bien Choong Jae.-Andy se acercó, colocando su mano izquierda sobre la pierna del mayor. Este lo miró un tanto expectante.-Puedo confiar en ti, incluso si no me das los detalles. Es solo que …-Fue interrumpido antes de terminar.

-No Andy. Quiero que lo sepas.-Colocó su palma sobre la del menor.-En realidad es algo que debiste saber desde el principio pero preferí ocultarlo porque me avergonzaba.-Se aclaró la garganta.-Antes de ti, yo nunca tuve experiencia con otros hombres.-Un pálido rubor tiñó sus mejillas.-Así que tenía muchas dudas y miedos por lo que Dongwan-Hyung me hizo el favor de presentarme con Narim, su amiga s*e*x*ologa y por eso la he estado viendo. Yo…solamente trataba de no causarte problemas pero ya ves que terminé provocando una tormenta en un vaso de agua. Lo siento…

Ni bien terminó de hablar, el maknae prácticamente se abalanzó sobre él, abrazándolo muy fuerte mientras dejaba besos en su cara.

-No, yo lo siento. Perdí la razón en cuanto empecé a sospechar, solo pensaba en tonterías.-Habló ocultando el rostro en el largo cuello del mayor.-Sí, se sentía terriblemente avergonzado por su comportamiento, pero el peso que se había sacado de encima le había dejado una inevitable sonrisa en los labios.-¿Me perdonas?-Por fin se encontró con su mirada, entrelazando sus dedos entre los desordenados mechones de cabello de Choong Jae. No pretendía parecer adorable, pero lo era.

Junjin lo miró con suspicacia. Fingiendo duda e indignación por un momento.

-No sé.

-Muy bien, para compensarte, haré tres cosas que tú quieras sin objeciones.-Se separó del mayor, regresando a sentarse a su lado.

-¿Cómo tres deseos?-Cuestionó levantando la ceja, con ese brillo picaresco en las pupilas.

-Sí, algo así. Pero deben ser cosas que sea capaz de cumplir ¿Entiendes?-Hizo una señal de advertencia con el dedo índice.

-Aprovecharé bien tu oferta entonces.-Usó un tono desvergonzado, al tiempo en que se acercaba discretamente a él. -¿Sabes? Creo que de alguna forma me encantó que te pusieras así por mí-Lo abrazó mientras susurraba a su oído.

…

Se encontraba secándose el cabello cuando escuchó que alguien llamaba a la puerta.

Prácticamente acababa de regresar a su departamento después de pasar un par de días en una villa de relajación en Japón que le permitieron ponerse en contacto con su interior y tomar, de una vez por todas, las decisiones definitivas que tenía que tomar.

Miró por el interfón y abrió la puerta en seguida.

-Hola Hyung.-Se apresuró a entrar al departamento ajeno teniendo apenas un poco de cortesía.

Hyesung se extrañó por el comportamiento de su Baby bird y lo siguió hasta la sala, en donde este ya se había instalado.

-¿Estás bien Jinnie? ¿Pasó algo?-Era inevitable para él preocuparse por cosas así. Siempre terminaba imaginando lo peor.

-Hyung, No es mi intención meterme en lo que no me importa.-Su tono parecía frio y hasta un tanto severo.-Pero sabes lo importante que eres para mí y no te quiero ver sufrir.

-¿Qué pasa Jinnie? Me estás asustando.-Se sentó a su lado en el sofá, llevándose la mano detrás del cuello como normalmente lo hacía cuando estaba nervioso.

-¿De verdad vas a renunciar a Eric-Hyung? Estás consciente de que no habrá vuelta atrás una vez que se encuentre con ella ¿Verdad? No podrás arrepentirte y…

-Espera, ¿De qué estás hablando?-Una risilla nerviosa asomó por entre sus labios.

Junjin lo miró seriamente, tal vez como nunca antes lo había hecho. Hyesung tragó saliva pesadamente, intimidado por el Baby bird.

-Eric está a punto de abordar un vuelo a América. Sus padres quieren que conozca a alguien desde hace un tiempo. Parece que es muy linda y talentosa, y tiene embelesados a los Moon. Él se ha estado negando todo este tiempo, poniendo de por medio el trabajo pero finalmente aceptó ir a conocerla ¿Estás escuchando lo que te digo?-Preguntó agitando la mano un par de veces frente a esos ojos que parecían estar perdidos.

Si, había escuchado perfectamente, y estaba a punto de colapsar.

Al fin había decidido arriesgarlo todo para estar a su lado ¿Acaso fue demasiado tarde?

-Choong Jae.-Llamó tomándolo por el hombro con gesto casi suplicante.-Llévame al aeropuerto.-No puedo dejar que Eric se valla así. No sin antes haber dicho todo lo que tengo que decir.